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El Achelense en Europa

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Tipo Regular sobre fondo negro: Yacimientos modo 1 datados antes de 800 ka.
Cursiva sobre fondo negro: Yacimientos achelenses datados antes de 800 ka (fechas discutibles). Josép Vallverdú et al han datado Boella en ca 1 Ma.
Tipo Regular en caja transparente: Yacimientos modo 1 tardío datados entre 800 y 500 ka.
Cursiva en caja transparente: Yacimientos achelenses datados entre 800 y 500 ka. 
Cursiva sin caja: Yacimientos modo 2 sin grandes herramientas de corte y tipo achelense. Atapuerca TD10.1: achelense tardío y transición al modo 3.
M. Mosquera et al (2013).
Los problemas de datación de los yacimientos líticos y las dudas acerca de una colonización temprana de Europa por parte de homínidos del grado erectus, añadidas a la controversia acerca de si la Península Ibérica fue abordada a través del estrecho de Gibraltar o como etapa final después de haber recorrido dificultan el estudio de las primeras culturas europeas.

Para Europa, se considera que las grandes herramientas de corte (LCT) son un marcador del achelense, aunque en África están presentes en los conjuntos oduvaienses evolucionados. Estas herramientas aparecen en la Península Ibérica hace algo menos de 1 Ma, lo que sugiere que la vía de penetración cultural fue el Estrecho de Gibraltar.
En otros yacimientos de similar datación, como Vallparadís 10, Atapuerca TD 4 o Atapuerca TD 6, los conjuntos corresponden al Modo 1. Esto sugiere la presencia en la Península Ibérica de dos demos diferentes.

Hay que esperar a algo parecido a una segunda oleada de colonización, en el entorno de 0,5 Ma, para que los bifaces abunden. Entre 0,5-0,3 Ma, el achelense pleno aparece en varios lugares de Europa y Homo heidelbergensis está fuertemente asociado con esta tecnología. Los sitios clactonienses y tayacienses del norte de Europa son una variante del achelense.

En cuanto al origen del achelense europeo, se han propuesto varias explicaciones:
  • El achelense se pudo haber desarrollado técnicamente en el Paleolítico Medio Europeo mientras H. heidelbergensis se convertía en neanderthalensis (M. Mosquera et al, 2013).
  • Los grupos humanos llegados de África por Gibraltar, portadores del achelense, se habrían extendido hasta ocupar el Sur de Francia con especial intensidad a partir de MIS 11 (424–374 ka), compartiendo territorio con poblaciones autóctonas, desconocedoras de la tecnología achelense, que se encontraban en el continente europeo ya desde el Pleistoceno Inferior (Manuel Santonja et al, 2014).
  • Doronichev y Golovanova (2010) han propuesto la supervivencia de los fabricantes del Modo 1 europeo, que mejoraron su tecnología e idearon un repertorio de herramientas de pequeño formato a partir de lascas simples (Modo 3). Otros grupos humanos entraron por Gibraltar hace al menos 0,8 Ma y por Anatolia algo más tarde, dando lugar a un Modo 2 occidental y otro oriental de aspecto similar, pero con sutiles diferencias.
Yacimientos en Europa Central y Oriental. Las hachas de mano están a menudo ausentes y se han clasificado a menudo como pre-musterienses (Jöris, 2013).
  • Kärlich-Seeufer (Gaudzinski, 1996).
  • Sitios en el Mosela Inferior y valles del río Nahe (von Berg y Fiedler, 1987; Hochgesand, 1997).
  • Mühleim-Kärlich (Vollbrecht, 1997).
  • Miesenheim I (Turner, 2000).
  • Hochdahl (Bosinski, 1995).
  • Bilzingsleben (Beck et al, 2007).
  • Vértesszölös (Kretzoi y Dubosi, 1990).
  • Cueva Treugol'naya (Doronichev, 2008).
  • Daravgchai-I (Derevianko y Zenin, 2007).
  • Mauer (Fiedler y Rosendhal, 2007).
Otros yacimientos:
  • Carrière Carpentier (Francia) 0,69 Ma.
  • La Noira (Francia) 0,665 Ma.
  • Korolevo VI (Ucrania) 0,65 Ma.
  • Aragó (Francia). 0,65 Ma.
  • Notarchirico (Italia). Santagata, 2016. 0,64 Ma, máximo. Las grandes herramientas de corte están mal representadas. 
  • Isernia La Pineta (Italia) 0,61.
  • Saint Acheul, Rue Marcellin Betholot. 0,563-0,533 (?).
  • Lehberg, Haidershofen (Baja Austria). 0,5 Ma. Instrumentos líticos parecen haber servido para machacar ocre, en lo que sería la evidencia más antigua disponible de uso de este conservante y colorante. El usuario era diestro.
  • En España hay varios yacimientos fluviales: Ambrona, Cansaldeta, Guadalquivir, Pinedo, Maya, Puente Pino, Puig d'en Roca, Sartalejo y Yeltes Huerba.
Voinchet et al (2015) han analizado 46 muestras de sedimento y 14 dientes de 17 yacimientos achelenses de Francia y Reino Unido. Los resultados sugieren que los conjuntos achelenses más antiguos en el Reino Unido tienen una edad de entre 500-600 mil años, mientras que, en Francia, los bifaces del yacimiento de La Noira presentan edades en torno a 700 mil años. Estas dataciones han reducido en, al menos, 100 mil años la diferencia de la llegada del Achelense entre el norte y el sur de Europa, donde los yacimientos son mucho más antiguos.
Figura 7 | de color de dos piezas de mortero.  Los bordes de corte en el émbolo y las ranuras correspondientes en el mortero encajan tan bien que usted puede poner las dos partes una en la otra, incluso en posición vertical (Foto: A. Binsteiner)
Mortero y almirez, que posiblemente se utilizaron para machacar ocre. (Foto: A. Binsteiner)
A partir de 0,5 Ma encontramos grandes instrumentos sobre canto, placa o lasca de gran formato, como hendedores y bifaces, intensamente configurados y extraordinariamente versátiles. El registro fósil se relaciona con Homo heidelbergensis. Gracias al Modo 2 y a la caza organizada de grandes herbívoros (Will Roebroeks, 2001), heidelbergensis pudo ocupar zonas septentrionales de Europa hasta entonces escasamente pobladas
  • La Grande Vallée, Seuil de Poitou, Francia. 0,5-0,4 Ma.
  • Fontana Ranuccio (Italia) 0,455 Ma. El conjunto incluye hachas de mano realizadas en huesos de elefante.
  • Boxgrove (Inglaterra) 0,45 Ma. 
  • Saint-Acheul (Rue de Cagny) y Cagny la Garenne (Francia) están fechados por ESR para MIS 12, entre 0,45-0,40 ka.
  • Cueva Ficoncella (Italia) menos de 0,441 Ma. Asociado a huesos de elefante.
  • Southfleet Road, Ebbsfleet, Kent (Inglaterra)
    • Fue hallado un esqueleto incompleto de elefante (Palaeoloxodon antiquus) asociado con herramientas líticas, algunas con evidencia de uso e indicios de producción in-situ y descarnamiento. Cerca y en el mismo horizonte, apareció una concentración mucho mayor de artefactos similares (clactonienses). La fauna asociada indica condiciones de clima templado y bosques (F. F. Wenban-Smith et al, 2006)
  • Atapuerca-Gran Dolina.
    • En el nivel TD10 apareció una tecnología Modo 2 asociada a un procesamiento sistemático y direccional de carcasas, incluyendo eventos de caza (0,45 Ma). TD10-1 puede representar la evolución local desde el Modo 2 al Modo 3 (Andréu Ollé et al, 2013).
  • Louselas (Ribadeo, Lugo, España) 0,45 Ma (Ramil Rego y Ramil Soneira, 2014).
  • Swanscombe (Inglaterra) 0,424-0,374.
  • Cabo Busto, Valdés, Asturias (España) 0,4 Ma. Más de 400 herramientas talladas en cuarcita.
  • La Rinconada, Sevilla (España). 0,4 Ma.
    • Cuenca Venosa (Italia) 0,4-0,3 Ma.
    • Aroeira (Portugal) 0,4 Ma.
    • Guado San Nicola (Monterodumi, Isernia, Italia). 0,364 ka.
    Son numerosas las referencias a yacimientos con tecnología achelense en terrazas fluviales datados en MIS 9 (340- 300 ka) y durante el comienzo del MIS 8 (300-245 ka) (M. López-Recio et al 2013). Este hecho puede deberse en gran medida a la propia dinámica sedimentaria que favorece la formación y preservación de los yacimientos ligada a fenómenos de agradación fluvial durante el final de periodos cálidos (ej. MIS 9) y la parte inicial de los periodos fríos que los siguen (ej. MIS 8), además del probable incremento y expansión en estas fases interglaciares de poblaciones de Homo heidelbengensis
    • En el norte de Francia, destacan las dataciones de los yacimientos achelenses de Cagny-la Garenne (448-443 ka) y Cagny l´Epinette (318-289 ka) de niveles de terraza situados entre +40 y + 30 m en los valles de los ríos Somme y Sena (Tuffreau et al., 2008; Antoine et al. 2010; Limondin-Lozouet et al. 2010). Las edades más recientes del Sena se situán también en el tránsito entre el MIS 9-MIS 8.
    • Las fechas obtenidas cerca de la base de la terraza T10 del río Tajo en Pinedo (+25-30 m; TOL-8: >280 ka) y en Cien Fanegas (+20-25 m; TOL-9: 292 ka) nos situarían la base de la terraza fluvial (sub-unidad de gravas), así como la industria achelense y fauna pleistocena asociada, a una edad algo anterior a 292 ka (prob. 292-340 ka; MIS 9).
    • En el curso bajo del río Tajo (Portugal), las dataciones OSL disponibles (Cunha et al. 2008, 2012; Martins et al. 2009, 2010) indican que las terrazas de ca. +30-48 m, con edades de ca. 160 - 340 ka, poseen industrias achelenses (Monte do Famaco), mientras que la terraza inmediatamente inferior (entre +16-28 m) posee industrias musterienses y fechas comprendidas entre 135 ka (base) y 73 ka (techo).
    • Primera evidencia en Europa de una extensa acumulación de herramientas de corte achelenses (hace 293-205 ka; Porto Maior, Galicia, España; Méndez Quintas et al, 2018).
    • Harnham, Avon Valley, sur de Salisbury, Wiltshire, Reino Unido, se ha datado en MIS 8 (ca 280-230 ka). No hay ningún signo de talla Levallois (Bates et al, 2014)
    En este mismo periodo, en cueva, se ha datado el achelense de Atapuerca-Galería (España) (Martina Demuro et al, 2014). Ver vídeo

    Hacha de mano de la región de Gargano (Sur de Italia)
    Antony G. Brown et al (2013) han estudiado la distribución espacial de los yacimientos datados en el interglacial pre-MIS 5 (Paleolítico Medio Temprano a Inferior) en el sur de Gran Bretaña y Norte de Francia, poniendo el acento en los yacimientos más ricos en bifaces (también en Pope et al, 2016)
    Estos yacimientos muestran una marcada concentración en islas de las graveras y terrazas fluviales de los valles del curso medio-inferior de los ríos, en estuarios y lagos, cerca de los límites estimados para los hielos. Debido a la ubicuidad y constancia de de este patrón de ubicación, se ha especulado con que responde al arrastre de las corrientes fluviales. Los autores proponen que la distribución de los yacimientos está relacionada con el comportamiento real de las poblaciones y refleja elecciones conscientes. La riqueza y diversidad nutricional de estos sitios de la franja atlántica del noroeste de Europa permitió, partiendo de lugares más cálidos al sur, la ocupación repetida de los homínidos durante los períodos cálidos del Pleistoceno.
    Yacimientos en el sur de Gran Bretaña y norte de Francia con bifaces abundantes correspondientes al Paleolítico Medio Temprano (pre-MIS 5). Antony G. Brown et al (2013).
    Yacimientos achelenses en el suroeste de Gran Bretaña y noroeste de Francia. Pope et al, 2016.
    J. A. Caro Gómez (2013) ha resumido las características principales del proceso tecnolítico que configura la secuencia del Achelense en el Bajo Guadalquivir (España). Se ha constatado la ocupación humana durante el Pleistoceno Medio, con un gran aumento de industria lítica al final del Pleistoceno Medio y comienzos del Superior (MIS6/MIS5).
    • El complejo básico, en las terrazas altas (T6 a T9), se caracteriza por el material macrolítico correspondiente a un achelense consolidado homogéneo poco desarrollado. La correlación paleomagnética de episodios normales en estas terrazas, es asimilada a la época normal Brunhes, en un momento inmediatamente posterior al cambio de polaridad (Matuyama-Brunhes) con una cronología de menos de 0,78 Ma (Díaz del Olmo y Baena, 1997) y más de 300 ka.
      • En T6 aparecen los primeros elementos macrolíticos.
      • El material macrolítico consituye la base tecnológica de las series instrumentales en T7 a T9.
        • En T7 la tipología es escasa y muy uniforme.
        • En T8 se acrecienta el número de restos y se produce un claro aumento del grupo macrolítico, siempre con predominio de los bifaces sobre los hendedores.
        • Hacia el final de T9 se precibe un cambio tecnológico con aumento del utillaje bifacial, mayor elaboración técnica y estandarización en los utensilios sobre lasca y diversificación de tipos, donde destacan las raederas de gran formato. 
    • T10, T11 y T12 se datan entre 300 ka y 80 ka.
      • En los conjuntos que se encuentran en T10, culmina la evolución de la etapa previa con el desarrollo de un achelense regional completo caracterizado por un marcado crecimiento en los índices de bifaciales, que predominan a veces. Los bifaces presentan una amplia diversificación de tipos, con técnicas de talla más depuradas.
      • De T11 en adelante, a pesar de la presencia de material claramente achelense, los conjuntos son típicamente post-Achelenses.  Mientras algunos conjuntos líticos se mantienen invariables, otros manifiestan una desigual gama de cambios tecnotipológicos. Entre ellos cabe destacar una sensible caída del macroutillaje, siendo ahora los hendedores los que dominan sobre bifaces y triedros. Se produce también un aumento de los índices levallois, así como de los utensilios del grupo Paleolítico Superior y una utilización más frecuente del sílex.
      • En T12, es más clara esta yuxtaposición de contextos, y algunos niveles reflejan claramente las características postachelenses, con una destacada representación de los utensilios sobre lasca, de menor tamaño y retoques más elaborados, enriquecimiento de los productos levallois, aumento considerable del sílex, etc.
      • Se intuye, por lo tanto, un momento de cambios significativos no unilineales, con influencias distintas que irían desde la individualización de las propias tradiciones locales, hasta los influjos de las aportaciones foráneas. Es decir, que mientras en
        unos lugares se está dando una adaptación a los nuevos modos técnicos, identificándose claramente con el Paleolítico Medio antiguo; en otros, se siguen
        utilizando las viejas técnicas influenciadas aún por la tradición cultural achelense final transicional.
    • Este sustrato alterado finalmente se convierte en la terraza baja T13 en Paleolítico Medio Regional de cantera fluvial no clásico (Vallespí, 2006), con perduraciones achelenses e impactos musterienses.
      • En el final de este proceso se generaliza, aunque sin ser exclusivo, el desarrollo de las nuevas técnicas, cuyas manifestaciones más interesantes serán la desaparición, o presencia testimonial, del utillaje bifacial, la estandarización del utillaje sobre lasca y la reducción de sus dimensiones, la equiparación del uso sílex con la cuarcita, y una destacada presencia de la técnica levallois. Se dará paso así a unas industrias terminales del proceso de evolución, cuyas características las separan del Paleolítico Medio clásico (musteriense), ya que al mismo tiempo que no abandonan completamente las formas tradicionales, se ven influenciadas por un claro impacto de nuevas pautas culturales, significando así una fase concluyente del proceso, que debe ser considerada como un Paleolítico Medio peculiar de los ámbitos fluviales peninsulares (o Paleolítico Medio de Graveras).
    Millán Mozota (2014) relaciona las evidencias no desestimadas de utillaje óseo del Paleolítico Inferior:
    • Zona Centro-Occidental de Italia: Se ha documentado la existencia de una producción mediante la talla por percusión en grandes fragmentos de diáfisis de elefante.
      • Castel di Guido (Radmilli y Boschian 1996).
      • Fontana Ranuccio (Segre y Ascenzi 1984).
      • Polledrara di Cecanibbio y Rebibbia-Casal de’Pazzi (Anzidei 2001).
    • Vértesszölös, en Hungría (Dobosi 2001), donde también se registra una producción ósea tallada sobre diáfisis de elefante. 
    • Para Anzidei et al. (2001) esto se integra en una estrategia de captación de materias primas que recurre al hueso para fabricar cierto tipo de herramientas, ante la escasez de litologías adecuadas a esos formatos. Costa (2010) considera ese recurso a la materia ósea como una cuestión de ubicuidad y facilidad de acceso frente a la, según su criterio, más compleja captación de materias primas líticas.
    • Se han hallado algunos retocadores. 
      • Posiblemente, el más antiguo de estos ejemplos sea un retocador óseo hallado en Gran Dolina, en la Sierra de Atapuerca (España), junto con algunos huesos que pueden haber sido modificados por percusión (Rosell et al, 2011). El conjunto tiene una antigüedad de 350-300 ka. 
      • Otros hallazgos en Boxgrove, Inglaterra (Roberts y Parfitt 1999), con datación imprecisa.
      • En Francia:
        • Orgnac (Moncel et al, 2005; Mathias, 2016), 300 ka.
        • Biache-Siant-Vaast (Auguste 2002). MIS 7 (250-200 ka).
        • Cueva de Lazaret. MIS 6 (200-140 ka). Valensi, 1996. Viallet, 2016.
        • Velay. MIS 5 que puede prolongarse hasta el MIS 6. Raynal et al, 2005.



    HOMO EN EUROPA ENTRE 1,3 Y 0,73 MA. Juan Manuel Fernández López.
    PERIODO MA
    FÓSILES
    TECNOLOGÍA
    1,4-0,9
    No ha sido identificada la especie, que se denomina, provisionalmente, especie ñ
    Modo 1 muy pobre
    0,9-0,73
    Homo antecessor
    La presencia de dos tradiciones  tecnológicas indica la coexistencia de diferentes demos
    Modo 1 evolucionado
    LCT
    0,7-0,615
    Homo antecessor en proceso de extinción.
    Oleadas migratorias sin éxito demográfico.
    Modo 1
    Modo 2 pobre
    0,615-0,2
    Grado Heidelbergensis y preneandertales
    Modo 2 pleno
    0,2-0,027
    Homo neanderthalensis
    Modo 2
    Modo 3. Musteriense.




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