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Sierra de Atapuerca

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Karst de la Sierra de Atapuerca y yacimientos.
Ubicación de la Sierra de Atapuerca. G. Cuenca-Bescós et al., 2004

Ubicación

La Sierra de Atapuerca (Burgos, España) es un karst que contiene medio centenar de cavidades completamente colmatadas. Estas cuevas se originan a partir de conductos subhorizontales con paleodrenajes en sentido SN, localizándose la zona de descarga en la cabecera del río Pico. Los conductos están organizados en tres niveles principales que aparecen colgados entre 90 y 60 m sobre el actual cauce del río Arlanzón, coincidiendo con los niveles de base generados por sus terrazas fluviales T2, T3 y T5. La incisión fluvial liberó de las aguas los conductos superiores mientras se excavaban los niveles inferiores del karst. Las cuevas que iban quedando accesibles fueron utilizadas por la fauna y los homininos, conservando un registro arqueo-paleontológico de más de 1,2 Ma. Las intervenciones más importantes han sido las siguientes:
  • Cuevas:
    • Trinchera del Ferrocarril. Este conjunto vio la luz cuando la sierra fue atravesada por un tren minero a finales del XIX.
      • Sima del Elefante o Trinchera Elefante.
      • Galería o Trinchera Galería, que incluye la Covacha de los Zarpazos.
      • Gran Dolina.
      • Cueva Peluda
      • Cueva Fantasma.
    • Cueva Mayor - Cueva del Silo
      • El Portalón. Entrada a Cueva Mayor.
      • Sima de los Huesos, al final de la Galería del Silo.
      • Galería de las Estatuas.
      • Galería del Sílex.
      • Salón del Coro o Galería Baja. Remata en el relleno de Trinchera Elefante.
      • Cueva del Silo. Conectada por un estrecho pasaje con Cueva Mayor.
    • Cueva del Mirador.
    • Cueva Ciega.
    • La Paredeja. Se trata de una cueva cortada por una cantera.
  • Al aire libre:
    • Hotel California.
    • Hundidero.
    • Fuente Mudarra.
    • Valle de las Orquídeas.
Parés et al, 2018.
La Sierra de Atapuerca es zona de paso hacia diferentes ecosistemas, con fáciles accesos desde las vegas de los ríos Pico, que nace en la propia sierra, Vena, que la bordea por el NE, y Arlanzón, Que discurre al SW, por Ibeas de Juarros, a 930 m, por lo que la sierra apenas se eleva 150 m sobre su cauce.
Constituye la estribación más noroccidental de la Cordillera Ibérica (Sierra de la Demanda), estando separada del borde meridional de la Cordillera Cantábrica (Sierra de Ubierna) por un corredor tectónico (Estrecho de Burgos) que enlaza las depresiones terciarias de la Cuenca del Duero y de La Bureba, ésta ya perteneciente a la Cuenca del Ebro.


Sistema kárstico de la Sierra de Atapuerca. Ortega et al, 2013.

Descubrimiento

Las paredes de Cueva Mayor conservan inscripciones que se remontan al siglo XV, al menos. Dos manuscritos relatan las visitas efectuadas a la cavidad en el XVI.
En 1795, Manuel Francisco de Paula relata que un grupo de vecinos de Rubena realiza la exploración sistemática de Cueva Mayor y Cueva del Silo, descendiendo a todas sus simas, entre ellas la Sima de las Huesos, extrayendo los primeros restos fósiles de los que tenemos constancia escrita.
En 1863, Felipe de Ariño solicitó la cesión de la propiedad de Atapuerca por 60 años, con la finalidad de hacer investigaciones en su interior, así como de realizar un plano de la misma. Felipe de Ariño y Ramón Inclán publicaron el hallazgo de restos humanos en Cueva Ciega.
En 1864, Casiano de Prado incluye en su catálogo de cuevas españolas las cavidades de Atapuerca y Ojo Guareña. 
En 1868 Aparece publicada la Descripción con planos de la Cueva Llamada de Atapuerca  (Pedro Sampayo y Mariano Zuaznávar, 1868), que incluye una guía descriptiva y analiza los aspectos morfológicos y geológicos, así Como algunos de los arqueológicos y paleontológicos. 
En 1890 se otorga la concesión minera de la Cueva de Atapuerca a Ramón Inclán. En la solicitud, se incluía una copia de los planos de Sampayo y Zuaznávar a la que se habían añadido los perfiles de El Silo (Sima de los Huesos) y La Galería de las Estatuas.
Entre 1896-1901 La Sierra Company Limited construyó una línea férrea de vía estrecha desde Monterrubio de la Demanda a Villafría, a las puertas de Burgos. La idea era transportar el carbón y el mineral de hierro desde la Sierra de la Demanda hasta el enlace con la línea Burgos-Bilbao. Hacia 1910, la línea férrea dejó de funcionar. Las obras dejaron al descubierto varios yacimientos, al atravesar las estribaciones de la Sierra de Atapuerca.
En 1910 Jesús Carballo describió restos cerámicos, óseos, faunísticos, algunos de especies ya extinguidas, y muestras de arte rupestre de la Cueva Mayor.
En 1912 Henri Breuil y Hugo Obermaier profundizaron en el estudio del arte rupestre de la Cueva Mayor, desmintiendo alguna de las figuras publicadas por Carballo y describiendo nuevos motivos en diferentes galerías, así como en la Cueva del Silo (Breuil y Obermaier, 1913). 
En 1926, el geólogo José Royo y Gómez cita por vez primera (Royo, 1926) los rellenos pleistocenos de la Trinchera. También describe Cueva Mayor y Cueva del Silo.
Entre 1930 y 1936, aproximadamente, pueden datarse dos croquis de Cueva Mayor y Cueva del Silo realizados por José Ruiz Goyo. Gracias a ellos, podemos vislumbrar los importantes cambios provocados a mediados del siglo XX por la cantera localizada junto a su entrada (Ortega, 2009).
Una cantera, en la década de 1950, tropezó en su avance con una gran cavidad, casi colmatada de sedimentos, la Cueva del Fantasma. Se trabaja en ella desde 2015.
La exploración y estudio de cavidades en la provincia de Burgos se reanudó en 1951, con la creación del Grupo Espeleológico Edelweiss. En 1954 el grupo comienza sus trabajos en la Sierra de Atapuerca. En 1962, bajo la dirección de José Luis Uribarri, se descubren los primeros restos de fauna fósil en el yacimiento de la Trinchera del Ferrocarril de Atapuerca (Osaba, 1963).
En compañía del director del Museo Arqueológico Provincial de Burgos, Basilio Osaba, y de diversos periodistas y fotógrafos, el 15 de abril de 1963, se realizaron diversas catas en las que apareció un bifaz achelense de cuarcita verdoso que sirvió para contextualizar el yacimiento en el Paleolítico Inferior (Osaba, 1965). Posteriormente indicaron la existencia del yacimiento, tanto a Miquel Crusafont como a Francisco Jordá. 
Sima de los Huesos. Aranburu, Arsuaga y Sala, 2015.

SCi: Sala de los Cíclopes; 

OC: Chimenea obstruida.

C1, C2, C3: Chimeneas

SH: Sima de los Huesos.

SR: Rampa.

ST: Cima.

SRB, SRM, SRA: Pozos de sondeo en Rampa Baja, Rampa Media y Rampa Alta.

Descripción

La Trinchera del Ferrocarril es una zanja artificial excavada durante las obras de trazado de la vía férrea. Forma un arco de 500 m de longitud que discurre en dirección NS por la parte meridional de la Sierra. No supera los 20 m de altura y en ella se localizan cavidades seccionadas rellenas de sedimentos de distintos orígenes. Tres de ellas constituyen yacimientos arqueológicos. De norte a sur:

Estratigrafía y dataciones de la Sima del Elefante. Arturo de Lombera-Hermida et al, 2015.
  • Sima del Elefante o Trinchera del Elefante (TE).
    • Es la cavidad más meridional.
    • 25 m de potencia y 15 m de anchura.
    • 21 unidades sedimentarias agrupadas en tres fases:
      • Fase III: TE21-TE20.
        • Colmatación el el Pleistoceno Superior. Estéril.
      • Fase II: TE19-TE15. Se han recuperado 41 restos líticos, 36 de ellos en TE19, de Modo 2.
        • TE19-TE18 (Trinchera Elefante Upper Red Unit, TE-URU) se ha datado a partir de datos biocronológicos en 350-250 ka (MIS 9-8), El análisis por series de uranio de una costra estalacmítica recuperada en el techo de TE18 ha aportado dataciones de 307 y 255 ka. Esto sugiere que TE19 tiene una cronología posterior a 255 ka. Contienen abundantes restos de fauna. TE19, con un amplio conjunto de grandes mamíferos asociados con útiles Modo 2.
        • TE17-TE15. Entrada masiva de depósitos miocenos del cercano Valle de la Propiedad.
          • TE 17 se ha datado por luminiscencia en hace 781 ka.
          • En la base de de la TE17 se da un cambio de polaridad. Los sedimentos por debajo corresponden al subcrón Matuyama (> 780 ka).
          • TE16 se ha datado por lumiscencia en hace 864-804 ka.
      • Fase I: TE14- TE7. Unidad Roja Inferior. Lower Red Unit (TE-LRU). Presenta una asociación faunística de micromamíferos logomorfos, aves y castores junto con animales de talla mediana y grande, que indican una edad pre-Jaramillo.
        • El Nivel TE9c se ha datado por análisis de núcleos cosmogénicos en 1,22 Ma.
          • Se han recuperado una mandíbula, una falange y un fragmento de húmero asignados incialmente un Homo antecessor y actualmente a Homo sp., asociados a industria lítica Modo 1.
        • El Nivel TE9d se datado en ca 1,3 Ma.
          • Se han recuperado huesos de fauna con marcas de corte y un fragmento de lasca de sílex.
        • Se han Recuperado 86 artefactos líticos, en su mayoría de sílex (33 corresponden a TE9c). La materia prima provenía de las proximidades. Una lasca de sílex procede de TE8, evidenciando la actividad antrópica más antigua hallada en Atapuerca. El conjunto corresponde al Modo 1.
        • Más de diez mil restos de fauna (Faunal Unit 1). Algunos de ellos, en su mayoría de ungulados en las unidades TE-13, TE-12 y TE-9, presentan marcas de corte y fracturación. También se ha identificado actividad antrópica en animales pequeños, como aves, tortugas y conejos. El acceso fue primario. Los restos apuntan a ocupaciones de baja intensidad en zonas próximas a la entrada de la cavidad.
Estratigrafía y dataciones de Gran Dolina. José María Bermúdez de Castro et al, 2013.
  • Gran Dolina (TD).
    • Secuencia sedimentaria de 18 m de altura, más otros 8 m sondeados en su base.
    • Hace ca 1 Ma Gran Dolina sufrió un derrumbe de su techo, convirtiéndose en una trampa de más de 15 m de profundidad.
    • Unidades sedimentarias:
      • TD11
        • Colmatado del depósito hace 240 ka con formación de terra rosa en las grietas del techo hace 55 ka.
        • Arqueológicamente estéril.
      • TD10
        • La mayor acumulación de restos arqueológicos de Atapuerca. 97.000 restos de fauna y 37.000 de industria lítica. Estos materiales son el producto de una sucesión de fases de ocupación muy ricas, con características muy diversas: desde verdaderos campamentos base diversificados a campamentos especializados de cazadores de bisontes, pasando por fases donde las ocupaciones humanas son de un carácter más esporádico. Diversidad y estandarización de las secuencias de explotación. Son predominantes los métodos centrípetos de extracción de lascas. Los sedimentos del nivel TD10 se fueron depositando lentamente a lo largo de 200 ka, un período en el que la cueva de la Gran Dolina estuvo habitada por humanos durante largos períodos de tiempo.
        • Datado por ESR en hace 450-350 ka. 
        • TD10.1
          • Los hallazgos líticos en la base podrían representar la evolución local del Modo 2 al Modo 3.
          • Amplio espectro de presas.
        • TD10.2
          • Caza especializada de Bison sp. Cazadero utilizado durante varios eventos estacionales de caza comunal en los que rebaños completos de bisontes fueron sacrificados para ser explotados intensamente. El repetido uso estacional de un punto en el territorio para el desarrollo de tareas específicas muestra ciertas similitudes con el patrón logístico de gestión de los recursos y nos informa sobre la emergencia de habilidades cognitivas, tecnológicas y sociales.
        • TD10.3
          • El tramo medio se ha datado en unos 0,45 Ma de antigüedad, documentando una menor concentración de restos con evidencias de actividad humana que en las capas más altas. Han aparecido pocos instrumentos líticos, y los huesos con marcas de procesado por parte de Homo son escasos. Destaca la alta representación de grandes carnívoros.
        • TD10.4
          • La excavación de la parte inferior de TD10 proporcionó una gran acumulación de industria lítica, en la que destaca una proporción inusual de bifaces.
      • TD9
        • Nivel de limos y guano formado en condiciones de cueva cerrada.
        • Datado por termoluniniscencia en hace 480 ka.
        • Cuatro piezas líticas.
      • TD9/8.
        • Sin evidencias de cultura material.
      • TD8.
        • Sellado por espeleotema fechado por series de uranio entre hace 450-400 ka. Edad ponderada de hace 602 ka.
        • Serie de coladas de cantos que colmatan parte de la sección.
        • Acumulación faunística con predominio destacado de gamos (Dama vallonnetensis) y presencia ocasional de carnívoros. Marcas de mordedura de carnívoros. Varios tipos de ocupaciones incluyendo guarida de hiénidos.
        • No hay evidencias de cultura material.
      • TD7.
        • En el techo de la unidad, se encuentra el límite paleomagnético Matuyama-Brunhes.
        • Depósito fluvial.
        • Restos de Stephanorhinus etruscus y Praeovibos en conexión anatómica, lo que sugiere una posible reactivación de la trampa natural.
      • TD6-2.
        • Dataciones por ESR proporcionaron una edad entre hace 0,85-0,77 Ma para el límite superior de TD6. Análisis de lumniscencia, proporcionaron una edad de TD6  de hace 846 ± 57 ka.
        • Ha proporcionado alrededor de 160 huesos de unos 11 individuos que han permitido la definición de Homo antecessor, así como más de 300 artefactos líticos de sílex, cuarcita, arenisca, caliza y cuarzo, de tecnología Modo 1 y fósiles de mamíferos. Los depósitos sugieren un entorno con un arroyo que cruza la cueva por el medio de la cavidad, adaptándose al paleo-relieve, inundando la parte sureste de la cueva. Con el tiempo, las entradas de flujos de escombros de una entrada sub-vertical al noroeste interrupieron la corriente. 
        • Se distinguen tres grupos de fósiles de Homo:
          • Un grupo de fósiles dispersos en la facies D1 de la capa TD6.2.2 Torreón, en el noroeste y en la facies F de las capas TD6.2.2 y TD6.2.3. 
            • TD6.2.2 está formada por escombros alóctonos que se introdujeron en la cueva por una entrada sub-vertical. Los fósiles de Homo se hallaron muy juntos en la parte noroeste.
            • TD6.2.2 y TD6.2.3 son depósitos sedimentarios procedentes de llanuras de inundación y escombros. Los fósiles de Homo aparecieron dispersos.
            • Tanto los fósiles de Homo como los otros restos arqueológicos, fueron arrastrados por los procesos de flujo de escombros desde el exterior.
            • Fósiles en la facies A, capas TD6.2.2, TD6.2.1 y TD6.1.2.
              • La facies A se formó gracias debido a un flujo de canal que arrastró gravas de piedra caliza al interior de la cueva. Los fósiles de Homo se incluyen en las gravas, y su tamaño está dentro del intervalo de la grava.
              • Fósiles en la facies F. Este grupo constituye la acumulación principal, en la capa TD6.2. 
                • La facies F es el resultado de dos procesos geológicos.
                  • Sedimentos procedentes de una llanura de inundación que entraron en la cueva por la entrada principal de la cueva, al noroeste.
                    • El entorno de inundación no tuvo suficiente energía para arrastrar clastos calizos o restos fósiles.
                  • Flujo de escombros que se introdujeron en la cueva por una entrada secundaria ubicada al sur y que arrastró clastos y fósiles.
              1. Por consiguiente, la actividad de los Homo se habría desarrollado fuera de la cueva, pero muy cerca de ella: la excelente conservación tafonómica de los huesos indica un tiempo muy corto a la exposición externa, un transporte rápido y en distancias muy cortas. Una consecuencia de esta hipótesis es que la datación de los correspondientes fósiles podría ser más antigua de la del nivel, que se ha datado en 960 ka.
              2. Los restos de fauna presentan marcas de corte y fracturas intencionales, incluyendo huesos del propio antecessor, lo que indica canibalismo.
              3. La industria lítica utiliza todas las materias primas aptas del entorno, con todas las fases representadas de la cadena de producción. Estrategias de explotación variadas. Aparece el retoque por vez primera en Atapuerca.
            1. TD6-3 y TD5.
              • Restos faunísticos. Sobre todo hiénidos que ocuparon la unidad como cubil, alternado con osos.
              • Restos de ocupación de Hominini, Pero en menor medida.
            2. TD4-3. 
              • Dataciones por ESR proporcionaron una edad 0.91 ± 0.25 Ma para el límnite inferior de TD4.
              • Restos faunísticos, en particular, de Ursus dolinensis. La cueva era su lugar de hibernación y algunos ejemplares cayero a la sima. También restos de ungulados, algunos con marcas de corte, lo que indica que los humanos realizaban accesos primarios sobre los animales que se precipitaban a la sima.
              • Pequeña colección de artefactos de cuarcita con talla sencilla.
            3. TD2-1.
              • Ambiente de cueva cerrada durante una fase de polaridad inversa, con un pequeño intervalo normal relacionado con el subcron Jaramillo o Cobb Mountain.
        Dataciones y estratigrafía del yacimiento Galería. Paula García Medrano et al, 2014.
        • Galería.
          • Ubicado a 50 m al sur de Gran Dolina.
          • Modo 2 asociado a abundantes restos faunísticos. 7 tipos de materia prima obtenidas en fuentes situadas a menos de 5 km. Cadenas operativas muy fragmentadas. Gran parte de la talla es alóctona. La talla autóctona es expeditiva. Instrumentos utilizados principalmente para carnicería, pero también para trabajo sobre piel y vegetales.
          • La mayoría de los restos faunísticos pertenecen a herbívoros, con marcas de carnívoros y en menor medida de humanos. Dos restos humanos en GIII-GII.
          • Se trata de una cueva a la que accedieron los seres humanos y los carnívoros, por una entrada 2 m al oeste de la Covacha de los Zarpazos, con el fin de obtener la biomasa animal de los herbívoros que habían caído en la cueva a través de un eje natural (TN). El registro arqueológico es incompleto y fragmentado, ya que es producto de un dinámica muy cambiante.
          • Fragmento de mandíbula y fragmento craneal asignados a Homo heidelbergensis.
          • Dividido en tres sectores.
            • Tramo central (TG).
            • Covacha de los Zarpazos (TZ) al norte.
            • Trinchera norte (TN) al sur. Conducto vertical abierto al exterior.
          • Cinco unidades litoestratigráficas y un paleosuelo.
            • GV
              • Colmatado de la cueva.
            • GIV
              • El espeleotema que sella la unidad y la secuencia en el sector TG se ha datado en 118 y 200 ka por series de uranio y ESR rerspectivamente.
              • Más de un centenar de restos entre líticos y faunísticos.
            • GIII
              • Utilización humana esporádica para aprovechamiento de recursos cárnicos. La torca de TN actuó como una trampa natural para los hervíboros, presentado sus carcasas un acceso diferencial entre los cánidos y los humanos.
              • GIIIa, datada en 0,28-0,22 Ma, con abundantes restos de fauna, principalmente de caballos y ciervos pero también de carnívoros, e industria achelense. En la parte inferior, se han recuperado restos de fauna e industria lítica Modo 2 principalmente en sílex. También se han recuperado cantos de cuarcita que fueron utilizados como percutores o machacadores de huesos y un núcleo de sílex neógeno de grandes dimensiones.
            • GII.
              • Datada en 500 ka.
              • Industria lítica Modo 2, la más antigua de Atapuerca.
            • GI
              • Arqueológicamente estéril.
              • En la base, se ha detectado la transición Matuyama-Brunhes.
        Estratigrafía y dataciones de la Sima de los Huesos. Lee J. Arnold et al, 2014.
        20 m por encima de la Trinchera del Ferrocarril se encuentra la Cueva del Fantasma, el yacimiento más amplio de la Sierra, con unos 300 m2, actualmente en preparación para su excavación. Algunas herramientas recuperadas pertenecen al Musteriense.

        A menos de 1 km de la Trinchera del Ferrocarril está situado el complejo Cueva Mayor (Cueva de Atapuerca)-Cueva del Silo (Cueva del Valhondo), que con 3.700 m topografiados, es una de las mayores cavidades conocidas en la Cuenca del Duero.
        La cavidad se estructura en tres niveles: Cueva Mayor da acceso a los dos superiores, mientras que Cueva del Silo lo hace al nivel más bajo.
        La entrada de Cueva Mayor se abre en el fondo de una fractura, dando acceso a un cómodo Portalón.
        Desde Cueva Mayor se accede a una amplia galería de dirección SSE-NNW, cuyo primer tramo es conocido como Salón del Coro. Tras dejar al W el acceso al nivel intermedio, se abre la Galería de las Estatuas.
        El nivel intermedio es de dimensiones sensiblemente menores. En dirección NNW recibe el nombre de Galería Baja y en en dirección SSE el de Galería del Silo. En el tramo central de la Galería Baja se observa la existencia de una antigua entrada colmatada. La Galería termina en el relleno de la Sima del Elefante, en la Trinchera, otra antigua entrada colmatada.
        Tras superar una estrechez, la Galería del Silo permite acceder a la Sala de los Cíclopes, en cuyo extremo SW se encuentra el Tubo de los Vientos, punto de enlace con la Cueva del Silo. En el extremo SE de la sala, próxima a otra antigua entrada colmatada, se abre la Sima de los Huesos, conocida anteriormente como El Silo, a 500 m de la entrada de Cueva Mayor. Se trata de una sima vertical de 13 m de profundidad: una rampa inclinada de 10 m de longitud que salva un desnivel de 5 m para llegar a una pequeña cámara y una cámara de 8 m de longitud y 3 de anchura.
        Por el otro extremo del Portalón se accede a la Galería del Sílex, el conducto más amplio de toda la cavidad.

        Estratigrafía, plano y sección de la Sima de los Huesos. Sala et al, 2016.
        • Sima de los Huesos (Aranburu, Arsuaga y Sala, 2015). Se encuentra en la base de un pozo de unos 13 m de profundidad, a unos 500 m de la actual entrada de Cueva Mayor.
          • Unidad aloestratigráfica AU-5
            • LU-12. Bloques de piedra caliza desprendidos del techo de la cavidad.
            • LU-11. Similar en composición a LU-7 y LU-9. Rico en guano de murciélago. Originado por caída de sedimentos desde las chimeneas. Datación similar a LU-7.
            • LU-10. Colada extensa. Indica un hiato en la deposición de sedimentos. Formada por el agua que gotea del techo cubriendo fósiles de oso. El espeleotema ha proporcionado una datación de ca 70 ka.
            • LU-9. Similar a LU-7, pero sin macrofósiles, originado por caída de sedimentos desde las chimeneas. Espesor muy irregular.
          • Unidad aloestratigráfica AU-4.
            • LU-8. Colada de 2 cm de espesor.
            • LU-7. (Café Con Leche Clay o CCLC, debido a su color marrón claro). Espesor variable, alcanzando 150 cm. Limo arenoso, compuesto esencialmente por cuarzo, calcita, filosilicatos, principalmente illita, y una baja proporción de feldespato (plagioclasa y feldespato potásico). Las partículas de grano grueso incluyen bloques de piedra caliza desprendidos de las paredes y el techo, guijarros muy redondeados de  piedra caliza y dolomita, fragmentos de guijarro cimentado, fragmentos de espeleotemas, margas centimétricas y clastos de arcilla roja, una gran acumulación de fósiles de carnívoros, principalmente U. deningeri y unos pocos fósiles de Hominini de pequeño tamaño. Los huesos y clastos están flotando, ya sea en la matriz o en contacto unos con otros y la distribución no es homogénea. Los guijarros de piedra caliza y dolomita y los fragmentos de conglomerado son alóctonos. Los sedimentos alóctonos se han datado por pIR-IR y TT-OSL en 428 ± 13 ka y 416 ± 17 ka, respectivamente (Arnold et al, 2014).
          • ES-3. Superficie erosiva muy irregular acompañada por un hundimiento en la zona central, limitado por pequeñas fallas normales en el depósito de arena. Presencia de grandes intraclastos incorporados de las unidades inferiores.
          • Unidad aloestratigráfica AU-3. Se forma a partir de cuatro procesos alternos: el goteo de agua con decantación de arcilla en todo el conducto, flujos de lodo procedentes de la rampa y flujos de agua que erosionan las unidades subyacentes, formación de cristales en balsas de agua no perturbadas y caídas del lecho rocoso y la cornisa.
            • LU-6 (Upper Red Clay o URC). Arcillas rojas con más calcita que en LU-5. Adoquines de diferentes litologías, derivados de estratos más antiguos. Alta densidad de fósiles de carnívoros y algunos fósiles de Hominini en contacto. Espesor muy irregular entre 0-50 cm. Polaridad normal. Espeleotemas muy frágiles, en posición original, formados a partir de agua estancada: escamas muy finas de carbonato y cristales gruesos intersticiales. Es producto de la infiltración del suelo a través de fisuras en el sistema de cuevas y goteo de agua. La datación de uno de estos cristales por T-series arrojó una edad media de 434 + 36 / -24 ka.
        Los cráneos de la Sima de los Huesos. Sala et al, 2016.
              • LU-6 contenía la mayor acumulación de fósiles de Hominini jamás encontrada en un sitio del Pleistoceno Medio pertenecientes a unos 28 individuos. Los restos fueron clasificados como Homo heidelbergensis. Un estudio reciente (Arsuaga et al, 2014) confirma que el paleodemo de la Sima de los Huesos pertenece al clado neandertal, aunque más primitivo. Un genoma mitocondrial casi completo recuperado de un fémur no está relacionado con el de los neandertales, sino con el de los denisovanos (Meyer et al, 2014). La distribución era caótica; los elementos más completos por lo general adyacentes a la pared norte; más de 100 fósiles de pequeño tamaño se recuperaron de los sedimentos de la rampa.
              • También aparecieron muchos fósiles de Ursus deningeri y un pequeño número de otros taxones de carnívoros así como restos de microfauna.
              • Se halló una única herramienta de piedra: un bifaz.
            • Entre LU-6 y LU-5 no hay superficie erosiva significativa.
            • LU-5 (Lower Red Clay o LRC). Arcillas rojas con más cuarzo que en LU-6. Fósiles de Hominini y oso inconsecuentes con la unidad litoestratigráfica. Espesor máximo 50 cm. Huellas de polarización invertida en algunas muestras 
          • ES-2. Erosión por corriente de agua, sin deposición asociada.
          • Unidad aloestratigráfica AU-2.
            • LU-4. Espeleotema. 3-6 cm de espesor.
            • LU-3. Sedimento detrítico. Depósito de arena fluvio-cárstico alogénico con un máximo espesor de 1,2 m. Estéril. Polaridad invertida.
          • ES-1. Superficie de erosión.
          • Unidad aloestratigráfica AU-1.
            • LU-2, cristalino grueso de 10 cm de espesor. Espeleotema datado en 856 + 110-65 ka (Arsuaga et al, 2014). Resedimentación a partir de la sala de los Cíclopes de origen fluvial y polaridad inversa.
            • LU-1, la unidad más baja, comprende margas blancas con ostrácodos del Mioceno Medio.
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          Estratigrafía de la Sima de los Huesos.Aranburu, Arsuaga y Sala, 2015.
          • El Portalón.
            • Secuencia estratigráfica muy bien conservada de más de 9 m, con evidencias de la prehistoria reciente (10 ka).
          • Galería de las Estatuas.
            • Niveles de hasta 50 ka.
            • En 2017, entre los nivles 3 y 4 de GE-I (112-107 ka) se recuperó GE-1573, una falange del pie neandertal, junto con herramientas fabricadas en un amplio espectro de materiales, desde sílex a cuarcitas de todo tipo, en el que están representados lascas en bruto, raederas, denticulados y alguna punta, típicas de los neandertales.
          En el extremo meridional de la Sierra de Atapuerca, a 1.033 m sobre el nivel del mar, se abre la Cueva del Mirador. Contiene 14 m de depósitos del último Pleistoceno y 6 m del Holoceno.

          Una prospección arqueológica entre 1999-2003 descubrió 180 asentamientos al aire libre, 30 de ellos datados en MIS 4-3, la cronología correspondiente a los neandertales.

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          Sección de la Sima de los Huesos y esquemas de la formación de las unidades aloestratigráficas 3 (A) y 4 (B).  Aranburu, Arsuaga y Sala, 2015.

          Excavaciones y Estudios

          • 1964. F. Jordá inicia la primera campaña de excavación en la Sierra.
          • 1965. El Grupo Espeleológico Edelweiss (GEE) inicia una nueva topografía de las cavidades y enlaza la Cueva del Silo y la Cueva Mayor.
          • 1966. Campaña de excavaciones dirigidas por Jordá, con el apoyo del GEE.
          • 1972. El GEE descubre la Galería del Sílex.
          • 1973. J. M. Apellániz excava el yacimiento del Portalón de Cueva Mayor, en la primera de las once campañas que realizaría (hasta 1983). Fruto de estos trabajos, con la colaboración del GEE, son dos monografías sobre la Galería del Sílex (1976 y 1987).
          • 1976. T. Torres comienza a excavar en la Trinchera y en la Sima de los Huesos. Este último yacimiento proporciona el primer resto humano descubierto en Atapuerca, la mandíbula AT-1.
          • 1977-1980. Replanteamiento topográfico de Cueva Mayor-Cueva del Silo.
          • 1978. Unas voladuras de maniobras militares permiten el descubrimiento de la Cueva de los Zarpazos.
          • 1979. Nueva topografía de la Galería del Sílex.
          • 1980. Se inician las excavaciones en Galería. Las primeras intervenciones habían sido efectuadas en 1976.
          • 1981. Se publica un estudio de todas las cavidades de la Sierra de Atapuerca (Martín et al).
          • 1981-1989. Primeras intervenciones arqueológicas sistemáticas en Gran Dolina, afectando a una superficie de excavación de 30 m2 de TD10. A finales de los ochenta, en una prueba militar de explosivos, se perdieron parte de los sedimentos de los niveles TD4, TD5 y TD6.
          • 1982-1995. Excavaciones sistemáticas en el yacimiento Galería.
          • 1983. Emiliano Aguirre plantea las bases para el futuro de Atapuerca en un artículo.
          • 1983. Estudio geomorfológico de la Sierra de Atapuerca (Zazo et al.).
          • 1984. Se inician las excavaciones sistemáticas en la Sima de los Huesos.
          • 1986. Primeras Intervenciones arqueopaleontológicas en la Sima del Elefante. Muestreo. Emiliano Aguirre.
          • 1987. Primera monografía sobre Atapuerca (Aguirre et al.).
          • 1990. El profesor y propulsor de las investigaciones y excavaciones de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca, Emiliano Aguirre, se jubila y es sustituido por J.L. Arsuaga, J.M. Bermúdez de Castro y E. Carbonell, directores de las excavaciones hasta la actualidad.
          • 1990-1991 Se excava el nivel TD4-3, el más antiguo de Gran Dolina con actividad antrópica. Se recogieron restos de caballos, ciervos, osos y rinocerontes, así como cuatro herramientas de cuarcita muy toscas.
          • 1991. Aparecen instrumentos líticos Modo 1, junto a gran cantidad de fósiles de animales, en el nivel TD4 en la base de la Gran Dolina, datados en unos 900 ka.
          • 1992. Se recuperan tres cráneos de la Sima de los Huesos. En Gran Dolina, se levanta el techo de la cueva y quedó expuesto a la intemperie TD11. Se colocó por ello una enorme cubierta.
          • 1993. Primera publicación sobre Atapuerca en revistas internacionales de primer nivel (Arsuaga et al.).
          • 1993. Sondeo de 9 m2 en Gran Dolina confirmando la Presencia de Materiales paleoarqueológicos en Todos Los Niveles Salvo TD2-1.
          • 1994. Comienzo de la Excavación Sistemática de la Sima del Elefante.
          • 1994-1995. En Gran Dolina aparecen fósiles humanos junto con abundantes herramientas líticas Modo 1 en el nivel TD6, datados en unos 800 ka.
          • 1996. Se inician las excavaciones en la Sima del Elefante.
          • 1996. Se inicia la excavación en extensión de Gran Dolina afectando una una superficie de más de 95 m2.
          • 1996. Simposio Atapuerca y la Evolución Humana en la Fundación Ramón Areces.
          • 1997. El Equipo Investigador de Atapuerca (EIA) define la especie Homo antecessor (Science; Bermúdez de Castro et al.). Monografía sobre la Sima de los Huesos en Journal of Human Evolution (Arsuaga et al.).
          • 1998. Se encuentra un bifaz en la Sima de los Huesos.
          • 1998. Primera monografía divulgativa sobre Atapuerca (Cervera et al.).
          • 1999. Se inicia la excavación de la Cueva del Mirador.
          • 1999. Monografía en Journal of Human Evolution sobre TD6 de Gran Dolina (Bermúdez de Castro et al.) y Trinchera-Galería (Carbonell et al.).
          • 1999. Exposición Atapuerca, nuestros antecesores en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid.
          • 2000. Se recupera una herramienta lítica de los niveles inferiores de la Sima del Elefante.
          • 2000. Empiezan las excavaciones en el yacimiento del Portalón de Cueva Mayor.
          • 2001. Se define la especie Ursus dolinensis.
          • 2001. Monografía en L'Antropologíe (Carbonell et al.).
          • 2002-2010. Excavaciones en el yacimiento Galería.
          • 2003. Se encuentran nuevos fósiles de Homo antecessor en TD6.
          • 2003. Exposición en el Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.
          • 2004. Tesis doctoral de Alfonso Benito sobre la geomorfología y los paisajes neógenos y cuaternarios de la Sierra de Atapuerca y Valle Medio del río Arlanzón.
          • 2006. Publicación divulgativa sobre Atapuerca (Arsuaga et al.).
          • 2007. Se descubren restos de Homo antecessor datados en más de 1,2 Ma. Portada en Nature (Carbonell et al., 2008).
          • 2008. Publicaciones de Ortega sobre el Portalón de Cueva Mayor.
          • 2009. Tesis doctoral de Ana Isabel Ortega sobre la evolución geomorfológica del karst de Atapuerca.
          • 2010
            • Sima del Elefante. Excavación en la zona central y norte. Fauna correspondiente a un paisaje de zonas arbóreas con otras algo más abiertas. Hallazgo de dos piezas líticas y huesos con marcas de corte en sedimentos por debajo de 1,2 Ma.
            • Gran Dolina. Comienza la excavación del nivel TD6-3 y continúa la del nivel TD10-2. En este último se recuperan miles de restos faunísticos y de industria lítica, que ponen en evidencia una especialización en la explotación del bisonte con herramientas de sílex.
            • Galería de las Estatuas. Se amplían las áreas de excavación y se recuperan restos de fauna e industria lítica musteriense entre 50-45 ka.
            • Sima de los Huesos. Se termina de recuperar un cráneo cuyos primeros fragmentos se hallaron en 2009.
            • Hotel California. Se excavan cinco niveles arqueológicos del Paleolítico Medio y se da por clausurada la excavación comenzada en 2006 en la que se recuperaron cerca de un millar de herramientas de piedra, realizadas por neandertales.
          • 2011
            • Sima del Elefante. Se llega a la base del nivel TE9c.
            • Galería. Se reanudan los trabajos tras quince años de inactividad. Se interviene en la unidad GIV de la que se recuperan restos faunísticos y herramientas de sílex.
            • Gran Dolina. Finaliza la excavación de TD6 y comienza la excavación de TD5, en el que se recuperan restos de microfauna que sugieren un ambiente fresco y húmedo en el exterior y huesos de osos. Continúa la excavación de TD10-2, en el que se recuperan de nuevo miles de restos de fauna y líticos que confirman la especialización humana en el bisonte.
            • Galería de las Estatuas. Se recupera fauna e industria lítica musteriense.
            • Sima de los Huesos. Se halla un gran número de fósiles de oso y fragmentos humanos, entre los que destaca un fragmento de fémur.
          • 2012
            • Sima del Elefante. Continúa la excavación de TE9, con la recuperación de restos de fauna.
            • Gran Dolina. Se excava TD4, donde aparece un cráneo de oso y un núcleo de sílex. En TD10, un bifaz de sílex y otro de cuarcita.
            • Galería de las Estatuas. Se recupera fauna e industria lítica musteriense.
            • Sima de los Huesos. Se recuperan varios restos humanos: un fragmento del hueso occipital del cráneo, gran parte de un húmero y una mandíbula (con muchos de sus dientes) y una tercera falange del dedo meñique del pie.
            • Fuente Mudarra. Se inician las excavaciones.
          • 2013
            • Sima del Elefante. Se recupera una pieza de industria lítica en sílex cretácico del Modo 1 en el nivel TE8. Este nivel esta cerca del límite aceptado para la primera ocupación de Europa Occidental que se sitúa en 1,5 Ma.
            • Gran Dolina. En TD6, se termina de liberar un escápula infantil hallada en 2005. Se termina la excavación de TD10.2. En TD4 se recupera industria lítia que confirma la ocupación humana hace 1 Ma.
            • Galería. Se excava el subnivel GSU-3, datado entre 0,24-0,22 Ma, recuperándose restos faunísticos y algunas herramientas en sílex y arenisca correspondientes a las últimas ocupaciones de Galería.
            • En Sima de los Huesos y Galería de las Estatuas se realizan estudios geológicos y topográficos.
            • Fuente Mudarra. Se excava en un nivel de hace 50 ka, del que se recuperan herramientas líticas.
          • 2014
            • Sima del Elefante. Se excavan TE9c y TE9d, recuperándose restos de fauna con señales de intervención antrópica. En TE9d (más antiguo que 1,2 Ma) aparece una lasca de industria lítica en sílex neógeno.
            • Gran Dolina. Se excava el techo del nivel TD10.3, de unos 420.000 años de antigüedad, en el que aparecen unos pocos instrumentos líticos y fósiles de caballo. En TD4 se descubren algunas herramientas de sílex que seguramente sirvieron para procesar las carcasas de los animales atrapados en el foso. Un análisis paleomagnético indica que desde el nivel TD7 hacia abajo, todos los sedimentos son más antiguos de 780 ka.
            • Galería. La unidad GIIlb, datada en 260 ka, ha proporcionado más de 500 restos de fauna y más de 40 restos líticos: lascas de sílex neógeno, utilizadas para descarnar a los animales, y bases naturales de cuarcita, usadas como percutores para romper huesos y/o retocar las herramientas. Los hallazgos sugieren que los Homo entraron en Galería de manera esporádica para aprovechar a los animales que caían a través a de la trampa natural situada al Este de la cavidad. La actividad de carnívoros también ha sido identificada a través de mordeduras en los restos abandonados por los humanos.
            • Sima de los Huesos. Se hallaron nuevos fósiles humanos.
            • Galería de las Estatuas. Se recuperaron restos de fauna y piezas de industria musteriense. La cronología de los niveles superiores se sitúa en torno a los 50-45 ka.
            • Fuente Mudarra. En el nivel, 4b se recuperan cientos de restos que indican que en este lugar se realizaban labores de manufactura de instrumentos líticos de sílex y cuarcita hace 50 ka.
          • 2015
            • Sima del Elefante. Se excavó la base del nivel TE9c y se destapó TE9d en prácticamente toda la superficie de excavación. Este nivel contenía restos arqueopaloentológicos de gamos o ciervo gigante, que en algunos casos presentaban marcas de corte producidas por los Homo. Se efectuó un sondeo bioestratigráfico (de unos dos metros cuadrados) en el nivel TE7 con el fin de conocer la potencia del paquete sedimentario, comprobando su riqueza paleontológica, como se aprecia con los restos de ciervo gigante e hipopótamo, así como con los abundantes restos de micromamíferos.
            • Gran Dolina. Se trabajó en el tramo medio del nivel TD10.3, de unos 0,45 Ma de antigüedad, documentando una menor concentración de restos con evidencias de actividad humana que en las capas más altas. Han aparecido pocos instrumentos líticos, y los huesos con marcas de procesado por parte de Homo son escasos. Destaca la alta representación de grandes carnívoros. En TD4 se excavaron 15 m2 y se recuperaron algunas herramientas líticas junto con restos de fauna.
            • Galería. Se excavó Unidad GIIIa, datada en 0,27 Ma, en toda la superficie intervenida, proporcionando abundantes restos de fauna, principalmente de caballos y ciervos pero también de carnívoros, y algunas herramientas líticas.
            • Sima de los Huesos. Finalizó la excavación del área AU-3, recuperando nuevos e importantes fragmentos craneales, corroborando la cronología avanzando en la localización de la antigua entrada a la cavidad.
            • Galería de las Estatuas. Se han recuperado restos líticos y de fauna cazada, principalmente équidos y ciervo, en muchos casos con marcas de corte. Hay evidencias de que los carnívoros, como la hiena manchada, también utilizaron la cavidad de manera esporádica.
            • Fuente Mudarra. Se trabajó en el Nivel 4B, datado en hace 56 ka, recuperando herramientas de sílex y cuarcita, sobre todo restos de la fabricación de cuchillos, raederas y denticulados. Las huellas de uso estudiadas en los filos de estos útiles nos demuestran que los utilizaban con piel, carne y hueso.
            • Se iniciaron prospecciones mediante georradar (GR) y tomografía de resistividad eléctrica (TRE) en zonas próximas a la Trinchera del Ferrocarril para detectar posibles yacimientos. En la Cueva del Fantasma se ha procedido a la detección de posibles rellenos fosilíferos. Se realizó un sondeo mecánico en el lugar señalado por los análisis de GR y TRE para la posición de la cavidad que conecta las cuevas de la Gran Dolina y Covacha de los Zarpazos.
          • 2016
            • Sima del Elefante. Finalizó la excavación del nivel TE9d, con una cronología de ca 1,3 Ma, recuperando restos de aves de diferentes tamaños, oso, bóvido y ciervo. Algunos restos de herbívoro presentan marcas de corte y fracturación de los huesos largos. También se ha recuperado un fragmento de lasca en sílex cretácico. En la excavación de TE9d, se ha alcanzado el nivel TE7, que es el más antiguo de toda la Trinchera del Ferrocarril y del que solo se tenía evidencia en la zona sur del yacimiento.
            • Gran Dolina. Se ha trabajado en el tramo inferior del nivel TD10.3, de unos 450 ka de antigüedad. Apareció una menor concentración de restos que en las capas superiores, con representación de diversas especies de herbívoros y carnívoros. La actividad antrópica sobre estos restos es escasa. Está bien representada la cultura Achelense, con sus característicos bifaces y otros grandes instrumentos, aunque, en consonancia con la escasa actividad antrópica sobre los restos de fauna, la densidad de instrumentos es baja. Las excavaciones en TD4 permiten reafirmar la presencia humana. Entre los restos más destacables, aparte de la industria lítica, destacan multitud de astas de desmogue de diversos cérvidos y dos mandíbulas completas de jaguar europeo.
            • Galería. Se excavaron los niveles inferiores de la Unidad GIIIa, datada entre 280-220 ka, que ha proporcionado abundantes restos de fauna e industria lítica. Las herramientas son características del Modo 2 (Achelense). Se han recuperado lascas, bifaces y hendedores elaborados en distinta materia prima como es el sílex, la arenisca y la cuarcita. Los restos faunísticos recuperados (costillas, vértebras y elementos craneales) pertenecen principalmente a caballos, habiendo recuperado también elementos esqueléticos de otros herbívoros y carnívoros. Todo apunta a un aprovechamiento antrópico de los animales que caían por la trampa natural situada al Este de la cueva. Los grupos humanos del Pleistoceno Medio de la sierra de Atapuerca accedían a los animales y transportaban los elementos esqueléticos más ricos en masa muscular (extremidades), abandonando en Galería los restos pertenecientes a la caja torácica. Los huesos abandonados eran, posteriormente, aprovechados por los carnívoros, como lo atestiguan las múltiples mordeduras halladas en los restos.
            • Sima de los Huesos. Se ha trabajado en la delimitación del contacto entre las unidades estratigráficas 6 y 7 en la zona central del yacimiento. La unidad 6 contiene fósiles humanos y de carnívoros (mayoritariamente osos) y la 7 solo de carnívoros. El volumen de sedimento excavado de la unidad 6 es todavía limitado. No obstante, se han recuperado algunos fósiles humanos, que incluyen tres falanges, un extremo de tibia, otro de peroné y un tercero de húmero, parte de una clavícula y algunos fragmentos de costillas y de cráneo.
            • Galería de las Estatuas. Se ha profundizado en las dos áreas de excavación y se han recuperado restos de fauna y piezas de industria musteriense. Los restos de fauna incluyen équidos y lepóridos consumidos por los neandertales. La cronología de los niveles superiores se sitúa en hace ca 52-48 ka, y los estudios del polen indican que se produjo un cambio de paisaje, pasando de ser un ambiente abierto de tipo estepa a bosque abierto.
            • Fuente Mudarra. Se ha continuado excavando el nivel 4, muy rico en herramientas de piedra fabricadas por los neandertales. Por debajo del Nivel 4 se ha encontrado otro nivel en el que se está trabajando y en donde ya se han recuperado cientos de piezas de sílex con para descuartizar y tratar las pieles de diferentes animales.
            • La campaña de prospecciones geofísicas se ha centrado en el sector de Torcas, con el fin de conocer la morfología de las cavidades de Trinchera del Ferrocarril, con especial detalle de los yacimientos Gran Dolina, Galería y Elefante. Las prospecciones mediante la técnica de tomografía de resistividad eléctrica (TRE) se han desarrollado en el término de Torcas, con el objetivo de investigar el desarrollo de las cavidades del yacimiento de la Sima del Elefante y los conductos de Cueva Mayor y Cueva Peluda. Estas prospecciones han permitido conocer la presencia de nuevas cavidades, así como determinar el desarrollo y la posición de las antiguas entradas. Un conjunto de sondeos mecánicos se ha realizado en los lugares señalados por los análisis de GPR y TRE de la campaña de 2015 en la ladera de Torcas, confirmando la presencia del conducto de Dolina y Galería, con una sección de unos 9m, o la presencia de una nueva cavidad en cotas del primer piso.
          • 2017
            • Sima del Elefante. Se excavó TE7, sin indicios de ocupación humana.
            • Gran Dolina. La excavación de la parte inferior de TD10 proporcionó una gran acumulación de industria lítica, en la que destaca una proporción inusual de bifaces.
            • Galería. Se ha excavado la parte inferior de la Unidad GIIIa. En este tramo de la secuencia, datado en hace ca 270 ka, se han recuperado restos de fauna e industria lítica principalmente en sílex. También se han recuperado cantos de cuarcita que fueron utilizados como percutores o machacadores de huesos. Uno de los principales hallazgos corresponde a un núcleo de sílex neógeno de grandes dimensiones. Éste fue introducido intencionalmente en la cueva por los humanos como remanente de materia prima para producir lascas que les permitiesen procesar las carcasas de los animales caídos por la trampa natural en sucesivas visitas a la cueva. De este modo se reafirma el uso reiterado de la cavidad como lugar de obtención de comida.
            • Sima de los Huesos. Se recuperó la mitad de una mandíbula humana en una zona todavía no explorada.
            • Galería de las Estatuas. Se ha excavado en dos sectores distintos que corresponden al Pleistoceno Superior, momento en que la sierra de Atapuerca estaba habitada por Neandertales. En esta campaña se han recuperado una falange humana, restos de fauna e industria lítica. Se trata del primer resto neandertal localizado en Atapuerca, a la espera de confirmar si también lo es un parietal encontrado en 2016 en la Cueva Fantasma. De los restos de macrofauna, los más abundantes son los de équido y los de ciervo. Algunos de estos restos han sido fracturados en fresco para la extracción de médula y también muestran marcas de corte. En esta campaña también se ha recuperado un resto de lagomorfo con marcas de corte. La cueva fue también usada por carnívoros de forma esporádica. Este año se han recuperado restos de hiena, y por primera vez en este yacimiento, de lobo. Las herramientas de piedra recuperadas están hechas en dos tipos distintos de sílex, y destaca la presencia de raederas. También se ha recuperado un fragmento de diáfisis de un hueso largo de fauna que fue utilizado como retocador.
            • Fuente Mudarra. En el nivel 8, se ha recuperado un rico conjunto de sílex, cuarcita y cuarzo entre los que caben destacar percutores para golpear los nódulos de sílex, y las lascas y cuchillos resultantes, que se usaron unas veces allí mismo para descuartizar animales y trabajar madera, y otras se llevaron a otros lugares de la Sierra.
            • Cueva Fantasma. La retirada de unas 12.000 toneladas de roca del techo derrumbado de la cueva ha terminado por mostrarnos una superficie de unos 300 metros cuadrados. Los sondeos con testigo continuo y las prospecciones geofísicas llegan hasta los 15 metros de profundidad. En 2016, durante las labores de limpieza, apareció un parietal humano.
          • 2018
            • Sima del Elefante: Se han hallado diferentes restos de animales entre los que destacan el pigargo y el castor, los cuales “apuntan a la existencia de un ambiente húmedo en la Sierra hace 1,3 Ma”, junto con ciervo gigante y gamo. Aunque, hasta el momento, en el nivel 7 no se han obtenido evidencias directas o indirectas de presencia humana, el equipo “se encuentra en la fase inicial de excavación y es posible que en futuras campañas aparezcan”. En TE9 han aparecido las mandíbulas de las musarañas gigantes muy bien conservadas que indican que en esos momentos las condiciones de humedad y temperatura favorecieron un paisaje rico y con agua abundante en los alrededores de la Cueva. 
            • Gran Dolina: se ha terminado de excavar la unidad TD10. El nivel TD10.4, datado en algo más de 400 ka, algo más pobre que los superiores, ha aportado una significativa muestra de instrumentos de piedra, entre los que destacan elementos característicos del Achelense como bifaces y hendedores. En cuanto a la fauna, mal conservada debido a las condiciones ácidas del estrato sobre el que apoya, destaca la presencia tanto de ungulados como carnívoros y, como novedad, la de oso. También el molar de un gran erizo, que indica que en ese tiempo el clima era templado y húmedo, con vegetación y alimentación abundante. Al concluir esta campaña se ha puesto al descubierto el techo del nivel TD9 en toda la superficie. Los numerosos fósiles de oso que se han recuperado este año en el nivel TD4 de la Gran Dolina pertenecen a la especie Ursus dolinensis.
            • Galería: La campaña ha permitido alcanzar la base de la Unidad GII caracterizada por abundantes restos de fauna e industria lítica de una antigüedad de unos 300 ka. Principalmente, se han localizado restos de caballos y ciervos (huesos axiales y craneales) asociados a bifaces y a núcleos utilizados para extraer lascas con las que procesar a estos animales. Se han documentado además abundantes cantos de río utilizados como machacadores de huesos y percutores para la talla. También se han recuperado restos de carnívoros, entre los que destaca una hemimandíbula derecha de león en perfecto estado de conservación. 
            • La Paredeja. Con el fin de evaluar el potencial arqueológico de este relleno de nueve metros de espesor, se ha procedido a limpiar el corte escalonando el terreno. Se han identificado diferentes unidades estratigráficas con varios niveles arqueológicos que contienen herramientas de piedra fabricadas con sílex y cuarcita, así como algún resto de fauna en los niveles inferiores. A la espera de dataciones y analizando las herramientas de piedra, todo indica que se trata de un rico asentamiento ocupado durante el paleolítico medio (150-30 ka).
            • Sima de los Huesos: Se ha extendido la excavación en la zona noreste del yacimiento sobre la que aún no se había actuado. Se recuperaron una veintena de fósiles humanos que incluyen el lado izquierdo que faltaba del cráneo número 16 (Sara). 
            • Galería de las Estatuas: Se han recuperado fósiles de macromamíferos (ciervos, équidos, hienas) así como de aves y restos de industria lítica. Además también se ha avanzado en la toma de muestras para caracterizar mejor las cronologías de estas ocupaciones. 
            • Cueva Fantasma: Después que durante los últimos dos años se procediera a la limpieza de la vieja cantera, este año se ha comenzado a excavar en este yacimiento. La primera fase de las labores se ha centrado en un sondeo del sector del conducto o cavidad ubicada al oeste de Cueva Fantasma, para continuar con la excavación en sí misma. Se ha alcanzado casi el metro y medio de profundidad donde se han encontrado numerosos restos fechables durante el Pleistoceno Superior, es decir, de una antigüedad de unos 50 ka. Entre ellos, restos de caballo, de otros bovinos, de mustélidos y algunos pequeños carnívoros como el Cuan (perro salvaje).

            Bibliografía

            Recursos web















            Australopithecus africanus

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            Australopithecus africanus. Mapa conceptual. Una datación de STW 573 atrasa la presencia de la especia a hace 3,67 Ma, pero no todos los investigadores aceptan esta fecha.

            Australopithecus africanus, Dart 1925.

            • Holotipo: Taung 1. Niño de Taung.
            • Yacimientos: Todos ellos en Sudáfrica.
              • Makapansgat
              • Sterkfontein
              • Gladysvale
              • Taung

            3,67-2,3 Ma. La datación es muy problemática. Lo más probable es que sea un poco anterior a 2,5 Ma.
            Su nombre significa mono del sur de África.

            Dart propuso el género Australopithecus y la familia Homo-Simidae para los fósiles de la cantera de Taung, recuperados en 1924. Ante la falta de grandes caninos, consideró que estos hominini habrían sido cazadores despiadados utilizando una industria osteodontoquerática. Actualmente se considera que el africanus no fue un depredador sino una presa.

            En 1936 se descubrieron en Skertfontein los restos de TM 1511 y TM 1512 y en 1947 los de STS 5.

            Comparación entre STS 5 y Dmanisi 3444

            Hallazgos

            La acumulación de miles de huesos de diversas especies en estas cuevas puede deberse a caídas, arrastres o comportamientos de acumulación de algún depredador, incluyendo aves.
            • Limeworks Cave miembros 3 y 4, Makapansgat, Northern Province, Sudáfrica. 3-2,6 Ma. Desde 1946. 27 especímenes de al menos 10 individuos. Mosaico de hábitats. El estudio de isótopos estables refleja un consumo de hierbas y juncos (C4) (Sponheimer y Lee-Thorp, 1999).
              • MLD 1. Calvaria parcial de adulto.
              • MLD 2. Mandíbula.
              • MLD 6/23. Mandíbula.
              • MLD 9. Mandíbula.
              • MLD 11/30. Maxilar y dientes asociados. Edad al morir, 3,42 años (Smith et al, 2015).
              • MLD 18. Mandíbula.
              • MLD 37/38. Calvaria parcial de adulto.
              • MLD 40. Mandíbula.
              MLD 2
              MLD 18
              • Taung, North-West Province, Sudáfrica. 3-2,6 Ma. 1924. Mosaico de habitats.
                • Taung 1. El niño de Taung (Taung child). 1924. Raymond Dart. Parte del cráneo (molde craneal), cara y mandíbula de un individuo joven (3-4 años), con la dentición decidua (Kuhn et al, 2016). El primer molar permanente empieza a emerger. Con dificultades para una buena datación. Su capacidad craneana es de 410 cc y se supone que de adulto tendría una capacidad de 440 cc. El gran tamaño del cerebro y pequeño tamaño de los caninos, junto con la posición centrada del foramen mágnum convencieron a Dart de su bipedia.  Philip Tobias propuso que procedía de una cueva (McKee, 2015Jeffrey K. McKee y Kevin L. Kuykendall (2016); por el contrario Philip J. Hopley et al, 2013 consideran que procede de la superficie del paleosuelo). Presenta otros rasgos llamativos:
                  • Abertura nasal pequeña.
                  • Frente muy vertical.
                  • Zona supraorbital poco pronunciada.
                Taung 1
                • Sterkfontein, Gauteng, Sudáfrica. 2,6-2 Ma. Mosaico de hábitats. Diversas proporciones de C3 y C4 en la dieta, lo que indica una mezcla de tipos de vegetación y posiblemente termitas. De aquí se ha extraído la muestra más extensa.
                  • STS 1. Palatal.
                  • STS 2. Maxilar y dientes asociados. Edad al morir, 2,52 años (Smith et al, 2015).
                  • STS 5. La Señora Ples (Mrs. Ples). 1947. 2 Ma. Robert Broom. Se trata de un cráneo muy bien conservado correspondiente a una hembra madura (B. Villmoare et al, 2013). Su capacidad es de 485 cc.
                  • STS 14. 1947. 2,5 Ma. Robert Broom y J.T. Robinson. Es el mejor especimen de africanus recuperado hasta el momento. Una casi completa columna vertebral con vértebras lumbares (seis, mientras que el HAM tiene cinco y el chimpancé tres) y torácicas, pelvis, fragmentos de costillas y una parte de fémur. Por sus pequeñas dimensiones en principio se atribuyó a una hembra pero actualmente se estima es de un macho. Recientemente se ha especulado que Sts 5 y Sts 14 corresponden al mismo individuo. Fuertes evidencias de bipedación, aunque la zona lumbar es de pequeño tamaño. El individuo era delgado y con una estatura de 122-137 cm (Robinson, 1972).
                  • STS 17.
                  • STS 24. Maxilar y dientes mandibulares asociados. Edad al morir, 4,35 años (Smith et al, 2015).
                  • STS 71. Cráneo. McNulty (2012) encuentra evidencias de pedomorfismo.
                  • STW 13.
                  • STW 89. Segundo metatarsiano.
                  • STW 183. Maxilar.
                  • STW 252. Cráneo.
                  • STW 352. Calcáneo. Zeininger et al, 2016.
                  • STW 384. Mandíbula.
                  • STW 431. Esqueleto parcial. Incluye seis vértebras lumbares. Odes et al, 2017.
                  • STW 432. Esqueleto parcial de tamaño grande.
                  • STW 498. Maxilar y mandíbula.STW 505. Cráneo. 500 cc.
                  Pie Pequeño
                  Modelo 3D del hallazgo de Little Foot.
                  STW 573. Little Foot.
                        • STW 573. Little Foot. 1994-1997. Gruta Silberberg. 3,67 Ma. (Clarke, 2008; Kramerks y Dirks, 2016). 
                          • En 1994, Ron Clarke reconoció cuatro huesos del pie izquierdo de un hominino en dos cajas de restos de fauna procedentes de una cantera de Sterkfontein. En 1997, Clarke, Stephen Motsumi y Nkwane Molefe lograron localizar más huesos de ese pie incrustados en la roca. Su tamaño justificó el apodo de Little Foot. Durante los siguientes 15 años, se recuperaron fragmentos de roca con huesos incrustados, mediante un trabajo delicado con pequeños taladros. En los cinco años siguientes,  los fósiles fueron limpiados y reconstruidos. El resultado es el espectacular esqueleto identificado como Stw 573, que conserva incluso algunas partes articuladas (brazo izquierdo y mano) y el cráneo completo.
                          • El esqueleto perteneció a una hembra entre 1,20-1,30 m de altura. Muestra una combinación de vida terrestre y arbórea. STW 573 es el primer esqueleto de hominini del que se pueden deducir las proporciones de las extremidades inequívocamente. Demuestra que algunos homininos tempranos, en el momento de la formación de las huellas de Laetoli (hace 3,6 Ma), poseían un cuerpo grande, con extremidades posteriores más largas que las extremidades anteriores. Los estudios de modelación de primates existentes indican que el índice intermembral (IMI) de STW 573, es bajo para un gran simio no humano, y habría mejorado sustancialmente la economía de la bipedación en distancias de medias a largas, perjudicando la escalada, pero que todavía era demasiado alto para un desplazamiento eficaz con carga (Robin Huw Crompton et al, 2018).
                          • Las extremidades inferiores muestran muchas características modernas.
                            • El pie izquierdo conserva astrágalo, escafoides articulado con la cabeza del astrágalo, primer cuneiforme articulado con el escafoides y mitad proximal del dedo gordo articulado con el cuneiforme (Clarke y Tobias, 1995), con un mosaico de rasgos humanos y simiescos que sugiere una bipedación incompleta y un entorno forestal.
                          • Mano muy grande. Observaciones preliminares de la morfología de la mano, describen una articulación trapecio primer metacarpiano diferente a la de los seres humanos y los chimpancés, un pulgar humano robusto y falanges proximales tan curvadas como las de Au. afarensis. No hay inferencias acerca de su capacidad manipuladora, pero las falanges curvadas sugieren el uso de la mano para la locomoción y la ausencia de herramientas de piedra en el miembro 2 de Sterkfontein puede indicar que la evolución de las capacidades de manipulación pudo estar relacionada con el uso de herramientas no líticas (Kivell, 2015).
                          • Brazos largos.
                          • Cara plana, frente amplia. Dentición de gran tamaño. Clarke y Kuman, 2018.
                          • Datación:
                            • La datación de las capas por encima y por debajo de los fósiles, mediante técnicas de desintegración de isótopos U-Pb (uranio-plomo), dio un resultado de alrededor de 2,2 Ma, menor del esperado si se consideran la fauna asociada y la posición estratigráfica. Estudios estratigráficos, micromorfológicos y geoquímicos recientes revelaron que la estratigrafía es mucho más complicada de lo que se pensaba, con procesos post-deposicionales localizados que condujeron a la creación de huecos en las capas donde se asentaba el esqueleto, que se fueron rellenando a lo largo de miles de años (espeleotemas). Según Laurent Bruxelles et al (2014) las fechas propuestas en base a la deposición de coladas pueden dar sólo una edad mínima para Stw 573, ya que se formaron mucho después. Para los autores, es probable que la fecha se acerque a los 3 Ma. 
                            • Darryl E. Granger et al (2015) han demostrado que la brecha que contiene a STW 573 no sufrió reelaboración significativa, y fue depositada hace 3,67 ± 0,16 Ma.
                            • Según Kramers y Dirks (2017) las muestras tomadas cerca del lugar de hallazgo de StW 573 imponen una edad máxima para el fósil de 2,8 Ma. Los autores proponen un escenario de enterramiento de dos etapas.
                            • El equipo de Clarke ha publicado el resultado de un nuevo estudio que confirma sus estimaciones anteriores de 3,67 Ma (Bruxelles et al, 2018).
                          • Según Travis Rayne Pickering, Ron J. Clarke y Jason L. Heaton (2014), los restos del Miembro 2 de Sterkfontein corresponden a individuos que entraron en la cueva por su cuenta, ya sea por caída o por entrada intencional, y no pudieron salir. El paleoambiente se caracterizó por colinas de roquedales cubiertas por matorrales. Además, el fondo del valle pudo haber retenido agua permanente durante todo el año.
                        • STW 576. Palatal adulto con dentición completa, único caso disponible para A. Africanus (Clarke y Kuman, 2018).
                        • STW 670. Fragmento proximal de una primera costilla del lado derecho. Tawane et al, 2016.
                        TM 1511. Créditos: Jason Heaton.
                            • TM 1511. 1936.
                            • TM 1512. 1936. Robert Broom Se trata de partes de la cara, mandíbula inferior y bóveda del cráneo.
                            • Gladysvale, 13 km al nordeste de Sterkfontein. Datados entre 2,4-2 Ma.

                              Ángulos de prognatismo de Sts 5 (A), Sts 17 (B), y Sts 71 (C). Las imágenes no están a escala. B. Villmoare et al (2013).
                              HALLAZGOS CRANEALES

                              Cráneos completos
                              Cráneos fragmentarios
                              Mandíbulas
                              STERKFONTEIN
                              2,6-2 Ma
                              STS 5
                              STS 17
                              STS 52a
                              STS 53
                              STS 63
                              STS 71
                              STW 13
                              STW 73
                              STW 252
                              STW 505
                              STS 7
                              STS 36
                              STS 52b
                              STW 384
                              STW 404
                              STW 498
                              STW 513
                              TAUNG
                              2,6 Ma
                              TAUNG 1 (juvenil)


                              MAKAPANGSGAT
                              3-2,6 Ma

                              MLD 6
                              MLD 9
                              MLD 23
                              MLD 2
                              MLD 12
                              MLD 22
                              MLD 29
                              MLD 34
                              MLD 40
                              MLD 45

                              Morfología.

                              En comparación con el A. afarensis, A. africanus muestra:
                              • Un cráneo más alto y corto, con cresta sagital rara y cresta temponucal no compuesta. La base del cráneo es más estrecha en relación con su longitud y el foramen magnum se encuentra más posteriormente. El plano occipital del hueso occipital es más alto y el plano de la nuca es más llano y más horizontal.
                              • El torus supraorbitario adelgaza lateralmente de arriba abajo y ocasionalmente se divide en distintos componentes supraorbitario y superciliar (Lockwood y Tobias, 1999).
                              • La fosa de la mandíbula es más profunda, en promedio, con una eminencia articular fuerte.
                              • El elemento timpánico está más orientado verticalmente, por lo general tiene una cresta petrosa distinguible y se estrecha medialmente a una proyección de Eustaquio diferente.
                              • El drenaje venoso del endocráneo se realiza predominantemente a través del sistema transverso-sigmoideo.
                              • La abertura nasal está rodeada de prominentes pilares anteriores, incluso en individuos jóvenes, y la placa subnasal es plana a ligeramente convexa y sagital, mucho menos proyectada en relación al eje bicanino
                              • Dentro de la cavidad nasal, la bajada al piso nasal y la inserción vomeral anterior, se produce inmediatamente posterior al nasoespinal, por lo general sin una plataforma de intervención. 
                              • El hueso cigomático presenta un patrón variable de prominencia en la transición a la apófisis temporal y una fuerte inflexión sagital a través de la apófisis frontal / transición de la superficie facial, que se combinan para crear un hueco central facial en algunos individuos.
                              • Las raíces de la apófisis cigomática por lo general se originan más anteriormente (por encima de P4/M1 P4/P3) con un margen inferior recto, superolateralmente divergente.
                              • El paladar, en promedio, más profundo, con un segmento premaxilar con la parte inferior flexionada y filas de dientes divergentes posteriormente.
                              • El corpus de la mandíbula es más robusto (amplitud en relación a profundidad en M1) y tiene una mayor superficie lateral por debajo de los premolares y una sínfisis con un perfil más vertical y recto. Ramus alto. Carencia de barbilla.
                              • Dentición.
                                • Incisivos pequeños y anchos.
                                • Caninos poco proyectados. 
                                • El desgaste canino es exclusivamente apical. Diastemas C/P3 e I2/C son menos frecuentes.
                                • Poscaninos más largos y sobre todo anchos con los ápices de las cúspides molares situados centralmente en las coronas en algunos individuos. La dentición crece progresivamente, siendo más pequeña la anterior.
                                • Premolares de tamaño intermedio. El P3 es uniformemente bicúspide
                                • El gradiente en adultos de desgaste oclusal anterior-posterior es más débil.
                              • Esqueleto poscraneal muy similar (White, 2002), aunque con algunas diferencias en las proporciones de las extremidades superiores e inferiores. Los rasgos sugieren bipedación (Grine, 2000). El ángulo bicondiliar refleja que las rodillas y los pies estuvieron muy próximos al caminar.
                                • Meir M. Barak et al (2013), basándose en la orientación de la articulación del tobillo durante la carga en la marcha y la orientación principal de los puntales trabeculares en la tibia distal cuya función es soportar las fuerzas de compresión, en STW 358 y STW 389, del miembro 4 de Sterkfontein, consideran que estos hominini cargaban principalmente sus tobillos en una postura relativamente extendida, como los seres humanos modernos, y diferente a la de los chimpancés. Su bipedación por tanto sería eficiente, con las extremidades extendidas.
                              • No hay unanimidad con respecto a las proporciones físicas del taxón. Reed et al (1993) proponen un dimorfismo sexual similar. Algunas estimaciones apuntan a unas proporciones similares a las de los HAM mientras que otras están más cerca del patrón simiesco.

                              Características de STS 5 “la señora Ples”

                              1. 1,38 – 1,15 m. 41 – 30 kg.
                              2. Cráneo redondeado, con un frontal más recto y un occipital más convexo. Caja craneal estrecha, de unos 485 cm3. Asimetría cerebral más acusada, al igual que la densidad de la red meníngea media. El rango de variación de todos los ejemplares hallados está entre 435-560 cc.
                              3. Arco supraorbital no muy desarrollado, forma un reborde que precede a la placa del frontal, glabela algo pronunciada, cresta occipital débil y plano nucal bajo y llano.
                              4. Base del cráneo más arqueada y corta. Foramen mágnum centrado (bipedestación) y región del mastoideo pequeña.
                              5. Caracteres asociados al desarrollo de un aparato masticador cada vez más potente.
                              6. Paladar profundo en la parte anterior. Pilares a ambos lados del orificio nasal. El clivus naseoalveolar es plano y el umbral entre estas dos partes está apenas sugerido. Raíz anterior del arco cigomático encima de P4, más adelantada que en afarensis.
                              7. Rostro menos prognato. La mandíbula tiene un ramus alto y carece de barbilla. Sínfisis mandibular menos inclinada y torus transversales menos desarrollados. Las ramas horizontales de la mandíbula son robustas. Desarrollo más marcado de la cara anterior del músculo temporal y de la constricción posorbital.
                              8. El tamaño de los dientes incrementándose de delante hacia atrás. Superficie trituradora importante. Esmalte grueso. Incisivos anchos y pequeños, con raíces rectas. Caninos reducidos que se desgastan a partir de la punta. Premolares relativamente grandes, con coronas de dos cúspides. Molares más desarrollados bucolingualmente.
                              9. Estudiando los dientes del Niño de Taung, Holly Smith por un lado y Timothy Bromage por otro llegaron a la conclusión de que Australopithecus tenía un desarrollo rápido, como el de los chimpancés.
                              10. Mano similar a la humana (Skinner et al, 2015; pero Amécija et al, 2015; réplica Skinner et al, 2015).
                              11. Las caderas y miembros posteriores indican bipedia no del todo desarrollada (se ha hallado una pelvis completa, STS-14). Atrágalo bastante humano mientras que tarso y primer metatarsiano son similares al aferensis. El tarso de STW 573 (Little Foot) parece más derivado.
                              12. Constitución grácil.
                              Reconstrucciones de STW 53 y STS 5. Clarke.

                              Discusión filogenética

                              Pese a la abundancia de restos, la condición del A. africanus ha sido muy debatida, quizá por la dificultad de relacionar esta especie en términos filogenéticos con las posteriores (Paranthropus robustus y Homo habilis). Los yacimientos sudafricanos son de difícil extracción y datación.
                              Los rasgos craneodentales se aproximan más a Homo que a afarensis, mientras que las proporciones físicas parecen más primitivas que las de afarensis. Las uniones de los huesos de los brazos son también más arcaicas.
                              • Para Lockwood y Tobias A. africanus es la especie ancestral tanto de Paranthropus como de Homo. La gracilidad de A. africanus se ha establecido por comparación con el Paranthropus,pero de todas formas es el posible iniciador del linaje robusto.
                                • White et al (1981) y Rak (1985) lo excluyen como ancestro de Homo porque consideran que está en la línea de especialización dental de los robustos. Cela y Ayala (2001) lo sitúan como el posible iniciador del linaje robusto.
                                • Según Brian Willmoare y William Kimbel (2011), los pilares anteriores del rostro del A. africanus son huecos mientras que los de P. robustus y P. boisei contienen un tejido denso y esponjoso. De ello deducen que los parántropos no están relacionados filogenéticamente con A. africanus.
                              • Debido a que su dentición parece más moderna que la de afarensis, Tobias, Clarke y Berger proponen que los primeros Homo están relacionados con africanus y no con afarensis.
                              Tobias (1980) considera afarensis y africanus como variantes geográficas de una misma especie.
                              • Berger y Hilton-Barber, 2001, creen que africanus podría descender de anamensis o de algún taxón similar que se expandió por África del Este y del Sur y dio lugar a afarensis en entornos más abiertos y a africanus en entornos más cerrados.
                              Según el Modelo de Refugio de la Aridez, A. africanus procede de una radiación de A. afarensis.
                              • Kimbel et al (2006), sugieren que africanus evolucionó a partir de una población similar a la de Hadar.
                              • Para Walker et al (1986) africanus desciende de afarensis pero a través de una población intermedia.
                              • Esta opinión no es compatible con la reciente datación de STW 573 que convierte a africanus en contemporáneo de afarensis (Darryl E. Granger et al, 2015).

                              Inferencias sobre sus modos de vida.

                              Según Sandi Copeland (2011), tras estudiar la procedencia de los individuos a partir de rastros en los dientes, los grupos de africanus practicaban la filopatría (los machos se unían a hembras de fuera).

                              Para Ferrán Estebaranz Sánchez et al, A. africanus presenta un patrón de microestriación muy homogéneo y en gran medida semejante al de chimpancés y gorilas, por lo que su dieta podría representar el modelo ecológico ancestral de los hominoideos, una dieta generalista de ambientes cerrados (hojas y frutos frescos) con incorporación de juncos y hierbas de tipo C4 y pequeños invertebrados en la estación seca. La ausencia de herramientas líticas, una flora con lianas y una fauna con monos y sin herbívoros hace pensar que viviera en un ambiente boscoso en el límite temporal con la formación de la sabana africana.
                              Según Wynn, Cerling y Sponheimer (2013), su dieta estaba compuesta de alimentos procedentes de árboles y arbustos, pero también de hierbas y juncias, con gran variación entre los individuos.

                              Era bípedo o al menos caminaba erguido.

                              Australopithecus prometheus

                              Dart asignó este nombre a los primeros Hominini descubiertos en Makapansgat, que pronto quedaron incluidos en Australopithecus africanus. El nombre deriva de los restos de animales asociados, que Dart creyó quemados.

                              Ronald Clarke defiende actualmente la idea de dos especies en los yacimientos de Makapansgat y Skertfontein. Asigna a una segunda especie los especímenes siguientes:
                              • MLD 2
                              • STS 1.
                              • STS 71.
                              • STW 183.
                              • STW 252. Mayer, 2016. Stw 252, Varios fragmentos de cráneo y dentadura completa de un individuo de 7-9 años de edad, dado que los M3 están sin erupcionar completamente y por la ausencia de desgaste. Hallado en 1984 por Alun Hughes, y descrito por Clarke en 1988.
                              • STW 384.
                              • STW 431.
                              • STW 498.
                              • STW 505.
                              • STW 573.
                                • Morfología muy parecida a los elementos disponibles de Australopithecus anamensis (por ejemplo, las superficies articulares tibial y humeral proximales y distales) y también existen similitudes con las características de la escápula, en particular, de KSD-VP-1/1 (A. afarensis de Woranso-Mille). Sin embargo, las similitudes más cercanas son con el esqueleto parcial STW 431 del miembro 4. de Sterkfontein. Cuando se consideran juntos, tanto el STW 573 como el STW 431, expresan una morfología de la articulación de la cadera bastante distinta de la de Sts14 (Australopithecus africanus), y un fémur proximal de un presunto A. africanus de la Caverna Jacovec en Sterkfontein, STW 598  (Robin Huw Crompton et al, 2018). 
                                • El cráneo es similar a A. prometheus y diferente a A. africanus. Una de sus características más interesantes es un patrón de desgaste dental anterior muy pesado, a diferencia del que se encuentra en A. africanus, pero que se asemeja al encontrado en A. anamensis en 4.17 Ma (Clarke y Kuman, 2018).
                              Stw 89, un segundo metatarsiano muy robusto proveniente de Sterkfontein Member 4, podría también estar asociado a esta segunda especie (DeSilva et al, 2012). Combina rasgos primitivos y modernos que indican que el pie conservaba cierta capacidad de agarre.
                              STW 53 y STW 252. Clarke.

                              Clarke (2008) define esta segunda especie por las siguientes características:
                              1. Molares y premolares grandes y bulbosos, con cúspides situadas hacia el centro de la corona.
                              2. Caninos e incisivos grandes en relación a los dientes posteriores.
                              3. Pómulos prominentes, de manera que en una vista lateral, la región nasal se oculta detrás de los pómulos.
                              4. A partir de una posición a mitad de camino hasta el borde lateral de la abertura nasal, el proceso frontal del maxilar se extiende lateralmente en lugar de curvado hacia atrás, como lo hace en A. africanus.
                              5. La región interorbital es amplia, mientras que en A. africanus es estrecha.
                              6. Nasion situado encima de la sutura frontomaxilar, cerca de la glabela, que no es prominente.
                              7. El margen supraorbitario es delgado o mínimamente desarrollado.
                              8. Hay un vaciamiento leve de la escama frontal, justo detrás de la glabela.
                              9. La cara es mucho más larga que la de A. africanus.
                              10. El perfil occipital es alto y aplanado.
                              11. Hay una pequeña cresta sagital posterior en los machos.
                              Estos rasgos son similares a los encontrados en Paranthropus, salvo en la dentición anterior, que presenta plesiomorfias como su prognatismo, el gran tamaño de los caninos e incisivos y la presencia de diastema entre ellos. La datación de estos especímenes es anterior (2,6-2 Ma) por lo que podría especularse con una relación ancestro-descendiente. Las diferencias en la dentición señalan cambios en la dieta en la dirección de Paranthropus robustus. La exclusión competitiva probablemente explica la presencia sincrónica y simpátrica de dos especies de Australopithecus en los depósitos más jóvenes en Makapansgat y Sterkfontein Member 4.


                              Enlaces:
                              Metopic suture of Taung (Australopithecus africanus) and its implications for hominin brain evolution. Dean Falk et al (2012).
                              Gómez Castanedo, A: (2012), "Los orígenes del género Homo. Una exploración de la innovación como motor evolutivo". Revista Nivel Cero, 13. Santander.

                              Bibiliografía:
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                              • Dart, Raymond A. "Innominate fragments of Australopithecus prometheus."American journal of physical anthropology 7.3 (1949): 301-334.
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                              • Tobias, Phillip V. "Recent Studies on Sterkfontein and Makapansgat and Their Bearing on Hominid Phylogeny in Africa." Goodwin Series 2 (1974): 5-11. 
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                              • Rayner, R. J., B. P. Moon, and J. C. Masters. "The Makapansgat australopithecine environment." Journal of Human Evolution 24.3 (1993): 219-231. 
                              • Clarke, Ronald J., and Phillip V. Tobias. "Sterkfontein Member 2 foot bones of the oldest South African hominid." Science 269.5223 (1995): 521-524. 
                              • Sponheimer, Matt, et al. "Hominins, sedges, and termites: new carbon isotope data from the Sterkfontein valley and Kruger National Park." Journal of Human Evolution 48.3 (2005): 301-312. 
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                              • Clarke, Ronald. "Australopithecus from Sterkfontein Caves, South Africa." The paleobiology of Australopithecus. Springer Netherlands, 2013. 105-123. 

                              La ampliación del espacio cognitivo en el eje filogenético-genético

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                              Durante la evolución de los primates, se produjeron importantes cambios adaptativos en la morfología del cerebro (Rosales-Reynoso et al, 2018):
                              • Reducción en la importancia relativa del olfato.
                              • Incremento en la importancia relativa de la visión.
                                • Con excepción de los monos búho de Sudamérica, todos los antropoides son de actividad diurna. Debido a su agudeza visual y visión de color, los primates pueden detectar fácilmente la coloración de una fruta madura, o la hinchazón de color rojo de un potencial compañero, así que dependen de la información visual para tener éxito en su entorno. La capacidad de ver en tres dimensiones es un rasgo de la gran capacidad de adaptación, pues los primates pasaron gran parte de su historia evolutiva en los árboles. El aumento relativo en el tamaño y la complejidad de la corteza visual en los primates, y particularmente en los antropoides, es consecuencia de este cambio adaptativo.
                              • Enorme incremento en la importancia absoluta y relativa de la neocorteza.
                                • La neocorteza está involucrada en el procesamiento de la información. Durante la evolución del cerebro antropoide, los primates con mayores áreas de asociación para procesar la información tenían más probabilidades de transmitir sus genes a la siguiente generación. Eran más listos, tenían mayor flexibilidad de comportamiento y más capacidad de adaptarse a los cambios del entorno.
                              La aparición del género Homo conlleva la aparición de nuevas características biológicas con implicaciones culturales: el encéfalo es más grande y de forma globular y algunas de sus áreas son más complejas: expansión relativa del lóbulo frontal, los lóbulos temporales y la fosa craneal posterior; aplanamiento del área occipital y flexión de la base del cráneo. Los consiguientes requerimientos energéticos han de satisfacerse mediante un incremento en el consumo de proteínas y grasas animales. La consecución de estos recursos se vincula a eventos culturales y nuevos hábitos conductuales.

                              Comparación mediante escalas logarítmicas entre el peso corporal en gramos y el peso del cerebro en miligramos en 45 especies de primates. La línea (regresión) muestra el tamaño cerebral esperado para cada tamaño corporal. La X sobre la línea de regresión marca el tamaño esperado para el cerebro humano, lo que resulta mucho menor que el verdadero tamaño del cerebro humano actual, señalado con un cuadrado de líneas rojas. En general, los prosimios se ubican bajo la línea de regresión, en tanto que los antropoides se ubican sobre esta línea. Esta característica indica que hubo una presión selectiva para el desarrollo del tejido cerebral durante la evolución humana. Rosales-Reynoso et al, 2018. Tomado y modificado de Stephan et al, 1981.
                              Se ha propuesto diferentes hipótesis, que no son excluyentes, para explicar el crecimiento del cerebro en los Hominidae, tanto en términos absolutos como relativos:
                              • La hipótesis del radiador (Falk, 1990) sugiere que la expansión del cerebro en Homo fue posible gracias a una reconfiguración del suministro vascular craneal en respuesta a los cambios en la presión hidrostática producidos por la bipedación.
                              • La hipótesis del crecimiento lineal (Finlay y Darlington, 1995) considera que los componentes cerebrales no aumentaron de tamaño en mosaico sino de forma uniforme y concertada, de acuerdo con sus propias reglas internas y con una escala alométrica predecible.
                              • La hipótesis del tejido costoso (Aiello y Wheeler, 1995, 2002), mantiene que el aumento de tamaño del cerebro es caro con relación al resto del cuerpo en términos de energía y ello limita el aumento de tamaño. En los orígenes humanos, se produjo un importante cambio en la asignación de la energía con el fin de apoyar la notable expansión de un cerebro metabólicamente costoso.
                                • Fedrigo et al (2011) han comprobado que la expresión de los genes SLC2A1 y SLC2A4 que regulan el transporte de glucosa es diferente en chimpancés y humanos. En aquellos son más activos en los músculos mientras que en los humanos son más activos en el cerebro. En los humanos, estos genes muestran firmas de selección positiva.
                              • La hipótesis de la energía materna (Martin, 1996) propone que la tasa metabólica relativa de las madres durante la gestación de los bebés determina la masa cerebral neonatal del recién nacido, mientras que después nacimiento, la inversión materna de las madres durante el crecimiento de su descendencia podría ser otro de los factores implicados en el desarrollo del cerebro.
                              • La hipótesis del cerebro social (Dunbar y Shultz, 2007; Shultz y Dunbar, 2007) postula que fueron las demandas computacionales de la vida en grandes sociedades complejas las que produjeron la selección de grandes cerebros.
                              • La hipótesis de la complejidad del entorno sugiere que la función de la cognición es permitir al organismo adaptarse a entornos heterogéneos (Godfrey-Smith, 2002; Grove, 2017).
                              Evolución de la capacidad craneal. Miriam Noël Haidle (2012)



                              ALOMETRÍA.
                              A lo largo de la evolución humana se ha manifestado una tendencia al aumento del volumen corporal.
                              Un cuerpo más voluminoso es más eficiente energéticamente. En el metabolismo de los seres vivos, una secuencia repetida de reacciones químicas descompone la materia orgánica, la transforma en energía y la pone en uso para el mantenimiento y reproducción celular. La tasa metabólica de un organismo es igual a la cantidad de energía necesaria para mantenerlo vivo.
                              Pensemos en un ratón como una caja de 10x5x5 cm y en un elefante como una de 4x3x2 m. Ambos están constituidos por células que producen metabolismo y liberan calor como subproducto. El calor se disipa a través de la superficie. El ratón de nuestro ejemplo tiene una superficie de 250 cm2 y un volumen de 250 cm3. El elefante, una superficie de 52 m2 y un volumen de 24 m3. El elefante tiene una superficie 2.080 veces superior a la del ratón y un volumen 96.000 veces mayor. Debido a que el tamaño celular es similar en todos los mamíferos, el elefante está formado por 96.000 veces más células que el ratón, pero dispone de una superficie relativamente menor para disipar el calor del metabolismo. Por consiguiente, el metabolismo del elefante ha de ser mucho más lento. En el mismo periodo de tiempo consume muchos menos recursos por célula.
                              En definitiva, se puede conseguir un aumento corporal apreciable con un pequeño incremento de consumo de recursos. Por esta razón, un aumento de tamaño puede ser una buena estrategia evolutiva cuando los recursos abundan. Un mayor tamaño puede proporcionar un mejor acceso a los recursos y mejores resultados en el ataque y defensa. El tamaño puede ser además objeto de selección sexual.
                              Cuando el cuerpo aumenta de volumen en forma proporcional, hablamos de una expansión isométrica. Si una parte del cuerpo aumenta más que proporcionalmente decimos que se da una expansión alométrica. Este es el caso del cerebro durante la evolución humana, con un aumento mayor del esperado.

                              Porcentaje del volumen cerebral dedicado al bulbo olfatorio, la corteza visual y la neocorteza en prosimios, monos, simios y humanos actuales. Rosales-Reynoso et al, 2018. Tomado y modificado de Stephan et al, 1981.
                              Juan Manuel Jiménez-Arenas et al (2014) han estudiado en los primates la relación alométrica entre el tamaño de los dientes poscaninos y el volumen del cerebro.
                              • Durante la evolución de Homo, aumentó el volumen del cerebro y disminuyó el tamaño de los dientes poscaninos (con alguna excepción, p.ej. Homo floresiensis).
                              • Por el contrario, en el resto de los primates vivos, salvo los platirrinos, el tamaño de los poscaninos y el cerebro muestran ambos una alometría negativa.
                              • Los australopitecos muestran pequeñas variaciones a lo largo del tiempo tanto en el tamaño de los dientes como en el volumen del cerebro.
                              • En los parántropos los dientes aumentan de tamaño (megadoncia) mientras que la masa corporal y el tamaño del cerebro no aumentan significativamente.
                              Relación entre el volumen del cerebro (BrM) y el tamaño de los dientes poscaninos (PCTA). La regresión de Homo se calcula sin tener en cuenta a Homo floresiensis. Juan Manuel Jiménez-Arenas et al (2014).

                              Yue Huang et al (2013) han verificado que los genes objeto de selección positiva que se expresan en el sistema central, especialmente los relacionados con las funciones cognitivas, han sido los últimos en evolucionar.
                              Para André Leroi-Gourhan (1964), el desarrollo temprano de la bipedación no solo liberó las manos para las acciones técnicas; el cambio de posición del foramen magnum permitió un aumento de tamaño de los lóbulos occipitales. Posteriores soluciones técnicas sencillas, como las primitivas herramientas de piedra, permitieron la reducción del aparato masticatorio, lo que posibilitó cambios en el parietal y en especial en los lóbulos frontales. La boca, dedicada menos tiempo a la nutrición, pudo usarse para la comunicación vocal. El factor sociocultural se hizo cada vez más importante desde el final del Paleolítico Medio, cuando el grupo étnico actuó como un banco de memoria social y el lenguaje se utilizó para el almacenamiento cultural. El resultado fue la explosión de las variedades de artefactos y símbolos del Paleolítico Superior. La evolución física del cerebro permitió la emergencia de nuevas capacidades para el pensamiento.

                              Modelo de Leroi-Gourgham de la evolución cognitiva.


                              De Cartmill y Smith. 2009

                              La evolución del cerebro

                              La evolución del cerebro se ha caracterizado por:
                              1. Un aumento extraalométrico de la capacidad craneal (pero Grabowski, 2016).
                              • Los primeros homínidos tienen unas capacidades craneales semejantes a las de los chimpancés actuales. Éstos son capaces de utilizar herramientas simples como palos o piedras e incluso establecen distintas tradiciones de manipulación aprendida de objetos, pero no parecen disponer de la capacidad de anticipación, planificación y coordinación necesarias para llevar a cabo la cultura olduvaiense.
                              • El incremento de la capacidad craneal puede ser un buen indicio acerca de la aparición de capacidades cognitivas nuevas (Sarah Benson-Amram et al, 2016), sobre todo si tenemos en cuenta lo caro que es, en términos metabólicos, un órgano como el cerebro. Además, un aumento de tamaño permite un aumento de complejidad y mayor capacidad de cálculo (Teoría Computacional de la Mente). Esta medida suele bastar cuando se comparan animales del mismo grupo filogenético. Pero los antropólogos utilizan también procedimientos estadísticos.
                                • El coeficiente de encefalización mide la relación existente entre el peso del cerebro y el peso del cuerpo). 
                                  • Cuando comparamos animales de distintos grupos filogenéticos, la exhibición de habilidades intelectuales está relacionada con la proporción alométrica entre el volumen del encéfalo y el tamaño de los animales. Se supone que el tamaño del cuerpo implica para su gestión un tamaño cerebral determinado y el exceso supone una capacidad computacional adicional.
                                  • Entre los monos del Nuevo Mundo, los que tienen alimentación insectívora cuentan con mayor coeficiente que los que se alimentan de hojas y ese hecho se relaciona con la mayor necesidad de procesamiento de la información procedente del medio ambiente. 
                                  • Harry Jerison efectuó un ajuste mediante regresión lineal entre los logaritmos de la masas corporal y cerebral de los vertebrados. La pendiente resultó ser aproximadamente 2/3, y este dato permite estimar el volumen cerebral esperado de cualquiera de estas especies. Los humanos tenemos un encéfalo casi ocho veces mayor de lo esperado (tres veces si solo tenemos e  cuenta los primates antropoideos). 
                                • La relación entre el tamaño cerebral en peso y la superficie corporal en área. 
                            1. Un aumento en la superficie del córtex.
                              • La relación entre la extensión del neocórtex y el volumen de la médula espinal (Passihgham, 1975). Se apunta de manera muy generalizada a una expansión del córtex frontal (Deacon, 1997), especialmente algunas regiones muy anteriores, como el área 10 de Brodmann. En los humanos abundan las células Von Econo, especialmente conectadas con el área 10 y asociadas a las relaciones sociales. 
                              • La girificación es la relación que existe, en cualquier sección del córtex, entre la longitud del perímetro cortical exterior (trazando el contorno más externo del córtex sin seguir sus recovecos) y la del perímetro total (midiendo el interior también de los plegamientos que hacen que el córtex humano parezca algo similar a una coliflor, salvadas sean todas las distancias). 
                                • Herculano-Houzel ha llegado a la conclusión de que los primates evolucionaron empacando muchas más neuronas en la corteza cerebral que otros mamíferos. Los seres humanos parecen disfrutar de más neuronas corticales que cualquier otra especie.
                                • El área de la superficie externa del cerebro, lo que corresponde aproximadamente a la superficie endocraneal, crece con un exponente alométrico de ~ 2/3 en relación con el volumen del cerebro. Sin embargo, la materia gris, que constituye la capa más externa del cerebro y contiene la mayoría de las neuronas, aumenta casi linealmente con el aumento de volumen del cerebro (exponente 0,955). Esto se traduce en un problema de embalaje espacial, que se resuelve mediante una intensificación del plegado cortical (girification). El gran número de neuronas también crea una "sobrecarga de comunicación," sustancial a medida que más neuronas necesitan estar interconectadas a través de distancias más grandes. La materia blanca, que constituye los haces de axones mielinizados por los que las regiones se comunican entre sí, aumenta a un exponente de 1,233. En los primates, este exponente es algo más pequeño (1,148). La girificacion es uno de los principios de construcción por el que las distancias de comunicación se mantienen cortas. Debido a que los grandes cerebros imponen limitaciones específicas de la organización neuroarquitectural, la ampliación de la evolución del cerebro de los homínidos siempre implica reorganización.
                                • El gen TRNP1 parece ser el responsable de la producción de pliegues, ya que se expresa en niveles bajos en las zonas con pliegues y en niveles altos en las zonas más lisas. Otro gen implicado en la formación de neuronas y pliegues puede ser el HARE5.
                                • Marta Florio et al (2015) han analizado los transcriptomas en ratones y humanos, identificando 56 genes que se expresan ​​preferentemente en la glía radial apical y basal de los humanos, células madre de la corteza cerebral, y que carecen de ortólogos en el ratón. Entre estos, ARHGAP11B tiene el más alto grado de expresión. ARHGAP11B surgió de la duplicación parcial del gen ARHGAP11A codificador de las proteínas de activación de las GTPasas Rho, que regulan un alto número de procesos de señalización y estructurales de la célula en respuesta a diversos estímulos. Esta duplicación se produjo después de la separación con los chimpancés. ARHGAP11B solo está presente en el genoma del humano (HAM, neandertales y denisovanos) y produce la formación de los pliegues cerebrales (aumento de la girificación) (Marta Florio et al, 2017). Los autores analizaron la función de este gen en el desarrollo del neocórtex y en la generación de neuronas desde las células progenitoras mediante un experimento con ratones. Insertaron el gen ARHGAP11B en el cerebro embrionario de un ratón, cuyo neocórtex es completamente liso y cuenta con un número muy pequeño de células madre. La inserción del gen en el cerebro en desarrollo del ratón provocó que el número de células progenitoras de la corteza aumentara hasta llegar casi al doble y el neocórtex comenzó a arrugarse.
                                • Es posible una evolución en el sentido de una mayor girifación tal como sucedió en Homo, pero también en el sentido contrario, como parece haber sucedido en los monos del Nuevo Mundo.
                                • Boldog et al (2018) han  reportado la existencia de un subtipo específico humano de neuronas GABAérgicas.
                            2. Mayor diversidad de áreas corticales y superficies más desarrolladas en los lóbulos parietales.
                              • El surco intraparietal es mucho más grande y complejo que en los otros primates. Esta implicado en la relación ojo-mano.
                              • El precúneo está mucho más desarrollado que en los chimpancés, en particular las áreas involucradas en la relación cuerpo-visión y cuerpo-espacio, la imaginación y la autoconciencia.
                            3. Mayor tamaño de los lóbulos temporales, en relación al patrón de los grandes simios. 
                              • Estas áreas están involucradas en el lenguaje y la memoria.
                            4. Menor tamaño de los lóbulos occipitales, en relación al patrón de los grandes simios.
                              • Relacionados con la decodificación de las señales visuales.
                              • Una mejora de la conectividad neuronal.
                                • Schoenemann, Sheehan y Glotzer (2005) midieron el volumen de la materia gris, blanca y el volumen total del lóbulo prefrontal y de todo el cerebro en 11 especies de primates. En términos relativos, se encontró que la materia blanca (conexiones de las neuronas con mielina) del lóbulo prefrontal, fue la mayor diferencia entre los humanos y los no humanos, mientras que la materia gris no mostró diferencias significativas.
                                • Están particularmente potenciadas la vías que unen los centros del lenguaje y las conexiones entre las áreas frontales y parietales.
                              • Cambios en los neurotransmisores.
                                • Los homínidos muestran un mayor contenido de serotonina y dopamina que el resto de los primates. La acetilcolina, que participa en la regulación del comportamiento jerárquico y territorial, se encuentra menos en los humanos que en los gorilas y chimpancés (Raghanti et al, 2018).
                                Cuando se trata de cerebros, el tamaño no lo es todo.  El cerebro humano es mucho más pequeña que la de un elefante o ballena.  Pero hay muchas más neuronas en la corteza cerebral de un ser humano que en la corteza de cualquier otro animal.
                                Masa cerebral y número de neuronas en algunos mamíferos. Olena Shmahalo / Revista Quanta; fuente: BrainMuseum.org y Herculano-Houzel et al.

                                Etapas en la evolución del cerebro.

                                Según Aida Gómez Robles, William D. Hopkins y Chet C. Sherwood (2014) el cerebro está dividido en módulos poco integrados, lo que pudo favorecer su evolución en mosaico.

                                Etapas:
                                1. Reorganización del parietal posterior y del occipital anterior hacia pautas más humanas, pero sin cambios apreciables por lo que hace al volumen cerebral, que continúa en Australopithecus dentro de los valores de los simios. 
                                2. En las primeras etapas de la evolución de los homínidos se produjo una reorganización vascular y cortical.
                                • Drenaje de la sangre a través de los senos marginales occipitales agrandados a expensas del sistema de seno transverso / sigmoide en los australopitecinos robustos.
                                • Aumento de ramificación de la arteria meníngea media en los homínidos de gran cerebro.
                              • Robert Martin (2000) supone una escasa diferenciación sexual en el Australopithecus africanus y por ello cree que se sobreestimó su tamaño corporal, de modo que el incremento de encefalización se daría ya en esta especie, posiblemente relacionado con la actividad locomotora y la búsqueda de un tipo diferente de alimentos a su vez relacionados con las necesidades de un cerebro en expansión.
                              • Falk et al (2000) comparando los endocráneos de diferentes especies de parántropos y los de Austraopithecus africanus dan una idea de la evolución cerebral parecida a la de Martin, apoyando la hipótesis del Australopithecus africanus como un ancestro del Homo.
                                • Los endomoldes de Australopithecus africanus indican una reorganización del cerebro con un aumento sustancial en el tamaño (aunque esa reorganización probablemente no tuvo lugar en el Paranthropus). Los polos frontales son cuadrados, y los polos temporales se ampliaron anterolateralmente, lo que indica la expansión de los lóbulos frontal y temporal.
                                • Hay evidencia de que australopitecinos dieron a luz a bebés comparativamente de gran cerebro, lo que implica modificación evolutiva del desarrollo perinatal.
                                • Según Falk et al (2000) y Falk et al 2012, el endocasto de Taung 1 reproduce una sutura metópica parcialmente fundida. Esta condición es relativamente frecuente en los jóvenes adultos humanos modernos, pero rara en los chimpancés. La fusión retardada de la sutura metópica podría ser adaptativa en varios aspectos: facilita el nacimiento de bebés de cerebro grande y permite la rápida expansión postnatal del cerebro, en especial de la corteza frontal. Ralph L. Holloway, Douglas C. Broadfield y Kristian J. Carlson (2014) han utilizado tomografía computerizada de imágenes de alta resolución de Taung 1 y no han observado fusión retardada de la sutura metópica ni variación de tamaño de la región prefrontal con respecto al chimpancé.
                                • Hacia los 2 Ma el linaje Homo, cuenta con un tercio inferior del frontal más complejo y moderno en sus circunvoluciones, un volumen craneal superior y asimetrías cerebrales similares a los de los seres humanos actuales. 
                                  • Todos los primates antropoides presentan asimetrías morfológicas entre los hemisferios cerebrales. 
                                  • En el humano moderno, estas asimetrías se corresponden con especializaciones en el lenguaje simbólico (hemisferio izquierdo) y la integración visuo-espacial (derecho), lo que hace plantear a Holloway la posibilidad de que tales capacidades existiesen ya en los primeros Homo, aun cuando menos desarrolladas. Esta es una idea expresada por primera vez por Tobias. 
                                  • La asimetría cerebral tiene también una expresión en términos de dimorfismos sexuales. La relación estrecha madre-hijo en los homínidos, incluso acentuada por una posible prolongación del periodo del embarazo, llevaría a una especialización cerebral relacionada con el corpus callosum. Funcionalmente hablando, las diferencias tenderían a establecer un cerebro masculino especializado en la integración visuo-espacial relacionada con la caza. Por el contrario, las hembras tendrían unas superiores capacidades cognitivas respecto a la comunicación simbólica y la comprensión de la realidad social. 
                                    • Estas habilidades serían complementarias más que competitivas.
                                    • La manera como los dimorfismos cognitivos podrían haber afectado a la evolución humana es imposible de plantear como no sea en términos especulativos.
                                • Aiello y Dunbar (1993) buscan una evidencia medible, como el tamaño cerebral, para rastrear el origen del lenguaje. La conclusión apunta a las primeras fases del género Homo como protagonistas de la aparición del leguaje, con un rápido incremento en la segunda mitad del Pleistoceno Medio, dentro del grado erectus.
                                  • Wynn sostiene, que las capacidades cognitivas dieron un salto brusco con Homo erectus, hasta el punto de atribuir a esa especie una capacidad para manejar datos diversos procedentes del medio, construyendo representaciones complejas del mundo, que sería incluso mayor que la nuestra.
                                    • Los fósiles del grado erectus muestran un amplio rango de variación en su volumen en el espacio y el tiempo. La ausencia de huella del surco fronto-orbital en todos los endomoldes de erectus, junto con la presencia de grandes negativos de Broca indica reorganización de la corteza frontal y evolución de las capacidades lingüísticas. Los endomoldes de erectus también tienen evidencia de una mayor expansión de la corteza prefrontal y de los lóbulos temporales. Queda por aclarar si la expansión siguió una tendencia alométrica general ya presente en los australopitecinos o si podría haber implicado nueva reorganización cortical.
                                  • El sistema frontoparietal es una compleja red cerebral con un papel crucial en la complejidad cognitiva (Jung y Haier, 2007Caminiti et al, 2015). Los cambios morfológicos son indicativos de reorganizaciones generales del cerebro, incluyendo la conectividad con las áreas subcorticales involucradas en las capacidades lingüísticas (Boeckx y Benítez-Burraco, 2014). Por lo tanto, es interesante que los seres humanos modernos y los neandertales, las dos especies humanas con más rasgos culturales derivados, exhiban características morfológicas específicas de la especie en las áreas frontal y parietal del cerebro (Bruner, 2017).
                                  • Los endomoldes neandertales son similares en tamaño a los de los humanos modernos, pero claramente diferentes en forma. Parece que sus cerebros voluminosos evolucionaron a través de la expansión alométrica de erectus, mientras que los cerebros humanos modernos evolucionaron a lo largo de una nueva vía que implica la expansión de la corteza parietal. Antes del nacimiento, ya se constatan diferencias sustanciales entre la morfología facial y endocraneal del HAM y el neandertal, lo que indica diferencias fundamentales en los programas de desarrollo fetal. Es probable que la divergencia ontogenética prenatal tuviera un efecto decisivo en la organización postnatal del cerebro. Durante la ontogenia temprana postnatal, el cerebro humano moderno adopta una forma esférica, en particular mediante la ampliación de la zona parietal posterior. Más tarde, durante la ontogenia, las trayectorias de desarrollo endocraneal de los humanos modernos y los neandertales son similares, pero más extendidas en este último taxón debido a mayores tasas de crecimiento viscerocraneal. Vanessa R. Paixão-Côrtes et al (2013), han estudiado el genoma completo de HAM, neandertales y denisovanos, para localizar la presencia de genes relacionados con la cognición. El cuadro general obtenido es de similitud de genes cognitivos en humanos extintos y existentes. Según Tristan A. Chaplin et al (2013) la expansión de las areas temporal, parietal (incluyendo el precúneo), corteza prefrontal ventrolateral y corteza cingulada anterior dorsal, todas los cuales son áreas de asociación de alto nivel involucradas en el complejo cognitivo y de comportamiento, sigue un patrón general de escala, presente desde la aparición de los primates.
                                  • Coolidge y Wynn, 2005; Wynn y Coolidge, 2010; Coolidge y Wynn, 2016 proponen que la explosión cultural que caracterizó al sapiens se debió a una mejora en la capacidad de la memoria temporal (Modelo de la Memoria de Trabajo). Los componentes básicos de esta memoria son un centro ejecutivo (corteza prefrontal), un centro de representación visoespacial (lobulillos parietales superiores) y un centro de almacenamiento fonológico (lobulillos parietales inferiores y corteza temporal). 
                                    • Baddeley, Gathercole y Papagno (1998) consideran que el almacenamiento fonológico en la memoria de trabajo es un cuello de botella potencial para la adquisición y comprensión del lenguaje. Si el sello distintivo del leguaje moderno es la recursión (Fitch, Hauser y Chomsky, 2005), el almacenamiento fonológico expandido puede haber ayudado al pensamiento recursivo.
                                    • El registro arqueológico sugiere que hace unos 100 ka surgió un importante desarrollo en la cognición humana (aunque el evento genético que mejoró la memoria de trabajo podría haber sido anterior). Klein (2000) y Mithen, 1996 propusieron que hubo una explosión cultural hace unos 50 ka debido a alguna mutación genética.
                                    • La arqueóloga experimental Lyn Wadley (2010) ha estudiado los procedimientos necesarios para fabricar los adhesivos recuperados en herramientas de piedra de la cueva de Sibudu de Sudáfrica (que datan de hace unos 70 ka). La complejidad supera cualquier evidencia anterior y rivaliza con cualquier elaboración de los cazadores recolectores actuales. Además, es claramente una tarea de la función ejecutiva.
                                    Según Alon Barash y Ella Been (2013), los cambios morfológicos más importantes tuvieron lugar antes de la expansión del encéfalo.

                                    Las teorías antiguas proponían una evolución del cerebro de más simple a más complicado con la sucesiva aparición de  nuevas áreas cerebrales. El cerebro de los vertebrados evolucionó a partir  de una base común y las distintas áreas se desarrollaron de forma diferencial en las especies según las necesidades específicas. George A. Mashour y Michael T. Alkire (2013).

                                    Encefalización en Homo.

                                    La espina dorsal rudimentaria de los primeros vertebrados se dividió en cinco partes: medula, cerebro posterior, cerebro medio, diencéfalo (tálamo e hipotálamo) y telencéfalo (hemisferio cerebral). A lo largo de la filogénesis posterior tan solo cambiaron los desarrollos relativos de esas regiones, sobre todo con la expansión de los centros olfatorios del telencéfalo que darán lugar, en los mamiferos, a la aparición del neocórtex.
                                    Los mamíferos más primitivos se distinguen de los reptiles por la posesión de un córtex bien desarrollado, con diversas capas de neuronas, en el que Elliot Smith identificó tres regiones, a principios del XX. Dos de ellas podían identificarse con regiones semejantes de los vertebrados inferiores, pero la otra es un rasgo único de los mamíferos, con filogénesis en forma de mosaico: el neocórtex, con cambios evolutivos dispares en los distintos linajes.
                                    Una característica general de todos los primates es el gran desarrollo alcanzado por el neocórtex y dentro de él de las áreas visuales (expansiones extra alométricas, superiores al aumento de tamaño del cuerpo).
                                    Jody A. Creel, 2012, en la evolución de los simios, advierte cambios en la heterocronía y cambios en la citoarquitectura; en la ontogenia, el orangután muestra un patrón más parecido al de los monos que al del chimpancé y humano.
                                    Según Dante Mantini et al (2013), dos redes situadas en las regiones corticales frontoparietales son nuevas en los humanos evolutivamente hablando. Se supone que están relacionadas con aspectos específicos de nuestra inteligencia.
                                    Según Dwight Read (2014) en el sapiens la memoria de trabajo es de mayor tamaño que en el chimpancé, lo que da lugar también a diferencias cualitativas, como la emergencia de la recursividad.

                                    Mary-Claire King y Allan Wilson desarrollaron la hipótesis del regulador de llamada según la cual son las diferencias en la actividad de los genes - la velocidad a la que se desencadena la formación de ARN y proteínas por los genes - las responsables de las diferencias en la morfología cerebral, el comportamiento y la cognición. En comparación con los chimpancés, las diferencias cuantitativas en ambos ARN y la producción de proteínas es hasta seis veces más alta en los seres humanos. De ello se deduce que la actividad de los genes del cerebro humano ha aumentado enormemente durante su evolución. Ignoramos cómo y cuándo se produjo este cambio.

                                    Randy L. Buckner y Fenna M. Krienen (2013) han estudiado la emergencia de la mente humana. Según su hipótesis de la atadura (tether hypothesis) el cambio se produjo cuando, debido al crecimiento del cerebro, las conexiones entre las neuronas se rompieron o desataron al alejarse entre sí, de forma que pudieron formar nuevos circuitos y originar nuevas cortezas de asociación.

                                    La tendencia hacia la encefalización comenzó con la remodelación biomecánica que se puede observar ya en Ardipithecus. Australopithecus africanus disponía de una capacidad encefálica en torno a los 450 cc. Homo habilis, con un tamaño corporal similar al A. Africanus , 600. El cráneo KNM-ER 1470 tiene una capacidad de 752 cc., está datado hace 1,9 Ma y atribuido a Homo rudolfensis. Para José María Bermúdez de Castro, (La evolución del talento) el incremento en el coeficiente de encefalización pudo producirse:
                                    • Gracias a un aumento en la en la tasa de crecimiento del cerebro durante la gestación. La pelvis del Homo habilis era relativamente más ancha que la del sapiens, y el aumento del tamaño del cerebro no debió suponer problema alguno en el parto.
                                      • El problema obstétrico consiste en explicar un aumento del volumen craneal al mismo tiempo que aumentaban los problemas del parto debido a las implicaciones de la bipedación. Parece que lo adaptativo hubiese sido lo contrario. Del estudio del cráneo del Niño de Taung, Dean Falk et al (2012) deducen que la fontanela anterior se soldaba tardíamente, tal como sucede en los humanos y esta adaptación, que facilita el parto, pudo permitir también un aumento del volumen del cerebro.
                                      • La morfología de los huesos de la pelvis, el insquion y el pubis, indican que en el Australopithecus afarensis el parto era parecido al de las humanas modernas, con rotación de la cabeza del feto y una trayectoria curva del canal del parto. El feto tenía un 50% de posibilidades de nacer con la coronilla orientada hacia su madre, lo que dificulta el parto en solitario.
                                      • Los problemas crecieron cuando los adultos alcanzaron un tamaño cerebral de 800 cc, con Homo erectus. Debido a la morfología del útero, la vagina y la pelvis, el parto tuvo que producirse casi siempre con la coronilla del feto orientada hacia la madre. El canal del parto tiene un diámetro máximo de 13 cm. La asistencia al parto es casi obligada. A partir de entonces los incrementos en el tamaño del cerebro tuvieron que producirse fuera del útero de la madre y esto pudo llevar a un aumento de la altricialidad o inmadurez de la cría en el momento del parto. La relación entre las masas del encéfalo en el adulto y neonato es de 3,7 en humanos mientras que en el chimpancé es de 2,8.
                                    • Gracias al aumento en la duración de la infancia.
                                    En los simios antropomorfos, los lóbulos frontales se sitúan detrás de los ojos. En los humanos más arcaicos, se encuentran en una posición intermedia. Solo en HAM y neandertales los lóbulos frontales están directamente apoyados en las órbitas. En relación a los neandertales y los primeros sapiens, los HAM tenemos lóbulos parietales más largos y abultados que corresponden con la posición del precúneo. 

                                    Los neandertales tenían las superficies parietales dorsales más anchas y abultadas lateralmente que los homininos arcaicos. Justo debajo de esta superficie, se encuentra el surco intraparietal.

                                    En el HAM observamos un aumento en la complejidad de la red vascular, seguramente relacionada con la regulación térmica. Afecta sobre todo a la superficie parietal.

                                    Mecanismos genéticos

                                    Mecanismos genéticos implicados (Rosales-Reynoso et al, 2018):
                                    • Selección positiva en regiones genéticas codificantes de proteínas que conducen a cambios en la secuencia y actividad de proteínas existentes.
                                      • Cuando se comparan los humanos y los chimpancés, la mayoría de las proteínas presentan al menos una diferencia en sus aminoácidos. Algunas de estas diferencias han tenido efectos funcionales importantes que han contribuido a ciertas características cerebrales humanas específicas. Cuando la selección positiva actúa sobre las mutaciones en regiones codificadoras que alteran la secuencia de la proteína, frecuentemente deja huella en los genes afectados. El principal enfoque en el estudio de la genética y sobre todo en la evolución del cerebro humano ha sido la identificación de genes que han mostrado selección positiva en comparación con el resto de primates.
                                      • La microcefalia primaria se manifiesta como una reducción en el tamaño del cerebro sin otras anormalidades en la arquitectura o en la formación del giro. Típicamente, la reducción en el tamaño de la corteza cerebral es mucho más severa que la de otras regiones del cerebro. Por lo tanto, la microcefalia primaria puede ser considerada como una condición atávica que recapitula algunos aspectos de las etapas evolutivas anteriores. Se han identificado seis regiones del genoma humano (MCPH1 a MCPH6); además se han asociado mutaciones nulas en 4 loci: microcefalina (MCPH1); proteína 2 reguladora asociada a la subunidad regulatoria CDK5 (CDK5RAP2); microcefalia asociada al uso mitótico anormal (ASPM) y proteína centromérica (CENPJ). El gen ASPM ha sufrido selección positiva durante todo el linaje de los primates a los seres humanos e incluye tanto el linaje de la separación de los grandes simios del Viejo Mundo hasta el linaje dentro de los grandes simios, el cual nos incluye como seres humanos. Por otra parte, el gen de la microcefalina se ha caracterizado por una marcada selección positiva principalmente en el linaje de los primates ancestrales hasta los grandes simios Así mismo los genes CDK5RAP2 y CENPJ han mostrado mayores tasas de sustituciones no sinónimas en primates comparadas con los roedores y CDK5RAP2 mostró específicamente altas tasas de cambios en los linajes del chimpancé y los humanos.
                                      • Otro ejemplo relacionado con la proliferación de precursores neuronales es el gen polipéptido 1 de activación de adenilato ciclasa (ADCYAP1), que también ha sufrido una acelerada evolución en su secuencia proteica en los seres humanos. ADCYAP1 regula la transición de la proliferación de estados diferenciados durante la neurogénesis.
                                      • Un segundo aspecto del desarrollo neuronal que podría haber sido sustrato para la selección positiva en los seres humanos es el direccionamiento del axón. El gen auxiliar 1 del sitio de integración Abelson (AHI1) es uno de los genes asociados a una rara malformación cerebral denominada síndrome de Joubert; el gen AHI1 participa direccionando los axones desde el cerebro hasta la médula espinal. En ese sentido, tanto los genes ASPM, ADCYAP1 y AHI1 muestran una tasa acelerada de cambios no sinónimos en la secuencia a lo largo del linaje humano a partir de la divergencia de los chimpancés.
                                      • Otro ejemplo es el gen Sonic Hedgehog (SHH), el cual es altamente conservado durante el desarrollo. Este gen codifica para una molécula de señalización que tiene un papel central durante el desarrollo de muchos tejidos, especialmente en el sistema nervioso y esquelético. La proteína SHH está constituida por 2 dominios funcionales: el péptido señal y una región autocatalítica; ambos dominios se encargan de cortar el péptido señal. El dominio autocatalítico ha mostrado una marcada tasa de evolución en su secuencia proteica en primates comparada con otros mamíferos, y más aún en la secuencia proteica de los humanos, donde los principales cambios involucran ganancia de ciertos aminoácidos como serinas y treoninas, los cuales son sustratos potenciales para modificaciones postraduccionales, por lo que este gen SHH se ha propuesto como el principal autor de la evolución del sistema nervioso y/o sistema esquelético desde los primates hasta el humano.
                                      • Finalmente, otro gen relacionado en estos procesos es monoamino oxidasa A (MAOA), el cual codifica para una enzima mitocondrial que cataboliza varios neurotransmisores, entre los que se incluyen la dopamina, la serotonina y la norepinefrina. Alteraciones funcionales en este gen pueden tener potencialmente numerosas consecuencias fisiológicas y conductuales. Se sugiere que mutaciones no sinónimas en este gen provocaron un cambio funcional en la enzima, dando lugar a la divergencia humano-chimpancé.
                                      • RNF213 muestra una evolución acelerada en humanos, chimpancés y gorilas. Pudo facilitar un flujo sanguíneo adicional para permitir grandes cerebros (Scally et al, 2012).
                                    • Duplicación de genes previamente existentes. 
                                      • La generación de nuevos genes en el genoma es desencadenada por eventos de duplicación, a menudo dentro de grandes familias de genes que quizás tienen predisposición a tales eventos. La relajación de la restricción evolutiva en los genes duplicados proporciona una oportunidad única para neofuncionalización o subfuncionalización. La «neofuncionalización» involucra la adquisición de nuevas características por uno o ambos genes duplicados, mientras que la «subfuncionalización» implica la repartición de la función ancestral entre los genes duplicados. Los recientes avances en la secuenciación completa de genomas de múltiples especies de primates, acopladas con nuevas tecnologías como la hibridación genómica comparativa, ha facilitado la identificación de genes duplicados durante la evolución humana
                                      • La primera familia de genes para los cuales existe evidencia sustentable de duplicación génica, seguida por neofuncionalización, es la familia «Morfeo». Esta familia de genes es tan amplia en los linajes de humanos y los grandes simios que ha sido acompañada por una intensa selección positiva en las secuencias de proteínas codificadas. La función de los genes Morfeo es aún desconocida y no está claro si la adaptación drástica de esta familia de genes a través de la evolución tiene que ver con el proceso de encefalización humana.
                                      • Según Franck Polleux y Evan Eichler (2012), unos 30 genes se duplicaron de forma selectiva en los seres humanos. SRGAP2 se duplicó al menos dos veces: hace 3.5 Ma y hace 2,5 Ma, esta vez de forma parcial, dando lugar a una innovación genética que podría haber ayudado a poner en marcha los cambios evolutivos en el desarrollo del cerebro y coincide en el momento de la transición entre Australopithecus y Homo. Esta innovación habría acelerado la migración neuronal dando más tiempo para la creación de conexiones neuronales. SRGAP2C es responsable de un aumento en el número de conexiones entre las neuronas (Suzuki et al, 2018).
                                        • Tal cambio trascendental ocurrió al mismo tiempo que la inhibición del gen MYH16, de forma que los músculos relacionados con la masticación disminuyeron su tamaño y dejaron de limitar el crecimiento cerebral (Stedman et al, 2004Rosales-Reynoso, 2018).
                                      • Según Laura J. Dumas et al (2012) hay una correlación entre el número de copias del dominio de la proteína DUF1220, en la familia de genes NBPF, y el tamaño del cerebro en humanos (patologías) y simios. Los humanos disponemos por lo general de 270 copias, los chimpancés 125, los gorilas 99, los titíes 30 y los ratones 1. Por ello este gen es candidato a efector de la evolución biológica y la variación patológica.
                                      • Fiddes et al (2018) descubrieron que el gen NOTCH2NL, presente en los humanos actuales,  falta en el macaco. Al reconstruir la historia evolutiva de este gen, llegaron a la conclusión de que hace unos 14 Ma, parte de un gen ancestral NOTCH2 se copió por error. El nuevo "gen" era incompleto y no funcional, pero hace ca 3 Ma, poco antes de que los cerebros de los ancestros humanos comenzaran a expandirse, se insertó una pieza adicional de NOTCH2 en esta copia, haciendo que el gen fuera funcional. Posteriormente, ese gen NOTCH2NL activo se duplicó dos veces más, produciendo tres genes activos de NOTCH2NL en un extremo del cromosoma 1 humano y una copia inactiva en el otro extremo. Suzuki et al (2018) y Florio et al (2018) descubrieron que este gen retrasa la especialización de las células madre de la corteza cerebral responsables de la producción de neuronas. Este retraso produce muchas más copias de células madre y en consecuencia se obtienen más neuronas. Los tres genes NOTCH2NL activos se ubican en una región inestable, en el medio del ADN implicado en el autismo, la esquizofrenia y el síndrome de retraso del desarrollo.
                                      • Otra familia de genes denominados MRG, los cuales codifican para un grupo de receptores acoplados de proteínas G, se expresan significativamente en neuronas nociceptivas de la médula espinal y son implicadas en la modulación de la nocipercepción. La presencia de múltiples copias de los genes MRG en humanos, probablemente es el resultado de la amplificación del gen después de la divergencia humano-ratón, ya que las secuencias de las copias en humanos revelan fuerte evidencia de selección positiva en las regiones de los genes que codifican para los dominios de unión al ligando extracelular.
                                      • Otro ejemplo en el que la consecuencia funcional de un evento de duplicación es evidente, es el nacimiento del gen glutamato deshidrogenasa 2 (GLUD2). Este gen surgió de la retrotransposición o de la reintegración del ARNm de solo un precursor ancestral: GLUD1. En la mayoría de las especies de mamíferos, GLUD1 es el único gen que codifica para la proteína glutamato deshidrogenasa, la cual en el cerebro cataliza el reciclaje del neurotransmisor excitatorio glutamato. El evento de retrotranscripción ocurrió en el linaje de los simios, después de su divergencia de los monos del Viejo Mundo, dando lugar al gen GLUD2, el cual codifica para otro gen glutamato deshidrogenasa específico en los simios y los humanos. Aunque el gen GLUD1 es ampliamente expresado en muchos tejidos, la expresión de GLUD2 es específica del tejido nervioso y testicular.
                                    • Deleción genética.
                                      • La pérdida de genes en un organismo puede tener consecuencias drásticas o deletéreas, por lo que este es un evento mucho más raro durante la evolución. En algunos casos, sin embargo, la pérdida de genes puede ocurrir debido a cambios selectivos con el tiempo. 
                                      • El mejor ejemplo conocido de pérdida de genes durante la evolución humana es la familia de genes de los receptores olfatorios (RO). Se ha estimado que el ratón tiene aproximadamente 1.200 genes con funciones de RO, en tanto que en el humano solo existen cerca de 350 de estos genes. Esta cantidad reducida de genes es debida principalmente a los seudogenes (reliquias no funcionales de los genes ancestrales). Esta degeneración en los genes RO no es única en humanos y parece afectar también varias especies de primates. Recientemente se ha demostrado una selección positiva en algunos genes RO en el linaje humano. 
                                      • Otro ejemplo interesante de pérdida de genes que podría haber desempeñado un papel importante en la evolución del cerebro humano es el gen cadena pesada 16 de la miosina (MYH16); este gen codifica para la cadena pesada de la miosina, proteína presente en el músculo esquelético. En primates no humanos, MYH16 se expresa exclusivamente en músculos de la cabeza, incluidos los músculos encargados de la masticación; en humanos, una mutación en este gen produce desplazamiento del marco de lectura, lo que resulta en la pérdida de su función. En ese sentido, al realizarse comparaciones con otros primates, los humanos tienen un sistema para la masticación poco desarrollado, sugiriendo que la pérdida del gen MYH16 fue parcialmente responsable de ello.
                                    • Cambios en la expresión génica a través de modificaciones en las secuencias reguladoras de diferentes genes.
                                      • Se ha postulado que cambios en la expresión génica hayan desempeñado un papel importante en la aparición del fenotipo humano. En particular, ha sido argumentado que pequeños cambios en elementos regulatorios no codificantes pudieran fuertemente impactar en los patrones de expresión espacial y temporal de genes del desarrollo, lo que podría tener profundos efectos fenotípicos.
                                      • Una estrategia utilizada para establecer cómo los cambios en la expresión génica han contribuido a la evolución humana es comparar regiones regulatorias cis de genes relacionados con el cerebro, para identificar aquellos genes que han sufrido selección positiva. El gen prodinorfina (PDYN) codifica para un precursor de un neuropéptido opioide involucrado en muchos procesos neurales. Un elemento cis regulatorio ubicado corriente arriba de este gen exhibe una tasa rápida de cambios en su secuencia en el linaje humano después de la divergencia de los chimpancés, lo que demuestra los efectos de la selección positiva. Además de secuencias reguladoras cis, los cambios en las secuencias proteicas de factores de transcripción pueden tener profundos efectos en la expresión de los genes que regulan. Varios estudios han encontrado un aumento significativo de factores de transcripción entre los genes que han experimentado selección positiva en sus regiones codificantes para las proteínas, aunque no es claro si los patrones de expresión de sus genes diana se ven afectados.
                                    • Cambios en la síntesis de ARNs no codificantes.
                                      • Durante una exploración a gran escala de elementos cis-reguladores, se encontró el primer ARN no codificante humano seleccionado positivamente (Pollard et al., 2006). El gen para este ARN no codificante fue el llamado región humana acelerada 1 (HAR1), el cual es expresado en las neuronas del desarrollo del neocórtex humano. El análisis evolutivo realizado reveló que, a pesar de que este gen mide solo 118 pb, contiene 18 cambios en el linaje humano desde la divergencia de los chimpancés. 
                                        • J. Lomax Boyd et al (2015) han obtenido las principales diferencias en potenciadores genéticos entre los chimpancés y los seres humanos y luego han visualizado sus respectivas contribuciones al desarrollo temprano del cerebro, implantando en embriones transgénicos de ratón las correspondientes variantes. Los potenciadores candidatos fueron denominados HARE (human-accelerated regulatory enhancer) de 1 a 6. Según los hallazgos, cuando se introduce en un embrión de ratón el potenciador humano HARE5, da lugar a un cerebro un 12% más grande que cuando se introduce la secuencia HARE5 de los chimpancés, siendo el neocórtex la región cuyo volumen más aumenta. Los HARE5 humano y del chimpancé se difierencian en sólo 16 letras en su código genético. Sin embargo, en embriones de ratón, los autores encontraron que el potenciador humano se activaba antes en el desarrollo y era más activo en general que el promotor del chimpancé. HARE5 potencia el gen FZD8, un receptor en la vía de señalización de Wnt del grupo Frizzled (fz) que dirige la polaridad celular, desarrollo embrionario y muchos otros procesos en organismos adultos y en desarrollo.

                                    Modificaciones epigenéticas

                                    Cada individuo logra su «individualización» a través de sus interacciones con el entorno (Rosales-Reynoso et al, 2018). Se cree que en los seres humanos estos mecanismos epigenéticos son los responsables de esos 900 g de materia gris que tenemos en exceso en nuestro cerebro y de la forma en que las áreas cerebrales se distribuyen. Sin entrar en mayor detalle respecto al genoma humano, debemos recordar que contiene entre 20 y 25 mil genes, los cuales codifican para el conjunto de proteínas que forman nuestra estructura bioquímica. Las secuencias codificadoras de proteínas representan menos del 2% de nuestro genoma; el otro 98% del genoma humano está constituido principalmente por secuencias que regulan la expresión génica, incluyendo secuencias de ARN no codificantes con funciones regulatorias.

                                    Como se mencionó previamente, los seres humanos (H. sapiens) y los chimpancés (P. troglodytes) nos diferenciamos en tan solo un 1,23% de la secuencia genómica. Además de los cambios de estructura y función de las proteínas, las diferencias en los patrones de expresión génica son considerados fundamentales para la diversificación fenotípica. Estudios comparativos han identificado numerosas modificaciones epigenéticas en regiones reguladoras. La metilación de citosinas en sitios CpG es la principal modificación epigenética en el ADN genómico, y es capaz de regular la expresión génica de numerosas secuencias codificadoras. En mamíferos, los sitios CpG que contienen citosinas metiladas se caracterizan por una elevada tasa de mutabilidad. Las islas CpG son regiones de 0,5-2 kilobases que albergan muchos sitios CpG, generalmente localizados en regiones promotoras no metiladas de los genes. La metilación de estas regiones es un proceso heredable a través de las divisiones celulares, lo que es importante para el mantenimiento de los patrones de expresión. Se observan niveles de metilación variables en regiones adyacentes a las islas CpG durante el desarrollo embrionario, la carcinogénesis y la reprogramación celular. En humanos y chimpancés, el 12-18% de los genes que muestran diferencias de expresión tienen también diferencias de metilación.
                                    • Zeng et al. (2012) identificaron 1055 genes en el córtex humano que están significativamente menos metilados que en la corteza del chimpancé. Muchos de estos genes hipometilados humanos mostraron una mayor expresión en comparación con sus homólogos de chimpancé. Además, este conjunto incluye una serie de genes asociados con el autismo, como GABRA2, GABRG1 (genes del receptor GABA) y SLC6A4 (el gen transportador de la serotonina). En los seres humanos, la influencia de un gen en la cognición social puede estar implícita cuando la disfunción genética se asocia con trastornos de la comunicación o rasgos del espectro autista, como la falta de empatía o habilidades sociales (Ragsdale y Foley, 2018).
                                    Mediante la comparación de las áreas homólogas cerebrales de especies y ancestros de mamíferos y primates, puede construirse un árbol filogenético. Las relaciones espaciales generales entre áreas sensoriales primarias son consistentes a través de especies de mamíferos y la capa cortical del primate está ocupada principalmente por zonas que se encuentren entre las áreas sensoriales primarias y secundarias. Randy L. Buckner y Fenna M. Krienen (2013)

                                      Ventajas de la encefalización

                                      Nuestro encéfalo representa un 2,5% de la masa corporal, pero su consumo asciende a un 22% de la tasa metabólica basal (1,33 kg pesa nuestro cerebro y su consumo energético equivale al de 25 kg de músculo esquelético en reposo). La encefalización tiene un coste metabólico y por tanto debemos preguntarnos cuáles son los superiores beneficios en términos adaptativos de un mayor tamaño del encéfalo.
                                      • Las especies más encefalizadas, pueden explotar territorios más amplios y con ello alimentarse de recursos que requieren de una mayor capacidad de predicción.
                                        • Hipótesis del forrajeo (extractive foraging hypothesis)
                                          • Katherine Milton y Katherine Gibson entre otros han atribuido las capacidades cognitivas mejoradas de los primates a las ventajas de poseer un mapa cognitivo espacio-temporal para el forrajeo debido a que los alimentos se distribuyen por el espacio y las estaciones.
                                          • Katherine Gibson considera además que la obtención de alimentos que se ocultan de la vista, a menudo difíciles de extraer, como nueces, raíces y tubérculos subterráneos, y que requieren un delicada manipulación para recuperar con éxito, pueden haber jugado un papel en el aumento de la capacidad cognitiva de los primates.
                                      • La relación depredador - presa conduce a una carrera armamentística, en la que el aumento de tamaño del encéfalo provee de más y mejores estrategias de caza o huída.
                                      • El mayor tamaño del encéfalo permite dedicar una parte a las habilidades sociales. Vivir en grupo disminuye los factores de riesgo, pero exige comportamientos más complejos (teoría del cerebro social).

                                      Cambios en la organización del cerebro. Lenguaje.

                                      El hecho de la encefalización creciente no es el único fenómeno notorio que pueda detectarse en la filogénesis de los homínidos. Además del aumento de tamaño relativo del ceerebro, que es una cuestión en esencia cuantitativa, se producen también cambios en la organización que mantuvieron e incrementaron su eficiencia. Para JB Smaers y C. Soligo (2013), la reorganización del cerebro fue la principal fuerza evolutiva y la corteza prefrontal juega el papel más importante en la explicación de los cambios evolutivos de los antropoides. Por otra parte, el tamaño del cerebro y la organización cortical muestran un alto componente hereditario en los chimpancés, mientras que en los humanos aumenta la plasticidad y la influencia del medio ambiente en el desarrollo neurológico (Aida Gómez-Robles et al, 2015).
                                      • Semendeferi y Hanna Damasio (2000) compararon en distintos hominoideos los volúmenes relativos de tres áreas cerebrales, la frontal, la temporal y la parieto-occipital (definidas por el sulcus central y la fisura de Silvio) para concluir que los lóbulos temporales, reconocidos por su importancia para la audición, visión y muchos otros procesos cognitivos superiores como la memoria y el lenguaje, aparecen anormalmente grandes en nuestra especie, lo que hace pensar que existe una presión selectiva en el género Homo para el desarrollo de esta parte del cerebro. 
                                      • Robert A. Barton y Chris Venditti (2013), han confirmado la expansión alométrica de los lóbulos frontales.
                                      • El estudio de Rilling e Insel (1999) indica que la girificación es, en términos generales, alométrica en los hominoideos: cuanto más grande es el cerebro, más girificado está el córtex. Pero en las secciones longitudinales horizontales Rilling e Insel detectaron una girificación extraalométrica en la “rebanada” que corresponde en gran parte al córtex frontal y prefrontal en Homo sapiens. Eso indica que el desarrollo último del lenguaje, la capacidad estética y los juicios morales puede tener que ver con esas áreas. Zeki (1999) sugiere que el arte pictórico podría deberse a ciertos cambios producidos en las mismas áreas visuales, es decir, en la zona occipital del cerebro.
                                      • Schoenemann, Sheehan y Glotzer (2005) encontraron mayor materia blanca prefrontal en los humanos y Bufill y Carbonell (2004) una mayor y tardía mielinización. Esto indica una mayor interconexión.
                                      • La diferenciación funcional (A. Rivera; pub on-line, 2014) conlleva a que nuestra especie tendría una mayor capacidad funcional de dos tipos (fundamentales en la conducta humana) (Ardilla y Ostrosky-Solis, 2008):
                                        • Metacognitivos (área dorsolateral de la corteza prefrontal), para procesar la información, asimilarla y utilizarla para mejorar su conducta, mediante el mayor desarrollo de sus funciones ejecutivas, imprescindibles para la organización de todo tipo de conducta y lenguaje, y al aumento de las capacidades de abstracción y simbolismo.
                                        • Emocionales (área ventromedial de la corteza prefrontal), que coordina la cognición y la emoción. En ese sentido, la función principal del lóbulo prefrontal es encontrar justificaciones aparentemente aceptables para los impulsos límbicos (los cuales constituyen las “funciones ejecutivas emocionales”).
                                        • El estudio comparativo de Falk et al (2000) indica una medida relativa igual para el lóbulo central en humanos actuales, gorilas y chimpancés, pero con diferencias significativas a favor de los humanos en algunas subregiones del lóbulo central. Esto quiere decir que el lóbulo frontal humano se ha reorganizado en comparación con el de los grandes simios africanos. Los lóbulos frontales de los parántropos muestran una forma tipo-simio mientras que la expansión frontal y temporal de Australopithecus africanus se acerca más a Homo.
                                        Holloway, Jerrison, Falk y Tobias indican la presencia de dos fronteras en la evolución de la complejidad cerebral.
                                        • La primera, la aparición en Homo habilis de una organización neurológica “esencialmente humana”.
                                        • La segunda, un continuo y rápido aumento del índice de encefalización dentro del género Homo.
                                        La reorganización cortical se manifiesta por ciertas modificaciones, que se deben principalmente a la expansión sustancial de las áreas de asociación corticales en relación con las áreas sensoriales primarias (Christoph Peter Eduard Zollikofer y Marcia Silvia Ponce De León, 2013):
                                        • Reducción relativa de la corteza visual primaria y el cambio asociado del surco semilunar hacia los polos occipitales.
                                        • Ampliación mediolateral de los lóbulos frontales.
                                        • Expansión de los polos temporales, asociada con un mayor nivel de abstracción, razonamiento matemático y económico más complejo y mayor autoconciencia.
                                        • Desaparición del surco fronto-orbital simiesco de la superficie cortical externa y la superficie endocraneana asociada.
                                        Globularización del cerebro.  Bruner e Iriki (2015).
                                          Bruner y Lozano (2014), Bruner e Iriki (2015)Bruner et al (2016) y Bruner, Lozano y Lorenzo (2016) Bruner et al (2018) recuerdan que las evidencias paleoneurológicas sugieren que las áreas del cerebro que más han cambiado a lo largo de la evolución humana son las relacionadas con la integración visual-espacial (surco intraparietal y precúneo):
                                          • Los neandertales muestran un abultamiento lateral de las áreas parietales superiores que no aparece en erectus ni heidelbergensis. Para los autores puede haber una relación entre estos cambios morfológicos y la utilización de las técnicas líticas Levallois. El uso de la boca como una tercera mano pudo haber sido el resultado de una organización cerebral insuficientemente ajustada a la complejidad cultural, lo que requirió el reclutamiento de elementos corporales adicionales.
                                          • La forma globular del cerebro del HAM es debida a una patente dilatación espacial de toda la superficie parietal en una fase post-natal muy temprana, lo que no sucede en los monos ni en los neandertales.
                                          Tres regiones de la corteza y las estructuras endocraneales relacionados son de especial interés para la paleoneurología: La corteza prefrontal, las áreas de Broca y Wernicke y los lóbulos temporales y los lóbulos occipitales.
                                          • La corteza prefrontal, que se considera generalmente como una región clave para el conocimiento avanzado.
                                          • Las áreas de Broca y de Wernicke y los lóbulos temporales, que están implicadas en el procesamiento del lenguaje (Flinker et al, 2015). El paso de hominoideos primitivos a seres del género Homo tiene que ver con el desarrollo de habilidades de modificación del entorno: construcción de herramientas, dominio del fuego, cooperación y división del trabajo etc. Pero estas actividades necesitan de un lenguaje con el que la transmisión de experiencias se haga al margen de la herencia genética a través de una memética cultural. Los sapiens cuentan con un desarrollo muy acusado de las áreas temporales y prefrontales relacionadas con el procesamiento de la comunicación verbal y las tareas semánticas. Cabría sustentar en el desarrollo de tales áreas las especulaciones acerca del origen del lenguaje. Tobias ha venido defendiendo una expansión temprana de estas áreas. Comparando los endocráneos de Homo habilis con los de Australopithecus africanus, Tobias detectó no solo un desarrollo de las áreas de Broca y Wernicke sino también del lóbulo frontal, que anticiparía el incremento de volumen de esa zona en los homínidos de grado erectus.
                                            • Para Holloway (1983)la paleoneurología y el registro fósil no pueden dar ninguna solución al debate sobre la evolución del lenguaje (Bruner, 2017).
                                            • En los cerebros humanos modernos, el área de Broca a menudo tiene un negativo en el endocráneo. Su presencia en endomoldes homínidos fósiles se ha interpretado como evidencia de la evolución temprana del lenguaje articulado. Los estudios basados en MRI, sin embargo, han demostrado que los cerebros de los chimpancés también muestran un área de Broca, aunque su misión funcional no sea la misma, ya que la citoarquitectura de sus áreas y bordes son algo diferentes de las de los seres humanos.
                                            • Más allá de los indicios extraídos de los moldes endocraneales, apenas puede decirse nada que no sea en términos especulativos. Lieberman sostiene que el habilis tendría, en el mejor de los casos, un lenguaje no totalmente moderno mientras que Tobias cree en una creciente complejidad en los aspectos conceptual y sintáctico, junto con una ampliación en el tiempo del repertorio de fonemas. Todas estas etapas entrarían dentro de lo que cabe considerar como “lengua humana hablada”.
                                            • El aprendizaje del lenguaje está correlacionado con la mielinización del fascículo arqueado, que une el área de Wernicke y el área de Broca. 
                                            • Será necesario disponer de estudios más detallados para localizar de forma precisa las funciones cerebrales que intervienen en los procesos cognitivos relacionados con el habla antes de poder decir la última palabra. Así por ejemplo, Iain DeWitt y Josef P. Rauschecker (2011) han comunicado que tras analizar 115 estudios de resonancia magnética funcional y tomografía por emisión de positrones, el procesamiento del habla se produce en una nueva área unos 3 cm más cerca de la parte frontal del cerebro que el área de Wernicke, al otro lado de la corteza auditiva. Esta nueva ubicación parece concordar con la recientemente descubierta área en primates no humanos, lo que sugiere que el origen del lenguaje entre primates y humanos es más cercano de lo que se creía. Por otra parte, el lenguaje implica una amplia gama de regiones corticales adicionales, lo que indica la naturaleza altamente interconectada de la funciones cerebrales cognitivamente exigentes. Estos estudios muestran que el lenguaje no es sólo una cuestión de módulos corticales especializados, sino de cómo se interconectan los módulos entre sí. De especial relevancia es la obra de Stout y Chaminade (2012), que puso de manifiesto que una parte importante de los circuitos neuronales implicados en la producción del lenguaje también se activan durante la producción de herramientas de piedra. El análogo en el chimpancé del área de Broca está implicado en los gestos, lo que presta apoyo a la hipótesis de que la evolución del lenguaje se correlacionó con la evolución de las habilidad habilidades manuales, en especial la producción de herramientas de piedra.
                                            • Por otra parte, se ha discutido mucho acerca de la influencia de factores innatos en el procesamiento del lenguaje. Mahdi Mahmoudzadeh et al (2013), han estudiado las respuestas cerebrales al habla en fetos de 28 a 32 semanas de gestación, cuando aún no se ha completado la organización cortical en capas, observando varios puntos de semejanza con las redes neuronales lingüísticas de los adultos, lo que confirma la existencia de dichos factores innatos. La hipótesis sound symbolism bootstrapping propone que existe una relación entre el sonido de una palabra y su significado y que los infantes preverbales cuentan con una capacidad sinestésica en forma de cableado cerebral transversal (integración intermodal) que les ayuda a asociar el sonido con el referente (Imai y Kita, 2014; Bankieris y Simmer, 2015).
                                          • Los lóbulos occipitales, que comprenden las principales áreas de procesamiento de la información visual.
                                            • En los grandes simios, el surco semilunar representa la delimitación anterior de la corteza visual primaria. Esta delimitación tiene su negativo como una impresión superficial en algunos endomoldes.
                                            • En los cerebros humanos modernos, el surco semilunar se encuentra más posteromedialmente, lo que indica un importante desplazamiento de las tareas de procesamiento de información visual a las áreas corticales. En los seres humanos modernos, el surco semilunar es poco visible, muy variable, y sólo parcialmente representado en la superficie cortical externa. Además, no representa el borde anterior de la corteza visual primaria.

                                          Lateralización

                                          El patrón primate señala que a un cerebro más grande le corresponde mayor asimietría. Sin embargo, el estudio de las asimetrías estructurales cerebrales como sustratos anatómicos de las asimetrías funcionales en seres humanos existentes, grandes simios y homínidos fósiles es de gran importancia en la comprensión de las bases estructurales de la cognición humana moderna.

                                          El hemisferio derecho es ligeramente mayor que el izquierdo, extendiéndose más hacia el polo frontal, mientras que el izquierdo se extiende más hacia el polo occipital (patrón petalial). Los lóbulos frontal y parietal derechos son a menudo más gruesos que los izquierdos, mientras que el occipital y el área interna del lóbulo temporal izquierdos, así como la mitad izquierda de la parte lateral de la corteza prefrontal son más grandes que los derechos. El planum temporal del lóbulo temporal, parte del área de Wernicke, es mayor en el lado derecho en la mayoría de los humanos. La pendiente de la Cisura de Silvio, que define el borde superior del lóbulo temporal, es más pronunciada en el lado derecho. El el surco temporal superior es más profundo en el hemisferio derecho, en la zona ventral del giro de Heschl; esta asimetría es una apomorfia humana (François Leroy et al, 2014).
                                          La lateralidad y la asimetría del cerebro son consideradas como exclusivas de los humanos, y se asocian con una especialización del hemisferio izquierdo para el lenguaje (incluido el de gestos), la lógica y pensamiento, los gestos y el uso de herramientas ( los humanos actuales muestran una amplia preferencia por la mano derecha, 85-90%; Chui y Damasio, 1980, Annett, 1985, Amunts et al., 2000,Fagard, 2004, Raymond y Pontier, 2004, Cashmore et al., 2008, Uomini, 2009 y Papadatou-Pastou, 2011) y del hemisferio derecho para la creatividad, la intuición, la visión y la atención. Sin embargo, las asimetrías están muy extendidas entre los animales, lo que apoya la teoría de la evolución gradual de funciones como el lenguaje y el uso de herramientas (Forrester et al, 2015).
                                          • La dominancia del hemisferio derecho para la emoción parece estar presente en todos los primates hasta ahora investigados, lo que sugiere una continuidad evolutiva que se remonta por lo menos a 30-40 Ma.
                                          • El predominio del hemisferio izquierdo para la vocalización se ha demostrado en ratones y ranas. Alrededor de dos tercios de los chimpancés son diestros, especialmente en gesticular y lanzar. El hemisferio izquierdo de los chimpancés muestra dos áreas corticales homólogas a las principales áreas del lenguaje en los seres humanos: el área de Broca (F5 en los chimpancés) y el área de Wernicke. En el área F5 se han localizado neuronas espejo. Las neuronas espejo se toman a menudo para ser la base de la imitación, pero los primates no humanos son imitadores pobres.
                                            • Comparando los cerebros de humanos y macacos, Liping Wang et al (2015) han localizado un circuito recientemente desarrollado que pudo dotar a los seres humanos con una capacidad única para representar secuencias lingüísticas y no lingüísticas de una manera unificada.
                                          • Según Antoine Balzeau et al (2014), debido a que el sustrato anatómico relacionado con la asimetría del cerebro ha estado presente desde la aparición del linaje de los homínidos (el último ancestro común de chimpancés y el humano moderno tenía ya un cerebro asimétrico), no es posible demostrar una relación directa entre el grado de variaciones en el tamaño, forma, y asimetrías de la tercera circunvolución frontal y el origen de lenguaje.
                                          Michael C. Corballis (2013) repasa las cuestiones probadas referentes a la lateralidad.
                                          1. La asimetría es innata.
                                          • La lateralidad y la asimetría se han detectado en el feto y alrededor de dos tercios de los casos muestran el sesgo hacia la izquierda. En la décima semana de gestación, la mayoría de los fetos mueven el brazo derecho más que el izquierdo en la 15 ª, chupan más el pulgar derecho que el izquierdo. A los tres meses, la mayoría de los fetos muestra una ampliación hacia la izquierda del plexo coroideo. Esta asimetría puede estar relacionada con la ampliación hacia la izquierda del plano temporal (parte del área de Wernicke), evidente a las 31 semanas.
                                        • La asimetría se manifiesta de distinto modo en los individuos.
                                          • El 70% de los zurdos utilizan el hemisferio izquierdo para el lenguaje.
                                        • Los genes influencian pero no determinan la lateralidad.
                                          • Un 23% por ciento de los gemelos monocigóticos, que comparten los mismos genes, utilizan preferentemente la mano opuesta (gemelos espejo). En la mayoría de estos gemelos el hemisferio izquierdo es dominante para el lenguaje. En los gemelos, como en los nacidos por separado, se estima que sólo alrededor de una cuarta parte de la variación en el uso de las manos se debe a influencias genéticas.
                                          • Ser zurdo surge de la falta de un sesgo genético hacia la mano derecha, y es cuestión de azar.
                                          • Varios estudios de todo el genoma a gran escala han fracasado en revelar un locus único asociado significativamente con el uso de las manos. Parece que la lateralidad es un rasgo poligénico en parte controlado por los genes que establecen la asimetría del cuerpo en los momentos tempranos del desarrollo.
                                          • Un estudio ha demostrado que las repeticiones de una secuencia de CAG en el locus del receptor del andrógeno en el cromosoma X están relacionadas con la lateralidad. En las hembras, la incidencia de zurdas aumentó con el número de repeticiones, mientras que en los varones se reduce con el número de repeticiones. Este hallazgo apoya un papel de la testosterona en la determinación de la lateralidad. 
                                          • En formulaciones recientes de la teoría X-Y, se ha propuesto que la asimetría cerebral está universalmente codificada en el genoma humano, y que las variaciones que dan lugar a la esquizofrenia o anomalías de lateralidad y asimetría cerebral son epigenéticas. Parece que el cambio epigenético a través de la metilación del ADN puede transmitirse entre generaciones.
                                        • Los zurdos no están discapacitados.
                                          • La insuficiencia de la dominancia cerebral (ambidiestros) está asociada con la tartamudez y el déficit de habilidades académicas, dificultades en la salud mental y esquizofrenia. La dominancia invertida (zurdos) no está asociada con déficit alguno. Por el contrario, personas zurdas destacan en todos los ámbitos de la vida.
                                            La hipótesis del Homo loquens relaciona el desarrollo de nuestra lateralidad con el área de Broca y el lenguaje: al crecer el área de Broca en el lado izquierdo, aumentó el uso de este hemisferio del cerebro y, por tanto, de la parte derecha del cuerpo.
                                            Si damos por buena una coevolución entre el lenguaje y la producción de herramientas (Corballis, 2003; Hopkins et al., 2007; Sherwood et al., 2007; Hopkins y Nir, 2010; Stout y Chaminade, 2012; Hopkins y Cantalupo, 2004; Stout et al, 2015), cualquier dato acerca de la aparición de la tendencia a utilizar la mano derecha se convierte en una evidencia acerca de la lateralización en su conjunto.
                                            • Mediante el estudio de las marcas dejadas en las esquirlas obtenidas al fabricar las herramientas líticas, Toth (1985) concluyó que la tendencia a utilizar la mano derecha está presente en la cultura olduvaiense hace 2 Ma. Toth y Schick (1993) sugieren una relación con el desarrollo de las áreas lingüísticas.
                                            • El sentido de los modelos que ligan lenguaje, destreza y lateralización cerebral puede someterse a prueba mediante el examen de otros primates. Se ha seguido tradicionalmente la tesis de Warren (1980) de que la lateralización es un fenómeno que solo aparece en nuestra especie.
                                              • Ernest Tabiowo y Gillian S. Forrester (2013) han observado el uso de las manos en acciones espontáneas por parte de 13 gorilas occidentales de tierras bajas cautivos (Gorilla gorilla gorilla). Los resultados muestran un sesgo significativo en el uso de la mano derecha. Según los autores, estos hallazgos sugieren que la dominancia de la diestra es un rasgo de comportamiento relacionado con el predominio del hemisferio izquierdo para el procesamiento de secuencias estructuradas de acciones, y fue heredado por un ancestro común de los seres humanos y los simios.
                                              • Los chimpancés no muestran preferencia por el uso de una mano en particular. Sin embargo, puede constatarse un predominio del planum temporale del hemisferio izquierdo, un componente esencial del área de Wernicke de los humanos (Gannon, 1998). En el chimpancé, el área de Broca, situada en el hemisferio izquierdo, tiene la misión de controlar los movimientos de la mano. Partiendo de la hipótesis de una asimetría fijada por los antecesores comunes de humanos y chimpancés se pueden seguir cuatro diferentes líneas de interpretación respecto a la intervención de la lateralización en el desarrollo del lenguaje.
                                            1. Sostener que esta asimetría de los antecesores no tuvo ninguna función comunicativa. Esta función aparecería más tarde solo en los humanos. La función que tiene en los chimpancés es desconocida.
                                            2. La asimetría tuvo funciones de comunicación. En los chimpancés permite una comunicación visual basada en gestos.
                                            3. El planum temporale izquierdo carece de función comunicativa, antigua o moderna.
                                            4. Se trata de una homoplasia. Esta es la menos parsimoniosa de las interpretaciones.
                                          • Merchant y McGrew (1998) señalan que los chimpancés cautivos parecen comportarse como si existiera preferencia por la diestra mientras que los que permanecen en su hábitat original solo muestran esta preferencia en el manejo de herramientas. Indican que una parte de nuestras convicciones acerca de la lateralización y su filogénesis puede basarse en supuestos que no están bastante contrastados.
                                          • De acuerdo con el análisis dental de las marcas ocasionadas al utilizar los dientes como tercera mano, el maxilar OH-65, Homo habilis, perteneció a un individuo diestro (Lozano et al, 2017). Todos los individuos de la SH eran diestros. En cuanto a los endocastos, la proporción de diestros y no diestros en la SH (4/6) difiere en gran medida de la proporción de diestros/zurdos en las poblaciones humanas modernas y neandertales (9/1). Esto representa un menor grado de lateralización del cerebro en el grupo SH o por lo menos un grado diferente (Eva María Poza-Rey, Marina Lozano y Juan Luis Arsuaga, 2015).
                                            Peña-Melián, Antonio Rosas et al analizaron tres cráneos fósiles de Homo neanderthalensis encontrados en el yacimiento de El Sidrón (Asturias) (2011) encontrando que el cerebro de los neandertales era asimétrico, más que el del ser humano actual.
                                            Según Natalie T. Uomini (2011), los neandertales producían herramientas de piedra y hueso para ser usadas con la mano derecha, retocaban asimétricamente los artefactos, sus miembros superiores eran muy asimétricos y sus estriaciones dentales son consistentes con el uso de la mano derecha (Almudena Estalrrich y Antonio Rosas, 2013).

                                            Reducción reciente del tamaño del cerebro

                                            Hace 40 ka, el cerebro del sapiens ocupaba 1.500 cc. Desde entonces se ha ido reduciendo hasta los 1.350 cc que tenemos hoy en día.
                                            Son varias las hipótesis para explicar esta reducción:
                                            • A medida que las sociedades se vuelven más complejas el tamaño del cerebro se reduce, porque aquellos individuos de la especie, que antes no hubieran podido sobrevivir por cuenta propia, ahora logran hacerlo con la ayuda de los otros.
                                            • La reducción puede estar relacionada con la mayor eficiencia de nuestro cerebro.
                                            • Los animales domesticados tienen cabezas más pequeñas que las de sus ancestros salvajes.

                                            El cerebelo

                                            El cerebelo humano, pese a que no ha aumentado tanto de tamaño como el cerebro, contiene el cuádruple de neuronas que el neocórtex y está atrayendo cada vez más atención por su amplia gama de funciones cognitivas.

                                            Robert A. Barton y Chris Venditti (2014) han estudiado la evolución del cerebelo a lo largo de la filogenia de los hominoideos. De acuerdo con los resultados, el cerebelo aumentó rápidamente de tamaño a lo largo de la evolución de los simios, incluyendo los humanos. El aumento de tamaño fue mayor en el cerebelo que en el neocórtex. La aceleración de la expansión del tamaño del cerebelo comenzó en el origen de los simios. El desencadenante de esta expansión pudo ser la forma en que los grandes primates se desplazan bajo las ramas de los árboles de los bosques, con mayor prudencia que los pequeños y planificando sus rutas. Estos resultados sugieren que, en la evolución del cerebro humano, la especialización del cerebelo fue un componente mucho más importante de lo que hasta ahora se ha reconocido y que la inteligencia técnica probablemente haya sido por lo menos tan importante como la inteligencia social en la evolución cognitiva humana. Dado el papel del cerebelo en el control sensorial-motor y en el aprendizaje de secuencias de acción complejas, la especialización cerebelosa es probable que haya apoyado la evolución de avanzadas capacidades tecnológicas de los humanos, que a su vez puede haber sido una preadaptación para el lenguaje.

                                            Con respecto al resto de los simios, en nuestra especie el cerebelo es relativamente más pequeño en nuestro género. De acuerdo con Weaver en un estudio que incluyó al H. habilis, H. erectus, neandertales y H. sapiens antiguos y modernos, si bien existe una tendencia a disminuir el tamaño relativo del cerebelo, este patrón cambia súbitamente al llegar al H. sapiens moderno y el cerebelo se hace más grande. Esto explicaría las notables capacidades cognitivas del H. sapiens moderno, en comparación no solo con otros miembros de nuestro género, sino con otros miembros más antiguos de nuestra propia especie.

                                            C. Huang y Robert E. Ricklefs (2013) examinan el papel del cerebelo en la evolución del pensamiento complejo. La corteza cerebral ocupa un lugar prominente en la hipótesis del cerebro social. Las interacciones sociales requieren y fomentan la comunicación. Para comunicar y transmitir información, los miembros individuales del grupo deben adquirir un lenguaje común de comunicación, con toda seguridad a través de la imitación. Este modelo ha implicado a muchas estructuras corticales cerebrales, incluyendo el sistema de neuronas espejo. Un elemento básico de apoyo a la conducta compleja que conduce a la imitación es la percepción activa. Mecanismos de neuroplasticidad en el cerebelo y en particular en el neocerebelo pueden ser los proveedor principales de esta función crítica, de tal manera que la percepción activa forma parte de la función cerebelosa de aprendizaje procedimental, o viceversa.

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                                            Aparato fonador del chimpancé y del HAM.

                                            La evolución de los órganos relacionados con el lenguaje

                                            Filogénesis del conducto vocal supralaríngeo

                                            La facultad de hablar está relacionada con una determinada configuración anatómica del tramo final de la laringe. Como indica Lieberman, la longitud del tubo formado por la boca debe ser equivalente a la del otro tubo de la parte posterior de la lengua, ya dentro de la faringe, para que se puedan producir los sonidos del habla humana. Como resultado, solo una posición baja de la laringe permite vocalizar al crear espacio en la boca (pero Fitch et al, 2016). Esto conlleva ciertas complicaciones a la hora de respirar y tragar al mismo tiempo. Los neonatos pueden mamar y respirar al mismo tiempo por la situación muy alta de su laringe, que es muy similar a la de los chimpancés. La laringe “baja” en el cuello en los humanos a los dos años aproximadamente, edad en que los niños empiezan a articular palabras. Todos los primates tienen un saco de aire adherido a una extensión del hioides en forma de copa (bulla), excepto los seres humanos, en los que se ha reducido a un órgano vestigial. En el Australopithecus afarensis estaba presente esta bulla, pero ya estaba ausente en el Homo heidelbergensis. Según los estudios de Bart de Boer (2011), la presencia de este saco dificulta la vocalización. En la región mental, mientras que los chimpancés muestran una sínfisis vertical, en los humanos una prominencia aumenta el espacio para la lengua y los músculos suprahioideos (Michael Coquerelle et al, 2012).
                                            • Para Aiello, la posición baja de la laringe es una consecuencia de las adaptaciones anatómicas necesarias para la bipedación. Otra consecuencia de la bipedación es la liberación de la laringe de las tareas locomotrices que desempeña en los simios que la utilizan para dar firmeza a pecho y brazos. Al quedar liberada la laringe de esas funciones, las cuerdas vocales pudieron hacerse más membranosas y se capacitaron así para emitir una mayor variedad de sonidos.
                                            • Laitman (1984) sostiene que los australopitecinos disponían de una laringe en posición alta. El descenso comenzaría en erectus.
                                            • Lieberman, a partir de las marcas dejadas por los músculos, ha afirmado que el habla sería un fenómeno muy tardío, propio de los seres humanos de aspecto moderno y, en parte, de los neandertales. Estos últimos serían capaces de emitir parte de los sonidos al alcance de los humanos, pero no todos (como a, i y u).
                                              • En los neandertales no se observa el descenso de la laringe. Por el contrario, el hioides es idéntico al del sapiens. El hallazgo en Kebara (Oriente Próximo; Arensburg et al, 1989) de un hueso hioides fosilizado (un hueso intermedio entre la laringe y la base del cráneo que da lugar a gran parte de la musculatura lingual y laríngea), perteneciente a un Homo neanderthalensis, nos permite sostener que su aparato fonador era similar al nuestro. Lieberman ha criticado la identificación entre hueso hioides y capacidad de habla.
                                              • Según Duchin (1990) las dimensiones de la cavidad oral de los neandertales no difieren significativamente de la de los humanos modernos.
                                            • Krantz (1988) piensa que un descenso laríngeo completo sólo se realizó hace 40.000 años (¡coincide con la explosión simbólico-artística del Paleolítico!). La primera fase, hace 200.000 años, habría modernizado el cráneo y especialmente la laringe, dando lugar a una cavidad que supondría la mitad de la actual y permitiría una conducta vocal imperfecta.

                                            Hearing results for the early hominins. Points higher on the curve indicate greater auditory sensitivity. Note the sharp dropoff in sensitivity above about 3 kHz - Science Advances
                                            Audiograma para chimpancés, humanos modernos y primeros homínidos de 0,5-5,0 kHz. Los resultados para P. robustus A. africanus, son similares, lo que sugiere un patrón y unas capacidades auditivas similares.
                                            (A) La banda ocupada es similar en los chimpancés y los primeros homínidos, pero se desplaza hacia frecuencias ligeramente superiores en los segundos. Los seres humanos modernos muestran una banda que se extiende más hacia frecuencias más altas. 
                                            (B) Curvas de transmisión de potencia en decibelios a la entrada de la cóclea para una intensidad plana de onda incidente. plana.La transmisión de potencia de sonido curvas corresponden a decibelios en la entrada a la cóclea en relación con P 0 = 10 -18 W para una intensidad de la onda plana incidente de 10 elevado a -12 W/m2. Los puntos más altos a lo largo de la curva indican mayor volumen transmitido y mayor sensibilidad auditiva.

                                            Filogénesis del oído

                                            La comunicación oral humana precisa tanto la capacidad de articular un amplia gama de sonidos como la de oírlos, es decir, una alta sensibilidad adaptada a un rango amplio de frecuencias. En los audiogramas, los HAM se caracterizan por una amplia región de mayor sensibilidad entre aproximadamente 1,0 y 4,5 kHz, mientras que los chimpancés muestran una disminución de la sensibilidad por encima de 3,0 kHz y alcanzan un mínimo entre 4,0 y 5,0 kHz. Entre 1,0 y 5,0 kHz, los valores medios de transmisión de potencia de sonido son significativamente más altos en el HAM que en los chimpancés, excepto entre 2,0-2,5 kHz. Del mismo modo, la banda ocupada en los seres humanos es significativamente más amplia (ca. 43%) que en los chimpancés y se desplaza hacia frecuencias más altas. Consonantes como la t, k, f, y s tienen una cantidad considerable de energía concentrada dentro de la gama de frecuencias de 3 a 5 kHz. De hecho, el uso de consonantes es una de las principales distinciones, junto con un componente simbólico, entre el lenguaje humano y la mayoría de las formas de comunicación animal.

                                            Las llamadas de baja frecuencia, generalmente ≤1 kHz, emitidas por los primates arborícolas, viajan lejos en el dosel del bosque lluvioso. Sin embargo, la atenuación de la señal a distancias ≥25 m es considerablemente mayor en entornos abiertos, tales como la sabana. Por el contrario, la comunicación de corto alcance es más fuertemente dependiente del ruido ambiental de fondo, que es más bajo en la sabana en la mayoría de frecuencias de hasta 10 kHz. Esta combinación de una mayor atenuación de la señal y menor ruido ambiental de fondo implica que en hábitats abiertos se ve favorecida la comunicación intragrupo de corto alcance y se puede esperar que la señal sea más elaborada y variada.

                                            Ignacio Martínez et al analizaron 5 cráneos procedentes de la Sima de los Huesos y llegaron a la conclusión de que manifiestan una capacidad auditiva muy similar a la de la humanidad actual, con una banda de alta sensibilidad entre 1-5 kilohercios, aunque con un límite superior ligeramente más bajo.

                                            Según Rolf M. Quam et al (2013) el martillo y el tímpano evolucionaron temprano y las características actuales ya estaban presentes en Australopithecus africanus. Los primeros homínidos parecen estar caracterizados por un martillo de tipo humano, mientras que el yunque y el estribo son primitivos y más similares a los de los chimpancés en su tamaño y forma.

                                            Rolf Quam et al (2015) han estudiado la anatomía del oído externo y medio y estimado las capacidades auditivas de Australopithecus africanus y Paranthropus robustus.
                                            • En comparación con los chimpancés, estos taxones son más derivados en su canal auditivo externo un poco más corto y más ancho, membrana timpánica más pequeña, y relación de palanca de martillo/yunque inferior.
                                            • Siguen siendo primitivos en el pequeño tamaño de la base del estribo.
                                            • El volumen de la cavidad timpánica y los tamaños de la membrana timpánica y base del estribo, parecen ser ligeramente menores en P. robustus que en A. africanus.
                                            • En comparación con los chimpancés, los dos taxones homínidos tempranos muestran mayor sensibilidad que chimpancés y HAM a las frecuencias entre 1,5 y 3,5 kHz. Por encima de 3,5 kHz, los primeros homínidos son menos sensibles que los humanos modernos, pero similares a los chimpancés. La banda ocupada es similar a la de los chimpancés, pero desplazada hacia frecuencias más altas en ambos extremos superior e inferior.
                                            Los resultados sugieren que el patrón auditivo de los homínidos tempranos hizo énfasis en la comunicación de corto alcance en hábitats abiertos. En todo caso, la comunicación en los primeros homínidos estuvo probablemente basada en las vocales y consonantes sordas. Esta comunicación no tiene por qué haber contenido un componente simbólico.

                                            Evolución de características filogenéticas relacionadas con el comportamiento social

                                            El enfoque neuroetológico, predice especializaciones biológicas para la vida social en primates humanos y no humanos. 
                                            La evidencia revisada indica que los mecanismos ancestrales a menudo se han duplicado, reutilizado, o regulado para apoyo al comportamiento social. Centrándose en la investigación reciente de primates no humanos, el cerebro pudo implementar funciones sociales por cooptación y ampliación de los mecanismos ya existentes que anteriormente apoyaban funciones no sociales. 
                                            Las diferencias en el comportamiento social entre las especies, así como entre los individuos dentro de una especie, son consecuencia en parte de la regulación neuromoduladora de circuitos neuronales, que a su vez parecen estar bajo control genético parcial. En última instancia, la variación intraespecífica en el comportamiento social tiene consecuencias diferenciales de aptitud, proporcionando los bloques fundamentales de construcción de la selección natural (Steve W.C. Changa et al, 2013)

                                            Amy L. Bauernfeind et al (2013) estudiaron la corteza insular en 30 especies de primates, encontrando que en sapiens se ha producido un crecimiento extraalométrico, proporcionando la base para la mejora de la cognición social y que, en relación al chimpancé, es una de las áreas cerebrales más ampliadas.

                                            Los humanos somos los únicos primates con la esclerótica ocular blanca. El cerebro detecta automática y rápidamente cualquier señal procedente del contraste del irirs y el blanco de los ojos de otros, informándonos de sus intereses y emociones.

                                            Otra importante característica relacionada con la socialidad es la riqueza de las expresiones faciales, derivada de la presencia de 42 músculos.

                                            Para C. Crockford et al (2013), la evolución de la inteligencia social compleja está relacionada con cambios en el sistema hormonal que favorecieron la producción de oxitocina.

                                            Evolución de características filogenéticas relacionadas con la dieta

                                            Las proporciones entre la longitud del intestino y la del cuerpo y entre la superficie gastrointestinal y corporal, son más similares a las de los carnívoros que a las del resto de los primates.

                                            Al contrario que en el resto de los primates, y tal como sucede en los carnívoros, el ser humano asimila mejor el hierro de la hemoglobina que el procedente de los vegetales.

                                            Los humanos somos hospedadores definitivos de diversas especies de cestodos del género Taenia, que parasitan también a los grandes carnívoros. Del análisis genético de estas especies se deduce que su adaptación a infectar a los humanos debió suceder muy pronto, en cuanto pasamos a una dieta más carnívora, y antes de la utilización del fuego, quizá hace 2,5 Ma, coincidiendo con la aparición del género Homo.

                                            Posible relación entre el cerebro y la piel y el pelo

                                            A medida que los humanos ancestrales cambiaban su hábitat de los bosques tropicales hacia las sabanas abiertas, la pérdida de su vello corporal facilitaba la disipación del calor corporal. La exposición de la piel a los estímulos externos pudo estimular un aumento en el tamaño del cerebro para procesar centralmente una gran cantidad de nueva información sensorial. Varias líneas de evidencia apoyan esta hipótesis:

                                            • El origen embriológico común de la epidermis y el sistema nervioso central (SNC) del neuroectodermo primitivo, dotó a la piel de un amplio conjunto de mecanismos neurológicos que reflejan el SNC. La desnudez humana también estimuló nuevas respuestas psicosociales y de estrés, mediadas por la oxitocina cutánea y los glucocorticoides, respectivamente.
                                            • Dos grupos de organismos marinos, los cefalópodos y los peces eléctricos, muestran una gran proporción de masa cerebral asociada con capacidades sensoriales cutáneas aumentadas. 




                                            Enlaces:
                                            La evolución del sentido del oído humano. Entrevista a Ignacio Martínez Mendizábal.
                                            Karen R. Rosenberg and Wenda R. Trevathan, Nov. 2001. The Evolution of Human Birth, Scientific American.
                                            Evolución y genómica del cerebro humano. 2018. M.A.Rosales-Reynoso, C.I.Juárez-Vázquez, P. Barros-Núñez


                                            Secuencia estratigráfica de Olduvai

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                                            Formación de tufas en Olduvai
                                            Situación de la Garganta de Olduvai
                                            Olduvai, fue el punto de partida para situar el género Homo en el Plioceno y plantear una gran diversidad geográfica y morfológicade los ejemplares de australopitecinos robustos. Sin embargo el lecho I de Olduvai llega sólo hasta los 1,8 Ma; más lejos de esa fecha, el yacimiento contiene terrenos volcánicos sin ningún contenido fósil.

                                            Louis Leakey dirigió su primera expedición en Olduvai en 1931 en busca de industria achelense, pero de forma inesperada halló una industria sin bifaces en las camas inferiores de Olduvai (Leakey et al., 1931), a la que denominó Olduviense (Leakey, 1936). Todos los estudios sobre la transición del Olduvaiense al Achelense, se basan en los estudios de Louis Leakey (p. ej. 1936, 1951) sobre Olduvai, el primer yacimiento con una secuencia estratigráfica que en la que aparecieron bifaces después de una tecnología de nucleo y lascas. El estudio de Mary Leakey's (1971; Olduvai Gorge. Volume 3) fijó el marco empírico, metodológico y conceptual de la transición Olduvaiense Achelenese. El Olduvai Geochronology Archaeology Project (OGAP) comenzó su trabajo de campo en Olduvai en 2008, con la finalidad de conseguir una mejor comprensión de la geología, cronología, paleoecología y arqueología de Olduvai Bed II.

                                            Según Proffitt (2018), las diferencias tecnológicas entre el Olduvaiense clásico y el desarrollado A pueden atribuirse a la materia prima y al uso y no son lo suficientemente significativas para justificar la separación propuesta por Leakey (1971). De la Torre y Mora (2018a), a partir de los conjuntos de HWK EE, disienten de Proffitt aunque enfatizan la inconveniencia y baja habilidad mostrada en los métodos de reducción de núcleos en ambos periodos. Destacan la brevedad y discontinuidad de los procesos de talla de LCT y la ausencia de simetría en las formas planas y biconvexas. También enfatizan la existencia de patrones estandarizados, reglas técnicas y plantillas mentales que indican un comportamiento tecnológico estructurado durante el Achelense Temprano.
                                            A partir de los conjuntos líticos de EF-HR y HWK EE, Arroyo y de la Torre (2018) concluyen que el Olduvaiense refleja un rango más amplio de tareas que el Achelense. Según McHenry y de la Torre (2018) los hominini del Olduvaiense Tardío de HWK EE seleccionaron preferentemente materias primas según la forma del positivo y la idoneidad de los ángulos naturales para la descamación, en lugar de basarse en la textura de la roca. En contraste, los hominini del Achelense Temprano de EF-HR preferían materias primas de alta calidad.
                                            Las diferencias del conjunto olduvaiense de HWK EE con otros conjuntos anteriores en el tiempo no anuncian los cambios que se producirán en el Achelense (De la Torre y Mora ,2018a). Aproximadamente 300 ka después los conjuntos de EF-HR sugieren que hace ca 1,4 Ma, la producción de LCT fue un comportamiento usual con patrones procedimentales bien establecidos (de la Torre y Mora, 2018b), usando materias primas de alta calidad (McHenry y de la Torre, 2018) que permitieron sustanciales concentraciones de herramientas líticas en áreas particulares del paisaje (de la Torre y Wehr, 2018; de la Torre et al, 2018b).

                                            Lecho II
                                            Miembro superior
                                            BK
                                            Olduvaiense Desarrollado B.
                                            TK
                                            Achelense Inicial (LF) y Olduvaiense Desarrollado B (UF)
                                            Miembro medio
                                            SHK
                                            Olduvaiense Desarrollado B.
                                            MNK Main Site
                                            Achelense Inicial
                                            FC West
                                            Olduvaiense Desarrollado B.
                                            CK
                                            Achelense Inicial
                                            Elephant K
                                            Achelense Inicial
                                            EF-HR
                                            Achelense Inicial
                                            MNK Skull Site
                                            Olduvaiense
                                            FLK North Sandy Conglomerate
                                            Olduvaiense Desarrollado A
                                            HWK East Sandy Conglomerate
                                            Olduvaiense Desarrollado A
                                            Miembro inferior
                                            FLK North Dinotherium Level
                                            Indeterminado.
                                            FLK North clay with root casts
                                            Indeterminado.
                                            HWK East, Level 2
                                            Indeterminado.
                                            Lecho I
                                            Miembro superior
                                            Superior
                                            FLK North, Levels 6-1
                                            Olduvaiense
                                            Medio
                                            FLK upper levels
                                            Indeterminado.
                                            FLK Zinjanthropus Floor
                                            Olduvaiense
                                            FLK NN Levels 1,2,3
                                            Olduvaiense
                                            Inferior
                                            DK Levels 1,2,3
                                            Olduvaiense
                                            FLK NN Level 4
                                            Indeterminado.

                                            Los indicadores paleoclimáticos muestran una tendencia a la sequía en el nivel superior de Bed I, que dio lugar a las condiciones más áridas observadas en Bed II
                                            • Emily J. Beverly, Gail M. Ashley y Steven G. Driese (2014); Deocampo et al (2017) han identificado una hidrología fluctuante entre 1,81-1,79 Ma indicativa de un ciclo de precesión y consistente con los registros de la Garganta de Olduvai y de todo el este de África. En este intervalo temporal se produjeron las primeras migraciones de homínidos Out of Africa huyendo de un ambiente con escasez de agua, estacionalidad de precipitación anual y grandes variaciones en las precipitaciones debido a la precesión.
                                            • Esta hidrología en combinación con los cambios tectónicos, actuó como factor de dibujo para los homínidos y otros animales (Gail M. Ashley, Emily J. Beverly, Nancy E. Sikes y Steven G. Driese, 2014).
                                            • Doris Barboni (2014) ha integrado toda la información obtenida sobre la paleobotánica de Laetoli, Olduvai y Peninj. Los registros sugieren una vegetación similar a la actual. Las gramíneas de tipo C4 aparecen hace ~3,7 Ma y llegan a ser dominantes poco después (~3,66 Ma), probablemente en respuesta a la disminución de las precipitaciones. Hace ~2,6 Ma los pastos xerófilos C4 documentan una fuerte aridez durante el período de intensificación de la glaciación del hemisferio norte (~2,7-2,5 Ma). Después de 2 Ma, el registro de Olduvai indica patrones de vegetación complejos de pastizales, bosques cerrados, humedales y palmares vinculados a precipitaciones oscilantes, con variación en los niveles del lago. Cuando la variabilidad del clima húmedo-seco fue extrema en África Oriental (~1,9-1,7 Ma), los manantiales de agua dulce pueden haber ofrecido un refugio para varias especies, incluidos los homínidos.
                                            • A pesar de la competencia de los carnívoros, Charles P. Egeland (2014) muestra que otros factores como el agua, la cubierta de árboles, la tierra seca, y la disponibilidad de materias primas fueron más importantes para la selección de los lugares específicos en los que los homínidos llevaron a cabo sus actividades ya que las medidas de destrucción ósea no están relacionadas con los patrones de descarte lítico y carnicería.
                                            • Según Silvia Ascari (2016), el análisis isotópico de dientes y huesos de herbívoros y cocodrilos de Bed I y Bed II, refleja un ambiente seco que fue cambiando de un arbolado dominado por plantas C3 a un a pradera C4 más resistente a la sequía. Aunque el retorno a condiciones más humedas en Upper Bed II pudo propiciar la vuelta de plantas C3, los herbívoros retuvieron su dieta C4 (Uno et al, 2018; Rivals et al, 2018).
                                            • Johnson et al (2016) han examinado la malacofauna fósil de la garganta de Olduvai. Bed III conserva conchas fosilizadas de Chambardia wahlbergi, una especie de amplia distribución en las aguas dulces de África. Bed III se ha interpretado como una llanura de inundación periódica, mientras Bed II y Bed I indican la existencia de un lago alcalino salino con agua dulce únicamente en corrientes subterráneas.
                                            • Los taxones presentes de aves en Bed II Medio, apuntan a un paisaje más abierto y seco que en el nivel Inferior, con pastizales y expansión de bosques abiertos (Prassack et al, 2018).
                                            • Los fósiles de mamíferos en Bed II Medio, dominados por bóvidos y équidos, apoyan estudios anteriores sobre el predominio de hábitats de pastizales abiertos y estacionales en los márgenes de un lago alcalino. La diversidad de peces es baja y está dominada por cíclidos, lo que indica condiciones fuertemente salinas. La tafonomía de los conjuntos de peces indica niveles fluctuantes en los lagos con muerte masiva en piscinas de evaporación (Bibi et al, 2018).
                                              imagen a tamaño completo (341 K)
                                              Garganta de Olduvai y distribución de sitios. Domínguez-Rodrigo et al, 2017.
                                            Higo.  2
                                            Estratigrafía de Olduvai. Domínguez-Rodrigo et al, 2017.
                                            Estratigrafía de Olduvai. Stanistreet et al, 2018.

                                             El registro de Olduvai

                                            El registro de Bed II es un ejemplo particularmente significativo que sugiere que si queremos construir inferencias sólidas y significativas sobre las estrategias de vida de los homínidos, no podemos separar la tecnología de otros aspectos económicos, ecológicos, funcionales y regionales. Así, Alia N. Gurtov y Metin I. Eren (2014) han comprobado que los resultados experimentales son consistentes con la idea generalizada de que los homínidos del Paleolítico Inferior reconocían las diferencias en las propiedades físicas de los diferentes tipos de materia prima. En Olduvai, la reducción bipolar, que requiere poca o ninguna habilidad, se utiliza solo en el cuarzo y no sobre el basalto porque en aquel material el resultado es ventajoso.
                                            • DK; 1,88-1,85
                                              • Stanistreet et al (2018). Contiene una ocupación humana (probablemente homo habilis) que fue inundada. Los restos humanos, entre ellos el cráneo OH 24, fueron arrastrados y depositados por un flujo de lodo.
                                            Higo.  2.
                                            Estratigrafía de FLK. Arráiz et al (2017).
                                            • FLK Zinj (Frida Leakey Korongo; 1,8 Ma).
                                              • En el nivel 22, se recuperó OH5, el holotipo de Paranthropus boisei. En el sitio se hallaron también otros restos de boisei y de Homo habilis, junto con artefactos líticos.
                                              • Lucía Cobo-Sánchez, Julia Aramendi y Manuel Domínguez-Rodrigo (2014) muestran evidencia convincente de que la acción lacustre o atmosférica por sí sola es insuficiente para causar la aloctonía mostrada por los conjuntos de Bed I.
                                              • Según el estudio geomorfológico, sedimentológico, estratigráfico y geométrico efectuado por D. Uribelarrea, M. Domínguez-Rodrigo, A. Pérez-González, J. Vegas Salamanca, E. Baquedano, A. Mabulla, C. Musiba, D. Barboni y L. Cobo-Sánchez (2014) en base a 30 zanjas excavadas alrededor de FLK Zinj, el sitio se encuentra en el borde de una plataforma elevada de hábitats boscosos, rodeada de ambientes más abiertos y herbosos situados en las partes más bajas de la planicie lacustre. En el sur existían áreas de entrada, probablemente en forma de abanicos aluviales, siguiendo una dirección norte-sur. Un estudio arqueológico de las trincheras excavadas revela un agudo contraste en fósiles y de densidad de herramientas de piedra entre FLK Zinj y el paisaje circundante lo que apoya la hipótesis de que el sitio pudo haber constituido un centro de recepción de canales, carnicería y consumo (Magill et al, 2016).
                                              • De acuerdo con el estudio de fotolitos de Arráiz et al (2017), los árboles y arbustos eran dominantes en todo el entorno, por lo que los Hominini se vieron atraídos a FLK más bien por la presencia de lagunas de agua dulce.
                                              • FLK Zinj ( Domínguez-Rodrigo et al, 2007; Domínguez-Rodrigo et al, 2010) es contemporáneo con un palimpsesto (FLK North) que representa un manantial de agua dulce (Ashley et al, 2010). En 2012, a unos 700 m al sur de FLK Zinj y la misma paleosuperficie, se localizó un nuevo sitio de alta densidad: Philip Tobias Korongo (PTK). En 2014, a una distancia similar, al sudeste de FLK Zinj, se halló un sitio aún más denso: David (DS). Domínguez-Rodrigo et al, 2017.
                                            • PTK (Philip Tobias Korongo).
                                              • Está situado ~ 700 m al sur de FLK Zinj. Descubierto en 2012. Contiene tres capas arqueológicas discretas. La más densa (nivel I) corresponde a la mmisma paleosuperficie que FLK Zinj y también está cubierta por la Tufa IC. El área excavada, de unos 80 m2, exhibe una densa concentración de herramientas de piedra y huesos fósiles. (Domínguez-Rodrigo y Cobo-Sánchez, 2017).
                                              • FLK North (1,8 Ma).
                                              Estratigrafía del sitio SHK-1

                                              • SHK (1,78-1,34 Ma).
                                                • Manuel Domínguez-Rodrigo, Fernando Diez Martín, José Yravedra, Rebeca Barba, Audax Mabulla, Enrique Baquedano, David Uribelarrea, Policarpo Sánchez y Metin I. Eren (2014) señalan el hallazgo de una densa concentración de herramientas de piedra y restos de fauna en SHK (1,78 a 1,34 Ma). Los análisis tafonómicos sugieren el papel de un conjunto heterogéneo de agentes en la acumulación y modificación de los restos faunísticos. A pesar de ello, hay evidencia de explotación de hipopótamos y équidos por parte de los homínidos y esto pone de relieve la posibilidad de que hace 1,5 Ma los homínidos fueron diversificando su dieta y ampliando su nicho ecológico, explotando la megafauna, probablemente de manera oportunista. Un análisis comparativo de la diversidad taxonómica entre SHK frente a otros sitios superiores de Bed II apoya la noción de que el medio ambiente era bastante abierto antes del inicio de los depósitos de Bed III. El gran número de artefactos líticos contrasta con la pequeña cantidad de evidencia para el procesamiento de canales, lo que sugiere la involucración de los homínidos en diversas actividades más allá de la carnicería.
                                              • HWK EE (1,7 Ma).
                                                • Descubierto y excavado por Mary Leakey, quien nunca publicó sus hallazgos. Pante y de la Torre (2018) han analizado el rico conjunto fósil y lítico de Leakey, y lo han contextualizado en el marco de nuevas excavaciones (de la Torre et al, 2018a). El conjunto lítico es uno de los más grandes de todos los yacimientos olduvaienses y se caracteriza por una tecnología de núcleo y escamas con técnicas simples de descamación y una reducción mínima de los núcleos. La frecuencia de escamas retocadas y herramientas deformadas por golpes son más altas que las reportadas para los conjuntos Olduvai Bed I y Lower Bed II, pero los esquemas de escamado están mal organizados. Fue depositado en un entorno fluvial y de humedales de agua dulce con hierba y árboles cercanos y se conservan múltiples capas de unidades arqueológicas que muestran grados variables de actividad humana y perturbación por agua. Puede representar una de las últimas apariciones de Homo habilis en Olduvai y de los conjuntos olduvaienses. Los datos dentales de desgaste e isótopos estables indican la ausencia de cambios significativos en la dieta y el clima a lo largo del tiempo pero sí en el tipo de vegetación consumida por los ungulados (Rivals et al, 2018).  Los depósitos superiores se acumularon principalmente durante períodos relativamente secos, en los cuales los pastos estaban menos disponibles que en los correspondientes a los depósitos inferiores. Se infiere que los hominini rompieron los huesos de extremidades de fauna y que tanto los hominini como los carnívoros tuvieron algún acceso a la carne (Pante y de la Torre, 2018). Los hominini obtuvieron cantidades sustanciales de carne y médula de pequeños mamíferos, pero también del carroñeo (Pante et al, 2018). Las herramientas líticas proceden de materias primas locales (McHenry y de la Torre, 2018)
                                              • EF-HR (1,4 Ma).
                                                • El trabajo de campo (de la Torre et al, 2018b) incluyó excavaciones en 12 capas que cubren sobre 1 km2. En el área rastreada son patentes las actividades del Achelense Temprano, con notables diferencias en la densidad de los materiales arqueológicos. Los artefactos líticos están agrupados en la trencha principal situada en lo más profundo de un valle con una fuente estable de agua y árboles en un entorno abierto con pastos. De la Torre y Wehr (2018) concluyen que la erosión fluvial y la redeposición jugaron un papel significativo en la configuración del conjunto arqueológico.
                                                • Tanto los hominini como los carnívoros contribuyeron al conjunto faunístico (de la Torre et al, 2018b), aunque en este caso la condición fragmentaria de los fósiles no permite discusiones sobre el carácter de dicha interacción.
                                              • TK (1,35 Ma).
                                              Estratigrafía de BK. Uribelarrea y Domínguez-Rodrigo, 2017.
                                              • BK (1,34 Ma).
                                                • Cuenta con 8 niveles arqueológicos, en el interior del cauce de un río serpenteante utilizado de forma recurrente por Hominini para el procesamiento de canales de animales, coincidiendo con una alta concentración de recursos vegetales. La distribución espacial de los diferentes niveles arqueológicos es el resultado de un registro sedimentario complejo, ya que la erosión, el transporte y la sedimentación se produjeron simultáneamente. La abundancia de restos arqueológicos y megafauna hallados en el interior del cauce contrasta con la ausencia de restos en el exterior (Uribelarrea y Domínguez-Rodrigo, 2017). BK constituyó un lugar atractivo para los Hominini y otros animales por la disponibilidad de agua y de plantas leñosas abundantes, en contraste con el entorno (Arráiz et al, 2017)
                                                • M. Domínguez-Rodrigo, H.T. Bunn, A.Z.P. Mabulla, E. Baquedano, D. Uribelarrea, A. Pérez-González, A. Gidna, J. Yravedra, F. Diez-Martin, C.P. Egeland, R. Barba, M.C. Arriaza, E. Organista y M. Ansón (2014) recuerdan el descubrimiento de abundantes pruebas de explotación de megafauna. La carnicería de canales tanto grandes como medianos y pequeños señalan la importancia de la carne en el comportamiento del erectus. BBK contiene la mayor cantidad de huesos modificados por homínidos y animales descuartizados de todo el registro arqueológico del Pleistoceno Temprano. La caza era una parte integral de la conducta adaptativa del erectus, aunque en la explotación de la megafauna pudieron darse más conductas oportunistas. La organización del sitio sugiere una distribución espacial diferente a la mostrada por homínidos anteriores, tal como se documenta en sitios como FLK Zinj. Esto revela la necesidad de nuevos modelos de comportamiento para explicar la funcionalidad de campamentos centrales achelenses.
                                                • Yravedra et al (2017).

                                              La MSA en Olduvai

                                              El Achelense finalmente se convierte en el MSA, cuya presencia más temprana en Olduvai está documentada en Ndutu. Metin I. Eren, Adam J. Durant, Mary Prendergast y Audax Z.P. Mabulla comunican hallazgo de más de 72 lugares arqueológicos, con cientos de artefactos de la MSA recuperados. Las observaciones geológicas indican provisionalmente que Ndutu se formó por aportaciones de piroclastos y cenizas de erupciones volcánicas.

                                              Reconstrucción del paisaje de Olduvai

                                              Paleolago de Olduvai

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                                              Reconstrucción mediante optimización de máxima verosimilitud de los estados ancestrales de los caracteres seleccionados. Las áreas de los gráficos circulares muestran el apoyo relativo de los estados ancestrales individuales. Los estados ancestrales con apoyo significativo se señalan con un asterisco. 
                                              Caracteres seleccionados:
                                              1 = duración de la gestación (blanco = 5-6 meses, azul claro = 6-7 meses, verde = 7-8 meses, negro => 8 meses)
                                              2 = intervalo entre nacimientos (blanco = 1-3 años, azul claro = 3-5 años, azul oscuro = 5-7 años, 6-8 años = naranja, negro => 8 años)
                                              3 = estrategia de apareamiento del macho (blanco = posesivo, verde = compañerismo (consortship), negro = oportunista)
                                              4 = éxito de la paternidad de machos de alto rango, dentro del endogrupo (blanco = alta ( 100-81% ), azul oscuro = limitada ( 80-41% ), negro = baja (menos del 40% )
                                              5 = tamaño de los testículos (blanco = pequeño, azul claro = medio, verde = grande, negro = muy grande)
                                              6 = duración de las penetraciones (blanco = breves (<20 s), azul oscuro = breves ( <1 min), verde = prolongadas (> 1,5 min), negro = prolongadas (> 5 min))
                                              7 = infanticidio masculino dirigido (blanco = ausente, azul claro = raro, verde = ocasional, negro = frecuente)
                                              8 = cuidado paternal: interacciones hombre-niño (blanco = prácticamente ninguna interacción hombre-niño, azul oscuro = afiliación ocasional, negro = cuidado paternal sustancial, gris = desconocidos o inaplicables)
                                              9 = uso de herramientas (blanco = ausente, azul claro = simple, verde = sofisticado, negro = elaborado, gris = desconocido o inaplicable).
                                              Los estudios de Diogo, Molnar y Wood (2017) confirman que los bonobos han permanecido en una larga estasis y proporcionan un modelo para inferir la morfología del antepasado más reciente de los Hominini.

                                              Para Tim D. White et al (2015)Ardipithecus proporciona fuerte evidencia para inferir que el ancestro común más reciente (LCA) a Homo Pan era un simio africano poco especializado.
                                              • Probablemente de cuerpo grande.
                                                • El grado de dimorfismo sexual probablemente fuese mayor que en los chimpancés, pero inferior que en los gorilas y con tendencia a disminuir a lo largo de los milenios.
                                              • Combinando una columna vertebral invaginada dentro de un tórax aplanado con una movilidad mejorada del hombro una extensión del codo similar a la de los simios actuales y un cubital retraído en la muñeca, pero sin alargamiento en las extremidades anteriores y careciendo de especializaciones relacionadas con la trepa arbórea.
                                                • Según Young et al (2015) el modelo más parsimonioso para la evolución de la forma del hombro en los Hominini comienza con un estado ancestral de simio africano (Amécija, 2016).
                                                • Para Green et al (2016), la escápula se parecería a la de un gorila. Homo retuvo esta morfología mientras que la escápula del chimpancé es más derivada.
                                              • El pie mantendría muchas estructuras primitivas relacionadas con la flexión plantar para la propulsión, pero probablemente también características plantígradas evolucionadas, como el golpe de talón.
                                                • Probablemente caminó en cuatro patas como los monos actuales, pero apoyándose en las palmas en lugar de en los nudillos delanteros.
                                              • Carecía de las adaptaciones en la mano para el agarre peculiares de los simios africanos actuales.
                                                • Al igual que los simios del Mioceno, tendría las manos más pequeñas y más cortas que las de los chimpancés modernos, con los dedos rectos.
                                                • Según Sergio Almécija et al (2012; 2015) el pulgar largo es una característica primitiva y por tanto no está relacionada con una capacidad reciente de manipulación; fueron los simios los que más evolucionaron alargando los otros dedos y acortando el pulgar. 
                                                Estudios dentales sugieren una dieta de frutas maduras en consonancia con un esmalte relativamente delgado en los poscaninos.

                                                Andrews (2016) argumenta "que el último ancestro común de los chimpancés y los humanos fue un ortógrado incipiente y no suspensorio". A. ramidus retiene muchos caracteres presentes en los simios del Mioceno. La morfología de los actuales simios africanos es altamente derivada, mientras que, por el contrario, Orrorin tugenensis y Ardipithecus kadabba comparten muchos rasgos primitivos con los simios fósiles del Mioceno que parecen ser primitivas retenciones de la ancestralidad más antigua. Andrews afirma que "la prevalencia de la postura erguida en todos los simios y humanos vivos es un fuerte indicio de que habría estado presente en el ancestro común de los simios y los humanos".
                                                Sin embargo, argumenta que "el pulgar largo en Australopithecus afarensis es una retención y son los monos vivos los que han modificado las manos, reduciendo la longitud de sus pulgares mientras extienden el resto de la mano”.

                                                Por el contrario, Begun (2016) atribuye un comportamiento suspensivo al último ancestro común. La hipótesis de que la ortogradía y el comportamiento suspensivo se desacoplaron en la evolución de los hominoideos, se propuso en la descripción e interpretación de la morfología de la mano de Pierolapithecus (Moya-Solá et al., 2004, 2005; Almécija et al., 2009; pero Begun y Ward, 2005), y ha estimulado la aplicación de nuevos enfoques analíticos (Deane y Begun, 2008, 2010; Alba et al, 2010) y morfológicos comparativos (por ejemplo, Russo y Williams, 2015).

                                                Begun propone que el LCA caminaba apoyando los nudillos, como los panini y los gorilla, mientras que Andrews cita evidencias de la evolución independiente de los nudillos en los ambos linajes (por ejemplo, Kivell y Schmitt, 2009) y falta de morfologías de caminar con los nudillos en A. ramidus; (Lovejoy et al., 2009; White et al., 2015).

                                                Domínguez-Rodrigo (1994) propone que el antepasado más reciente de los Hominini ocupaba un entorno forestal cerrado similar al hábitat de los pánidos. En este ambiente, las relaciones sociales se caracterizarían por la convivencia en grupos estables con las siguientes características:
                                                • Exogamia y patrilocalidad. 
                                                • Grupos de machos relacionados familiarmente. Coaliciones. 
                                                • Relaciones interpersonales relativamente complejas 
                                                • Poliginia, con tensiones entre los machos por el acceso a las hembras. 
                                                A medida que los entornos se hacen más abiertos, la competencia por los recursos se incrementa al mismo tiempo que la agresividad intergrupal.

                                                Adam van Arsdale: Anatomía humana y primate









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                                                Esquema

                                                • Puntas con vástago.
                                                • América del Norte
                                                1. Complejo Nenana.
                                                2. Tradición Paleoártica Americana.
                                                3. Tradición Paleoindia del Norte.
                                                4. Tradición Paleoindia.
                                                • Complejo Clovis o Complejo del Llano.
                                                • Culturas del Este.
                                                • Complejo Goshem.
                                                • Complejo Folsom.
                                                • Tradición Plano.
                                                • Complejo Plainview.
                                              • Culturas de las Grandes Llanuras del Norte.
                                                • América Central y del Sur
                                                1. Protolítico, Lítico Inferior o Estadio Pre-puntas de Proyectil.
                                                • Tradición Itaparica.
                                              • Transición.
                                              • Industria Paleoindia del Sur, Milítica o Cenolítica.
                                                • Grupo y Horizonte Andino de Puntas Lanceoladas o Foliáceas.
                                                • Puntas Saladillo.
                                                • Complejo Tigre.
                                                • Complejo Pay Paso.
                                                Hallazgos líticos en América de datación más antigua. Science.

                                                Puntas con vástago.

                                                Williams et al (2018) han estimado la edad de los hallazgos más antiguos del yacimiento Gault en Texas Central, en hace 20-16 ka. El conjunto refleja una tecnología de puntas de proyectil con vástago más estrecho en la parte proximal (stemmed) o vástago lanceolado así como una tradición de bifaz y de hoja y núcleo.

                                                Waters et al (2018) han informado del hallazgo en Debra L. Friedkin, Texas, de puntas con vástago con dataciones entre hace ca 15.500-13.500 ka, con la aparición de puntas tringulares lanceoladas hace ca 14.000 años. Las puntas lanceoladas pudieron originarse in situ a partir de las puntas con vástago o bien corresponder a una migración diferenciada.

                                                En el congreso de la Society for American Archaeologists de 2017, Daryl Fedje presentó el hallazgo en Haida Gwaii en la Columbia Británica, Canadá, de puntas con vástago y núcleos discoides con una datación de al menos 12.700 años. Estos núcleos también están presentes en la cercana isla Triquet ocupada hace 14.000 años. Matthew Des Lauriers y Loren Davis hallaron una colección similar de núcleos en la Isla de Cedros, Baja California, donde las fechas de radiocarbono sitúan la ocupación humana en hace casi 13.000 años. En Sudámerica, Quebrada Jaguay ha deparado una colección similar y parecida datación (Sandweiss, 1998).

                                                Fedje considera que estos hallazgos son similares a los de Siberia y Todd Braje ve similitudes a lo largo de la cuenca del Pacífico, de Japón a Perú.

                                                Complejo Nenana

                                                Entre 11,6-10 ka.
                                                • Ben Potter ha comunicado en una conferencia (2015) el hallazgo en Mead de colgantes de hueso y huesos trabajados con una datación de hace unos 12,3 ka.
                                                Yacimientos en el valle del Tanana (Walker Road, Dry Creek component 1 y Moose Creek) y de su afluente el Nenana (Swan Point), en el interior de Alaska. Se trata de yacimientos pequeños, localizados en riscos con buena visibilidad, ocupados por cortos periodos de tiempo
                                                Puntas triangulares y lanceoladas con la base cóncava, perforadores, raspadores, raederas, buriles, percutores, yunques, cuchillos unifaciales, lascas sin retocar y pieces esquillées.
                                                Probablemente se trataba de cazadores de macrofauna y caza oportunista de pequeños animales. Caza o carroñeo de mamut.
                                                Debido a sus parecidos, parece estar relacionado con el Complejo Clovis.

                                                Tradición Paleoártica Americana

                                                10,5-8 ka.
                                                Alaska y costa Noroeste del Pacífico.
                                                Enraizado en las industrias de microláminas del Paleolítico Superior Final de Siberia. Elevado número de yacimientos. Es posible que los más antiguos estén bajo el mar. Economía costera con pesca y caza de mamíferos marinos. Probablemente utilizaban la navegación.
                                                Es posible que estos grupos procedan de una segunda oleada de entrada en América.
                                                Dixon distingue tres variantes regionales.
                                                1.     Tradición Paleoártica Americana propiamente dicha. Costas del mar de Bering, mar de Chukchi y Océano Ártico y entorno terrestres adyacentes. Caza de mamíferos marinos y terrestres y pesca. Posiblemente estos grupos fueron los primeros en introducir el arco y la flecha en Norteamérica hace 10,5 ka.
                                                2.     Complejo Denali. Interior de Alaska. Grupos cazadores de caribú y bisonte.
                                                3.     Tradición microlaminar de la costa noroeste. 9-8,5 ka. Archipiélago Kodiak, costa del Pacífico del suroeste de Alaska, Columbia Británica, Washington y Oregón.

                                                Tradición Paleoindia del Norte

                                                10,5-8,5 ka.
                                                Ocupa el mismo espacio cronológico y geográfico que la Tradición Paleoártica Americana propiamente dicha y el Complejo Denali. Podría deberse al uso de asentamientos específicos para distintas tareas. Para Dixon se trata de dos tradiciones culturales y tecnológicas diferentes.
                                                Puntas acanaladas. Proyectiles

                                                TRADICIÓN PALEOINDIA

                                                Cache sites de la cultura Clovis. J. DavidKilby y Bruce B. Huckell (2014)

                                                Puntas Clovis. Amick, 2016.
                                                Hallazgos de puntas Clovis. Amick, 2016

                                                Complejo Clovis o Complejo del Llano.

                                                Recibe su nombre de la ciudad de Clovis, al este de Nuevo México, situada en el límite occidental del Llano Estacado.
                                                Entre ca 13,4-12,8 ka calBP en el Oeste y ca 12,8-12,5 ka calBP en el Este, aparece la punta Clovis, bastante variable.

                                                La punta Clovis tiene forma lanceolada, 7-15 cm, bifacial, plana y con la base cóncava. Los costados se expanden desde la base y presentan una acanaladura basal lograda por medio de la remoción de una o varias lascas. La base acanalada de las puntas absorbe energía en el impacto y por tanto incrementa la robustez de las puntas y la capacidad de soportar el estrés físico a través de la redistribución y reubicación de los daños (Thomas et al, 2017).

                                                La base propicia su inserción en un elemento de madera o hueso para fabricar una lanza y para ello los laterales proximales tienen unos filos menos cortantes, lo que facilita su sujeción mediante tiras de cuero. Su abundancia nos da idea de la importancia de la caza. Se ha especulado que se utilizaba de forma especializada para la caza de animales grandes, pero hay indicios de uso para la caza de lepóridos e incluso en vegetales, lo que supone una gran versatilidad.
                                                Aparecen también puntas de hueso, láminas, raspadores y raederas. Son representativos los raspadores terminales con espolón, muchas veces hechos con navajas prismáticas obtenidas de núcleos poliédricos.
                                                La técnica lítica se basa en la percusión directa de alta precisión.

                                                Según la hipótesis de adaptación regional al entorno (Buchanan et al, 2014), los grupos Clovis adaptaron su equipamiento de caza a las características de las presas y al hábitat local. Esta adaptación regional es negada por la hipótesis de adaptación en todo el continente.
                                                Salvo Mason (1962), en función de las dataciones, se considera que las puntas Clovis se originaron en el Oeste, quizá derivadas del Complejo Nenana. Sin embargo, se han hallado más puntas lanceoladas y más diversas en el Este.
                                                Los yacimientos más antiguos son Aubrey (Texas) y El Fin del Mundo (Sonora; Guadalupe Sánchez et al, 2014, Guadalupe Sánchez et al, 2015) y el más reciente Debert (Nueva Escocia). El Fin del Mundo es también el yacimiento más austral, si bien en 1993 el Proyecto Arte Rupestre Baja California Sur identificó una punta clovis en una colección particular y 1952 Aschmann comunicó el hallazgo de una punta Clovis en Rancho San Joaquín, algo más al sur (Hyland y Gutiérrez). La influencia de la cultura Clovis parece haber llegado hasta Venezuela y Ecuador.
                                                Los yacimientos más conocidos están relacionados con la matanza de grandes mamíferos, mamut principalmente, y se encuentran en Nuevo México, Colorado, Arizona, Wyoming y Oklahoma. También hay hallazgos en el este de Estados Unidos.

                                                Para Fiedel, las bandas establecían territorios circulares amplios con un radio aproximado de 160 km.En función de los artefactos hallados y del entorno, se distinguen varios tipos de asentamiento:
                                                • Los relacionados con el abastecimiento de materias primas. Los yacimientos de Fine Mine Hall (este de Nueva York), Williamson (Virginia) y Flint Run (Virginia) muestran el aprovisionamiento de sílex, jaspe o calcedonia de gran calidad.
                                                • Cache sites, relacionados con actividades de caza. En zonas altas, controlando ríos, lagos o valles. Ocupados por pequeños grupos a la espera del paso de los animales. Richie Roberts (Washington), Anzick (Montana), Buche Cache (Kansas), Simon Site (Idaho) y Drake Cache (Colorado). Contenían escondrijos de herramientas (bifaces, puntas de proyectil, cuchillas, núcleos, escamas, piezas de hueso y marfil, etc.). Muchas características de los Cache Clovis parecen inusuales y reflejan un alto grado de conocimiento y de apreciación estética. Incluyen materiales exóticos y en algunos caches se ha encontrado ocre rojo. En al menos cuatro caches (Anzick, East Wenatchee, Fenn y Simon) hay indicios de comportamiento ritual pero pueden representar tradiciones locales del norte de las Rocosas y del Noroeste. Con pocas excepciones, la principal diferencia entre los Cache y otros conjuntos es la inclusión de artefactos con poco uso (J. David Kilby y Bruce B. Huckell, 2014). Diversas teorías, especulan sobre su uso funcional, social y simbólico.
                                                • Kill sites, lugares de matanza de grandes mamíferos. Cerca de lagunas o arroyos, sobre todo en el centro-oeste de Estados Unidos. Dent (Colorado), Lehner (Arizona), Blackwater Draw (Clovis, Nuevo México), Colby (Wyoming) y Hiscock (Nueva York).
                                                • Campamentos base. De gran tamaño y gran diversidad de artefactos. No existen evidencias de estructuras, por lo que las cabañas podrían ser de ramas, musgo y piel. Debert (Nueva Escocia), Bull Brook (Massachusetts), Thunderbird (Virginia), Shoop (Pennsylvania) y West Athens Hill (Nueva York). Dixon cita una cifra entre 30-60 individuos.
                                                En el oeste, Dixon distingue tres tradiciones:
                                                1. Western Fluted Points Tradition. 11,5-10,5 Tradición de puntas lanceoladas del oeste, con base cóncava. Mayor adaptación a la recolección.
                                                2. Western Stemmed Point Tradition. 11-7 ka. Tradición con puntas que tienen los laterales proximales más estrechos. Yacimientos importantes: Buhl (Idaho) y Cooper (noroeste de Oklahoma).
                                                3. San Dieguito/Sulphur Spring Complexes. 10-8 ka. Puntas alargadas y relativamente estrechas.
                                                La transición al complejo Folsom tuvo lugar quizá en menos de 100 años Puede que el cambio medioambiental junto con la extinción de los mamuts obligara a un cambio en el modo de vida. Se ha especulado con la relación entre la caída de un meteorito y el evento climático Younger Drias y la desaparición de la megafauna de América del Norte y de la tecnología Clovis (Petaev et al, 2013; Moore et al, 2017).

                                                Conjunto Clovis de East Wenatchee Cache Site

                                                Culturas del Este

                                                David G. Anderson, Ashley M. Smallwood y  D. Shane Miller (2015) resumen el estado actual de la arqueología paleoindia en el sureste de USA.
                                                • Pre-Clovis o Paleoindio Temprano (hace > 13.250 años cal) 
                                                  • Punta Miller.
                                                    • Punta lanceolada no acanalada, hallada por primera vez en el abrigo Meadowcroft, Pennsylvania en el Estrato IIa cuyas fronteras fueron datadas por radiocarbono en hace 13.375 ± 988 años cal y 15.389 ± 1,219 años cal. Las dataciones son dudosas.
                                                  • Punta Cactus Hill
                                                    • Punta triangular. Debe su nombre al yacimiento de Cactus Hill, Virginia, donde se hallaron dos ejemplares. Dos muestras de carbón asociadas interpretadas como restos de hogares fueron datadas en hace 18.308 ± 112 años cal y 20.428 ± 95 años cal (Feathers et al, 2006; McAvoy y McAvoy, 1997). Las dataciones son dudosas.
                                                • Clovis o Paleoindio Medio (hace ca 13.250-12.850 años cal; Waters y Stafford, 2007).
                                                  • Disponemos de amplias evidencias de asentamientos humanos, aunque no se conoce la forma en que se extendió la cultura Clovis y las fechas fiables son escasas. La mayoría de los hallazgos vienen de contextos de superficie. Sólo en raras ocasiones se han encontrado grandes conjuntos en el contexto de excavación, por lo general relacionados con canteras, en los que la mayor parte del material recuperado está constituido por desechos de talla. A diferencia del oeste de USA, hay poca evidencia de matanza de megafauna o cachés líticos. Salvo en el norte de la región, los raspadores con mango son poco frecuentes. También es rara la evidencia de estructuras. Los restos de actividad disminuyen a medida que aumenta la distancia a las fuentes de materia prima de forma que las macrobandas dominaban un espacio hasta 300 km de las mismas.
                                                  • Johnson en Nashville, Tennessee es el yacimiento más antiguo, aunque las dataciones son dudosas (Broster et al, 2013).
                                                  • Cactus Hill en Virginia ofrece la única datación ampliamente aceptada: hace 12.786 ± 55 años cal (McAvoy y McAvoy 1997; Wagner y McAvoy 2004).
                                                  • Una varilla de marfil de Sloth Hole, Florida produjo una datación de hace 12.913 ± 74 años cal (Hemmings, 2004, 2005).
                                                  • Wittke et al (2013) y Goodyear (2013) han informado de una datación asociada con los depósitos Clovis de Topper en Carolina del Sur de hace 12.837 ± 79 años cal, pero el contexto de la fecha no se ha publicado con amplitud.
                                                • Post-Clovis o Paleoindio Tardío (hace ca 12.850-11.700 años cal, coincidiendo con el Dryas Reciente; Bousman y Vierra, 2012; Fiedel, 2015; Walker et al, 2009).
                                                  • Se produce un gran cambio climático y cultural, con grandes extinciones y reubicaciones de flora y fauna, transgresiones marinas y reversiones, y cambios en los regímenes fluviales. La regionalización cultural había comenzado en el Paleoindio Medio (Smallwood 2012; Smith et al 2015; Thulman 2006), y es muy evidente en el Paleoindio Tardío, representada por un aumento en el número y diversidad de los tipos de puntas estriadas y no acanaladas. Se desconoce la causa de esta variación.
                                                  • Disminuye el número de yacimientos y hallazgos, lo que se interpreta como una reorganización o disminución de la población, especialmente en el norte de Alabama y el sur de Virginia. Las extinciones de la megafauna habrían dado lugar a cambios en la dieta y a su vez en la tecnología, con aumento de formas entalladas y reafiladas, tal vez relacionadas con la caza menor.
                                                  • El inicio del periodo está representado por formas de punta Cumberland y Redstone, derivadas de la punta Clovis (Goodyear 2006, 2010) y ocasionalmente, tipos de las llanuras, similares a Folsom. Goodyear (2006) propone que el uso de la percusión indirecta permitió un mayor control del acanalamiento y que las puntas fueron diseñadas para penetrar, mientras que las Clovis estaban pensadas para cortar, un diferente propósito funcional que se asocia con cambios en las comunidades de fauna. Los yacimientos correspondientes no se han fechado con seguridad.
                                                    • Cumberland
                                                      • El canal se extiende desde la base hasta la punta, con una cintura de enmangamiento y una base ligeramente cóncava. Los bordes se caracterizan por su talla fina por presión marginal (Lewis, 1954). Gramly (2008, 2009, 2012), sostiene que el tipo Cumberland es pre-Clovis. Aparece en el Medio Sur.
                                                    • Redstone
                                                      • Puntas triangulares grandes y medianas con concavidades basales profundas y largos canales múltiples en ambas caras, aunque a veces son cortos; la hoja es recta y termina con una punta distal aguda (Daniel y Goodyear, 2006; Goodyear 2006; Mahan 1964). Aparece en la parte oriental del sudeste de USA.
                                                    • Las puntas Folsom aparecen al este, hasta Illinois e Indiana (Munson 1990). Similares a Folsom:
                                                      • Sedgwick, en Arkansas (Morse y Morse, 1983).
                                                      • Barnes en el Medio Oeste.
                                                      • Northumberland en Pennsylvania.
                                                      • Michaud-Neponset en Nueva Inglaterra y marítimas.
                                                    • En algún momento durante la primera parte del Paleoindio Tardío, desaparecen los acanalamientos en todo el sudeste y la variación morfológica aumenta, incluyendo los tipos:
                                                      • Beaver Lake y Quad en todo el sudeste.
                                                      • Arkabutla, Coldwater, y Hinds en Mississippi.
                                                      • San Patrice principalmente en el trans-Mississippi al sur de Luisiana y zonas adyacentes.
                                                      • Suwannee en Florida y la llanura costera de Georgia y Carolina del Sur.
                                                    • Este reemplazo sólo se ha insinuado estratigráficamente en unos pocos yacimientos, en particular Dust Cave in Alabama (Driskell 1994; Sherwood et al, 2004), Hester en Mississippi (Brookes, 1979), y Silver Springs en Florida (Dunbar 2006c; Neill 1958). En Dust Cave se hallaron componentes Quad y Beaver Lake por debajo de componentes Dalton (Driskell 1994; Sherwood et al, 2004).
                                                  • La datación de las puntas Dalton es incierta, pero parece abarcar la parte más tardía del Dryas Reciente y posiblemente el Holoceno temprano (Driskell et al 2012; Ellis et al, 1998; Goodyear 1982; Lopinot et al 1998, 2000; Miller y Gingerich, 2013a , 2013b; Morse 1997b ;Morse et al, 1996). Bradley (1997) ha argumentado la posibilidad de que las puntas Dalton apareciesen antes, evolucionando directamente de Clovis en el valle del Mississippi central, donde se han observado acanalamientos en algunas puntas de Sloan en Arkansas noreste. Las puntas Dalton se han recuperado en grandes cantidades en todo el sudeste de USA, salvo en Florida, donde son sustituidas por las puntas Suwannee y formas similares (Dunbar 2006c. Dunbar y Hemmings, 2004. Se han propuesto modelos de asentamiento y subsistencia de las poblaciones Dalton con movimiento desde bases centrales hacia sitios con actividades especiales (incluidas las canteras), y cementerios alejados de los sitios residenciales (Morse 1971, 1973, 1975a; Morse y Morse 1983; Gillam, 1996a, 1999). Se observa la explotación de una amplia gama de flora y fauna, con énfasis en la caza de ciervos de cola blanca (Goodyear 1974; Morse 1971, 1973, 1997a , 1997b). Debido a la gran cantidad de sitios y a las características inusuales observadas en algunos de ellos, puede hablarse de un florecimiento cultural en el Valle Central del Mississippi. Sitios como Lace y Brand, parecen haber sido lugares de asentamiento prolongado, mientras que en Sloan han aparecido cementerios señalizados, denotando posible territorialidad o el control de ciertas áreas o recursos (Kelly 2013). Las puntas Sloan son grandes bifaces que reflejan algún tipo de ceremonialismo y aparecen solas y en cachés en el Valle Central del Mississippi. Walthall y Koldehoff (1998) proponen la existencia de una red ceremonial o de interacción entre los pueblos de la zona y Anderson (2002) y Sassaman (2010) una compleja sociedad de cazadores-recolectores.
                                                  • Para la fase media del Dryas Reciente y la transición al Holoceno temprano, hay fechas disponibles probablemente debido al aumento de uso de cuevas y abrigos rocosos, que proporcionan un mejor contexto para la preservación.
                                                    • Dust Cave es el yacimiento clave para el establecimiento de la relación cronológica entre Quad / Beaver Lake, Dalton, y puntas tempranas con muescas laterales (Sherwood et al, 2004), demostrando que las puntas con muescas se extienden durante el límite entre el Dryas Reciente y el Holoceno.
                                                    • En Smith Mountain, Virginia (Childress y Blanton, 1997) se recuperó un bifaz tipo Plano. Una muestra de carbón produjo una fecha de hace 11.790 ± 165 años cal.

                                                Complejo Goshem

                                                11-10,5 ka.
                                                George Frison e Irwin-Williams han sugerido que puede ser una cultura de transición entre Clovis y Folsom.
                                                ·         A favor de este planemiento está el descubrimiento en el yacimiento de Hell Gap (Wyoming) por debajo de un nivel Folsom, al igual que en Mill Iron (Montana) y Carter/Kerr-McGee (Wyoming).
                                                ·         En contra, es difícil explicar por qué se pasó  de puntas ligeramente acanaladas tipo Clovis a las no acanaladas para volver otra vez a las acanaladas tipo Folsom.
                                                Las puntas Goshem son puntas Clovis sin acanalamiento. Puede que constituyan una simple variante no acanalada.
                                                Ejemplos de puntas lanceoladas de Norteamérica: (a) Clovis (Logan Co., Kentucky); (b) Dalton (Lyon Co., Kentucky); (c) Folsom (Roosevelt Co., New Mexico); (d) Cumberland (Colbert Co., Alabama); (e) Gainey/Bull Brook (Essex Co., Massachusetts); (f) Crowfield (Addison Co., Vermont)



                                                Hallazgos de puntas Folsom. Amick, 2016.

                                                Complejo Folsom

                                                10,9-10,2 ka.
                                                Desde las Montañas Rocosas a las Grandes Llanuras y desde Dakota del Norte al norte de México. En el Lejano Oeste, esta tradición es coetánea de la Western Stemmed Point Tradition.
                                                El primer descubrimiento fue realizado en 1908 por George McJunkin cerca de Folsom (Nuevo México).
                                                Otro yacimiento importante es Lindenmeier (norte de Colorado), datado en 10.660 años. Excavado en los años 30 y estudiado nuevamente en los 70. Campamento base. Aparecieron instrumentos líticos de obsidiana de una fuente a 560 km al noroeste. Se localizaron numerosas agujas de hueso.
                                                Más yacimientos: Indian Creek (Montana), Cooper (Oklahoma) y 12 Mile Creek (Kansas).
                                                Además de puntas, en los yacimientos aparecen lascas, cuchillos bifaciales muy delgados, perforadores, raspadores, raederas, choppers, piedras abrasivas, pigmentos y piedras para machacar pigmentos.
                                                Por lo general, las puntas Folsom son más pequeñas que las Clovis, tienen la base cóncava y cuentan con un acanalado más extenso, que se aproxima al extremo final del artefacto. Son objetos de excepcional calidad técnica, fabricados con excelente materia prima, de grano muy fino.
                                                El canal que presentan las puntas Folsom se obtuvo, según Donald Crabtree, desgajando las lascas presionándolas hacia abajo con una muleta en forma de T apoyada contra el pecho. La punta de la muleta se presiona en el punto exacto del núcleo mientras se sujeta éste con firmeza. La mejora funcional con respecto a las Clovis, es objeto de discusión.
                                                Extinguido el mamut, los Folsom cazaban bisontes, de mayor tamaño que los actuales. Hay evidencias de matanzas sistemáticas en Stewart’s Cattle Guard (sur de Colorado) y Agate Basin (Wyoming). Hay indicios de que los excedentes se congelaban. Además del bisonte, los Folson explotaban los recursos de forma generalista. Se han encontado hogares con restos de ceniza. Es posible que utilizaran tiendas similares a las de los nativos recientes. Los campamentos estaban situados en lugares altos, buenos puntos de observación.

                                                Puntas Clovis y Folsom

                                                Tradición Plano

                                                10,2-8 ka.
                                                La tradición incluye varios tipos de punta, con diferencias regionales y temporales.
                                                El cambio de Folsom a Plano parece que fue bastante abrupto.
                                                El animal más cazado continúa siendo el bisonte, y las estrategias de caza son similares a las del Complejo Folsom, aprovechando la topología del terreno para crear trampas naturales, sin descartar la utilización de vallados de troncos. Es posible que se congelasen o ahumasen los excedentes. También hay evidencias de piedras de moler, por lo que además de la caza podemos suponer estrategias de recolección.
                                                Quiza fueron cambios en los patrones de asentamiento a lo largo del flanco este de las Montañas Rocosas los que dieron lugar a la Tradición Arcaica que aparece en las regiones áridas del oeste y en los bosques orientales de Norteamérica, ligada a estrategias de caza oportunista de pequeños mamíferos y recolección y menos dependiente del bisonte.
                                                La Tradición Plano desapareció coincidiendo con un cambio climático que dio lugar a un aumento de la sequía (periodo Altitermal). Terminó así la época de las grandes cacerías comunales. La disminución de recursos conllevó la de la de la población. Pero la escasez de yacimientos puede deberse también a la gran erosión que caracteriza ese periodo.

                                                Yacimientos:
                                                • North Fork, Kelly Forks, Clearwater River. Se hallaron 19 puntas, la más antigua datada en 11 ka. El asentamiento fue usado de forma regular por los antiguos cazadores-recolectores, principalmente para la fabricación de herramientas y procesamiento. Se ha comprobado el uso de herramientas para el procesamiento de conejos.

                                                Complejo Plainview

                                                10-8 ka.
                                                En las grandes llanuras del sur.
                                                Son equiparables a las puntas Goshem.
                                                Recibe su nombre del yacimiento de Texas excavado en 1944.
                                                Las puntas Plainview son lanceoladas con base cóncava, similares a las Folsom pero sin acanaladura
                                                Para Hofman y Graham (1998) pudo ser una fase intermedia entre el Complejo Folsom y el Complejo Cody.

                                                En el yacimiento Olsen-Chubbock (Colorado), datado en 10,15 ka, excavado entre 1958-60 por Joe Ben Wheat aparecieron restos de 190 bisontes asociados a 27 puntas además de otros artefactos. Muchos animales no fueron consumidos. Se calcula que en la matanza y consumo estuvieron implicadas 150-200 personas. Las puntas son de dos tipos, por lo que es posible que participasen don bandas.
                                                ·         Puntas Firstview, lanceoladas, con base recta.
                                                ·         Puntas San Jon.

                                                Culturas de las Grandes Llanuras del Norte

                                                Incluye los complejos:
                                                ·         Agate Basin. 10,5-10 ka. Puntas lanceoladas, alargadas, con un ligero estrechamiento en la zona proximal. Más estrechas y largas que las puntas Clovis y Folsom. En Agate Basin estas puntas aparecieron por encima de un nivel Folsom. Se hallaron puntas similares en Packard (noreste de Oklahoma) y en Canadá. Para Stanford, pudo tener su origen en el Lejano Oeste ya que es allí donde aparecen antes puntas similares. También es posible que proceda del complejo Denali. En el enterramiento de Gordon Creek (norte de Colorado) aparecieron restos humanos y artefactos cubiertos de ocre rojo, lo que podría implicar algún tipo de ritual relacionado con la muerte.
                                                ·         Hell Gap. 10,2-9,5 ka. Recibe su nombre del yacimiento del sureste de Wyoming. Parece un desarrollo del Agate Basin. Las puntas son más estrechas en la parte mesial proximal y tienen una morfología algo más ovoide que las Agate. El yacimiento de Jones-Miller (noreste de Colorado) ha sido interpretado como un lugar de matanza de bisontes. Para Stanford, algunos hallazgos sugieren rituales asociados a matanzas comunales. En Casper (Wyoming) fueron cazados 100 bisontes.
                                                ·        Alberta. 9,8-9,2 ka. Reconocido por primera vez en el sur de Alberta. Puntas con pedúnculo. El yacimiento de Horner (noroeste de Wyoming) ofrece puntas de tipo Cody y de tipo Alberta, por lo que ha sido interpretado como una transición entre ambos complejos. En Hudson Meng (Nebraska) se localizaron restos como mínimo de 500 bisontes asociados a 21 puntas de tipo Alberta y a algún cuchillo de tipo Cody.
                                                ·        Cody.9,5-8,4 ka. Identificado a partir de los hallazgos en Horner (noroeste de Wyoming). Para Dixon, este complejo evolucionó a partir del Alberta. Algunos autores sugieren una conexión con el Complejo Plainview. Puntas alargadas y muy estrechas, cuya zona proximal es ligeramente más estrecha. Mucha variabilidad. Los tipos de puntas más significativos son:
                                                o    Las puntas Eden (yacimiento al oeste de Wyoming)
                                                o    Puntas Scottsbluff (yacimiento al oeste de Nebraska)

                                                Paleoindios de América Central y del Sur.

                                                Cazadores de grandes mamíferos, posiblemente incrementaron la proporción de caza menor al desaparecer la megafauna pleistocénica. Hay evidencias de una rápida domesticación del perro. Después de hace 11 ka los vegetales adquirieron mayor relevancia en la alimentación. En muchos casos, se practicaba la trashumancia. En las zonas costeras se explotan los recursos marinos de forma especializada.
                                                La ocupación humana debió tener lugar mucho antes de la época Clovis.
                                                Se observa una gran variedad en la morfología de las herramientas líticas. Schöbinger (1988) distingue dos etapas y una época transición:

                                                PROTOLÍTICO, LÍTICO INFERIOR O ESTADIO PRE-PUNTAS DE PROYECTIL.

                                                Industrias de guijarros y lascas.
                                                Noreste y este de Brasil.

                                                Tradición Itaparica

                                                El primer asentamiento denso en el centro y el noreste de Brasil comenzó hace ca 13 ka cal y se conoce como "Tradición Itaparica", definido tipológicamente por la presencia de raederas, raspadores carenados y limaces en forma de largas lascas con retoque unifacial, si bien su proporción en los conjuntos es muy variable. Los limaces son grandes artefactos unifaciales simétricos a lo largo del eje longitudinal. Este tecnocomplejo persistió más en el noroeste que en el centro (Antoine Lourdeau, 2015)
                                                • La evidencia más antigua se encuentra en Lapa do Boquete, Minas Gerais (14-8,5 ka; Fogaça 2001; Prous 1991; Rodet 2006). 
                                                • En la parte norte de Minas Gerais, varios abrigos rocosos parecen industrias similares datadas entre 13-9 ka cal:
                                                  • Lapa dos Bichos (Kipnis 1998; Rodet 2006).
                                                  • Lapa do Dragão (Prous et al. 1996/97)
                                                  • Lapa do Boqueirão Soberbo (Menezes, 2000)
                                                  • Lapa do Gentio II
                                                  • Lapa da Foice I (Dias Jr 1976/77, 1978/79/80, 1991).
                                                • Serranópolis, en el sureste de Goiás, es la región con yacimientos más ricos y mejor documentados, datados entre ca 12,5-9,5 ka cal.
                                                  • GO-JA-01 es un vasto refugio en una pared de piedra arenisca, excavado entre 1975 y 1980 por P. I. Schmitz y A. S. Barbosa (Schmitz et al, 1989, 2004). El principal sector de excavación tiene una superficie de 40 m² y una profundidad de casi 2 m. Este trabajo reveló una secuencia estratigráfica de 17 niveles. Los conjuntos con artefactos unifaciales están presentes sólo en las capas más bajas (estratos F a Q) datados entre 12,500-10 ka cal. Estos estratos produjeron casi 40.000 restos líticos, incluyendo 517 instrumentos y 27 núcleos. La materia prima utilizada es una arenisca silicificada de grano fino obtenida en los alrededores del refugio. También se encontraron algunos artefactos de sílex.
                                                    • Los artefactos corresponden a un concepto técnico novedoso, basado en principios estructurales, productivos y funcionales únicos y forman parte de un sistema que se completa con otras herramientas.
                                                    • Se han recuperado 377 artefactos unifaciales alargados y simétricos longitudinalmente.
                                                      • La cara ventral es plana y no fue modificada por la formación de escamas. 
                                                      • El relieve de la otra se puede clasificar en tres categorías de perfiles:
                                                        • Perfiles simétricos con espesor constante a lo largo del artefacto.
                                                        • Perfiles simétricos con espesor máximo en el centro del artefacto.
                                                        • Perfiles asimétricos, con una mitad claramente más gruesa que la otra. 
                                                      • La sección transversal puede ser triangular, trapezoidal, o semicircular.
                                                      • Se observa la presencia sistemática de una unidad transformativa en uno de los extremos de la estructura. Es simétrica a lo largo del eje longitudinal y, a menudo se preparó con especial cuidado.
                                                      • Es abundante la evidencia de reafilado.
                                                    • Se recuperaron además 123 lascas obtenidas de forma unidireccional por el método bipolar, configuradas predominantemente para agarre lateral.
                                                    • Los conjuntos en Toca do Boqueirão da Pedra Furada y Toca do Pica-Pau muestran características muy similares, con excepción de la presencia de herramientas de canto rodado, totalmente ausentes en GO-JA-01. Aunque esto refleja un modo diferente para la producción de herramientas, las estructuras resultantes son coincidentes.
                                                  • GO-JA-02
                                                  • GO-JA-03
                                                  • GO-JA-14
                                                  • GO-JA-26
                                                • En el valle medio del río Tocantins, las conformaciones unifaciales también están bien representadas en varios sitios al aire libre fechadados entre ca 12,5-10 ka cal: 
                                                  • Miracema I y II
                                                  • Lajeado 18
                                                  • Mares 2
                                                  • Capivara 5
                                                • En los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, algunos conjuntos contienen artefactos unifaciales, incluyendo:
                                                  • El abrigo rocoso MS-PA-02, con conjuntos datados entre 12,5-12 ka cal (Veroneze 1992).
                                                  • El abrigo rocoso MT-SL-31, fechadado hace ca 12 ka (Wüst y Vaz 1998).
                                                  • Los niveles intermedios de Santa Elina, donde la conformación unifacial se asocia con el periodo comprendido entre 9-8 ka cal (Vilhena Vialou, 2005), una fecha especialmente reciente en comparación con las publicadas para el centro de Brasil.
                                                • En el sudeste de Piauí:
                                                  • Niveles intermedios en Toca do Boqueirão da Pedra Furada (Parenti 2001). Situado en Coronel José Dias, este gran refugio de piedra al pie de un acantilado de arenisca fue excavado desde 1978 hasta 1988 por N. Guidon y F. Parenti. La excavación se extendió a través de una gran superficie de unos 900 m² con una profundidad de más de 4 m. La estratigrafía no es uniforme. La fase Serra Talhada 1 se ha datado entre 12,5-9 ka cal y se compone de 956 artefactos de pedernal, cuarzo y cuarcita de las proximidades, incluyendo 111 instrumentos y 44 núcleos.
                                                  • Toca do Sítio do Meio (Melo 2007)
                                                  • Los niveles más bajos en Toca do Pica-Pau, João Costa (Guidon et al, 2007; Lourdeau 2010) refugio a unos 25 metros de Toca do Boqueirão da Pedra Furada. Fue excavado en 2005 por N. Guidon, cubriendo un área de 15 × 5 m, con una profundidad de más de 4 m. Se halló una única capa arqueológica densa datada entre 9,5-8 ka cal con más de 1.500 artefactos líticos de cuarcita, arenisca silicificada, y pedernal, incluyendo 33 herramientas y 22 núcleos.
                                                  • Toca dos Coqueiros (Guidon et al, 1998).
                                                  • Toca do Bojo I (Guidon 1978/79/80, 1981)
                                                  • Toca do Baixão do Perna I (Guidon 1989; Melo 1994).
                                                  • Toca do João Leite (Guidon et al, 2009).
                                                • En Pernambuco:
                                                  • Gruta do Padre (Martin 1998; Martin y Rocha 1990; Martin et al, 1986).
                                                  • Pedra do Caboclo.
                                                  • Cha do Caboclo (Laroche 1970, 1975; Laroche et al 1977).
                                                En el noroeste, junto con los conjuntos unifaciales, conviven otros sin esta característica. Se desconoce si esto es debido a la existencia de grupos diferenciados (explicación cultural) o a usos específicos (explicación funcional).
                                                • Furna do Estrago. (Lima 1985, 1991; Santos 2006).
                                                • Justino (Jerónimo y Cisneiro 1997; Vergne, 2005).
                                                • Abrigo do Pilão (Bryan y Gruhn, 1993)
                                                • Pedra do Alexandre (Martin 1995-1996, 1996).
                                                • Toca do Paraguaio (Arnaud et al, 1984; Guidon 1981, 1985).
                                                • Toca Nova do Inharé (Guidon et al, 2007).
                                                • Cerca Grande VI (Hurt 1986; Hurt y Blasi 1969; Neves et al, 2004).
                                                Lagoa Santa, en el sur de Minas Gerais es la única región en el centro de Brasil sin industrias unifaciales, con reducción por técnicas unipolares o bipolares sobre yunque con retocado raro.
                                                • Lapa do Sumidouro (Bueno, 2012).
                                                • Lapa das Boleiras (Araujo y Neves 2010; Araujo et al, 2008; Bueno 2012; Hurt y Blasi, 1969; Pugliese 2007).
                                                • Lapa do Santo (Bueno 2012; Pugliese 2007), fechado entre ca. 12-9 ka cal.
                                                Principales yacimientos del centro y norte de Brasil, anteriores a hace 8 ka cal.
                                                Los círculos negros indican sitios donde al menos una capa proporcionó artefactos unifaciales.
                                                (1) Santa Elina.
                                                (2) MT-SL-31 (Mato Grosso).
                                                (3) GO-JA-01.
                                                (4) GO-JA-02.
                                                (5) GO-JA-03.
                                                (6) GO-JA-14.
                                                (7) GO-JA-26 (Goiás).
                                                (8) MS-PA-02 (Mato Grosso do Sul).
                                                (9) Lapa do Gentio II.
                                                (10) Lapa da Foice I.
                                                (11) Lapa do Dragão.
                                                (12) Lapa do Boquete.
                                                (13) Lapa do Bichos.
                                                (14) Lapa do Boqueirão Soberbo.
                                                (15) Lapa Pequena.
                                                (16) Santana do Riacho-
                                                (17) Lapa Vermelha IV.
                                                (18) Cerca Grande VI.
                                                (19) Lapa das Boleiras.
                                                (20) Lapa do Santo (Minas Gerais).
                                                (21) Abrigo do Pilão (Bahia).
                                                (22) Toca do Boqueirão da Pedra Furada.
                                                (23) Toca do Pica-Pau.
                                                (24) Toca do Sítio do Meio.
                                                (25) Toca do Bojo I.
                                                (26) Toca do Baixão do Perna I.
                                                (27) Toca dos Coqueiros.
                                                (28) Toca da Baixa das Cabaceiras.
                                                (29) Toca da Cerca do Elias.
                                                (30) Toca do João Leite.
                                                (31) Toca do Pau Dóia.
                                                (32) Toca do Paraguaio.
                                                (33) Toca Nova do Inharé (Piauí).
                                                (34) Miracema 1.
                                                (35) Miracema 2.
                                                (36) Lajeado 18.
                                                (37) Mares 2.
                                                (38) Capivara 5 (Tocantins).
                                                (39) Justino (Sergipe).
                                                (40) Gruta do Padre.
                                                (41) Furna do Estrago.
                                                (42) Pedra do Caboclo.
                                                (43) Chã do Caboclo (Pernambuco).
                                                (44) Pedra do Alexandre.
                                                (45) Mirador (Rio Grande do Norte).
                                                (46) Lapa do Sumidouro.
                                                (47) Vale da Pedra Furada.
                                                (48) Toca da Tira Peia.

                                                TRANSICIÓN

                                                Comprende los yacimientos entre 13-11 ka con puntas triangulares o levemente amigdaloides. Se han encontrado puntas en yacimientos de Centroamérica (Fell en Panamá, Turrialba en Costa Rica) que podrían confirmar el nexo con las puntas Clovis, pero estos yacimientos son de difícil datación.
                                                Yacimientos de Los Toldos, El Ceibo y Río Pinturas II y III (Patagonia). Además de industria lítica, aparece arte rupestre de puntos y elementos geométricos simples, figuras de guanacos con cazadores esquematizados y manos en negativo.
                                                El fuerte parecido entre los hallazgos de Costa Rica y Patagonia indica una rápida ocupación humana (Fiedel).

                                                INDUSTRIA PALEOINDIA, MILÍTICA O CENOLÍTICA.

                                                El rasgo característico es la existencia de puntas de proyectil, acanaladas, relacionadas con las puntas Clovis, en forma de cola de pescado. A diferencia de las norteamericanas, tienen cuerpos gruesos con pedúnculos marcadamente diferenciados que abarcan 1/3 de la longitud total de la pieza. Suelen tener 4-6,5 cm. La acanaladura aparece a veces solo en una cara. Los hallazgos se concentran en dos zonas:
                                                • Oeste: Yacimientos de Cueva Fell (Chile) y El Inga (Ecuador).
                                                • Este y sur de Brasil, Uruguay, Argentina y Patagonia.
                                                El trabajo en Cerro del Burro y Urupez (Meneghin 1977, 2004) ha proporcionado dataciones de radiocarbono de hace 11.690 ± 80 y 10 690 ± 60 años 14C (Meneghin 2004, 2006) en conjuntos asociados con puntas de cola de pescado. La segunda fecha es más fiable que la primera, ya que está en el rango cronológico de los puntos de cola de pescado a nivel regional.

                                                Las puntas de cola de pescado muestran dos variantes principales (Suárez 2001, 2006).
                                                • El estilo clásico, con un tallo marcado y hombros redondeados (ángulo del hombro-tallo entre 120º-160°).
                                                • Otra variante, con hombros muy marcados (ángulo entre 90°-110°).
                                                Funcionalmente las puntas de cola de pescado se han atribuido a la caza de armas o proyectiles (Flegenheimer et al 2013; Nami 2007; Politis 1991; Suárez, 2003a), pero el menor poder de penetración de una punta ancha y la asimetría en algunos artefactos indican que estaban en el final de su uso y sugieren que fueron reciclados para su uso como cuchillos (Suárez, 2006). La evidencia reciente de Uruguay sugiere que algunos artefactos, de más de 100 mm de largo, fueron diseñados para ser parte de una tecnología versátil (Suárez, 2015)

                                                Grupo y Horizonte Andino de Puntas Lanceoladas o Foliáceas.

                                                11-6 ka.
                                                Se caracteriza por puntas sin acanaladura, con aristas denticuladas y generalmente bifaciales. La fase ancestral podría ser la industria de El Jobo (oriente venezolano)
                                                Se hallado también numerosos enterramientos y pinturas rupestres reveladoras de la importancia de la caza.
                                                Schöbinger distingue dos grupos:
                                                • Complejo Paiján. 11-10 ka. Localizado en la costa norte y central de Perú con posibles ramificaciones en la sierra ecuatoriana. Caracterizado por puntas pedunculadas.
                                                • Complejo surandino de Tuina-Inca Cueva 4. 10,8-9 ka. Puntas triangulares delgadas, de tamaño mediano a pequeño. Pinturas rupestres geométricas.

                                                Puntas Saladillo

                                                Variante con retoque unifacial.

                                                Complejo Tigre

                                                El complejo cultural Tigre aparece entre hace 12.552-11.213 años cal en los primeros componentes de Pay Paso 1, los niveles antiguos de K87 y en Laguna Canosa con una cronología radiocarbónica similar. El kit de herramientas incluye puntas de proyectil con tallo, bifaces ovalados y asimétricos de tamaño mediano, probablemente usados como herramientas de corte, grandes preformas, hojitas de corte y una variedad de raederas. Pay Paso 1 se encuentra en las riveras del Cuareim; K87 y Laguna Canosa, en las llanuras del río Uruguay (Suárez, 2015).
                                                • La punta Tigre (Suárez 2011a) tiene un tallo ancho con lados rectos o ligeramente convexos, los hombros con muescas muy pronunciadas (ángulo ca 70-90°), una cuchilla triangular, una base convexa por retoque, adelgazamiento bifacial completo, y abrasión en los bordes del tallo. Se han hallado decenas de puntas Tigre en contextos de superficie, en Uruguay. Es importante tener en cuenta que los fabricantes de puntas de cola de pescado de Uruguay no utilizaron madera silicificada, pero sí lo hicieron los de puntas Tigre.

                                                Complejo Pay Paso

                                                El complejo cultural Pay Paso aparece en el Componente 3 de Pay Paso y en K87 por encima del complejo Tigre (entre 11.081-11.024 años cal). Se recuperaron puntas Pay Paso también en otros sitios arqueológicos a lo largo de los cursos medios de los ríos Uruguay y Cuareim. Estos tipos de puntas aparecen asimismo en las colecciones arqueológicas del curso medio del río Negro y en los valles del río Tacuarembó Grande. Además de las puntas, son características las hojitas y los raspadores (Suárez, 2015).
                                                • La punta Pay Paso se caracteriza por un tallo corto, profundamente cóncavo en su base, bordes cóncavos divergentes en expansión hacia la base, abrasión de los bordes del tallo, hoja con bordes convexos o rectos, retoque laminar regular de la hoja, y adelgazamiento basal muy cuidadoso del vástago con cicatrices de escamas triangulares y cortas.

                                                Primeros miembros de la tribu Hominini. Hallazgos fósiles.

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                                                Que muestra la colocación de las localidades de homínidos más tempranos Mapa y algunos de los especímenes recuperados.
                                                Localización de los Hominini más antiguos (incertae sedis en el caso de Sahelanthropus). © 2013 Nature Education. imágenes adaptadas de Brunet et al. 2002 (Sahelanthropus), Semaw et al. 2005 (Ardipithecus ramidus Gona), Haile-Selassie 2001 (Ardipithecus kadabba), White et al. 2009 (Ardipithecus ramidus), Senut et al. 2001 (Orrorin).

                                                Orrorin tugenensis (Senut et al, 2001)

                                                • Holotipo:  BAR 1000 '00, mandíbula en dos fragmentos: 
                                                  • BAR 1000a 00: fragmento del lado izquierdo de mandibula, con M2–3.
                                                  • BAR 1000b00: fragmento del lado derecho de mandíbula, con M3.
                                                • Yacimientos: Cuatro localidades en la Formación de Lukeino, distrito de Baringo, Kenia (Cheboit, Kapsomin, Kapcheberek y Aragai).
                                                El descubrimiento se dio a conocer en 2001 tras los hallazgos de la paleoantropóloga francesa Brigitte Senut y el inglés Martin Pickford.
                                                Orrorin significa “primer hombre” en el idioma de Tugen.
                                                Además del holotipo, los hallazgos incluyen:
                                                • Un fragmento de la parte proximal del fémur (BAR 1002’00), que comprende 2/3 del hueso completo.
                                                • Fragmentos de otros dos fémures.
                                                • Fragmento distal de radio.
                                                • Fragmento proximal de la falange de un dedo.
                                                • Tres fragmentos de una mandíbula.
                                                • Dientes aislados.
                                                Datados en 6-5,7 Ma usando métodos radioisotópicos, paleomagnetismo y biocronología (Sawada et al, 2002).

                                                Estos restos, custodiados tras su descubrimiento en una instalación local, han desaparecido.

                                                Orrorin tugenensis
                                                Fémures de ( A ) P. troglodytes ,( B ) Orrorin (BAR 1002'00), ( C y D ) Paranthropus robustus (SK 97 y SK 82, invertido), ( E ) A. afarensis (AL 288-1AP), ( F ) Paranthropus boisei (KNM-ER 1503, invertido), ( G ) Homo temprano (KNM-ER 1481), y ( H ) H. sapiens moderno. Los homínidos tempranos (B a F) se diferencia de los grandes simios y de los humanos modernos en que el cuello del fémur es largo y estrecho. Los Homo tempranos (G) tienen fémures con grandes cabezas y cuellos amplios. Barra de escala, 2 cm. Science.
                                                CT-exploraciones del cuello femoral de BAR 1002'00, un ejemplar de Orrorin tugenensis.
                                                CT-scan del cuello femoral de BAR 1002'00, Orrorin tugenensis. A la izquierda se muestra dónde se tomaron las secciones. La distribución del hueso cortical es asimétrica: la corteza es mucho más gruesas inferiormente (flechas azules) que superiormente (flechas amarillas). Los seres humanos también tienen una distribución asimétrica similar del hueso cortical, mientras que los monos africanos tienen una distribución mucho más uniforme debido a las diferentes tensiones de carga de bipedación y el cuadrupedalismo.
                                                © 2013 Nature Education Adaptación de Pickford et al, 2002.
                                                Ancestro humano era menos-chimpancé-como que el pensamiento: estudio
                                                BAR 1002'00 Orrorin tugenensis. David Alba.
                                                Adam van Arsdale: Orrorin tugenensis

                                                Fragmentos de Chemeron.

                                                Fragmentos hallados en Chemeron, lago Baringo, Kenia. Datados en 5,1 Ma.
                                                • Extremo proximal de húmero (1980).
                                                • La Mandíbula de Tamarin (1984) es un fragmento mandibular datado en 4,42-4,3 Ma (KNM-TH 13150: Hill 1985; Deino et al. 2002) hallado en Tugen Hills (Kenya). En algunos autores aparece asignada a Ardipithecus ramidus (Kissel y Hawks, 2015). La inclusión de la Mandíbula de Tabarin en Ardipithecus tendría como consecuencia una extensión geográfica sustancial del género.

                                                  Fragmento de mandíbula de Lothagam.

                                                  El fragmento de mandíbula de Lothagam, Kenia (KNM-LT 329), en el que se conserva el alveolo del P4, el M1 y la raíz distal de M3, fue descubierto en 1967 y publicado por Patterson en 1970. Su edad se estima entre hace 5,2-4,2 Ma. Una edad más antigua de 4,4 Ma la colocaría fuera del rango conocido para Austrolopithecus anamensis.

                                                  Según Kissel y Hawks (2015), la mandíbula de Lothagam, no corresponde a Ardipithecus. Sus dimensiones molares, están claramente fuera del rango conocido para ese género, pero quedan dentro del rango de Australopithecus afarensis y Australopithecus anamensis. Si se confirmara una datación del espécimen más a antigua que hace 4,4 Ma, estaríamos ante una evidencia de que Australopithecus coexistió con Ardipithecus y posiblemente con otros Hominini.

                                                  Marco superior: Imágenes que muestran el primitivismo de Ar.  kaddaba canino superior que eleva a su propia especie
                                                  Marco superior izquierda: Comparación del canino superior y premolar de Ar. kadabba con los de un chimpancé hembra. Nótese la forma grande y triangular del canino superior. 
                                                  Marco superior derecha: Comparación del canino superior del Ar. kadabba con los de Ar. ramidus y Au. afarensis.
                                                  Marco inferior: Comparación de la falange proximal del pie de Ar. kadabba con las del chimpancé y Au. afarensis. Las flechas señalan la presencia de una inclinación dorsal en Ar. kadabba y Au. afarensis que se observa en los seres humanos modernos, pero no en monos.
                                                  © 2013 Nature Education. Marco superior adaptado de Haile-Selassie et al, 2004; Marco inferior adaptado de Haile-Selassie et al, 2009.

                                                  A. ARA-VP-2/10, mandíbula y dientes asociados; ARA-VP-2/120, cúbito y eje del húmero; ARA-VP-2/11, falange de la mano.
                                                  B. AME-VP-1/71, vistas lateral, inferior y dorsal de la falange del pie.
                                                  C. STD-VP-2, dientes y clavícula parcial.
                                                  D. DID-VP-1/80, falange de la mano.
                                                  E. ASK-VP-3/160, vista oclusial, mesial y bucal; ASK-VP-3/78, vista posterior. 
                                                  (Haile-Selassie, 2001).

                                                  Ardipithecus kaddaba (Haile-Selassie et al 2004).

                                                  • Holotipo: ARA-VP-2/10.
                                                  • Yacimientos: Localidades de la orilla occidental del curso medio del río Awash (Saitune Dora, Alayla, Asa Koma y Digiba Dora).
                                                  En 2001 el paleoantropólogo etíope Yohannes Haile-Selassie descubrió once fósiles de cinco individuos en la depresión de los Affar, Middle Awash noreste de la actual Etiopía. Incluyen dientes, y fragmentos de mandíbula, mano, brazo, clavícula y una falange del cuarto dedo del pie completa, aunque en este último caso la adscripción es dudosa. El holotipo es un fragmento de maxilar inferior derecho, ARA-VP-2/10. Kaddaba significa “antecesor basal de la familia”, en la lengua de Afar. Datados en 5,8-5,2 Ma (Haile-Selassie, 2001)

                                                  En 2002 se descubrieron seis dientes más, datados en 5,77-5,54 Ma. Otros dientes, datados en 6,3 Ma, no han podido ser asignados a ninguna especie (Scott W. Simpson et al, 2015)

                                                  Si bien en principio estos restos fueron asignados a A. ramidus, el hecho de que entre el canino superior y el P3 inferior se diese una relación oclusal única entre los Hominini, justificó la definición de una nueva especie.

                                                  A. En el cráneo, los chimpancés combinan una parte posterior ancha primitiva con un alargamiento de la parte anterior de la base del cráneo derivado. Los homínidos comparten una base del cráneo acortada derivada.
                                                  B. En la dentición, los homínidos perdieron las características del conjunto C/P3 basadas en un canino sobresaliente en los machos.
                                                  C. En las extremidades, Ardipithecus ramidus es primitivo. El chimpancé es derivado en su brazo alargado y el humano en la pierna alargada.
                                                  D. En la pelvis, los homínidos comparten unas palas ilíacas inferiores más amplias y una posición baja de la articulación del sacro.
                                                  E. La mano del chimpancé muestra unos metacarpianos alargados y reforzados para la escalada y la suspensión. Los homínidos, unos metacarpianos cortos, primitivos, y unas falanges acortadas.
                                                  F. El pie de Ardipithecus ramidus muestra una parte media primitiva. Los simios, una estructura flexible acortada. Los humanos, una estructura de palanca reforzada que absorbe al mismo tiempo los impactos.

                                                  Ardipithecus ramidus (White, Suwa y Asfaw, 1994-1995).

                                                  • Holotipo: ARA-VP-6/1.
                                                  • Yacimientos: 
                                                    • Aramis, al oeste del curso medio de río Awash (Afar, Etiopía). Localidades 1, 6 y 7.
                                                    • As Duma, Gona Western Margin (GWM), Afar, Etiopía.
                                                      • Localidad GWM3, Abdu Mohamed Ali
                                                  A comienzos de la década de 1990, Gen Suwa halló en Aramis un molar homínido. Entre 1992-1994, Berhane Asfaw y Gen Suwa, del equipo de Tim White, recuperaron restos de 17 individuos, en su mayoría dientes, pero hay también un trozo de mandíbula inferior de un niño, un trozo de la base de un cráneo de un individuo, y un trozo de húmero de otro individuo. Datados en 4,4 Ma. Los primeros restos fueron atribuidos a Australopithecus hasta que en 1995, con más especímenes recuperados, se definió el nuevo género.

                                                  En enero de 2005 se informó del descubrimiento de los restos de por lo menos nueve individuos clasificados como Ardipithecus ramidus, de entre 4,4 y 4,1 millones de años de antigüedad, en As Duma, al norte de Etiopía, por el equipo de la Universidad de Indiana dirigido por Sileshi Seaslug (Semaw et al, 2005).

                                                  En 2009 se informó del hallazgo de nuevos restos en Aramis, incluyendo ARA-VP-6/500, Kuseralee Dora y Sagantole.

                                                  En la lengua afar, local, ardi significa “tierra, suelo” y ramis “raíz”.
                                                  • ARA-VP-6/1 Diez molares de un individuo.
                                                  • ARA-VP-7/2 Tres huesos enteros del brazo izquierdo correspondientes a un individuo, con rasgos en mosaico.
                                                  • ARA-VP-6/500. Esqueleto fósil relativamente completo hallado en 1994 en Aramis. Corresponde a una hembra (Ardi). Datado hace unos 4,4 Ma (3,9 según Beagle y Kappelman). 
                                                  • GWM3/P1. Fragmento de mandíbula recuperado en 1999.
                                                  • GWM3/P2. Fragmento proximal de falange de la mano. Simpson et al, 2019.
                                                  • GWM5sw/P56. Mandíbula.
                                                  • GWM5sw/P58. Fragmento intermedio de falange de la mano. Simpson et al, 2019.
                                                  • GWM5sw/P701. Escafoides mano izquierda. Simpson et al, 2019.
                                                  • GWM10/P1. Falange manual casi completa. Semaw et al., 2005. Simpson et al, 2019.
                                                  • GWM67/P1. Fragmento de maxilar recuperado en 2005.
                                                  • GWM67/P2. Esqueleto parcial (que incluye fragmentos de ambos miembros inferiores, un pequeño fragmento de la espina vertebral y posiblemente algunos fragmentos de costilla), datado en 4,8-4,3 Ma y recuperados entre 2006-2013. El tobillo y hállux muestran una mayor adaptación a la bipedación que los restos estudiados anteriormente (Simpson et al, 2019).
                                                  ARA-VP-6/1, dentición superior e inferior de un mismo individuo (White, et al. 1994)
                                                  Sahelanthropus (izquierda) comparado con Ardipithecus (derecha), la base del cráneo
                                                  Izquierda, Sahelanthropus (Zollikofer et al. 2005) Derecha, Ardipithecus ramidus (Suwa et al. 2009).
                                                  Ardi y reconstrucción artística de J. H. Matternes. 2009.
                                                  Adam van Arsdale: Ardipithecus


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                                                  Principales elementos del Gravetiense. Bernaldo de Quirós y Neira, 2012.
                                                  El Gravetiense comienza hace ca 30 ka y se extiende en Europa Occidental hasta hace 22 ka. En Europa Central y Oriental pervive hasta hace ca 18 ka. En algunos lugares, coexiste con el Auriñaciense. A diferencia de esta cultura, no aparece representado fuera de Europa. 

                                                  Se caracteriza por la proliferación de los elementos de dorso (laminitas y puntas; Punta de La Gravette; Punta de La Font-Robert), enteramientos, arte mueble y por la presencia de muchas variantes industriales, de forma que se le ha calificado de gran mosaico. El Perigordiense, Pavloviense, Sungiriense, Kostienkiense o Molodiviense, constituyen variantes regionales.
                                                  • La Punta de la Gravette se realiza sobre una hoja estrecha y alargada con borde rectilíneo retocado mediante levantamientos abruptos y a menudo bipolares (el retoque se realiza desde el anverso y el reverso). El extremo distal termina en una punta muy aguda. En ocasiones,puede aparecer retoque directo o inverso en la punta para darle la morfología deseada o en la base para facilitar el enmangamiento. cuando estas puntas se realizan sobre hojita se las denomina microgravettes. El retoque abrupto se conseguiría por percusión directa con percutor duro, apoyando el soporte en un yunque, o por presión.
                                                  • La punta Font Robert, también conocida como punta pedunculada perigordiense, constituye un claro elemento de enmangue. Se realiza mediante retoque directo y abrupto. El pedúnculo permite la inserción de la pieza en el extremo distal del mango.
                                                  • En Europa oriental los soportes laminares sobre los que se realizan las puntas son más anchos que los de Europa occidental, presentando una escotadura lateral, mientras que el retoque es escamoso (los lascados adquieren forma de escama de pez, es decir, son lascados más anchos que largos, con forma de herradura y un ligero resalte al final), denominándose puntas Kostienki.
                                                  Los grupos gravetienses representan una oleada migratoria; eran nómadas y controlaban los recursos de un territorio extenso (Álvaro Arrizabalaga et al, 2014). La hipótesis más extendida (Svoboda 2007), considera que los grupos gravetienses procedían de Asia Occidental hace ca 40 ka (Ahmarian, Lagaman, Dabba) y se instalaron en el curso medio del Danubio, siguiendo una ruta a través de los Balcanes. Se extendió después hacia el oeste llegando hasta Francia y la Península Ibérica y hacia el este dando lugar a la cultura de Kostienki-Avdeyevo Esta cultura presenta claras vinculaciones a la cultura ahmariense del Próximo Oriente atendiendo a criterios de tipología lítica. La existencia en la capa VII de la cueva de Kozarnika, Bugaria, de industria lítica datada en unos 39-36 ka bp que presenta similitud con la cultura ahmariense de el-Wad, respalda la difusión cultural a través de esta ruta. De esta manera se explica la brecha de 10 ka entre la aparición de la cultura ahmariense del Próximo Oriente y las primeras evidencias del Gravetiense de Europa Central.

                                                  • Para Hoffecker (2012) a partir de la cultura Ahmariense se producen migraciones a través del Cáucaso hace unos 45 ka que desembocan en la aparición del Protoauriñaciense en el oeste de Europa y del Protogravetinse en el este de Europa, desde donde el Gravetiense se difunde al centro y oeste de Europa.
                                                  • Kozlowski (2015) toma nota de otras teorías que señalan un origen policéntrico en Europa Oriental y Mediterráneo Medio o una evolución cultural convergente en varios lugares. Estas interpretaciones consideran que el Gravetiense de Europa occidental guarda cierta relación en cuanto a tipología lítica con el Chatelperroniense, por lo que quizás esta cultura sería resultado de una evolución local. Para Kozlowski, ninguna hipótesis parece explicar completamente el origen de la aparición del Gravetiense y hay que recurrir a una combinación de las mismas.

                                                  El Gravetiense puede dividirse en varios periodos:
                                                  • Gravetiense Antiguo que se corresponde con la aparición de los primeros yacimientos, fechada entre hace ca 30-27 ka. en esta primera fase aparecen evidencias gravetienses en yacimientos como Willendorf (Austria), Bodrogkeresztúr (Hungría), Abri Pataud (Francia) o Kostienki (Rusia). Hay una mayor de evidencias de esta cultura en Europa central y oriental.
                                                  • Perigoridiense Superior. Entre hace ca 26-24 ka, se constata una mayor ocupación del territorio europeo occidental, una intensificación que corre paralela a una mayor diferenciación o regionalización con respecto a Europa central y oriental; en parte es debida a esta variabilidad por la que algunos autores prefieren reservar el término de Perigordiense superior para referirse a la cultura de Europa occidental.
                                                  • Entre hace 24-22 ka observamos una mayor difusión de la cultura Gravetiense por Europa occidental, con una gran cantidad de yacimientos. Hace aproximadamente 22 ka entra en escena una nueva fase cultural en Europa occidental (Francia y Península Ibérica) conocida como Solutrense.
                                                  • Se considera que las últimas industrias asignables al Gravetiense de Europa occidental se documentan, dependiendo de las regiones, en torno a 22-21 ka, fechas en las que también se identifican niveles adscritos al Protosolutrense. En cuanto a la Península Ibérica, la finalización de la fase presolutrense/gravetiense en el área cantábrica es la más reciente (22363-20965 cal BP); en el área mediterránea, estos tecno-complejos perviven hasta 24507-23260 cal BP y, en el área atlántica, esta fase concluye entre 26210-24925 cal BP (Aitor Calvo y Alejandro Prieto, 2013).
                                                  • Según J.A Svoboda (2007) denomina como Pavloviense el periodo entre 30-25 ka, en el corredor sur de Polonia-Moravia-Austria. A esta etapa le sigue una fase que denomina como Willendord-Kostenki, que tendría lugar entre hace 25-20 ka en Europa central y oriental.
                                                  Entre 38-26 ka, corresponden representaciones de mujeres de exagerados rasgos sexuales pero sin rostros (Laussel, Francia y Dolni Vestonice, Moravia). La Venus de Hohle Fels, la representacion humana más antigua conocida, está datada en 40 ka y se halló en 2008 en Hohle Fels (peña hueca) cerca de la localidad de Scheklingen, en el sureño estado alemán de Baden-Württemberg. En 2015 se comunicó el hallazgo de restos de otra figura femenina.

                                                    • En las llanuras, el arte tomó forma portátil, con pequeñas estatuillas y esculturas a menudo de arcilla, muchas de ellas de animales. Algunos fragmentos tienen impresiones textiles que demuestran la fabricación de cuerdas.
                                                      • La Venus de Willendorf (Austria) fue datada en 26 ka. La piedra caliza de esta Venus de 11 cm procede, casi con toda seguridad, de la región alrededor de la ciudad morava de Brno, a 136 kilometros al noreste de Willendorf. La fuente de las hojas-cuchillo de sílex descubiertas junto con la figurilla son del Moravia del Norte, a unos 150 kilometros más al norte. La figura estuvo completamente pintada con ocre rojo.
                                                    • Las principales grutas que se asocian al Gravetiense son las de Gargas, Pech-Merle, la gran gruta de Arcy-sur-Cure, Cussac y Cosquer. Los animales representados son sobre todo herbívoros. Los predadores están localizados en zonas menos visibles.
                                                      • Cueva de Chauvet (Francia). 425 figuras pintadas y grabados, en excelente estado de conservación. Dataciones entre 31-21 ka. La evidencia arqueológica indica una densa ocupación entre 26-18 ka y una población Magdaleniense menos densa (Jean Combier y Guy Jouve, 2014).
                                                        • Genevieve von Petzinger y April Nowell (2014) han revisado la evidencia de comportamiento simbólico entre los seres humanos modernos durante el Auriñaciense y han comparado las imágenes de Chauvet con las halladas en otrs cuevas del Paleolítico Superior francés, llegando a la conclusión de que hay evidencia sustancial para apoyar una fecha auriñaciense.
                                                      • La Cueva de La Garma (Omoño, Ribamontán al Mar, Cantabria, España) tiene inventariadas más de medio millar de pinturas y grabados paleolíticos, sobre todo de animales, desde bisontes o caballos a uros o toros salvajes y ciervos, aunque también aparecen seres humanos, manos y signos primitivos. Ha sido datada en 30.000 años.
                                                      • Fuente del Trucho (Huesca). Datada por Dirk Hoffman y Alistair Pike mediante uranio-torio de las coladas calcíticas formadas sobre las pinturas. Los puntos tienen más de 31 ka, un caballo tiene más de 29 ka. Los estarcidos, más de 27 ka. Los polilobulados, más de 25,8 ka.
                                                    Hallazgos de "Venus" datadas entre 25-23 ka

                                                    País
                                                    Yacimiento
                                                    Capa
                                                    Lab Nr.
                                                    14C Edad
                                                    1σ Err
                                                    Referencias
                                                    Alemania
                                                    Geißenklösterle
                                                    I
                                                    OxA 21740
                                                    26,420
                                                    230
                                                    Higham et al. 2012
                                                    Geißenklösterle
                                                    I
                                                    OxA 21660
                                                    27,960
                                                    290
                                                    Higham et al. 2012
                                                    Geißenklösterle
                                                    I
                                                    OxA 21739
                                                    28,600
                                                    290
                                                    Higham et al. 2012
                                                    Geißenklösterle
                                                    I
                                                    OxA 21661
                                                    32,900
                                                    450
                                                    Higham et al. 2012
                                                    Sirgenstein
                                                    II
                                                    KIA 13079
                                                    27,250
                                                    180
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    Sirgenstein
                                                    III
                                                    KIA 13080
                                                    30,210
                                                    220
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    OxA 4598
                                                    26,000
                                                    360
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    KIA 3503
                                                    27,030
                                                    250
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    KIA 17742
                                                    27,690
                                                    140
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    KIA 17744
                                                    27,780
                                                    150
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    KIA 17743
                                                    27,830
                                                    150
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    H856
                                                    27,840
                                                    190
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    KIA 17741
                                                    27,970
                                                    140
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    H145
                                                    28,060
                                                    170
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    H911
                                                    28,170
                                                    220
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    H141
                                                    28,170
                                                    180
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    OxA 4599
                                                    28,920
                                                    440
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    OxA 5007
                                                    29,550
                                                    650
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    KIA 8964
                                                    29,560
                                                    240
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    KIA 8965
                                                    30,010
                                                    220
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    HohleFels
                                                    II
                                                    KIA 16040
                                                    30,640
                                                    190
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    Brillenhöhle
                                                    VII
                                                    B 492
                                                    >25,000
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    Brillenhöhle
                                                    VII
                                                    KIA 19553
                                                    25,870
                                                    230
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    Brillenhöhle
                                                    VII
                                                    KIA 19549
                                                    27,030
                                                    180
                                                    Conard & Moreau 2004
                                                    Weinberghöhlen
                                                    C
                                                    GrN-6059
                                                    28,265
                                                    325
                                                    Moreau et al. 2013
                                                    Weinberghöhlen
                                                    C
                                                    GrN-5000
                                                    29,410
                                                    470
                                                    Moreau et al. 2013
                                                    República Checa
                                                    Dolni Vestonice II
                                                    5
                                                    OxA-18038
                                                    26,460
                                                    140
                                                    Beresford-Jones et al.2010 and 2011
                                                    Dolni Vestonice II
                                                    5
                                                    OxA-17811
                                                    26,770
                                                    140
                                                    Beresford-Jones et al.2010 and 2011
                                                    Dolni Vestonice II
                                                    5
                                                    OxA-17814
                                                    26,850
                                                    140
                                                    Beresford-Jones et al.2010 and 2011
                                                    Dolni Vestonice II
                                                    5
                                                    OxA-17813
                                                    27,080
                                                    140
                                                    Beresford-Jones et al.2010 and 2011
                                                    Dolni Vestonice II
                                                    5
                                                    OxA-17810
                                                    28,050
                                                    150
                                                    Beresford-Jones et al.2010 and 2011
                                                    Dolni Vestonice II
                                                    5
                                                    OxA-17809
                                                    28,310
                                                    150
                                                    Beresford-Jones et al.2010 and 2011
                                                    Dolni Vestonice II
                                                    5
                                                    OxA-17853
                                                    28,450
                                                    170
                                                    Beresford-Jones et al.2010 and 2011
                                                    Dolni Vestonice II
                                                    5
                                                    OxA-17812
                                                    28,550
                                                    150
                                                    Beresford-Jones et al.2010 and 2011
                                                    Předmostí I
                                                    Cultural Layer
                                                    GrN-6801
                                                    26,870
                                                    250
                                                    Svodoba et al. 1994
                                                    Předmostí I
                                                    Cultural Layer
                                                    GrN-6852
                                                    26,320
                                                    240
                                                    Svodoba et al. 1994
                                                    Pavlov I
                                                    Cultural Layer
                                                    GrN-1325
                                                    25,020
                                                    150
                                                    Damblon et al. 1996
                                                    Pavlov I
                                                    Cultural Layer
                                                    GrN-22304
                                                    25,160
                                                    170
                                                    Van der Plitch 1997
                                                    Pavlov I
                                                    Cultural Layer
                                                    GrA-192
                                                    25,530
                                                    110
                                                    Damblon et al. 1996
                                                    Pavlov I
                                                    Cultural Layer
                                                    GrN-22305
                                                    25,840
                                                    290
                                                    Van der Plitch 1997
                                                    Pavlov I
                                                    Cultural Layer
                                                    GIN-104
                                                    26,000
                                                    350
                                                    Damblon et al. 1996
                                                    Pavlov I
                                                    Cultural Layer
                                                    GrN-20391
                                                    26,170
                                                    450
                                                    Damblon et al. 1996
                                                    Pavlov I
                                                    Cultural Layer
                                                    GrN-22303
                                                    26,400
                                                    310
                                                    Van der Plitch 1997
                                                    Pavlov I
                                                    Cultural Layer
                                                    KN-1286
                                                    26,600
                                                    500
                                                    Damblon et al. 1996
                                                    Pavlov I
                                                    Cultural Layer
                                                    GrN-1272
                                                    26,620
                                                    230
                                                    Damblon et al. 1996
                                                    Pavlov I
                                                    Cultural Layer
                                                    GrN-19539
                                                    26,650
                                                    230
                                                    Damblon et al. 1996
                                                    Pavlov I
                                                    Cultural Layer
                                                    GrN-4812
                                                    26,730
                                                    250
                                                    Damblon et al. 1996
                                                    Austria
                                                    Krems-Wachtberg
                                                    AH5
                                                    VERA-3940
                                                    28,470
                                                    280
                                                    Einwögerer et al. 2009
                                                    Krems-Wachtberg
                                                    AH5
                                                    VERA-4535
                                                    28,700
                                                    290
                                                    Einwögerer et al. 2009
                                                    Krems-Wachtberg
                                                    AH5
                                                    VERA-3939
                                                    28,750
                                                    270
                                                    Einwögerer et al. 2009
                                                    Willendorf II
                                                    6
                                                    GrA-1016
                                                    26,150
                                                    110
                                                    Nigst et al. 2008
                                                    Willendorf II
                                                    6
                                                    GrA-20768
                                                    26,500
                                                    480
                                                    Nigst et al. 2008
                                                    Willendorf II
                                                    6
                                                    GrN-17803
                                                    27,600
                                                    480
                                                    Nigst et al. 2008
                                                    Willendorf II
                                                    6
                                                    GrA-895
                                                    27,620
                                                    230
                                                    Nigst et al. 2008
                                                    Willendorf II
                                                    6
                                                    GrN-17804
                                                    28,560
                                                    520
                                                    Nigst et al. 2008
                                                    Willendorf II
                                                    5
                                                    GrA-218
                                                    27,270
                                                    290
                                                    Nigst et al. 2008
                                                    Willendorf II
                                                    5
                                                    GrN-11193
                                                    30,500
                                                    900
                                                    Nigst et al. 2008
                                                    Willendorf II
                                                    5
                                                    H-246-231
                                                    32,000
                                                    3000
                                                    Nigst et al. 2008
                                                    Gobelsburg
                                                    Foyer
                                                    VERA-1768
                                                    29,600
                                                    280
                                                    Moreau et al. 2013
                                                    Gobelsburg
                                                    Foyer
                                                    VERA-1762
                                                    29,930
                                                    280
                                                    Moreau et al. 2013
                                                    Italia
                                                    Paglicci
                                                    18
                                                    AMS?
                                                    20,200
                                                    305
                                                    Boscato 2007
                                                    Paglicci
                                                    18
                                                    AMS?
                                                    20,160
                                                    160
                                                    Boscato 2007
                                                    Paglicci
                                                    19
                                                    AMS?
                                                    20,730
                                                    290
                                                    Boscato 2007
                                                    Paglicci
                                                    20
                                                    AMS?
                                                    21,260
                                                    340
                                                    Boscato 2007
                                                    Paglicci
                                                    20
                                                    AMS?
                                                    22,220
                                                    360
                                                    Boscato 2007
                                                    Paglicci
                                                    20
                                                    AMS?
                                                    22,630
                                                    221
                                                    Boscato 2007
                                                    Paglicci
                                                    21
                                                    AMS?
                                                    23,040
                                                    380
                                                    Boscato 2007
                                                    Paglicci
                                                    21
                                                    AMS?
                                                    23,470
                                                    370
                                                    Boscato 2007
                                                    Paglicci
                                                    21
                                                    AMS?
                                                    23,750
                                                    390
                                                    Boscato 2007
                                                    Paglicci
                                                    21
                                                    AMS?
                                                    24,210
                                                    410
                                                    Boscato 2007
                                                    Paglicci
                                                    21
                                                    AMS?
                                                    24,720
                                                    420
                                                    Boscato 2007
                                                    Paglicci
                                                    22
                                                    AMS?
                                                    26,800
                                                    300
                                                    Boscato 2007
                                                    Paglicci
                                                    23
                                                    AMS?
                                                    28,100
                                                    400
                                                    Boscato 2007
                                                    Cala
                                                    1
                                                    AMS?
                                                    26,380
                                                    260
                                                    Boscato 2007
                                                    Cala
                                                    3
                                                    AMS?
                                                    26,800
                                                    320
                                                    Boscato 2007
                                                    Mochi
                                                    D
                                                    OxA-19800
                                                    24,600
                                                    100
                                                    Douka et al. 2012
                                                    Rio Secco
                                                    6
                                                    Poz-41207
                                                    27,080
                                                    230
                                                    Peresani et al. 2013; Sahra Talamo et al, 2014
                                                    Rio Secco
                                                    6
                                                    Poz-41208
                                                    28,300
                                                    260
                                                    Peresani et al. 2013; Sahra Talamo et al, 2014
                                                    Rio Secco
                                                    6
                                                    MAMS-15906
                                                    28,995
                                                    135
                                                    Rio Secco
                                                    6
                                                    MAMS-15907
                                                    29,390
                                                    135


                                                    El Gravetiense en la Región Cantábrica. Bradtmöller et al, 2015.


                                                    Yacimientos gravetienses de la fachada mediterránea ibérica. 1-Reclau Viver; 2-Arbreda; 3-Davant Pau; 4-Mollet III; 5-Roc de la Melca; 6-Castell sa Sala; 7-Romaní; 8-Balma de la Griera; 9-Ángel (Arenal de Fonseca); 10-Malledetes;11-Parpalló; 12-Porcs; 13-Cendres; 14-Meravelles; 15-Barranc Blanc; 16-Beneito; 17-Sol; 18-Ratlla Bubo; 19-Palomar; 20-Fincade Doña Martina; 21-Morote; 22-Serrón; 23-Zahara; 24-Zafarraya; 25-Nerja; 26-Bajondillo. (Valentín Villaverde).
                                                    Figura 1 - Los principales sitios Gravetiense Francia (los negros incluidos en el artículo) el centro-este .Figura 1 Main Gravetiense sede del centro este de Francia (en negro las consideradas en el artículo).
                                                    Yacimientos gravetienses en el centro de Francia. 1 : Le Blot (Cerzat) ; 2 : La Vigne-Brun (Villerest) ; 3 : Dos d'Âne (Coffolet) ; 4 : Crot du Charnier (Solutré) ; 5 : Les Teppes (Varennes-lès-Mâcon) ; 6 : La Sénétrière (Sennecé-lès-Mâcon) ; 7 : Camping de Rizerolles (Azé) ; 8 : Culles-les-Roches; 9 : Vignes du Château-Beau (Saint Martin-sous-Montaigu) ; 10 : Marly-sur-Arroux; 11 : Le Champ (Champlecy) ; 12 : Marcilly-la-Gueurce; 13 : La Colombière (Neuville-sur-Ain) ; 14 : Arcy-sur-Cure; 15 : Chamvres. Mahaut Digan , Mathieu Rué y Harald Floss, 2004.
                                                    Yacimientos gravetienses en Portugal. 
                                                    1. Vale Boi; 
                                                    2. Pego do Diabo y Salemas; 
                                                    3. Casa da Moura; 
                                                    4. Casal do Filipe, Terra do Manuel y Vale Comprido (Cruzamento/Encosta); 
                                                    5. Estrada da Azinheira, Gato Preto, Vascas, Vale de Porcos y Quinta do Sanguinhal; 
                                                    6. Cabeço do Porto Marinho; 
                                                    7. Picareiro; 
                                                    8. Anecrial; 
                                                    9. Fonte Santa; 1
                                                    0. Ribeira da Atalaia; 
                                                    11. Caldeirão; 
                                                    12. Portela 2 y Calvaria 2; 
                                                    13. Alecrim y Lagar Velho; 
                                                    14. Buraca Escura, Buraca Grande y Vale dos Covões; 
                                                    15. Olga Grande 4 y Cardina I; 
                                                    16. Escoural.
                                                    • En cuanto a hallazgos líticos, destacan La Vigne-Brun (Mahaut Digan, 2008), La Gravette y el Abri Pataud (Rabier) en Francia y Paglicci en Italia.
                                                    • Al norte de los Alpes, las principales facies del Gravetiense de Suabia incluyen los conjuntos líticos de los sitios de capa Geiβenklösterle AHI, Hohle Fels capa II, Sirgenstein capa II, Brillenhöhle, Weinberghöhlen y Willendorf II capa 5.
                                                    • En Europa central entre el norte de Austria, Moravia y el sur de Polonia se encuentra una segundo complejo, llamado pavloviano. I. S. Polyakov excavó Dolní Vestonice II, Pavlov I, Avdeevo y Kostenki, en el río Don, hallando restos de chozas, hornos, pozos de almacenaje, utensilios y estatuillas. También Předmostí I y Krems. Esta entidad cultural difiere del gravetiense del Jura por la presencia de microlitos geométricos, micro-buriles y puntas de Pavlov.
                                                      • En Předmostí (República Checa) se encontraron restos de primitivos perros (2011).
                                                    • En España Amalda VI, Antoliñako Koba, Cueto de la Mina (niveles H y G), Alkerdi 2, Cueva Morín (niveles 5 y 4) Abitzbitarte III (niveles VI y V), Ametzgaina EFuente Salín 2Hornos de la Peña D, Riera 1, Malladetes, Barranc Blanc, Cova dels Cendres, Cova Beneito, Parpalló, Fuente del Trucho, Cova de la Barriada, El Castillo (unidades 14 y 12; 34-28 ka cal BP).
                                                    • En Portugal Vale Comprido, Fonte Santa, Cabeço de Porto Marinho, Terra do Manuel.
                                                    • En Rumanía, Poiana Ciresului (Batca Doamnei, Piatra Neamt), donde se halló un colgante de piedra con elementos decorativos, datado en 20 ka.
                                                    • Sungir en Rusia y las cabañas construidas con huesos de mamut en Ucrania, son de datación posterior, simultánea al solutrense en el oeste de Europa.
                                                    • Es típico el uso de hueso, marfil y cuerno, debido a la ausencia de árboles en los ambientes de estepa-tundra. Con los grandes huesos y colmillos de mamuts se construían estructuras que se cubrían con pieles de animales. La doble ranura longitudinal en los artefactos, se observa únicamente en el gravetiense.
                                                    • El uso de puntas líticas pequeñas (lascas) reutilizadas muchas veces venía impuesto por la necesidad de transportarlas y la escasez de material.
                                                    • Se utilizaban fibras vegetales para elaborar tejidos, cestería, cordajes y redes, que pudieron usarse para capturar liebres y zorros.
                                                    • La cooperación era la clave del éxito. El centro de este estilo de vida estaba en el campamento base. El clima frío conservaba la carne, que se almacenaba en pozos. Alguien debía guardar estos almacenes. Debió surgir una división del trabajo y una especialización. Debido a la abundancia de hielo, el agua no era un impedimento a la movilidad.
                                                    • El lenguaje hablado debía poseer términos especializados en la caza.
                                                    • Los hallazgos sugieren que el trueque pudo haber tenido un papel importante. Por ejemplo, la producción de estatuillas en lugares como Dolní Vestonice alcanzó proporciones industriales.
                                                    • En Cova de la Barriada se ha registrado el consumo más antiguo de caracoles de tierra en Europa (Javier Fernández-López de Pablo et al, 2014).
                                                    • En Sungir (38,9-33,6 ka) apareció una tumba con los esqueletos de dos niños y otra más con un adulto, asociados con miles de pequeñas cuentas de marfil perforadas que debían formar parte de su vestimenta, bastones de mando, figuritas de marfil, collares y brazaletes. Son las pruebas más antiguas de ritos funerarios complejos.
                                                    • En Dolni Vestonice (Moravia) con una datación de 27 ka se encontraron tres individuos enterrados en la misma tumba, pertrechados de collares de dientes perforados y marfil. Estos objetos pudieran ser símbolos de poder y significar que ya en esa época los grupos sociales era más numerosos y estructurados.
                                                    • En Arena Candide, Italia, apareció en 1942 un enterramiento de un chico de unos quince años conocido como "Il Principe" (Pettitt et al, 2003) datado hace ca 23 ka, siete metros bajo la superficie, sobre una capa de color rojo (ocre) y con un conjunto importante de objetos de "joyería", incluido un gorro con cuentas, huesos trabajados y con incisiones junto a los hombros, al tiempo que portaba un objeto de sílex alargado en las manos.
                                                    • En la Cueva de Barma Grande, Grimaldi; apareció un triple enterramiento sobre una piel de venado con ornamentos de marfil (Onoratini et al, 2012).
                                                    Venus de Hohle Fels
                                                    Venus à la corne
                                                    Venus del Cuerno. Laussel.
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                                                    Hace 40 ka, debido a la retención de agua en los glaciares, Nueva Guinea, Australia y Tasmania formaban un único continente conocido como Sahul. La distancia a Asia era de unos 100 km. Los primeros emigrantes debían conocer la construcción de balsas, pues llegaron también a Nueva Bretaña y Nueva Irlanda en el mismo periodo, separadas también a 100 km. En el sureste de Asia, las señales de humanos modernos tempranos son escasas.
                                                    1. En la isla de Flores tenemos material arqueológico en Liang Bua datado entre 74-61 ka, que seguramente puedan encajar a Homo sapiens, auque hay que recordar que en esta zona es donde aparecieron los famosos restos del Homo floresiensis pero con dataciones posteriores.
                                                    2. Una datación reciente de unos dientes hallados por Dubois en Lida Ajer (Padang, costa oeste de Sumatra) los ha fechado en hace 73-63 ka (Westaway et al, 2017).
                                                    3. En Tam Pà Ling (Cueva de los Monos), Montañas Annamite (norte de Laos), se han recuperado (Demeter et al, 2017):
                                                    • Datados en hace 63-44 ka.
                                                      • TPL 1. Un cráneo recuperado en 2009 con morfología completamente moderna. El escaso desgaste de los molares sugiere que perteneció a un adulto joven.
                                                      • TPL 2. Una mandíbula hallada en 2010, con rasgos en mosaico.
                                                    • TPL 3. Mandíbula. Datada en hace 70 ka.
                                                    • TPL4. Fragmento de costilla izquierda.
                                                    • TPL5. Fragmento de falange del hállux derecho.
                                                    • No se han hallado artefactos.
                                                    • La morfología mosaico de TPL 2, junto con la morfología completamente moderna de TPL1 y las características de los fósiles de otros yacimientos, sugieren una gran variación morfológica en las primeras poblaciones humanas modernas que residían en Eurasia Oriental en MIS 3 (Fabrice Demeter et al, 2015).
                                                  • En la capa 14 de la Cueva Callao (norte de Luzón, Filipinas) se halló, en 2007, CCH1, un metatarsiano humano. En la misma capa estratigráfica se recuperaron posteriormente siete dientes maxilares postcaninos (CCH6-a a CCH6-e, CCH8 y CCH9), dos falanges de la mano (CCH2 y CCH5), dos falanges del pie (CCH3 y CCH4) y un eje femoral (CCH7). CCH1 y CCH6-a se dataron directamente por series de uranio a un mínimo de 67 ka y 50 ka respectivamente. Los restos pertenecen al menos a tres individuos. En base a un particular mosaico de características primitivas y derivadas, Détroit et al (2019) los asignaron a una nueva especie: Homo luzonensis.
                                                  • En Sulawesi (Célebes, Indonesia), se han recuperado útiles líticos en el sitio Leang Burung 2 datados en hace 50 ka (Brumm et al, 2018).
                                                  • En Timor oriental, en la cueva de Jerimalai, se encontraron infinidad de utensilios de piedra (más de 9.700) y casi 40.000 huesos de hasta 22 familias diferentes de pescados, además de fósiles de otros animales terrestres del entorno, de los que también se alimentaron los seres humanos, y ornamentos con una datación de hasta 42 ka. Algunos de los vestigios pertenecen a atunes, lo que implica que los habitantes de aquel lugar pescaban desde embarcaciones en alta mar. Hay que poner en relación estos pueblos con toda seguridad con los primeros colonizadores de Australia.
                                                  • Los restos más tempranos datados con seguridad, corresponden a la Cueva Niah y a Tianyuandong.
                                                    • En la Cueva Niah (Borneo), J. Harrison descubrió en 1958 un esqueleto datado en 45-39 ka. Barker et al, 2007. Klein, 2009. Curnoe et al, 2016.
                                                    • El esqueleto de Tianyuandong fue hallado en 2001 en una cueva a 6 km del núcleo del Complejo Zhoukoudian. Datado en hace 42-39 ka.
                                                  • En la Cueva Tabon (Filipinas) Fox descubrió en 1962 un hueso frontal y tres fragmentos mandibulares asociados a una industria lítica que fue bautizada como taboniense. Se dataron en hace 23 ka, aunque el contexto cronoestratigráfico estaba perturbado. Durante las excavaciones de 2000-2001 aparecieron 11 nuevos restos humanos. Junto con otros restos procedentes de excavaciones de los años 1960, suman al menos 483 piezas (Julien Corny et al, 2015). Dos M1 superiores tienen grandes dimensiones inusuales, fuera del rango de variación de lo asiáticos surorientales submodernos. Otros cuatro, caen dentro o casi de la variabilidad de los Negritos de Filipinas. La disparidad morfológica encontrada entre los M1 superiores de Tabon, es mayor que en otras poblaciones, lo que apoya la hipótesis de la presencia de dos morfotipos.
                                                  • En Wadjak (Java), Dubois descubrió dos cráneos modernos.
                                                  • Los aborígenes australianos, neoguineanos y melanesios, comparten variaciones genéticas que no se encuentran en otras partes, y se ha calculado una población fundadora hace unos 50.000 años. Irina Pugach et al (2013) han calculado qyue la divergencia genética entre las poblaciones nativas de Australia, Nueva Guinea, y los Mamanwa (un grupo Negrito de las Filipinas) data de hace unos 36 ka. Hace 4230 años, estos grupos recibieron la aportación genética de poblaciones de la India, momento que coincide con un cambio de tecnología, formas de procesamiento de la alimientación y aparición del dingo en el registro arqueológico.
                                                  • La colonización de la Polinesia y Micronesia tuvo lugar en los últimos 3000-3500 años gracias, probablemente, al desarrollo de las capacidades náuticas de las poblaciones del sudeste asiático y Australasia.
                                                    • 1500-1300 aC. Fiji.
                                                    • 1000 aC. Marianas.
                                                    • 600 aC. Cooks. Sociedad.
                                                    • 500 aC. Carolinas
                                                    • 300-50 aC. Marshalls.
                                                    • 100-0 aC. Marquesas.
                                                    • 400-600 Hawaii.
                                                    • 800 Rapa Nui.
                                                    • 1200 Nueva Zelanda.
                                                  • En cuanto a la procedencia de estos colonizadores, hay diversas teorías:
                                                      1. Para Bellwood (1985) provenían de Taiwan y China continental, y su tarjeta de presentación es la cerámica tipo Lapita. Hablaban lenguas austronesias, se expandieron rápidamente, reemplazando a una población de cazadores recolectores (modelo en Dos Capas; Jacob, 1967) y tuvieron escaso contacto con los melanesios, de lenguas papúas.
                                                    • En contra de esta teoría, obran las siguientes evidencias: La cultura Lapita nunca e ha encontrado en el sureste de Asia ni en Taiwán. En Nueva Guinea hay poca cerámica Lapita y existe otra más antigua. La cerámica Lapita es tosca y mal cocida lo que no cabe esperar de una cultura procedente del sureste de Asia.
                                                    •  En línea con esta teoría están los análisis de Robert Blust, quien dividió las lenguas austronesias en diez grupos. Los nativos no chinos de Taiwán hablan lenguas de nueve de estos grupos.
                                                    •  También confirman esta teoría los análisis del ADNmt y los análisis genéticos de Sheila Mirabal et al (2013).
                                                      • Las poblaciones de Nueva Zelanda no tienen ascendencia taiwanesa. Tienen ascendencia en la China continental.
                                                      • El grupo Ami, el más grande en población en Taiwán, sólo afecta a grupos de Zelanda y Madagascar, pero no de Samoa y Tonga.
                                                      1. Patrick Kirch entre otros, insiste en la fusión de elementos culturales melanesios y austronesios. El modelo Tripe I (intrusión, innovación, integración) defiende que la cultura Lapita surgió de diversos pueblos melanesios ligados por complejas redes sociales a pueblos del sureste de Asia durante miles de años. El grado de mezcla con las población fue escaso.
                                                    • Confirman esta teoría los análisis del cromosoma Y. En la tercera parte de los polinesios está presente en haplogrupo L, frecuente en el sur de China y en los ami de Taiwán.
                                                    • En contra de esta teoría está el hecho de que también son muy frecuentes los haplogrupos C y F, muy raros en Taiwán y sur de China.
                                                      1. Stoneking aboga por un modelo de desplazamiento lento en el que los austronesios se desplazaron del sureste de Asia por Nueva Guinea mezclándose con la población y moviéndose hacia Polinesia. Curnoe et al (2016), un modelo de múltiples migraciones.
                                                    Para O'Connell et al (2018), los únicos restos bien datados en contextos confiables asignados a Homo sapiens son los que se recuperaron en Niah (Borneo) y Willandra (Australia), con fechas de hace ca 40 ka. TPL 1 se data en hace 50-40 ka. La evidencia fósil de una presencia más temprana del HAM en la región es cuestionable.

                                                    TEORÍAS SOBRE EL POBLAMIENTO DE POLINESIA

                                                    Velocidad de desplazamiento
                                                    Mezcla de poblaciones
                                                    Bellwood
                                                    Rápida
                                                    Escasa
                                                    Triple I
                                                    Lenta
                                                    Escasa
                                                    Stoneking, Curnoe
                                                    Lenta
                                                    Grande

                                                    Modelo de múltiples migraciones para el poblamiento del Sureste de Asia. Curnoe et al, 2016.
                                                    (1) El HAM llega al sur de China hace al menos 80 ka (flechas blancas grandes).
                                                    (2) Dispersiones hacia la región oceánica del sudeste de Asia a través de las Filipinas y Borneo, llegando hasta el sur de Sulawesi y Maluku (flechas amarillas).
                                                    (3) Otra dispersión, a través de la península de Malasia, establece las poblaciones de los archipiélagos del sureste de Asia (flechas de color naranja claro), Australia (flechas rojas) y Nueva Guinea (flechas de color naranja oscuro).
                                                    (4) El haplogrupo E aparentemente surgió hace 30 ka y se dispersó posteriormente por gran parte de la región, incluyendo Taiwán y Nueva Guinea después de hace ca 15 ka (caja verde con flechas).
                                                    La estrella marca el emplazamiento de la Cueva Hiah.
                                                    La diversidad genética de la región procede de al menos dos grandes migraciones humanas: la primera migración del HAM fuera de África y la última dispersión pre-europea, conocida como la expansión austronesia. La mayoría de los estudios apoyaban diferentes orígenes para los australianos y los nuevaguineanos, mientras que otros proporcionaban evidencia de profunda ascendencia común. Los trabajos de McEvoy et al (2010) y Pugach et al (2012) confirmaron una profunda divergencia de los australianos indígenas con las otras poblaciones del mundo, pero identificaron a los papúes de las tierras altas como sus parientes más cercanos. Ambas poblaciones proceden de la misma migración fuera de África que se instaló en otras regiones del mundo. La hipótesis de que los negritos de Malasia y Filipinas, los nativos de Andamán, los aborígenes australianos y los montañeses de Nueva Guinea son descendientes directos de una diáspora fuera de África a través de una ruta sur se ha visto reforzada por la comprobación de su afinidad genética. Pugach et al (2012), estimaron que:
                                                    • Los ancestros comunes a euroasiáticos y aborígenes australianos divergieron de las poblaciones africanas hace 66 ka.
                                                    • La separación entre los ancestros de los australianos y los nuevaguineanos y los ancestros de los euroasiáticos sucedió hace 43 ka.
                                                    • La divergencia entre los australianos, los nuevaguineanos y el grupo Mamanwa Negrito se produjo hace 36 ka. En ese momento el Sahul constituía una sola masa y la fecha es muy anterior a la crecida de las aguas del mar que separó la isla de Nueva Guinea hace unos 8 ka.
                                                      La expansión austronesia a gran escala comenzó hace unos 4500 años a partir de Taiwán. Wollstein et al (2010) han cuantificado las mezclas en las poblaciones polinesias.
                                                      Posibles direcciones de las migraciones humanas, localizaciones y porcentajes de mezcla. Mark Lipson et al, 2014.
                                                      Lipson et al (2014) han analizado los datos del genoma completo de individuos de 56 poblaciones de las islas del sudeste de Asia para rastrear los flujos de genes ancestrales.
                                                      • Todos los grupos austronesios muestreados albergan ascendencia aborigen taiwanesa, más cercana que la de cualquier población continental actual.
                                                      • También han heredado ascendencia de poblaciones austro-asiáticas.
                                                      Se abren dos interpretaciones:
                                                      • Había una presencia sustancial austro-asiática en las islas del sudeste de Asia, antes de la llegada de los austronesios.
                                                      • La migración austronesia se produjo por el continente, mezclándose allí con los austro-asiáticos, antes de continuar hacia el oeste de Indonesia.
                                                      Yacimientos del sureste de Asia y Australia. O'Connell et al, 2018.


                                                      Oleadas migratorias hacia Asia Oriental, según el ADN-Y

                                                      Australia

                                                      Las dataciones más antiguas de hace 55 ka están sujetas a controversia:

                                                      • En Moyjil (también conocido como Point Ritchie, sudoeste de Victoria) se ha descubierto una acumulación de conchas de hace menos de 125-120 ka, que podría representar un basurero de una población humana aunque no se puede descartar que fuese creada por aves marinas. Se han hallado también carbones y piedras con evidencia de fuego. Sherwood, 2018.
                                                      • Las excavaciones en Nauwalabila I y Madjedbebe (Malakunanja II) (ver Clarkson et al, 2015; Clarkson et al, 2017O'Connell et al , 2018), al oeste de la Tierra de Arnhem, cerca de la costa norte, produjeron artefactos en sedimentos datados en hace 65-50 ka. La datación de algunos artefactos podría alcanzar los 80 ka. Investigadores como Jim O'Connell y Jim Allen (2004), advierten del movimiento vertical de los artefactos, principalmente como resultado de la actividad de las termitas. 
                                                      Un fragmento de basalto recuperado en Carpenter's Gap, con una datación de 49-44 ka se ha interpretado que perteneció a un hacha enmangada, la más antigua conocida en todo el mundo (Hiscock et al, 2016).

                                                      Figura
                                                      Yacimientos del norte de Australia. Hiscock et al, 2016.
                                                      En el centro y sur del continente, disponemos de varios yacimientos con dataciones menos discutidas. En todo caso, la colonización debió de producirse mucho antes. La línea de costa del Pleistoceno estaba a cientos de kilómetros de la moderna y están inundadas extensiones considerables de tierra ocupada por los primeros colonos. Seguramente muy pocos o ningún sitio de la primera colonización han sobrevivido hasta hoy.
                                                      • En 2015 se comunicó una datación de más de 50 ka en Boodie Cave, Barrow Island, Oeste de Australia, asociada a restos de alimentos consumidos por humanos. Pendiente de publicación.
                                                      • Warratyi rock shelter, southern interior. 49 ka. Evidencia más temprana en Australia de artefactos (más de hace 46 ka), ocre (49-46 ka), pigmento de yeso (40-33 ka), herramientas de hueso (40-38 ka), herramientas con mango (38-35 ka), y artefactos respaldados (30-24 ka). Hamm et al, 2016.
                                                      • La re-excavación de Karnatukul (Serpent's Glen) ha proporcionado evidencia de ocupación humana del desierto occidental australiano antes de 47,83 ka cal (Jo McDonald, 2018).
                                                      • Lake Mungo. Willandra Lakes of NSW. 42 ka. Los artefactos más antiguos se han datado por luminiscencia entre 50,1 ± 2,4 ka y 45,7 ± 2,3 ka (Bowler et al, 2003). Los restos humanos han sido fechados por datación óptica de grano simple de los sedimentos asociados en 40±2 ka (Olley et al 2006).
                                                      • Devil's Lair. Southwest Western Australia. 48 cal ka. Turney et al 2001.
                                                      • Carpenter's Gap y Riwi. Southern Kimberley. 43 cal ka. Balme 2000; Fiield et al 2001.
                                                      • Nawarla Gabarnmang,  Arnhem Land, Northern Territory. 45,2 cal ka. David et al 2011.
                                                      • Parnkupirti en el centro de Australia. Veth et al 2009.
                                                      • Ganga Maya Cave, Pilbara, Western Australia. 45 ka. Pendiente de publicación. 
                                                      • Bobongora,  Huon Peninsula, New Guinea. 44 ka. Groube et al 1986.
                                                      • Yombon,  New Britain. 40,7 cal ka. Pavlides y Gosden 1994.
                                                      • Parmerpar Meethaner. Tasmania. Steppe. 40.7 cal ka. Cosgrove 1995b.
                                                      • Ngarrabulgan. Cape York. 40 cal ka.  David et al 1997.
                                                      • Puritjarra. Central Australia. 35 cal ka.  Smith et al, 2001.
                                                      • Yalibirri Mindi Rock Shelter. Mid-West. Datación de hace 30 ka. de carbón asociado a herramientas líticas.
                                                      Mapa de islas del sudeste asiático que muestra las rutas de Birdsell (1977) de Sunda a Sahul. En rojo, una ruta norte con tres alternativas (1A, 1B y 1C). En azul, una ruta sur con dos alternativas (2A y 2B) también. El gris oscuro indica la extensión de las plataformas continentales hace 65 ka. Shimona Kealy, Julien Louys y Sue O'Connor (2018).
                                                      Hace 20 ka, en el apogeo de la última edad del hielo, los aborígenes poblaban todo el continente y habitaban la Cueva Kutikina en el río Franklin (Tasmania).
                                                      Hace 13 ka los aborígenes de Tasmania quedaron aislados del continente. Hace 8 ka Australia se aisló de Nueva Guinea y se formaron las Islas de Torres.Esta dispersión de yacimientos tempranos, se puede explicar de dos formas alternativas:
                                                      • Una dispersión rápida por todas las regiones y paisajes de cazadores-recolectores altamente móviles. 
                                                      • Una colonización más temprana. Los yacimientos corresponderían a un momento posterior, en que la actividad humana creció en importancia. Los humanos puede haber estado presentes en los paisajes por un período prolongado antes de ser visibles arqueológicamente hace unos 50 ka.
                                                      Ligado al problema de la fecha de la primera colonización y la tasa de dispersión está la discusión sobre las transformaciones ambientales causadas y en especial la reducción y extinción de la megafauna en todo el continente. Una colonización tardía implicaría que la extinción de la megafauna era casi completa en muchos paisajes antes de la aparición humana. No se han hallado lugares donde los humanos hayan dado muerte a los grandes animales extinguidos, pero esto podría ser consecuencia de la falta de conservación de los yacimientos. Las estrategias de quema de flora constituyeron la respuesta humana en ambientes fuera de control debido a la ausencia de los grandes herbívoros consumidores. 

                                                      Alan N. Williams (2013)Allan N. Williams et al (2013)Tobler et al (2017) y Nagle et al (2017), han reconstruido los datos de población prehistórica de Australia.
                                                      • De la diversidad genética observada en los estudios del ADN-mt, se deduce que el grupo fundador, hace 50 ka, constó de unos mil o dos mil individuos, lo que sugiere una colonización intencionada. Los estudios genéticos indican además que no hubo episodios de colonización adicionales. Estas conclusiones son consistentes con la reconstrucción efectuada por el autor que calcula una población fundadora de mil a tres mil individuos.
                                                        • Por el contrario, Nagle et al (2015), en base al ADN-Y, defienden más de un evento a través de Nueva Guinea, para la llegada al Sahul hace ca 50 ka, así como eventos de colonización durante el Holoceno, desde la India u otros lugares.
                                                        • Nagle et al (2017) localizan el origen de los haplogrupos australianos del ADNmt quizá en la India.
                                                        • El modelo tradicional aborigen de patrilocalidad y movimiento de las mujeres a través de grandes distancias por cientos, si no miles de generaciones pueden explicar la amplia distribución geográfica de diversos haplogrupos indígenas del ADNmt (Nagle et al, 2017)
                                                      • Tras la llegada a Australia, hubo una rápida dispersión de la población que se estabilizó a niveles muy bajos.
                                                      • Entre 21-18 ka, la población se redujo hasta un 61%, seguramente como consecuencia de importantes eventos climáticos (último máximo glacial). La población correlaciona de forma estrecha con los factores climáticos y ambientales. Los modelos de asentamiento en refugios han sido confirmado por las dataciones y las técnicas geoespaciales.
                                                      • En el periodo frío de reversión del Antártico (14,5-12,5) la población se concentra nuevamente en refugios.
                                                      • Las poblaciones durante todo el Paleolítico Superior fueron bajas, con un aumento gradual lento pero sostenido desde hace 12 ka (antes de lo que se creía), coincidiendo con un aumento de nivel del mar y el fortalecimiento del monzón del norte. El crecimiento fue mayor en el sureste, gracias a una creciente utilización espacial y a la diversificación de las actividades económicas y de los lugares de residencia, con aparición de tecnología compleja.
                                                      • La población hace quinientos años era de 1,2 millones.
                                                      • En el momento del contacto con los europeos (1788), la población era de unos 770.000-1.100.000 individuos.
                                                      Anders Bergström et al (2016) han analizado el ADN-Y de una muestra de aborígenes australianos. Según el árbol filogenético de máxima verosimilitud, los papúes y aborígenes australianos (Sahul) quedaron divididos en dos clados monofiléticos C y K* (ver también Malaspinas et al, 2016; Mallick et al, 2016).
                                                      • Se infiere un tiempo de divergencia de: 54,3 ka entre K* y sus parientes más cercanos (haplogrupos R y Q) y 54,1 ka entre C y sus parientes más cercanos (haplogrupo C5). Estas fechas son consistentes con el registro arqueológico y con los estudios de todo el genoma y refutan un origen reciente procedente de India o Sri Lanka.
                                                      • Aunque no son descartables tiempos de divergencia más recientes en caso de ampliación de la muestra, la divergencia entre los aborígenes australianos y los papúes es de 50,1 ka en C y 48,4 ka en K*. No se puede precisar si esta separación sucedió después de la llegada de las poblaciones a Sahul o antes. La evidencia actual es consistente con un modelo simple de una sola entrada y posterior rápida divergencia.
                                                      • Alrededor de hace ca 6-4 ka, pequeñas herramientas de piedra comenzaron a ser utilizados ampliamente en Australia, se propagaron las lenguas Pama-Nyungan y apareció el dingo. Se ha especulado con la entrada de una población considerable en ese momento. Este estudio apoya por el contrario un origen indígena de los cambios tecnológicos y lingüísticos.
                                                      Desde el punto de vista paleontológico se ha diferenciado en Australia una población grácil y otra robusta.
                                                      • La grácil está representada por los restos de Lake Mungo. En Mungo (Nueva Gales del Sur, Australia) se recuperaron varios individuos (68-56 ka; la datación es polémica y se ha considerado alternativamente 42 ka). Los esqueletos son más esbeltos que WHL 50, con bóveda craneal más redondeada, frontal más recto, huesos de menor grosor, relieves supraorbitales poco importantes; pero también conservan rasgos robustos, principalmente en la región occipital. Esto ha servido de argumento a la hipótesis de varias oleadas de poblamiento de Australia. Se desconoce la población del sudeste asiático de la que partió el poblamiento de Australia, pues todos los restos hallados allí son robustos.
                                                        • LM1. Un esqueleto fragmentario, probablemente femenino y quemado. Es la cremación más antigua que se conoce.
                                                        • LM 3, individuo enterrado con las manos sobre el bajo vientre, los dedos entrecruzados y el cuerpo espolvoreado de ocre. El ADNmt de LM 3 es el más antiguo conocido. Es muy diferente del ADNmt de otros restos australianos (más robustos) y de los individuos actuales (curiosamente, más conectados con los restos robustos, contradiciendo lo que muestra la morfología), por lo que corresponde a un linaje que divergió. Descubierto en 1974.
                                                      1. Anthea Carstairs y el  Dr Wilfred Shawcross descubriendo Mungo Man en 1974.
                                                        • La robusta, por los restos de Willandra y Kow Swamp. Los cráneos de esta morfología tienen algunos rasgos claramente arcaicos, como frentes aplanadas y bóvedas bajas, máxima anchura del cráneo en posición baja, toro angular en la porción posterior de las líneas temporales, toro occipital marcado, mayor prognatismo y mandíbulas y dientes de mayor tamaño.
                                                          • En Willandra (Nueva Gales del Sur, Australia) se descubrieron restos de varios individuos. WHL 50 posee un cráneo muy robusto con huesos gruesos, relieves pronunciados y frontal muy oblicuo en continuidad con el relieve supraorbital. Impresiones musculares marcadas. La anchura máxima del cráneo se sitúa abajo, inmediatamente por encima de las apófisis mastoides. 1.450 cc. No ha sido posible datarlo, pero no debe pasar de 20 ka, aunque se ha sugerido una datación de 26 ka. Otros individuos son gráciles o intermedios.
                                                          • En Kow Swamp (Nueva Gales del Sur, Australia) se hallaron los restos de 40 individuos, datados en hace 14-10 ka. Algunos cráneos fueron objeto de deformaciones artificiales. Enterramientos ricos en adornos. Uno de los individuos fue incinerado.
                                                            • Su morfología ofrece numerosas semejanzas con la de los aborígenes australianos y presenta gran variabilidad. 
                                                            • Algunas características, como el grosor y robustez del cráneo, la cara grande y proyectada, los pómulos grandes, la tuberosidad en la base del pómulo, la frente plana, el borde redondeado en la base de la cuenca ocular y la falta de demarcación entre las regiones nasal e inferior, recuerdan al Homo erectus de Java.
                                                            • Otras características recuedan a WLH 50.
                                                          La explicación más parsimoniosa es que las poblaciones australianas se hicieron progresivamente robustas. Pero esto está en contradicción con los datos genéticos, que no soportan una diferenciación entre poblaciones gráciles y robustas (Heupink et al, 2016).
                                                          Algunos investigadores defienden una continuidad morfológica en la región, a partir de poblaciones de Homo erectus del sureste asiático, pero algunos aspectos morfológicos se alejan de esa posible continuidad, tales como la región occipital del cráneo (vertical y alta en sapiens, inclinada y corta en erectus), y la forma del fémur (con distintos puntos de anchura mínima entre erectus y sapiens). Westaway y Groves (2009), descartan la hibridación erectus-sapiens.

                                                          La tecnología lítica de estos pobladores es simple si se la compara con la de otros lugares de equivalente datación  (ver Hiscock 2008; White, 1977). Quizá se deba al aprovechamiento de recursos marinos y de materiales orgánicos como madera, hueso y concha. Boivin et al (2013) resaltan el hecho de que Homo sapiens parece haber llegado a Australia sin el paquete africano de innovaciones y que estas las fue adquiriendo de forma independiente y poco sistemática. O'Connell y Jim Allen (2004) proponen que la simplicidad de las tecnologías australianos tempranas se correlacionan con una dieta poco amplia de alimentos con escasa manipulación y procesamiento, para los que bastaban tecnologías simples. No obstante, con dataciones cercanas o superiores a hace 40 ka han aparecido en el norte de Australia fragmentos de hachas acanaladas de borde lijado para trabajar la madera y otras actividades que seguramente se utilizaban enmangadas (Geneste et al, 2000). Además, si bien la variedad de implementos de los primeros conjuntos puede parecer limitada, por otra parte las lascas retocadas estaban a menudo relativamente estandarizadas. La existencia de instrumentos sobre hueso está documentada en yacimientos como Devil’s Lair, Bay Cave, Nunamira Cave o Bone Cave. Algunas puntas de hueso como las de Warren Cave, Tasmania, podrían haberse usado parra confeccionar prendas de vestir.

                                                          La variación cultural aumentó a lo largo de la Prehistoria, en adaptación a nuevos entornos sociales y físicos. Los modelos de poblaciones de dispersión rápida, pero de crecimiento lento defendidas por O'Connell y Jim Allen (2004) sugieren una conectividad cultural mínima entre regiones distantes durante la fase colonizadora, lo que facilitó la aparición de diferencias regionales en los sistemas culturales. El pensamiento complejo, con diversas tradiciones regionales, queda también patente en:
                                                          • La utilización de ocre (Lake Mungo 3 y Malakunanja II). Más común en el norte y oeste del continente, y rara vez en el sureste. 
                                                          • Los collares de conchas (Mandu Mandu). Entre 45-35 ka los ornamentos, en forma de collares o pulseras de conchas o huesos perforados, teñidos con ocre, aparecen sólo en la parte noroeste del continente.
                                                          • La pintura rupestre (Laura South). Los petroglifos más antiguos se han hallado en el sur de Australia (45 ka). Los dibujos en carbón de Narwala Gabarnmung, en el Territorio Norte, están datados en 28 ka. En cuevas profundas bajo los Llanos Nullarbor en Koonalda (en el borde occidental de Australia del Sur, a unos 50 kms del mar), la población aborigen dejó hace 22 ka diseños acanalados en las paredes de la cueva. 
                                                          • Las hogeras de Lake Mungo están datadas en 30,7 ka. 
                                                          • La evidencia más antigua (30 ka) de cremación en todo el registro arqueológico es el cuerpo de una mujer de Lake Mungo, que fue preparado con ocre.
                                                          En Cuddy Springs antiguo lago cerca de Carinda, se han encontrado las evidencias más antiguas de panificación (30 ka). Hace 18 ka se extienden las semillas, la molienda y el horneado.
                                                          Los australianos no conocían la ganadería, pero sí un animal doméstico, el dingo (de la misma especie que el perro), vinculado a la India. Se piensa que hubo una migración procedente de la India hace 4 ka.

                                                          Refugios y barreras en el poblamiento de Australia

                                                          Indonesia

                                                          Meryanne K Tumonggor et al (2013) han estudiado las variantres del cromosoma Y y el ADNmt en Indonesia.
                                                          Han encontrado evidencias de varias etapas de colonización:
                                                          • La primera etapa, forma parte de la dispersión africana hace 50 ka. El nivel del mar era entonces mucho más bajo, las islas estaban unidas en una gran masa de tierra y el occidente de Indonesa unido al continente.
                                                          • En la segunda etapa se produjeron, a lo largo del Paleolítico, episodios recurrentes de colonización desde el continente asiático.
                                                          • La tercera etapa representa los movimientos del Neolítico de poblaciones endémicas. Algunos pueden implicar dispersiones de población desde (y quizás a) Taiwan, mientras que otros reflejan los movimientos entre grupos de islas de Indonesia.
                                                          • La cuarta etapa refleja los movimientos históricos en Indonesia, en su mayoría relacionados con el comercio y la consiguiente expansión de las grandes religiones de la India, Arabia y China.


                                                          Homo luzonensis

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                                                          Restos fósiles de H. luzonensis. Détroit et al (2019).
                                                          a, holotipo CCH6: dientes maxilares postcaninos en perspectiva oclusal (izquierda) y bucal (derecha), con representación tridimensional de esmalte (azul oscuro), dentina y cemento (marrón claro) y cavidad pulpar (gris oscuro) para CCH6-b – CCH6-e. 
                                                          b, falange manual intermedia CCH2 (perspectivas dorsal, lateral y palmar)
                                                          c, falange manual distal CCH5 (perspectivas dorsal, lateral / medial y palmar)
                                                          d, falange proximal del pie CCH4 (perspectivas dorsal, lateral y plantar).
                                                          e, falange intermedia del pie CCH3 (perspectivas dorsal, medial y plantar). 
                                                          f, P3 o P4 izquierdo CCH8: persepectivas oclusal (superior) y bucal (inferior), con representación tridimensional de esmalte, dentina y cemento, y cavidad pulpar. 
                                                          g, M3 derecha CCH9: persepctivas oclusal (superior) y bucal (inferior). 
                                                          h, Eje femoral juvenil CCH7 (persepctivas anterior, lateral y posterior). 
                                                          Barras de escala, 10 mm (a – g) y 20 mm (h).
                                                          En la capa 14 de la Cueva Callao (norte de Luzón, Filipinas) se halló, en 2007, CCH1, un metatarsiano humano. En la misma capa estratigráfica se recuperaron posteriormente siete dientes maxilares postcaninos (CCH6-a a CCH6-e, CCH8 y CCH9), dos falanges de la mano (CCH2 y CCH5), dos falanges del pie (CCH3 y CCH4) y un eje femoral (CCH7). CCH1 y CCH6-a se dataron directamente por series de uranio a un mínimo de 67 ka y 50 ka respectivamente. Los restos pertenecen al menos a tres individuos. En base a un particular mosaico de características primitivas y derivadas, Détroit et al (2019) los asignaron a una nueva especie: Homo luzonensis.

                                                          Holotipo

                                                          CCH6 (CCH6-a a CCH6-e), dientes postcaninos del maxilar derecho de un mismo individuo, recuperados el 24 de agosto de 2011.

                                                          Características

                                                          • Los dientes son de pequeño tamaño, con una relación del tamaño de la corona molar mayor que en otras especies de Homo
                                                            • Premolares superiores con dos o tres raíces; corona lingual mesio-distalmente expandida; la dentina y el esmalte se unen de forma diferente a sapiens, neanderthalensis y erectus asiático.
                                                            • Molares superiores muy pequeños con M1> M2> M3; morfología oclusal simplificada, con reducción de metacono e hipocono, sin crenulación en la unión del esmalte con la dentina, que es parecida a sapiens y erectus asiático.
                                                          • Falange manual intermedia larga y estrecha, a diferencia de todos los Homo salvo sapiens, con un eje longitudinalmente curvado y dorso-palmarmente comprimido. Comparte afinidades con  Australopithecus, H. floresiensis y, en menor medida, sapiens. La falange distal muestra proporciones diferentes a las de los primeros Homo, Paranthropus, Homo naledi, H. floresiensis y H. neanderthalensis
                                                          • El tercer metatarsiano tiene una base muy pequeña en relación con la longitud del hueso, dorso-plantarmente corta y con una marcada convexidad dorsoplantar de la faceta articular proximal. La falange proximal del pie comparte afinidades de forma con Australopithecus: curvatura longitudinal marcada, una pequeña cabeza bicondilar y una inclinación dorsal débil de la superficie articular proximal (a diferencia del Homo temprano africano y europeo H. naledi, H. neanderthalensis, H. floresiensis y H. sapiens).

                                                          Significado evolutivo

                                                          Se desconoce el origen de H. luzonensis, así como sus relaciones filogenéticas con otros Homo. No ha sido posible recuperar ADN.
                                                          El reciente descubrimiento de herramientas de piedra y un rinoceronte sacrificado en el cercano Valle Cagayan, indica que los Homo han estado presentes en Luzón desde hace más de 700 ka. 
                                                          Homo luzonensis y Homo floresiensis coinciden en el mismo intervalo temporal al este de la Línea Wallace. Los esqueletos de ambas especies presentan rasgos anatómicos que recuerdan a Australopithecus, raros o ausentes en otros Homo.
                                                          Como es el caso de la isla de Flores, Homo llegó a Luzón atravesando un importante brazo de mar. La fauna de la isla es altamente endémica con presencia en los vertebrados de convergencias evolutivas y reversiones que podrían explicar la anatomía de luzonensis.

                                                          Teorías sobre la aparición del comportamiento moderno

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                                                          Henshilwood y Marean (2003) sintetizaron los rasgos de la conducta humana moderna (Modern human behavior, MHB):
                                                          • Enterramientos y prácticas rituales. 
                                                          • Arte, adornos y decoración. 
                                                          • Uso simbólico del ocre. 
                                                          • Trabajo del hueso y el asta. 
                                                          • Tecnología lítica laminar. 
                                                          • Estandarización de los tipos de artefactos. 
                                                          • Diversidad de artefactos. 
                                                          • Construcción de hogares estructurados. 
                                                          • Uso organizado del espacio doméstico. 
                                                          • Redes amplias de intercambio. 
                                                          • Explotación efectiva de grandes mamíferos. 
                                                          • Movilidad estacional. 
                                                          • Ocupación de ecosistemas rigurosos. 
                                                          • Pesca y caza con proyectiles. 
                                                          Estos rasgos evidencian una elevada capacidad de planificación, continuas innovaciones económicas y sociales, pensamiento abstracto, lenguaje articulado plenamente desarrollado, concepción de la idea de la muerte, comportamiento simbólico, capacidad de representar gráficamente objetos y conceptos.

                                                          Christopher JH Ames et al (2013) niegan la validez de la categoría "comportamiento moderno" por vaga y mal definida y proponen definirla en términos extrictamente conductuales.

                                                          Fundamentos de la Arqueología Cognitiva
                                                          Inicialmente, el "comportamiento moderno" se asoció con los humanos anatómicamente modernos (HAM) y se consideraba que había surgido de forma brusca hace unos 40 ka, tal como se reflejaba en el registro arqueológico del Paleolítico Superior europeo. Nuevos descubrimientos revelaron que tanto el HAM como el "comportamiento moderno" se desarrollaron gradualmente en África en los últimos 300 ka y que el registro arqueológico de los últimos neandertales incluye enterramientos, uso de pigmentos, enmangados, ornamentación personal y otras manifestaciones "modernas" (Zilhao, 2011). Otros autores ponen el acento en la emergencia de ciertas capacidades cognitivas o en la presión demográfica y la transmisión cultural (Francesco d’Errico y William E. Banks, 2013).

                                                          Langbroek (2011) propone que deberíamos imaginar la emergencia del "comportamiento moderno" como un proceso ramificado de evolución darwiniana. Dentro de ese marco, las "cogniciones" serían respuestas a presiones selectivas, creando así una variedad de resultados que no pueden ser calificados unilinealmente como más o menos modernos.

                                                          Para Christian A. Tryon y J. Tyler Faith (2013) el énfasis en los factores sociales y ambientales cambia nuestras expectativas en la búsqueda de los orígenes del comportamiento moderno. Si los patrones varían con los diferentes entornos sociales y físicos, entonces deberíamos esperar una calibración temporal y espacial en la expresión de los elementos vinculados al comportamiento moderno. Esto es consistente:
                                                          • Con la irregular distribución temporal-espacial de las huellas arqueológicas asociadas a la modernidad (d'Errico 2003; d'Errico y Stringer 2011; Habgood y Franklin 2008; McBrearty y Brooks, 2000; modelo cultural de d'Errico y Stringer (2011); modelo de mosaico policéntrico de Conard, 2008).
                                                          • Con un origen biológico africano para nuestra especie, y un origen euroasiático para el Auriñaciense (Mellars 2006).
                                                          • La presencia en yacimientos neandertales de algunos comportamientos clásicamente relacionados con los humanos modernos (d'Errico y Stringer 2011).
                                                          Modelo Sintético para la MSA en el Sur de África. Conard y Porraz, 2015.

                                                           Modelos para la evolución cultural y del comportamiento humano moderno

                                                          Los investigadores han desarrollado varios modelos basados en el registro arqueológico de la MSA, que difieren en las trayectorias y fechas de los cambios, mecanismos causales, foco geográfico y alcance general (Will, Conard y Tryon, 2019).
                                                          1. McBrearty y Brooks (2000) sugieren que esta evolución cultural fue un proceso largo, gradual y acumulativo en África, que comenzó con el origen del sapiens hace ca 200-150 ka, en una única población conectada. La naturaleza revolucionaria del Paleolítico Superior europeo se debe más a la discontinuidad del registro arqueológico que a las transformaciones culturales y cognitivas. Son los yacimientos africanos más antiguos los que deben darnos el punto de partida. Entienden que los sapiens arcaicos engloban con probabilidad varias especies. En la MSA existe un fuerte componente laminar en conjuntos muy antiguos como Gademotaa o Kapthurin (280 ka). También una producción sistemática y patrones de diseño formal de puntas, con la existencia de estilos regionales. Reconocen las tradiciones culturales. Destacan las industrias geométricas y microlíticas en contextos de MSA. Interpretan que la mayor abundancia de caza de animales peligrosos en la LSA se debe a una ampliación del espectro dietético debida a la presión demográfica. De modo parecido opinan Henshilwoodd y Marean (2003).
                                                          • J. Lind et al (2013) defienden un origen temprano y achacan a la lentitud de la evolución cultural en sus etapas iniciales el hecho de que no dispongamos de manifestaciones culturales claras hasta mucho después de 170 ka.
                                                          • Para Cela y Ayala, este es el esquema más razonable para entender las evidencias arqueológicas, paleontológicas y moleculares. La nueva mente y quizá el lenguaje son patrimonio de nuestra especie a lo largo de todo el lapso de su existencia.
                                                          • Para d'Errico (2003) McBrearty y Brooks reconocen la modernidad en los registros africanos y crean la impresión engañosa de una acumulación gradual de estos rasgos en África. En su opinión, estas listas de rasgos no necesariamente pueden ser aplicadas a las poblaciones humanas que vivían en ambientes radicalmente diferentes y que tenían diferentes trayectorias culturales. Para d'Errico el "comportamiento moderno" no es un concepto útil y se debería explorar la emergencia de la innovación cultural en cada región del mundo, independientemente de la filiación taxonómica de la población en cuestión.
                                                          • El patrón temporal del cambio tecnológico es más complicado que el sugerido por  McBrearty y Brooks, aunque se detectan algunas señales de fondo de complejidad creciente en la mayoría de las regiones.
                                                        1. Klein (1994, 2000, 2008, 2009; apoyada por Bar-Yosef, Davidson, Noble, Stringer, Gamble, Mellars, etc.) propone un repentino origen del comportamiento moderno en África hace ca 50-40 ka, coincidiendo con el origen de la LSA y un marcado incremento de la complejidad material.  Este proceso fue posibilitado por una mutación genética que provocó cambios neurológicos (por ejemplo el lenguaje) y un florecimiento de las innovaciones en el comportamiento. Esta mutación surgió una sola vez en una población y los cambios culturales se extendieron a otros grupos interconectados. Para Klein (2001) los yacimientos típicos de la MSA de finales del Pleistoceno Medio y comienzo del Superior (Blombos Cave, Klaises River, Border Cave…) se caracterizan por lascas más o menos alargadas extraídas de núcleos preparados; entre los retocados predominan raederas, denticulados, puntas bifaciales y elementos de dorso. Estos hallazgos son muy semejantes a los del musteriense y Klein no acepta las tradiciones regionales. MSA se diferencia de LSA claramente en la menor variedad de tipos líticos, estabilidad y uniformidad de los conjuntos en el tiempo y el espacio, ausencia de objetos de hueso, concha y manifestaciones artísticas. Los artefactos en hueso y 39 conchas perforadas con restos de ocre hallados en Blombos Cave y atribuidos a la MSA (75.000 años) podrían deberse a una mezcla de los materiales estratigráficos. Durante la LSA hay una intensa actividad pesquera y de caza de pájaros, lo que manifiesta una tecnología sofisticada, que no existe de ningún modo durante la MSA. Los restos de conchas son mucho más grandes en la MSA lo que indica una recolección mucho más intensiva durante la LSA. Durante la LSA, los cazadores recolectores cazaban focas en la costa entre agosto y octubre, cuando las crías de 9-10 meses pueden ser interceptadas junto a la línea del mar. Por el contrario, en la MSA la movilidad estacional parece no existir, lo que Klein interpreta como una dependencia de las fuentes de agua. Por último, en la LSA los humanos cazaban animales peligrosos gracias al uso del arco y la flecha.
                                                          • Hay amplia evidencia del registro arqueológico africano para rechazar el modelo de Klein (McBrearty y Brooks, 2000; Henshilwood y Marean, 2003; Lombard, 2012; Conard, 2013).
                                                          • Estudios recientes no encontraron bases neurológicas ni genéticas para un cambio revolucionario durante MIS 3 (Mallick et al, 2016; Neubauer et al, 2018). Muchas innovaciones de comportamiento, como la fabricación de cuentas de concha, herramientas óseas y grabados abstractos se pueden remontar a MIS 5 en varias regiones de África. Otros comportamientos, como el uso de ocre, el enmangamiento y el forrajeo costero, se remontan a MIS 6 o antes. 
                                                        2. Para Parkington (2001, 2003, 2010), el uso de recursos marinos con alta concentración de nutrientes específicos del cerebro, condujo a cerebros más grandes y a un aumento de las funciones cognitivas en MIS 5 (hace ca 130–74 ka).
                                                          • La evidencia de forrajeo costero es débil en África Occidental y Oriental, mientras que las poblaciones de las regiones interiores también han producido evidencia temprana de cultura material avanzada y los neandertales muestran comportamientos ampliamente comparables (Will et al, 2019).
                                                        3. Marean (2011, 2015, 2016) vincula la evolución de la cognición avanzada y el aumento de la socialidad con los cambios climáticos del Pleistoceno Tardío que comienzan en MIS 6, con algunos grupos centrados en zonas costeras densas con recursos predecibles que provocaron grandes cambios en la territorialidad, la formación de grupos etnolingüísticos y complejas relaciones sociales entre grupos distantes a través de la cultura material. (Will et al, 2019).
                                                          • La evidencia de forrajeo costero es débil en África Occidental y Oriental, mientras que las poblaciones de las regiones interiores también han producido evidencia temprana de cultura material avanzada y los neandertales muestran comportamientos ampliamente comparables (ver Will et al, 2019).
                                                        4. El "Modelo sintético" (por ejemplo, Jacobs et al, 2008; Jacobs y Roberts, 2008, 2009; Henshilwood y Dubreuil 2011; ver discusión en Conard et al, 2014) se centra en el rico registro del sur de África y sostiene que la evolución conductual temprana de H. sapiens en esta región se caracteriza por abruptos y discontinuos cambio culturales con dos periodos de innovación cultural cortos y desconectados en MIS 4, seguidos de fases menos sofisticadas. Estos cambios se explican principalmente por fluctuaciones demográficas, con un aumento de las conexiones intergrupales que conducen a una mayor complejidad cultural y una posterior propagación hacia el norte (ver también Mellars, 2006; Mellars et al, 2013). La relación con el resto de África no está clara. Considera que las tecnologías de la MSA Still Bay (SB) y Howiesons Poort (HP) representan entidades culturales y períodos de excepcional innovación y se basa en gran medida en los resultados de las excavaciones de yacimientos como Blombos, Diepkloof, Sibudu, Hollow Rock Shelter y Apollo 11, así como las dataciones obtenidas por Jacobs y Roberts (2017) de hace 73,2-70,6 ka y 66,8-58,2 ka respectivamente. Los investigadores hacen hincapié en unas cronologías y complejos tecnológicos difusos (Conard y Porraz, 2015).
                                                          • Hay poca evidencia de un patrón unilineal y discontinuo.
                                                        5. Conard (2005, 2008, 2010a, 2013) sugiere un modelo de "Modernidad policéntrica en Mosaico", rechazando la idea de un origen en un lugar concreto de África. El modelo, en cambio, favorece un patrón descentralizado, heterogéneo y de múltiples orígenes a escala global. Enfatiza la contingencia histórica, con formas de comportamiento "modernas" que ocurren en diferentes momentos en diferentes contextos ambientales, sociales y económicos. Este modelo asume capacidades cognitivas y de comportamiento iguales entre las diferentes poblaciones.
                                                            • Este modelo es el que mejor encaja con las evidencias disponibles.
                                                            • Para ampliar el modelo desde un punto de vista analítico, se puede recurrir a ideas teóricas recientes sobre paisajes culturales y adaptativos con fuertes desniveles (Kuhn, 2006; Lombard, 2012; 2016; véase también Kandel et al, 2016). Estos paisajes presentan varios picos y valles adaptativos de diferentes alturas, correspondientes a los máximos y mínimos locales de adaptación. Recientemente, arqueólogos como Kuhn (2006) y Lombard (2012, 2016) han adoptado este concepto para sistemas socioculturales con picos de diferentes alturas para mayor aptitud o complejidad cultural, lo que refleja la influencia de múltiples factores. Se pueden aplicar tales analogías al registro africano durante 200-30 ka: la agregación de regiones con diferentes características geológicas, geográficas, ambientales, biológicas y demográficas, produce un paisaje de aptitud física "global" con topografías espaciales complejas. Se puede predecir que estas condiciones rara vez resultarán en soluciones o adaptaciones panafricanas únicas, óptimas y estables. Más bien, los humanos modernos tempranos se enfrentaron con una multitud de estados adaptativos locales, subóptimos, que variaban dinámicamente en cada región, a diferentes ritmos debido a diferentes estímulos externos e internos. Los escasos periodos durante los cuales los factores externos e internos actuaron de manera similar en diferentes regiones podrían dar como resultado soluciones ampliamente comparables (por ejemplo, el norte frente al sur de África durante MIS 5). Además, la transmisión de información entre grupos conectados pudo servir como atractores para alcanzar picos adaptativos similares, creando señales regionalmente homogéneas en ciertas circunstancias, pero también conducir a una mayor divergencia entre las regiones. Las diferencias en la trayectoria temporal entre regiones también pueden ser amplificadas por los efectos de inercia, con la acumulación diferencial de soluciones pasadas que dan forma a los caminos de las decisiones posteriores. El punto de vista aquí formulado enfatiza que los patrones de evolución cultural están afectados por múltiples factores e históricamente contingentes en las condiciones iniciales de las poblaciones (dependencia del camino). Estas ideas comparten puntos en común con modelos matemáticos que enfatizan un vínculo entre el tiempo, la demografía y la complejidad cultural (por ejemplo, Shennan, 2001; Henrich, 2004; Powell et al, 2009; Kolodny et al, 2015) y las ideas de sistemas complejos en los que la interconectividad y el número de agentes ("NK landscapes") desempeñan un papel crucial en la gestión de la complejidad y el cambio cultural (Kauffman, 2000; Bentley y Maschner, 2003).

                                                            Evidencias de capacidades culturales
                                                            Datación estimada (ka)
                                                            Aislamiento genético Mbuti
                                                            >170
                                                            Re-flujo genético de Asia a África
                                                            (que no alcanzó Sudáfrica)
                                                            >170
                                                            Morfología del hueso hioides
                                                            >500
                                                            Genes raros en poblaciones click-speaking
                                                            35-50
                                                            Concordancia de árboles genéticos y lingüísticos
                                                            >170
                                                            Explosión cultural europea
                                                            30-40
                                                            Herramientas líticas avanzadas
                                                            >500
                                                            Enterramientos rituales
                                                            >500
                                                            Fuego
                                                            >1,000
                                                            Las manifestaciones del simbolismo en las distintas culturas arqueológicas.
                                                            Las pruebas de emergencia de conducta humana moderna que suelen presentarse son:
                                                            • Enterramientos con cáscaras de avestruz y huesos perforados (collares) de hace 100.000 años en Border Cave (Sudáfrica) y Zhoura (Marruecos).
                                                            • Armas en forma de proyectiles:
                                                              • Yonatan Sahle et al (2013) identificaron 16 armas de proyectil compuestas en el conjunto de la Formación Gademotta, Etiopía, 8 de ellas datadas en más de 279 ka.
                                                              • En Pinnacle Point 5-6 (PP5-6, Sudáfrica), para elaborar las puntas de piedra, había que encontrar y recoger un tipo específico de piedra llamada silcrete. Luego, reunir leña y transportarla al lugar de tratamiento de la piedra y calentarla a la temperatura adecuada. Se erosionaba la roca para formar hojas diminutas y afiladas, y se unían con masilla a madera o hueso para crear herramientas compuestas en forma de flechas o dardos. Esta tecnología compleja se ha datado en 71 ka y ha dejado restos durante 11 ka en PP5-6, lo que implica transmisión cultural.
                                                            • Piedras ornamentales en Seggédim (Níger 130 ka). Piedra silcreta con líneas cruzadas (seis cruzadas por otras tres) realizadas con un marcador de ocre de Blombos Cave, datada hace 73 ka, procedente de un nivel Still Bay (Henshilwood et al, 2018).
                                                            • Muchos yacimientos con cuentas, objetos grabados y perforados (40-20 ka).
                                                            • Para Ambrose y Lorenz (1990) las puntas de tipo Still Bay y los conjuntos Howiesons Poort (70-60 ka) representan una muestra de la capcidad de los humanos modernos para responder a los cambios en la distribución de los recursos producidos por las transformaciones de las condiciones ambientales.
                                                            • Serie de arpones en hueso del yacimiento de Katanda (Congo) y artefactos de madera de Blombos Cave (70 ka).
                                                            • Explotación de recursos marinos y fluviales. Se han recuperado restos de peces, moluscos o artefactos de pesca en Blombos, Katanda, Klasies River, Die Kelders y Sea Harvest. En 2011 se publicó el hallazgo en la cueva de Jerimalai, en la isla de Timor Oriental, de 38.000 huesos de 2.843 peces de 23 especies diferentes capturados por humanos hace 42.000 años. Entre los restos hay huesos de atunes, tiburones y rayas, lo que significa que estos primeros humanos ya pescaban mar adentro y en las profundidades.
                                                            • Hay pruebas de estructuración del espacio doméstico en Katanda, Mumbwa Cave (Zambia) Rose Cottaghe Cave (Sudáfrica), Rhafas (Norte de África) y Wadi Sodmein (Norte de África).
                                                            • En 2012, el equipo dirigido por Francesco d’Errico documentó el análisis de objetos hallados en Border Cave, montañas Lebombo, KwaZulu-Natal (Sudáfrica), datados en 44 ka.
                                                              • Según Backwell, los resultados del análisis han demostrado, "sin lugar a dudas" que, hace 44 ka, los habitantes de Border Cave utilizaban palos de escarbar que incorporaban piedras perforadas, iguales a los palos utilizados tradicionalmente por los San.
                                                              • Una punta de hueso estaba decorada con una espiral llena de ocre rojo, semejante a las flechas de caza de los bosquimanos.
                                                              • El análisis químico de los residuos en un palo de madera, decorado con incisiones, datado en 24 ka, revela que, al igual que los objetos de los San, utilizados para la misma finalidad, se utilizaban para transportar un veneno (ácido ricinoleico) presente en las semillas de ricino, lo cual representa la primera evidencia de uso del veneno.
                                                              • Los investigadores también hallaron un trozo de cera de abejas, mezclado con resina tóxica, envuelto en fibras vegetales elaboradas a partir de la corteza interior de una planta leñosa. Es la evidencia más antigua conocida de la utilización de la cera de abejas.
                                                              • Además, el estudio de las herramientas de piedra descubiertas en las estas capas arqueológicas muestra una evolución gradual en la tecnología de las herramientas de piedra.
                                                            • Pigmentos. 
                                                              • En 2011 Christopher Henshilwood et al publicaron el descubrimiento en la cueva de Blombos, Sudáfrica, de un taller de hace 100 ka que aparentemente fue utilizado por Homo sapiens para hacer, mezclar y almacenar ocre; los restos recuperados permiten intuir el proceso completo de la fabricación de la pintura. Para Lyn Wadley representa una evidencia de pensamiento abstracto. 
                                                              • Destacan también los hallazgos en la cueva Apolo 11 (Namibia) datada en 28-26 ka, si bien Millner y colaboradores (1999) han defendido una datación de cerca de 60 ka. 
                                                              • Desmond Clark y Kurashina (1979) en su estudio de Gadeb, que puede tener hasta 1,5 Ma, llamaron la atención acerca de la presencia de fragmentos de basalto muy desgastados que al ser raspados dan pigmento rojo, pero no hay ningún indicio de que fuesen raspados.
                                                              • En Isernia la Pineta, Italia (ca 610 ka; Coltorti et al, 2005), algunas piedras muestran coloración roja (Cremaschi y Peretto, 1988).
                                                              • Dejando de lado esta posibilidad, los primeros restos de ocre rojo tienen 300-250 ka: GnJh-15 (Kenya; McBrearty y Brooks, 2000), Twin Rivers Kopje (Zambia; Barham et al, 2000), Terra Amata (Francia; de Lumley 1966), Hunsgi Locality V (Sur de la India; Paddaya, 1976)
                                                                • El uso de pigmentos se ha atribuido a fines decorativos, pero estos yacimientos no contienen pinturas en las piedras ni instrumentos coloreados. Podrían haberse utilizado para decorar el cuerpo humano, pero también para mejorar la conservación, para la protección solar o como adhesivo para enmangamientos.
                                                                  • La hipótesis del uso de pigmentos por las hembras (FCC, female cosmetic coalitions hypothesis; Knight, Power, y Watts 1995; Power 2009, 2010, 2014; Power, Sommer, y Watts, 2013) propone que las mujeres utilizaron los pigmentos para simular la menstruación e impedir que los varones distinguiesen las fértiles de las lactantes o preñadas; de esta forma, la atención masculina se repartiría entre todas las hembras y no solo entre las capaces de concebir. 
                                                                  • Por el contrario, Kuhn (2014, cheap-but-honest” signaling hypothesis) recalca que los pigmentos son la forma más económica de mostrar señales y coordinar la acción a través de rituales de pequeña escala que promueven la identidad compartida y la cooperación.
                                                              • Barhanm (2002) encontró numerosos restos de pigmentos en Twin Rivers en contextos asociados con el comienzo de la MSA. En otros conjuntos de la MSA sudafricana como Kapthurin o Kabwe se constata también el uso del ocre. Para él, es una evidencia clara de comportamiento simbólico.
                                                              • Ian Watts, Michael Chazan, y Jayne Wilkins (2016) han reexaminado las colecciones de Kathu Pan 1, Wonderwerk Cave y Canteen Kopje, datadas en más de 1,1 Ma (Beaumont y Bednarik, 2013). Los pigmentos están ausentes en los materiales achelenses, salvo en las colecciones más jóvenes. En los contextos Fauresmith (al menos 500 ka) se utilizan de forma irregular. Hace ca 300 ka, los pigmentos se utilizaban de forma regular en toda el área, con transporte a distancias considerables y uso en entornos iluminados por el fuego.
                                                            Objetos hallados en Border Cave
                                                            -       Estas evidencias indican tres cosas:
                                                            o    Los cambios cognitivos de Homo sapiens se traducen en indicios de una cultura moderna desde la aparición de nuestra especie en África.
                                                            o    El aumento de complejidad fue gradual.
                                                            o    Sólo dejando de lado los indicios africanos es posible asombrarse ante la aparición súbita de la explosión artística auriñaciense.
                                                            -       Las tesis gradualistas hablan de manifestaciones artísticas o simbólicas ya en el Pleistoceno Medio, con los ergaster. McBrearty y Brooks (2000) reducen al sapiens la conducta simbólica.
                                                            -       Los gradualistas tendrán que aceptar que las manifestaciones supuestamente artísticas de los periodos achelense (grado erectus) y musteriense (Neandertal) son muy escasas, de significado dudoso y, por así decirlo, cogidas por los pelos en cuanto a su contenido simbólico. En realidad lo que hacen Sally McBerry y Alison Brooks es ampliar la explosión de la eclosión artística de 40.000 a 100.000 años pero siempre dentro de la autoría por Homo sapiens


                                                            ¿Hasta que punto las decoraciones geométricas o los pigmentos pueden considerarse manifestaciones de un pensamiento simbólico? La respuesta parece arbitraria.

                                                            LA RELIGIOSIDAD

                                                            Se considera que están ligados a prácticas religiosas los siguientes hallazgos:
                                                            • Enterramientos intencionados con claros ajuares. Los enterramientos indican el concepto de la existencia de otro mundo al que se puede acceder después de la muerte con ciertas condiciones (ritos y ajuares).
                                                            • Manifestaciones gráficas en lugares oscuros, dentro de las cuevas y en cierto modo aislados de la sociedad en lugares ocultos (manos, teriántropos, figuras de animales, signos, etc.). 
                                                            • Estatuillas de intencionalidad poco conocida, pero con signos que parecen indicar un fin preciso (humanos bestializados o teriántropos, sexo, maternidad, etc.).
                                                            El comportamiento religioso surgió en el Paleolítico Superior, hace menos de 30 ka, pero algunas manifestaciones, como los ritos funerarios, se remontan al Paleolítico Medio, hace 300 ka, protagonizadas por los neandertales y los primeros sapiens. El ritual, la espiritualidad, la mitología y el animismo pudieron haber tenido historias separadas antes de combinarse en un comportamiento religioso.
                                                            El entierro intencional, sobre todo si se acompaña de objetos de prestigio, es una de las primeras formas detectables de práctica religiosa. Aunque controvertida, la evidencia sugiere que los neandertales fueron los primeros homínidos a enterrar a los muertos intencionalmente, en tumbas poco profundas junto con herramientas de piedra y huesos de animales (Shanidar en Irak, Kebara Cave en Israel, y  Krapina en Croacia). Algunas marcas de descarnamiento de los huesos de los fallecidos neandertales (Combe-Grenal y Abri Moula en Francia) sugieren razones religiosas.
                                                            Recreación del enterramiento neandertal de Shanidar
                                                            Algunos arqueólogos proponen que las sociedades del Paleolítico Medio pudieron haber practicado alguna forma de totemismo o adoración de los animales. Emil Bächler sugiere un generalizado culto al oso cavernario.
                                                            Los primeros entierros humanos indiscutibles se remontan a 90.000 años (Skhul, Qafzeh, Israel), con uso de ocre rojo, un pigmento de mero valor simbólico, y de una variedad de objetos funerarios.
                                                            Otros estudiosos creen que la religión sólo apareció hace unos 50 ka, momento en el que se datan varios enterramientos con ajuar funerario y pinturas rupestres. En Lascaux (17 ka) aparecen representaciones de bestias extrañas que han sido interpretadas como indicios de creencias chamánicas.
                                                            El primer entierro conocido indiscutible de un chamán se ha datado en 30 ka en un yacimiento en la República Checa y corresponde a una mujer.
                                                            Entre los enterramientos descubiertos, muy pocos son lujosos y además su frecuencia baja a media que transcurre el tiempo, quizá por un empeoramiento progresivo de las condiciones de vida. Los entierros masculinos son más frecuentes y los de niños son raros.
                                                            Para Vincent W. Fallio, el culto a los antepasados surgió en las complejas sociedades del Paleolítico Superior. Las élites de estas sociedades pudieron haber utilizado los rituales especiales y el culto a los antepasados ​​para solidificar el control de sus sociedades. Las sociedades secretas pueden haber desempeñado una función similar.
                                                            Las figuritas de Venus, que se producen abundantemente en el Paleolítico Superior, proporcionan un indicio de magia simpática: pudieron haberse utilizado para asegurar el éxito en la caza y para lograr la fertilidad de la tierra y las mujeres.

                                                            Venus de Willendorf


                                                            La MSA del Norte de África

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                                                            Seguimos la exposición de Will, Conard y Tryon, 2019.

                                                            Con una larga historia de investigación, más estrechamente asociada con los estudiosos francófonos desde principios del siglo XX (por ejemplo, Reygasse, 1919; Roche, 1953; pero vea McBurney, 1960). Un aumento en el interés, se deriva de investigaciones recientes que han proporcionado ricas secuencias arqueológicas en el área costera y en el interior del Magreb asociadas con un programa de datación centrada en el Ateriense (d'Errico et al, 2009; Dibble et al, 2012; Jacobs et al, 2012; El Hajraoui et al, 2012; Douka et al, 2014; Jacobs et al, 2017; Campmas, 2018), así como los primeros hallazgos fósiles atribuidos a H. sapiens (Hublin et al, 2017) asociados a una industria de la MSA inicial que se remonta hace ca 300 ka (Richter et al, 2017). Geográficamente, hay un fuerte sesgo de investigación en el Magreb, con muchos datos de secuencias de cuevas en la costa y el interior de Marruecos y Libia, así como en el Valle del Nilo (Scerri, 2017a). Más allá del Valle del Nilo, disponemos de multitud de yacimientos en superficie en el Sahara y el Sahel, pero con falta de definición estratigráfica, conservación orgánica y pocas dataciones (Wendorf y Schild, 1980; Dibble et al, 2013; Foley et al, 2013; Scerri, 2017a). La distribución temporal de los yacimientos, muestra un fuerte aumento en MIS 5, asociado con mayores densidades de hallazgos, similar al registro del sur de África. Otras similitudes son la aparición de implementos líticos "de diagnóstico" y la evidencia de la regionalización con múltiples tecnocomplejos, en particular en el Pleistoceno Tardío (p. ej., el ateriense; Barton y d'Errico, 2012; Dibble et al, 2013; Scerri, 2013a; 2013b; Campmas, 2018).
                                                            La falta de un esquema estratigráfico cultural supra-regional puede deberse a la escasez de secuencias largas, así como a un mosaico de yacimientos que se estudiaron hace mucho tiempo y dispersos espacialmente sin edades cronométricas (Scerri 2017a).
                                                            De forma ​​similar al registro del sur de África, el norte muestra algunas pruebas de comportamientos complejos y cognición avanzada al final del Pleistoceno Medio Tardío a lo largo de MIS 7-6. El inicio del Pleistoceno Tardío, ofrece más yacimientos y mayores densidades de localización, especialmente en MIS 5. El registro del Pleistoceno Tardío se caracteriza por una combinación de rasgos que aparecen de forma discontinua (por ejemplo, cuentas de concha, herramientas óseas y ocre se encuentran principalmente o exclusivamente en MIS 5) y otros que permanecen (p. ej., piezas con vástago, enmangamientos, forrajeo costero). Muchos elementos no líticos y simbólicos de la cultura material parecen desvanecerse o están ausentes en MIS 4, y en los primeros MIS 3 en particular, aunque esto podría ser el resultado de desafíos climáticos y menos yacimientos conocidos. El norte de África se vio fuertemente afectado por la variación climática, en particular la extensión y contracción del Sahara: las mejoras climáticas dentro de MIS 5 ("Sahara verde"; Drake et al, 2011; Blome et al, 2012) son períodos clave para las ocupaciones del norte de África, especialmente para ocupaciones costeras. La pérdida potencial de muchas innovaciones en el ámbito no utilitario con el inicio de MIS 4 podría deberse al estrés ambiental, asociado a colapsos demográficos o contracciones que llevaron a una interrupción de los contactos y redes de intercambio entre poblaciones (Wendorf et al, 1993; d 'Errico et al, 2009; Garcea, 2010; Barton y d'Errico 2012; Linstädter et al, 2012).
                                                            • MIS 6 o antes.
                                                              • Los conjuntos líticos presentan pocas puntas bifaciales (Van Peer et al, 2003; Dibble et al, 2013) pero no hay producción de piezas pequeñas con cara pasiva.
                                                              • Hay evidencia de enmangamiento en el Pleistoceno Medio Tardío en la Isla Sai (Rots y Van Peer, 2006; Rots et al, 2011).
                                                              • El transporte de materia prima a larga distancia es prácticamente desconocido.
                                                              • El yacimiento de la isla Sai muestra el uso de pigmentos amarillo y rojo entre ca 223-152 ka (Van Peer et al, 2003).
                                                              • Existe evidencia igualmente aislada de recolección de mariscos marinos en Benzú Rockshelter (Ramos et al, 2008; Ramos-Muñoz et al, 2016).
                                                            • MIS 5-3.
                                                              • Cambios notables en los conjuntos líticos, con una estructura geográfica ampliada y marcadores más evidentes en forma de herramientas pedunculadas, pequeños puntas bifaciales foliares y núcleos nubios.
                                                            • MIS 5
                                                              • En muchos yacimientos están presentes herramientas con vástago y pequeñas puntas bifaciales foliares (Van Peer y Vermeersch, 2007; Rots et al, 2011; Barton y d'Errico, 2012; Linstädter et al, 2012; Dibble et al, 2013; Scerri 2013a ; Scerri 2017a). Algunas de estas piezas fueron producidas potencialmente por martillos de hueso (Rots et al, 2011) y descamación a presión (Scerri 2017a). Mayor uso y métodos más elaborados de enmangamiento (Rots et al, 2011; Tomasso y Rots, 2017), asociado a una mayor frecuencia de piezas con vástago, adelgazadas en la base y ahombradas (por ejemplo, Bouzouggar y Barton, 2012; Scerri 2013b) y evidencia potencial de un uso de resinas (Van Peer et al. 2008). 
                                                              • Evidencia del transporte a larga distancia de materias primas (Entre 20-200 km; Van Peer y Vermeersch, 2007; Nami y Moser, 2010; Scerri 2017a; Campmas 2018) y para la primera cantera de chert (Vermeersch et al, 1997; Vermeersch 2002; Van Peer et al, 2010). 
                                                              • Artefactos simbólicos y de hueso, asociados frecuentemente con industrias Aterienses. En los yacimientos de El Harhoura 2, El Mnasra y Haua Fteah se recuperaron en pequeña cantidad varios tipos de herramientas óseas (Barker et al, 2012; El Hajraoui y Debénath, 2012; Stoetzel et al, 2014; Campmas, 2018). 
                                                              • En nueve yacimientos, son particularmente abundantes las conchas marinas perforadas usadas como ornamento, con preferencia por el uso de conchas de Nassarius (ca 110-> 70 ka; Bouzouggar et al, 2007; d'Errico et al, 2009; Nami y Moser 2010; Barton y d'Errico, 2012; Dibble et al, 2012; Stoetzel et al, 2014). Estas conchas se trasportaban hacia el interior a una distancia máxima de ca 200 km (Vanhaeren et al, 2006).
                                                              • En varios yacimientos se constata el uso de pigmentos, a veces en conchas perforadas, pero sin diseños abstractos (Nami y Moser, 2010; Barton y d'Errico, 2012; El Hajraoui et al, 2012; Campmas, 2018). 
                                                              • La región del Magreb ha proporcionado una buena evidencia de adaptaciones costeras, incluida la ocupación sistemática de las costas y la explotación planificada de mariscos, con algunos restos raros de peces, mamíferos marinos y aves costeras (Steele y Alvarez-Fernández, 2011; Dibble et al, 2012; Steele, 2012; Stoetzel et al, 2014; Campmas et al, 2016; Will et al, 2016; Campmas, 2018). 
                                                            • MIS 4.
                                                              • Aumento de la aridez y menor número de yacimientos arqueológicos.
                                                              • Tecnología bifacial con puntas pedunculadas y enmangamientos (p. ej., Rots et al, 2011; Dibble et al, 2013; Tomasso y Rots, 2017) y existe evidencia de la producción más temprana de cuchillas y ocasionales piezas con cara pasiva (Van Peer y Vermeersch, 2007; Van Peer et al, 2010; Garcea, 2010; Scerri, 2017a). 
                                                              • Continúa la extracción de chert en Egipto y el transporte ocasional a larga distancia de materias primas (Vermeersch, 2002). 
                                                              • Está ausente el uso de colorantes y la producción de herramientas de hueso y cuentas de concha está ausente.
                                                              • El número de asentamientos costeros es menor, tal vez debido a fluctuaciones en la línea de costa, pero su presencia indica el carácter duradero de la explotación de diversos recursos marinos (por ejemplo, Will et al, 2016; Campmas, 2018). 
                                                            • MIS 3.
                                                              • Producción de tecnología bifacial y de vástago (p. ej., Dibble et al, 2013), a veces en asociación con métodos elaborados de enmangamiento (Rots et al, 2011), así como un aumento de la producción de cuchillas con métodos volumétricos. y pequeñas piezas con cara pasiva en algunos yacimientos (Van Peer y Vermeersch, 2007; Van Peer et al, 2010). 
                                                              • Intensificación de las actividades de extracción de chert (Vermeersch, 2002; Van Peer et al, 2010). 
                                                              • Están ausentes elementos culturales no líticos.
                                                              • Las adaptaciones costeras se conservan solo en un puñado de yacimientos en el norte de África (Steele y Alvarez-Fernández, 2011; Stoetzel et al, 2014; Campmas et al, 2015).
                                                            Los investigadores han clasificado las industrias bajo multitud de nombres (por ejemplo, Levallois, Musteriense, Denticulado Musteriense, Nubia Musteriense Tipo A, Nubia Musteriense tipo B, Nubia Paleolítico Medio, Khormusan, etc ). Van Peer y Vermeersch (2000, 2007) agruparon estos taxones en tres etapas cronológicas (PM Temprano, Medio y Tardío) que abarcan dos tecnocomplejos diferentes, basados ​​principalmente en las variaciones en el método Levallois (Van Peer , 1988, 1992).

                                                            Fig 1.  Schematic depiction of the three Nubian core types following [58].
                                                            Distinción esquemática de los diferentes métodos de reducción típicos del Complejo Nubio

                                                            Complejo Nubio. 

                                                            • El método Nubio Tipo 1 es una variante de punta Levallois que se distingue por dos escamas preparatorias alargadas retiradas desde el extremo distal del núcleo. Estos núcleos son frecuentes en el norte, en el valle del Nilo y hacia el este, en algunas partes de la Península Arábiga (Rose et al, 2011; Van Peer 19921998), lo supone una de las evidencias arqueológicas más fuertes de conexión entre África y Arabia en el Pleistoceno Superior (pero Manuel Will, Alex Mackay y Natasha Phillips, 2015)
                                                            • Los núcleos del Tipo 2 exhiben una preparación lateral-distal para formar la punta afilada.
                                                            • El tipo 1/2 implica una combinación de preparaciones distal y lateral.
                                                            • Usik et al (2013) han argumentado que la distinción entre los tipos 1 y 2 son irrelevantes dentro de un mismo continuo.
                                                            • Las expediciones dirigidas por F. Wendorf a partir de 1962, hallaron muchos conjuntos en superficie dispersos por el Alto Egipto y Sudán. En 1965, Guichards informó acerca de muchos conjuntos no estratificados con núcleos, raspadores gruesos y foliados bifaciales en la zona que más tarde sería inundada por la presa de Asuán.
                                                            • 130‐37 ka.
                                                            • Su origen se encuentra en el valle del Nilo.
                                                            • Los primeros yacimientos aparecen con núcleos‐bifaz y puntas lanceoladas cercanas al Lupembiense (hasta principios de MIS5).
                                                            • Complejo Nubio pleno (80 ka BP): típicos los núcleos Levallois, sobre todo de puntas Levallois alargadas, denominadas de tipo nubio, y piezas con truncatura.

                                                            Complejo del Valle del Bajo Nilo

                                                            Caracterizado exclusivamente por la reducción Levallois centrípeta.

                                                            Ateriense

                                                            Esta tecnología del MSA aparece en el Norte de África, hasta el lago Chad y Níger, datada en 145-40 ka. Su nombre proviene del yacimiento de Bir el Ater.
                                                            Se ha caracterizado por la punta de piedra en forma de hoja con un pedúnculo en su base, por el que habría estado fijada a un astil de madera. Se asociaba a la caza a distancia en ambientes secos y abiertos, donde eran necesarias lanzas ligeras.
                                                            Pero esta interpretación dista de ser unánime. Por un lado, las herramientas pedunculadas son frecuentes en otros tecnocomplejos no aterienses y por otro, según estudios de microdesgaste, es más probable que se utilizasen como raspadores o cuchillos que como armas (Iovita, 2011; Bouzouggar y Barton, 2012).
                                                            Por ello, las herramientas pedunculadas no pueden ser el único criterio para la definición de los tecnocomplejos aterienses y ha de recurrirse a la comparación cuantificada de características diversas (Eleanor M. L. Scerri, 2013).
                                                            • Tipos Levallois.
                                                            • En los momentos finales se producen piezas típicas del Paleolítico Superior por métodos laminares a partir de núcleos prismáticos con un importante componente tipo Paleolítico Superior. 
                                                            • Características piezas pedunculadas en raspadores, puntas, etc, pero también en piezas no retocadas (facilitar enmangue) y piezas foliáceas (útiles sobre lasca o sobre hoja retocadas bifacialmente, generalmente empleadas como cuchillo o raederas).
                                                            • Materias primas variadas y de origen lejano (>20 km), así como madera y hueso (Bouzouggar et al, 2018).
                                                            Patrones regionales en el MSA del Norte de África. Eleanor M.L. Scerri (2013)
                                                            El ateriense es una tecnología flexible (Enza E. Spinapolice y Elena A. A. Garcea, 2014; Campmas et al, 2016) en respuesta a las oscilaciones climáticas, preocupada por la fiabilidad de las herramientas y que utiliza diversas formas de manufactura. Los grupos aterienses son generalistas flexibles en un paisaje incierto. Mas que representar una tradición, se trata de poblaciones de pequeño tamaño en entornos medioambientales similares que alcanzaron tecnologías convergentes gracias a las presiones selectivas ejercidas por la escasez de recursos.

                                                            Para Clive Finlayson (2010), el ateriense está asociado a una primera expansión del sapiens moderno desde Etiopía al noroeste de África, hasta el Atlántico y por el este hasta la India.

                                                            La mayoría de los yacimientos aterienses están asociados con la mejora climática del MIS 5. Jacobs et al (2012) dividen el ateriense en dos fases:
                                                            1. Ateriense temprano (MIS 6-5b)
                                                            2. Ateriense tardío (MIS 5a-4).
                                                            Al igual que el complejo nubio, con el que comparte varias características, el ateriense ha sido asociado con el tecnocomplejo Lunpembiense subsahariano.
                                                            Antes del ateriense aparecen conjuntos del MSA musteriense como Ifri n'Ammar, Contrabandistas y Dar es Soltan.
                                                            Tras el ateriense, los conjuntos corresponden a un MSA musteriense tardío (El Harhoura 2, Dar es Soltan I).

                                                            La MSA de África Central y Occidental

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                                                            Seguimos a Will, Conard y Tryon, 2019.

                                                            En contraste con el resto de África, la región ha recibido mucha menos atención académica y sigue siendo desconocida. Aunque la investigación comenzó a principios del XX (por ejemplo, Colette, 1929; Wayland, 1929; Breuil et al, 1944), los ambientes predominantes de selva tropical y con sedimentos ácidos, la erosión del suelo y la casi ausencia de cuevas, suponen serveros retos al descubrimiento de yacimientos y preservación de material arqueológico orgánico. Muchos países de esta región tienen una larga historia de inestabilidad política e infraestructuras difíciles con barreras logísticas y naturales (Taylor, 2014; Cornelissen, 2016; Taylor, 2016; Scerri, 2017b). El registro conocido consta de muchos yacimientos al aire libre, muchos de los cuales se han alterado postdeposicionalmente por procesos biogénicos que conducen a trastornos a gran escala que producen una baja integridad estratigráfica y cultural (Cahen y Moyerson, 1977; Allsworth-Jones, 1987; Cornelissen, 2002; Mercader, 2002; Casey, 2002; Taylor, 2011; 2014; Chevrier et al, 2018). Por lo tanto, no sorprende que haya pocos sitios fechados y pocas edades más allá de los 40 ka. 
                                                            Se han realizado importantes trabajos en los márgenes de África Central (por ejemplo, Twin Rivers, Kalambo Falls; Clark, 1963, 2001; Barham, 2000, 2002a; Barham, et al 2015) y el Valle de Semliki (Yellen et al, 1995). En África Occidental, Senegal y Mali han recibido atención renovada y trabajo de campo asociado con programas de datación cronométrica (por ejemplo, Chevrier et al, 2016; Scerri et al, 2017; Chevrier et al, 2018).
                                                            Debido a la rareza de yacimientos bien estratificados y fechados de manera segura, casi no hay evidencia de la estructura espacio-temporal del registro. La edad y la relación de las entidades arqueológicas principales en África Central, Sangoan, Lupemban y Tshitolian, siguen siendo objeto de debate (por ejemplo, McBrearty, 1988, 1992; Clark, 2001; Barham, 2000, 2002a; Taylor, 2011, 2016; Cornelissen, 2016). En África Occidental, la secuencia (por ejemplo, Casey, 2002; Taylor, 2016; Scerri, 2017b; Chevrier et al, 2018), muestra una larga duración de la MSA desde el final del Pleistoceno Medio hasta el Pleistoceno Tardío / Holoceno (MIS 2/1), que persiste junto con los ensamblajes de LSA de igual edad (p. Ej., En Senegal hasta ca 12 ka; Chevrier et al, 2016; Scerri et al, 2017). Los yacimientos bien estudiados en Senegal, producen una señal temporal de alta variabilidad con respecto a la reducción de núcleos y los conjuntos de herramientas con tasas de cambio rápidas, y un mosaico local que carece de continuidad a largo plazo (Robert et al, 2003; Scerri, 2017b; Chevrier et al, 2018).
                                                            Las especulaciones sobre los patrones de complejidad del comportamiento en África Central y Occidental se ven gravemente obstaculizadas por la baja resolución espacio-temporal del registro, que requiere secuencias estratigráficas más intactas y fiables favorables para la conservación orgánica (por ejemplo, Taylor 2011, 2016; Scerri, 2017b). La evidencia disponible de África Central apunta a la estabilidad y continuidad a largo plazo de la tecnología desde antes de MIS 6 hasta MIS 3, a pesar de la variabilidad del clima (Barham, 2000; Mercader, 2002; Taylor, 2011, 2016). Esta región presenta evidencias tempranas del uso de pigmentos, tecnologías líticas sofisticadas (p. ej., piezas con cara pasiva; puntas bifaciales) y adaptaciones a entornos de selva tropical que ya se encuentran en MIS 8-6. Algunos de estos elementos persisten o aparecen hasta principios de MIS 5, o incluso hasta finales de MIS 5, como es el caso de las excepcionales puntas de púas de Katanda, aunque no en MIS 4-3. La cultura material no lítica está virtualmente ausente para 200-30 ka en África Occidental, con poca información sobre patrones de subsistencia o restos orgánicos. Sin embargo, a diferencia de África Central, la tecnología lítica muestra más variabilidad en el tiempo con mayores tasas de cambio y discontinuidad durante el Pleistoceno Tardío (p. ej., piezas bifaciales), particularmente en el Sahel, una posible respuesta a repetidos cambios en los hábitats locales. También existe una persistencia tardía de la tecnología MSA hasta el inicio del Holoceno y evidencia de diferencias espaciales en la tecnología lítica entre regiones áridas y más boscosas (por ejemplo, Scerri 2017b; Chevrier et al, 2018). Estos patrones divergentes podrían resultar del sesgo de investigación, la mala conservación orgánica y la escasez de yacimientos estratificados en cualquiera de las regiones. África Central y Occidental aún tienen un vasto potencial sin explotar, pero hasta ahora solo han arrojado atisbos de comportamientos avanzados y cultura material compleja.
                                                            • MIS 6.
                                                              • Grandes puntas bifaciales lanceoladas talladas finamente y pequeñas piezas con cara pasiva en un contexto Lupembiense (edades más tempranas ca 270-170 ka en Twin Rivers y Kalambo Falls, por ejemplo, Barham, 2000; Clark, 2001; Barham, 2002a), pero no en África Occidental. 
                                                              • Evidencias de uso de ocre en Twin Rivers (especularita; Barham, 2000, 2002b; Watts, 2009) y en el posterior Lupembiense en Kalambo Falls (Clark 2001).
                                                              • Las herramientas lumpembienses son adecuadas para unirlas a mangos como parte de armas o hachas pesadas ​​(Clark, 1959; Barham, 2001; 2002a; Taylor, 2011; 2016), sin embargo, la evidencia directa de los análisis de uso de medios líticos ha provenido únicamente de implementos similares en África nororiental (Rots et al, 2011; también Taylor, 2011; 2014). 
                                                              • No hay datos disponibles sobre el transporte a larga distancia de materias primas ni hallazgos de otros elementos de la cultura material no lítica.
                                                            • MIS 5.
                                                              • Herramientas con cara pasiva en Mumbwa Caves (MIS 5e; Barham, 2000), pero sin evidencias de estandarización o preferencia de materias primas no locales para estas piezas (Barham 2002a). Debido a la escasez de yacimientros, no se conoce ninguna tecnología bifacial.
                                                              • El transporte a larga distancia de herramientas de piedra es raro pero está documentado en Mumbwa Cave, cerca de los límites de la región, hasta 200 km durante el MIS 5e (Barham 1995, 2000) y desde los niveles de Ateriense sin fecha en Adrar Bous, Níger (Clark et al, 2008). 
                                                              • En las cuevas Mumbwa en África Central (Barham, 1995, 2000) se han recuperado grandes bloques de hematita con trazas antropogénicas.
                                                              • Un hallazgo único y excepcional datado en el MIS 5 Tardío, son los arpones de púas cuidadosamente trabajados de Katanda ca 80-70 ka; Yellen, et al 1995; Feathers y Migliorini, 2001). Además, un fragmento de un hueso pulido puntiagudo en Mumbwa (MIS 5e; Barham, 1995, 2000) y otro en Broken Hill  (Kabwe; Barham et al, 2002).
                                                              • Hay evidencia de la pesca en agua dulce en Katanda en el MIS 5a, y las adaptaciones fluviales continúan en otros sitios de la región hasta el LSA (Brooks et al, 1995; Yellen, 1998). La evidencia de adaptaciones costeras es casi desconocida para MIS 5-3 en África Central y Occidental, probablemente asociada con problemas de preservación y poca investigación a lo largo de las costas (aunque las ocupaciones en la ecozona costera de África Occidental son conocidas en la mitad de MIS 3 en ca 44 ka; Niang et al, 2018). Debido a la escasa preservación de la fauna y la falta de control sobre el origen antropogénico del material zooarqueológico (por ejemplo, Taylor 2014; Chevrier et al, 2018), se sabe poco acerca de las estrategias de caza durante el Pleistoceno Tardío en África Occidental y Central.
                                                            • MIS 4.
                                                              • Continúa la presencia de puntas lanceoladas bifaciales en África Central. En África Occidental se conocen otros tipos de puntas foliares bifaciales, pero solo en intervalos durante MIS 4-3 (Scerri, 2017b; Chevrier et al, 2018). En África Occidental, no hay evidencia de piezas con cara pasiva en el MSA, ya que solo aparecen durante el MIS 2 asociadas con las industrias LSA (Scerri, 2017b; Chevrier et al, 2018). 
                                                              • No hay datos disponibles sobre el transporte lítico a distancia, el uso de ocre o la fabricación de artefactos de hueso.
                                                            • MIS 3.
                                                              • Presenta la persistencia tardía de puntas lanceoladas que posiblemente indican la continuidad a largo plazo de esta tecnología, y puntas bifaciales con vástago cuidadosamente conformado del Tshitoliense pueden pertenecer también a este intervalo (por ejemplo, Cornelissen, 2002). Hacia el final del periodo, vuelven a aparecer en África Central pequeñas piezas con cara pasiva
                                                              • Los restos culturales no líticos son escasos o inexistentes. La única evidencia disponible se deriva de grandes bloques de hematita con trazas antropogénicas de Mumbwa durante la mitad de MIS 3 (ca 40 ka; Barham, 1995, 2000).
                                                            Yacimientos:

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                                                            La relativa estabilidad en Kenia y Tanzania y las fuertes tradiciones nacionales de investigación han contribuido a una extensa y casi continua historia de investigaciones arqueológicas. Además, disponemos de trabajos de campo en Etiopía (Kappelman et al, 2014; Sahle et al, 2014; Douze y Delagnes, 2016; Brandt et al, 2017; Assefa et al, 2018 ) y Malawi (Thompson et al, 2018), así como estudios aislados en Somalia (Gutherz et al. 2014) y Eritrea (Beyin 2013). En Uganda, Burundi o Ruanda hay poca investigación y no se ha realizado casi ningún trabajo en Sudán del Sur desde Philipson (1981). El Valle del Rift y los Grandes Lagos, son las características geológicas dominantes de la región, y la mayoría de los sitios (al aire libre) se encuentran adyacentes a ellos (Tryon y Faith, 2013). Las excepciones notables incluyen cuevas o refugios de piedra caliza cerca de la costa en Somalia y Kenia (Shipton et al, 2018), y refugios de rocas o colinas aisladas al este del Rift (por ejemplo, Willoughby, 2012; Tryon et al, 2015). El registro de los sitios con fecha segura se distribuye de manera desigual en el tiempo; demostrar la continuidad en comportamientos particulares es difícil hasta MIS 4 cuando el número de yacimientos aumenta sustancialmente.
                                                            Mientras que los "primeros" conjuntos MSA fechados en MIS 9-7 son bien conocidos (Tryon et al, 2005; Sahle et al, 2014; Blegen 2017; Brooks et al, 2018; Blegen et al, 2018), hay relativamente pocos yacimientos datados de manera segura en MIS 6-5. Las excepciones son la Formación Kibish (Shea 2008), Kulkuletti (Douze y Delagnes 2016) y Kapedo Tuffs (Tryon et al, 2008). Los yacimientos de MIS 4-3 son más abundantes y están distribuidos en un área geográfica más grande. 
                                                            El MSA de África oriental se describe mejor como un mosaico de variación a través del tiempo y el espacio con la variabilidad como señal clave (Shea 2008; Tryon y Faith, 2013; Lahr y Foley, 2016; Blinkhorn y Grove, 2018). Si bien las investigaciones han demostrado una disminución general en el tamaño promedio de los puntas a lo largo del tiempo (Tryon y Faith, 2013), no existen variantes temporales o regionales específicas, excepto los reavivados en piezas de Gademotta y Kulkuletti durante MIS 8-6 interpretados como una técnica específica de afilado o fracturas por impacto (cf. Douze, 2014; Sahle y Braun, 2017).
                                                            Los elementos de la cultura material compleja y otras innovaciones de comportamiento aparecen en el Pleistoceno Medio Tardío asociados con los primeros yacimientos de la MSA de la región (por ejemplo, Brooks et al, 2018). África Oriental muestra continuidad en la fabricación de piezas bifaciales, transporte a larga distancia de materias primas y, posiblemente, enmangamiento. Sin embargo, hay una brecha notable de artefactos no líticos y una escasez yacimientos en MIS 5, que contrastan con el sur y el norte de África, con muchos elementos de la cultura material compleja (por ejemplo, cuentas, herramientas de hueso, piezas con cara pasiva) que se presentan solo en MIS 3 en África Oriental (ca 50-40 ka, cerca de la transición de MSA / LSA). Una vez que estos elementos aparecen en el registro, generalmente persisten a lo largo del LSA, con la excepción de un patrón bimodal de piezas con cara pasiva en Panga ya Saidi (Shipton et al, 2018).
                                                            Estas tendencias generales conviven con un mosaico de variabilidad en la tecnología lítica con dificultad para reconocer un patrón espacio temporal y una escasez de artefactos de diagnóstico. Las diferencias generales de este registro con la arqueología del Pleistoceno Tardío al norte y al sur pueden tener algunas raíces en la abundancia de yacimientos al aire libre y la frecuente falta de preservación orgánica, pero también en una ecología diferente. África Oriental tiene una ecología mucho más variable y desigual con baja estacionalidad, así como alto relieve y heterogeneidad del hábitat (es decir, vulcanismo, valle del Rift). Algunos de los diferentes patrones culturales observados pueden deberse a adaptaciones más localizadas, aislamiento y extinciones o a un pequeño tamaño / densidad de la población (Basell, 2008; Tryon and Faith, 2013; Lahr y Foley, 2016).
                                                            • MIS 6
                                                              • En los escasos yacimientos, están presentes las puntas bifaciales y ausentes las piezas con cara pasiva. La evidencia de enmangamientos es rara (Wendorf y Schild 1993). La evidencia sugiere que los raspadores y los puntas (Ambrose 1998) fueron adoptados ya antes del MIS 6.
                                                              • Las firmas geoquímicas de diagnóstico de afloramientos de obsidiana (Brown et al, 2013) han facilitado un importante programa de estudio de la dispersión geográfica de este material. Distancias de transporte >150 km son conocidas antes y durante MIS 6 (Negash et al, 2011; Blegen, 2017; Blegen et al, 2018; Brooks et al, 2018). El patrón del uso y movimiento de la obsidiana parece ser persistente desde el Pleistoceno Medio Tardío hasta el MIS 2.
                                                              • Están ausentes los pigmentos así como los demás elementos de la tecnología no lítica.
                                                            • MIS 5
                                                              • La arqueología de MIS 5 proporciona una imagen similar, con pocos sitios conocidos que datan de este período de tiempo y una falta de cultura material no lítica.
                                                              • En la larga secuencia de Mumba 5, aparecen puntas bifaciales y piezas raras con cara pasiva (Mehlman, 1989; Marks y Conard, 2008).
                                                              • Existe alguna evidencia de transporte de obsidiana a larga distancia (ca 100-80 ka; Negash et al, 2011).
                                                              • Herramientas de piedra asociadas con animales marinos están presentes en los arrecifes costeros a lo largo del Mar Rojo (por ejemplo, Sahle y Beyin, 2017), con hallazgos en Abdur interpretados como uso humano de los recursos marinos, pero hasta ahora limitados a MIS 5e (Walter et al, 2000). La evidencia de forrajeo costero es en general escasa, en parte debido a la rareza de los yacimientos excavados con depósitos con > 40 ka a lo largo (o cerca) de la costa del Océano Índico. Los fósiles de peces en los yacimientos de Aduma en la parte media y posterior de MIS 5 (ca 100-80 ka; Yellen et al, 2005) y quizás a lo largo del Nilo Azul (Kappelman et al, 2014) sugieren la depredación de peces a lo largo de los sistemas fluviales interiores. Falta evidencia de un uso intensivo de los recursos acuáticos en los principales lagos, aunque el registro geológico puede ser parcialmente responsable de esta laguna (por ejemplo, Tryon et al. 2016).
                                                            • MIS 4
                                                              • Aumenta notablemente el número de yacimientos con dataciones.
                                                              • Los ensamblajes líticos todavía presentan puntas bifaciales y en su mayoría carecen de piezas con cara pasiva (pero vea Leplongeon et al, 2018).
                                                              • La obsidiana procedente del centro de Kenia se usó de manera intensiva, y se encontraron pequeñas cantidades de artefactos a una distancia de más de 300 km (Merrick y Brown, 1984; Merrick et al, 1994). En yacimientos de Etiopía hay evidencias de distancias de transporte similares. (Negash y Shackley, 2006; Negash et al, 2011). Los mecanismos responsables del movimiento de la obsidiana siguen sin estar claros.
                                                              • La evidencia del procesamiento de ocre está presente en casi todos los refugios rocosos ocupados de forma intensiva en la región, incluyendo Porc Epic, Kisese II, Mumba, Panga ya Saidi, Enkapune ya Muto, así como Chaminade (Ambrose, 1998; Conard, 2010b; Thompson et al, 2012; Rosso et al, 2016; Shipton et al, 2018; Tryon et al, 2018).
                                                              •  El caso más antiguo y único para la fabricación de cuentas de concha marina (Conus sp.) Se informó recientemente en Panga ya Saidi (ca 67-63 ka; Shipton et al, 2018). Esto indica un patrón de uso de cuentas comparable en el sur y el norte de África, con cuentas de concha marina que preceden a la fabricación de las que están hechas de cáscara de huevo de avestruz. 
                                                              • Está ausente el forrajeo de recursos costeros o de agua dulce.
                                                            • MIS 3
                                                              • Como en el periodo anterior, la evidencia del procesamiento de ocre está presente en casi todos los refugios rocosos ocupados de forma intensiva en la región.
                                                              • Aparecen por primera vez piezas con cara pasiva en múltiples yacimientos (ca 50-40 ka; por ejemplo, Ambrose, 1998; Gliganic et al, 2012; Shipton et al, 2018; Tryon et al, 2018). 
                                                              • La obsidiana se transporta a larga distancia (por ejemplo, Merrick y Brown, 1984; Merrick et al, 1994). 
                                                              • Marcado aumento y diversificación en la cultura material no lítica. 
                                                              • En varios conjuntos de la transición MSA / LSA, o cercanos, se hallaron cuentas de cáscara de huevo de avestruz (ca 50-40 ka; Miller y Willoughby, 2014; Tryon et al, 2018), y en el MIS 3 Tardío aparecen conchas naturalmente perforadas de gasterópodos terrestres (ca 43-33 ka; Assefa et al, 2008). 
                                                              • Las herramientas óseas claramente modificadas están restringidas a dos huesos con muescas de Panga ya Saidi de los niveles MSA / LSA con dataciones de mitad y final de MIS 3 (ca 48-25 ka; Shipton et al, 2018). 
                                                              • El uso ocre está frecuentemente presente en la mayoría de los abrigos rocosos, pero sin diseños abstractos. Sin embargo, recientemente se encontraron grabados lineales en un fragmento de cáscara de huevo de avestruz, datado en la parte media y posterior de MIS 3 en Goda Buticha (ca 43-34 ka; Assefa et al, 2018).
                                                            Según Christian A. Tryon y J. Tyler Faith, 2013.
                                                            • Las preparaciones Levallois están presentes antes de hace 380 ka en Katpurin Formation (Blegen, 2015). Las puntas Levallois se encuentran presentes en varios lugares del África Oriental, en una frecuencia a menudo mayor que la de algunos sitios levantinos (Hauck 2011; Hovers 2009: 217). El método Nubio Tipo 1 es una variante de punta Levallois que se distingue por dos escamas preparatorias alargadas retiradas desde el extremo distal del núcleo. Estos núcleos son frecuentes en el norte, en el valle del Nilo y hacia el este, en algunas partes de la Península Arábiga (Rose et al, 2011; Van Peer 19921998), lo supone una de las evidencias arqueológicas más fuertes de conexión entre África y Arabia en el Pleistoceno Superior. Los núcleos Nubios Tipo 1 se encuentran en el este de África en los sitios en o cerca de los márgenes de la cuenca del Nilo, incluyendo K'one y Aduma en Etiopía (Kurashina 1978;. Yellen et al 2005) y la Isla de Rusinga en Kenya (Tryon et al, 2012). Otros métodos Levallois, como el utilizado para la producción de hojas en algunos lugares de Sudáfrica (Wurz 2002 , 2013), no se encuentran en el este de África. La tecnología Levallois, en el este de África, es altamente variable, con muchas de las combinaciones de preferencial o recurrente con unidireccional, bidireccional y centrípeto en múltiples yacimientos.
                                                            • Los métodos no-Levallois están muy extendidos.
                                                            • Las puntas en los conjuntos del África oriental son muy variables en tamaño y forma.
                                                            • El ocre se ha hallado en algunos pedruscos, como en la Formación Kapthurin y Enkapune ya Muto, en Kenia (Ambrose 1998; McBrearty y Brooks 2000). El yacimiento GnJh-15 de la Formación Kapthurin es la aparición más temprana reportada en África oriental (465,3-395,6 ka; Van Noten, 1982; Van Noten et al., 1987; McBrearty, 1999; Tryon y McBrearty, 2002) asociada a un conjunto lítico achelense o de la MSA.
                                                            • Los análisis comparativos de los datos del África oriental sugieren que los conjuntos de un solo sitio son más similares entre sí de lo que son a los de otros sitios (sin importar la distancia geográfica), haciendo hincapié en la alta diversidad entre estos sitios y la dificultad de identificar un patrón tipológico o tecnológico. La geografía jugó un papel en la conducción de la variabilidad de los conjuntos, pero su efecto fue mínimo. Las interacciones a largo plazo entre los entornos físicos y sociales, los factores locales (calidad y abundancia de la materia prima, tamaño de las redes de intercambio de información, etc.) fueron en cambio una fuerza dominante.
                                                            • En comparación con otras regiones de África, las poblaciones del África oriental respondieron a los cambios ambientales con modificaciones de menor importancia (Blome et al, 2012).  Ambrosio (2001) sugiere que los Homo de la cuenca del Lago Nakuru/Naivasha de Kenya, rastrearon los límites del ecotono, ya que cambiaron de cota con el cambio ambiental.
                                                            • En la zona del Lago Victoria, hay evidencia de que los Homo se desplazaron hacia el oeste durante las condiciones secas.

                                                            Yacimientos

                                                            • Kapthurin Formation. Muguruk Formation (Lumpembiense). Grandes puntas lanceoladas delgadas (> 10 cm) y microlitos geométricos. 
                                                              • Member 2, Ojalla Industry.170- >10 ka.
                                                              • Member 4, Pundo Makwar Industry. 170- >10 ka. 
                                                              • Member 6, Pundo Makwar Industry. 170->10 ka. 
                                                            • Kapedo Tuffs. 135-123 ka
                                                            • Eyasi Beds. 132- ≥88
                                                            • El arrecife calizo de Abdur (Eritrea) se ha datado en 125±7 ka, pero algunos artefactos se han recuperado de un estrato más antiguo (Bruggeman et al, 2004; Walter et al, 2000). Los artefactos de la MSA están asociados con invertebrados marinos y grandes mamíferos terrestres en múltiples terrazas de un arrecife emergido (Bruggeman et al, 2004; Walter et al, 2000), lo que implica el uso de recursos marinos durante un periodo prolongado en un contexto de playa. Según los excavadores, los humanos recogieron grandes ostras en aguas poco profundas en una fase anterior, y otros mariscos y crustáceos durante las ocupaciones posteriores. Los pobladores variaron sus actividades de forrageo y su tecnología lítica de acuerdo con los cambios ambientales. La materia prima lítica se transportó desde 20 km o más (Bruggeman et al, 2004; Buffler et al, 2010; Walter et al, 2000), lo que indica movimientos planeados desde el interior a la costa. Las ocupaciones de Abdur fueron efímeras.
                                                            • Mtongwe, Locality KY-55 East.
                                                              • Lower Group. <125? ka.
                                                              • Middle Group. <125? ka.
                                                              • Upper Group.  <125? ka.
                                                            • Ardu Beds
                                                              • B (base), Aduma site A1. 100-80 ka.
                                                              • B, Aduma sites A4, A8, A8A, VP 1/1, VP 1/3. 100-80 ka. 
                                                              • B/C contact, Aduma site A5. 100-80 ka. 
                                                            • Wasirya Beds, Rusinga Island. 100-38 ka. 
                                                            • Midhishi 2
                                                              • LSU VI. 90-40 ka.
                                                              • LSU V. 90-40 ka.
                                                              • LSU IV. 90-40 ka.
                                                              • LSU III. >40-19 ka.
                                                            • Porc Epic. 79-33 ka. Contenía el mayor conjunto de ocre conocido de la MSA de África Oriental (40 kg). Daniela Eugenia Rosso, Francesco d'Errico y Alain Queffelec (2017).
                                                            • Prolonged Drift (GrJi11). 72-30 ka. 
                                                            • Nyamita Main. 49-33 ka (Blegen, 2015).

                                                            Yacimientos del Paleolítico Tardío

                                                            • Panga ya Saidi, costa de Kenya. Cueva con ensamblajes de hace 78 ka, en un ambiente de bosque tropical y pastizales (Shipton et al, 2018). Se aprecia una transición tecnológica-cultural gradual hacia la LSA. Los hallazgos incluyen numerosos fragmentos de ocre, huesos trabajados y con incisiones, cuentas de cáscara de huevo de avestruz, cuentas de conchas marinas,  manuports exóticos y más de 30.000 artefactos de piedra tallada, incluidos núcleos de Levallois y artefactos de Media Luna, éstos últimos a menudo considerados como indicadores de la LSA.
                                                            • Pomongwe Cave, Zimbabwe. 
                                                              • Las principales herramienta retocadas son raspadores semicirculares y circulares (Cooke, 1963).
                                                            • Mochena Borago (Brandt et al., 2012). Evolución local.
                                                              • Lower T-group. 53-45 ka. Conjunto clásico del PM de África Oriental, con reducción incluyendo Levallois y discoidal y puntas retocadas y raspadores como herramientas más comunes, Ausencia de microlitos.
                                                              • Upper T-group. 45-43 ka. Continuidad con respecto a Lower T. Aparecen un pequeño número de herramientas respaldadas.
                                                              • S-group. 43 ka. Difiere poco de los anteriores si bien cuenta con una mayor frecuencia de piezas respaldadas. 
                                                              • Naisiusiu, Olduvai Gorge. Datación problemática de hace ca 60 ka. En esta localidad el conjunto lítico consta de tres componentes (Leakey et al, 1972).
                                                            1. Material excavado en la década de 1930, mal registrado y del que solo se conserva una muestra selectiva.
                                                            2. Naterial recogido de la superficie del terreno.
                                                            3. Material excavado en 1969 (Merrick, 1975). Pequeño número de objetos líticos respaldados y seis microlitos completos de variadas morfologías.
                                                          1. Mumba, Tanzania. Abrigo rocoso. La secuencia estratigráfica sugiere un cambio gradual en la frecuencia de artefactos y con ello de las tipologías. Elementos con cara pasiva persisten en números bajos, coincidiendo con una reducción en la frecuencia de los núcleos y las puntas Levallois y un mayor uso de la percusión bipolar para la producción de escamas entre 68-~ 30 ka (Eren, Diez-Martin, y Domínguez-Rodrigo 2013; Gliganic et al. 2011; Marks y Conard 2008; Mehlman 1989 , 1991). La naturaleza del cambio es tal que la atribución al MSA o LSA es incierta (Diez-Martín et al. 2009).
                                                            • Bed VI-B (Sanzako Industry) >68 ka.
                                                            • Bed VI-A (Kisele Industry). 68-60 ka.
                                                            • Bed V (Mumba Industry). 60-50 ka. Algunos microlitos, solo en la parte superior, lo que sugiere un origen local.
                                                            • Bed III lower (Nasera Industry). 40-30 ka. 
                                                          2. Enkapune ya Muto, Kenya. 55- ~ 40 a 55 ka. 
                                                            • MSA basal con Levallois y métodos discoidales de producción de escamas y piezas con cara pasiva  raras. La recuperación de dos microlitos geométricos dentro de este conjunto puede indicar mezcla, o más bien, puede demostrar el desarrollo de la tecnología microlitica en un contexto MSA.
                                                            • Está cubierta por una industria atribuida a la LSA dominado por la producción de grandes hojas (~ 7 cm) y microlitos con cara pasiva, a su vez cubierta por una industria con abundantes microlitos (~ 2-5 cm), técnicas MSA de reducción de núcleos y cuentas de cáscara de huevo de avestruz (Ambrose 1998).
                                                          3. Nasera
                                                            • Levels 12−25 (Kisele Industry). 55- >26 ka.
                                                            • Levels 8/9–11 (Mumba Industry). 26->18 ka.
                                                            • Levels 6–7 (Nasera Industry). 26->18 ka.

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                                                            El registro del Pleistoceno Tardío en el sur de África ha sido un foco de investigación desde fines de la década de 1990, debido a espectaculares hallazgos y al aumento en el número de equipos de investigación internacionales. Esta región tiene una larga historia de investigación (por ejemplo, Goodwin y van Riet Lowe 1929) y por lo tanto docenas de sitios excavados. Gracias a la buena conservación del material orgánico, el sur de África alberga la mejor información sobre estrategias de subsistencia, y proporciona importantes datos adicionales sobre las capacidades culturales y de comportamiento. Las circunstancias geológicas llevaron a la formación de numerosos abrigos rocosos que atrajeron a poblaciones, propiciando la acumulación de materiales culturales en sus sedimentos (por ejempo Río Klasies, Blombos, Diepkloof, Pinnacle Point, Sibudu o Apollo 11). Los estudios toman a menudo una perspectiva diacrónica, en estratigrafías culturales supra-regionales (por ejemplo, Goodwin y van Riet Lowe, 1929, Volman, 1981; Singer y Wymer, 1982; Wurz, 2002; Lombard et a,. 2012), con un enfoque reciente en Howiesons Poort (HP) y Still Bay (SB) durante MIS 4 (por ejemplo, Jacobs et al, 2008; Henshilwood, 2012). Geográficamente, la mayoría de las investigaciones se han realizado en las costas occidentales de Sudáfrica, mientras que el sur de Sudáfrica, así como Namibia, Mozambique y Zimbabwe han recibido menos atención (por ejemplo, Vogelsang, 1998; Wadley, 2015; Goncalves et al, 2016), con la excepción de Botswana (por ejemplo, Staurset y Coulsen, 2014; Robbins et al, 2016). Los yacimientos al aire libre son mucho más comunes en el interior, generalmente con poca conservación orgánica, a menudo con una determinación cronométrica deficiente y pocos restos culturales. Estos factores podrían desempeñar un papel en las diferentes señales arqueológicas de esta región (por ejemplo, Wurz, 2013). Desde MIS 5e, el resgistro arqueológico del sur de África se puede caracterizar como estructurado en tiempo y espacio (Wurz 2013; Wadley 2015), con un marcado aumento en MIS 5 en la densidad de sitios y artefactos, asociada con tasas más altas de cambio tecnológico. En base a este registro, se han formulado varios tecnocomplejos sucesivos, separados en el tiempo y en ocasiones en el espacio (por ejemplo, Lombard et al, 2012).


                                                            • MIS 6.
                                                              • Los conjuntos líticos no cuentan generalmente con piezas con cara pasiva (cara sin retoques, backed) y la tecnología bifacial se conoce en yacimientos del tecnocomplejo de Pietersburg en el norte y el interior de Sudáfrica (por ejemplo, Sampson, 1974; Grün y Beaumont, 2001; Beaumont y Vogel, 2006). 
                                                              • La evidencia de uso de pigmentos es irregular (Marean et al, 2007; Watts, 2010; Watts et al, 2016).
                                                              • Hay evidencia de recolección de mariscos marinos en pequeñas cantidades en Pinnacle Point 13B (Marean et al. 2007; Marean 2010). 
                                                            • MIS 5-3.
                                                              • Proporciona un aumento marcado en la complejidad de la cultura material y las innovaciones de comportamiento.
                                                            • MIS 5.
                                                              • Se van acumulando pruebas de tecnología lítica con cara pasiva y bifacial (Tribolo et al, 2013; Wilkins et al, 2017), incluidas piezas dentadas en los múltiples episodios de ocupación en Sibudu (> 80 ka; Rots et al, 2017). 
                                                              • El uso de pigmentos se convierte en un comportamiento casi ubicuo durante el último interglacial (Watts, 2002; 2010; Hodgskiss, 2012; Dayet et al, 2013; Wurz, 2014; Wadley, 2015; Kandel et al, 2016) con ocre utilizado como parte de pinturas (hace ca 100 ka; Henshilwood et al, 2011) y adhesivos para herramientas líticas (Rots et al, 2017). 
                                                              • Incisones en ocre y en cáscara de huevo de avestruz (Henshilwood et al, 2009; Texier et al, 2013).
                                                              • Herramientas de hueso en Sibudu y Klasies River (d'Errico et al. 2012a; Conard et al . 2014). 
                                                              • El transporte de silcreta a larga distancia> 200 km es conocido por los estudios de procedencia geoquímica en varios yacimientos de Botswana (Nash et al, 2013; 2016).
                                                              • Evidencia de pesca en agua dulce en White Paintings Rockshelter (ca 94-66 ka; Robbins et al, 2000; 2016) y de explotación sistemática de diversos recursos marinos y exitosa colonización de paisajes costeros (Will et al, 2013; Marean, 2014; Will et al, 2015; Jerardino, 2016).
                                                            • MIS 4
                                                              • Es el marco de tiempo de Sill Bay y Howiesons Poort (por ejemplo, Jacobs et al, 2008; Henshilwood, 2012) y presenta el mayor número de piezas bifaciales finamente fabricadas, algunas veces producidas por descamación con presión (ca 77-72 ka), así como piezas de cara pasiva pequeñas y estandarizadas asociadas con industrias laminares (ca 65-59 ka; Jacobs et al, 2008; Lombard, 2009; Mourre et al, 2010; Henshilwood, 2012).
                                                              • Uso de materia prima alóctona (> 50 km) de alta calidad durante el HP (Volman, 1981; Singer y Wymer, 1982; McCall y Thomas, 2012).
                                                              • La frecuencia de cultura lítica no material alcanza un pico dentro de la SB y HP (Mellars, 2006; Mitchell, 2008; Jacobs et al, 2008; Henshilwood y Dubreuil, 2011). 
                                                              • El uso continuo de pigmentos es un fenómeno común, a menudo usado en adhesivos (Wadley et al, 2004; Lombard, 2006; Wadley et al, 2009).
                                                              • Abundantes grabados en ocre y cáscara de huevo de avestruz (Henshilwood et al, 2001; Texier et al, 2010; Henshilwood et al, 2014) y cuentas de concha (Henshilwood et al, 2004; d'Errico et al, 2005, 2008).
                                                              • Varios tipos de herramientas de hueso (Henshilwood et al, 2001; Backwell et al, 2008).
                                                              • Explotación de recursos costeros intensificando y optimizando sus estrategias de recolección en algunos yacimientos (Langejans et al, 2012; Will et al, 2015).
                                                            • MIS 3
                                                              • Entre hace ca 60-50 ka, continúa la fabricación de puntas bifaciales y piezas con cara pasiva, pero de forma intermitente (Steele et al, 2016; Wilkins et al, 2017; Will y Conard, 2018). Entre hace ca 40-30 ka estas herramientas aparecen solo en el este de África (Wadley, 2005; Bader y Will, 2017). 
                                                              • Continúa el transporte de silcreta a larga distancia hasta hace ca 50 ka (Wilkins et al, 2017; Will y Mackay, 2017).
                                                              • El ocre se usa de forma continuada en gran abundancia, tanto como parte de adhesivos compuestos (hasta hace ca 44-42 ka; Lombard 2006; Villa et al. 2012) como de pinturas (Villa et al, 2015).
                                                              • Son raros los grabados en ocre y cáscaras de huevo de avestruz (Mackay y Welz, 2008; Hodgskiss, 2013), al igual que de cuentas de cáscara de huevo de avestruz, concha y hueso (d'Errico et al, 2012b; Porraz et al, 2015; Steele et al, 2016).
                                                              • Varios tipos de herramientas óseas al principio del periodo en Sibudu y Klasies River (d'Errico et al, 2012a; Conard et al, 2014) y a mitad de periodo en Border Cave (hace ca 44-42 ka; d'Errico et al, 2012b). 
                                                              • Las adaptaciones a las costas y los recursos marinos continúan hasta principios de MIS 3, pero disminuyen su visibilidad (Will et al, 2014; 2015; Marean, 2014).
                                                            • Sólo un número limitado de conjuntos muestran dataciones fiables correspondientes a MIS 5 (ca. 128-75 ka; Carto et al 2009) y descripciones publicadas recientemente. 
                                                              • River Klasies data de entre ca. 115-80 ka (Wurz 2002) y consta de más de 10 m de depósitos con una gran colección de artefactos. Se subdivide en dos miembros: Light Brown Sand y Shell and Sand (Deacon y Geleijnse 1988), con sus correspondientes unidades culturales: MSA I y MSA II (Singer y Wymer, 1982) o MSA 2a y 2b (Volman, 1981). La similitud morfométrica entre ambas unidades culturales se ha interpretado como continuidad tecnológica (Singer y Wymer 1982; Thackeray 1989), pero el cambio tecnológico es observable (Wurz 2000, 2002), especialmente en términos de espesor y longitud (Wurz et al, 2003). Por esta razón, se sugiere la terminología "River Klasies" para el MSA I (Wurz 2000), y "Mossel Bay" para el MSA II, debido a la precedencia histórica de este conjunto con la misma descripción. 
                                                              • Florisbad, Ysterfontein 1 y Hoedjiespunt son contemporáneos con River Klasies, pero difieren tecnológicamente. 
                                                              • Mossel Bay data entre ~100-80 ka y se caracteriza por un proceso de reducción Levallois recurrente unipolar de puntas y cuchillas (Wurz 2000, 2002). Un conjunto similar proviene de Diepkloof (Porraz et al, 2013) y Cape Saint Blaize (Sampson 1974; Thompson y Marean 2008). Es similar tipológicamente pero no tecnológicamente con la cueva 13B de Pinnacle Point (Thompson, Williams y Minichillo 2010). 
                                                              • En la cama 4 de Cave of Hearths, se hallaron largas escamas foliares y puntas convergentes, mientras que los niveles suprayacentes comprenden una industria Levallois con hojas, escamas radiales y puntas convergentes. 
                                                              • El interior de Sudáfrica contiene multitud yacimientos de superficie (Beaumont y Morris 1990; Sampson 1968, 1974) con conjuntos en algún modo similares a los de River Klasies y Cave of Herths. 
                                                            Los tecnocomplejos Howiesons Poort y Still Bay (MIS 4), se reconocen en varias zonas ecológicas de Sudáfrica. Contienen herramientas relativamente más retocadas, con cara pasiva y puntas bifaciales y muestran niveles elevados de prácticas innovadoras: tratamiento térmico de la piedra para la producción de puntas bifaciales, percusión con martillo blando, pequeños artefactos con cara pasiva, herramientas de hueso, cuentas, ocre, grabados en ocre y cáscaras de huevo de avestruz y herramientas compuestas con el uso de adhesivos incluyendo la más antigua conocida tecnología de arco y flecha. Estos niveles de innovación y complejidad se cree implican un comportamiento simbólicamente mediado (Henshilwood Marean 2003). Esta cualidad cognitiva (Wadley, Hodgkiss, y Grant 2009), pudo conferir ventaja evolutiva a los grupos de Homo sapiens que emigraron de África después de hace unos ~60 ka (Mellars 2006; Mourre, Villa y Henshilwood 2010). A lo largo del tiempo, se producen cambios sutiles en los tipos de artefactos con cara pasiva, herramientas de retoque y patrones de explotación de materias primas. Desde hace algún tiempo, la Howiesons Poort se ha considerado como una industria de transición a la LSA.
                                                              • La dieta era más amplia, incluyendo alimentos de peor calidad, durante la HP mientras que en la SB se explotaban alimentos en una zona más extensa y las ocupaciones eran más esporádicas y de menor intensidad, lo que puede estar relacionado con diferencias en la movilidad y en los patrones residenciales entre estos tecno-complejos (Jerome P. Reynard y Christopher S. Henshilwood, 2017).
                                                            En MIS 3 cambian las preferencias tecnológicas y se popularizan las puntas unifaciales, pero las tendencias son menos claras. Después de ~ 58 ka hay un retorno al Paleolítico Medio, con hojas más grandes. Mitchell (2008) señala que este período es relativamente inexplorado en comparación con MIS 4. Se produjeron vacíos ocupacionales en algunos lugares quizás debido a condiciones hiperáridas (Deacon y Thackeray 1984; Steele y Klein 2009), pero por lo demás MIS 3 estuvo marcado por la fluctuación de las condiciones climáticas que incluyen periodos muy húmedos (Deacon y Lancaster 1988; Mitchell 2008). La presencia de más de 25 sitios que datan de este período de tiempo en el Sur de África (Mitchell 2008) es testimonio de una adaptación exitosa post-HP. Muchos sitios que datan de entre ~58-45 ka contienen puntas, a menudo unifacialmente retocadas, por ejemplo, Border Cave, Klein Kliphuis, Sibudu Cave, Diepkloof, River Klasies, Umhlatuzana, y Rose Cottage Cave en Sudáfrica y Melikane, Ntloana Tsoana y Sehonghong en Lesotho (Lombard et al. 2012). El conjunto mejor descrito es el de Sibudu Cave (Cochrane 2006; Conard, Porraz y Wadley 2012; Mohapi 2012; Villa, Delagnes y Wadley 2005; Wadley 2005).
                                                            Los conjuntos de la MSA final, que datan entre 45-20 ka (Lombard et al. 2012), se asocian con una amplia variedad de tipos de puntas. Se identifican artefactos, como puntas de flecha de hueso, huesos con muescas para propósitos de notación, y palos de excavación y leznas de hueso similares a las utilizados por las poblaciones San (d'Errico et al, 2012). La separación entre MSA y LSA es ambigua (Clark 1999; Mitchell 2012; Wadley 1993).

                                                            Yacimientos

                                                            • Florisbad (Sudáfrica). Sitio al aire libre, excavado en la primera mitad del XX. Excavaciones adiciones se efectuaron en la década de 1980. Una serie de depósitos de MSA bien estratificados con fauna asociada se ha fechado en ~ 121 ka (Brink 1987; Kumán, Inbar, y Clarke 1999; Toffolo, 2017).

                                                            Estratigrafía de HDP1
                                                            • Hoedjiespunt (HDP1) (Volman, 1978; Will et al, 2013;  Manuel Will, Andrew W. Kandel y Nicholas J. Conard, 2015) consta de tres fases de ocupación, todas ellas con abundantes artefactos líticos, restos de moluscos marinos y fauna terrestre, cáscaras de huevos de avestruz y pedazos de ocre. Las principales características de los conjuntos líticos se mantienen constantes durante todo el uso del sitio. Domina el cuarzo sobre la silcreta y otras materias primas. Las lascas denticuladas representan el tipo de herramienta más frecuente (Will et al, 2013). Todas las capas muestran bajas concentraciones de material arqueológico y están ausentes estructuras constructivas y hogares, lo que indica estancias cortas o/y poblaciones reducidas. Los ocupantes desarrollaron las mismas actividades a través de la secuencia incluyendo el aprovisionamiento y modificación de ocre rojo, el uso de huevos de avestruz y la caza del mismo rango de pequeños animales (Stynder, 1997).
                                                              • Las dataciones absolutas basadas en lecturas IRSL de sedimentos, ESR y U-series, indican una edad entre 130-100 ka para AH II (Woodborne, 2000; Yoshida, 1996). La fauna de vertebrados sugiere un clima cálido y la frecuente ocurrencia de animales y aves marinos confirman la proximidad al mar en el momento de su formación (Stynder 1997).
                                                              • En lo que se refiere a la fauna marina, las lapas comprenden el 70–90% del conjunto. Otro taxón importante es el mejillón negro (Choromytilus meridionalis).
                                                              • La posición geográfica y el entorno de HDP1, al final de una península, sugieren que la ocupación fue deliberada, a pesar de su escaso valor logístico al carecer de agua potable, no servir como refugio ni lugar de observación y su bajo radio de forrajeo terrestre potencial. La razón de la ocupación fue la explotación de los recursos marinos, en especial los animales intermareales, mediante repetidos "picnics" en la playa de pequeños grupos de cazadores recolectores móviles. La procedencia lejana de herramientas líticas y piezas en bruto indica que estas visitas eran planeadas y el hecho de que hallan dejado rastro en varios estratos sedimentarios, que se extendieron durante un periodo prolongado de tiempo a través de las generaciones. La abundancia de lapas, sugiere un uso más intenso del sitio durante el verano (Buchanan et al, 1978; Moss, 1993). Debido a los fuertes cambios estacionales de esta región, los visitantes de HDP1 probablemente se desplazaban entre la costa y el interior de acuerdo con un calendario establecido similar al modelo de movilidad estacional propuesto por Parkington, 1976, 2001; Parkington et al, 2004. En este modelo, las residencias habituales están localizadas en el interior, cerca de las fuentes de materia prima lítica de alta calidad como la silcreta, caza abundante y recursos de la flora del bioma Fynbos.
                                                              • Por tanto, el sitio documenta un patrón deliberado de uso del paisaje y adaptaciones estables de poblaciones locales a entornos costeros en la Provincia Occidental de El Cabo durante MIS 5e.
                                                              • No están presentes las tecnologías Still Bay (Katja Douze, Sarah Wurz y Christopher Stuart Henshilwood, 2015).
                                                              • Explotación de recursos costeros.
                                                            • Diepkloof Rock Shelter (Sudáfrica). Las investigaciones centradas en el MSA están en curso desde 1998 (Parkington et al, 2013; Porraz et al 2013). El sitio se ha fechado utilizando tanto OSL como TL. Las fechas más recientes indican que el sitio fue ocupado entre más de 100 ka y 50 ka (de MIS 5 a MIS 3; Tribolo et al 2013). El HP Intermedio y Tardío se han datado en hace 65 ± 8 y 52 ± 5 ka.

                                                            Fig 1.  Blombos Cave location (a), simplified stratigraphy (b, with sub-divisions of the M1 phase and absolute dates from [23] in ka cal. BP) and site map (c, with quadrates analysed by J. Thompson and in this study).
                                                            Blombos Cave. Situación, estratigrafía y plano. Emmanuel Discamps y Christopher Stuart Henshilwood, 2015.
                                                            Estratigrafía de Sibudu Cave. Rots et al (2017)
                                                            Fig 2.  Sibudu: Plan of the site with elevations in meters above sea level, the excavation grid and location of main section.
                                                            Plano de Sibudu con las elevaciones sobre el nivel del mar. Soriano et al, 2015.
                                                            • El sitio arqueológico de Sibudu (Sudáfrica) es un gran refugio de 55 m de ancho y 18 m de anchura de areniscas y lutitas situado sobre el río Tongati (también escrito "uThongathi") en KwaZulu-Natal a unos 40 km al norte de Durban, a 15 km del Océano Índico. Excavado por Lyn Wadley entre 1998-2011. Las excavaciones actuales están dirigidas por Nicholas Conard. El sitio conserva los depósitos que van desde la pre-SB (> 77 ka) a la MSA final (~ 37 ka): pre-Still Bay (pendiente de publicación), Still Bay, Howiesons Poort, post-Howiesons Poort, MSA tardío, MSA final y Edad de Hierro. El sitio fue fechado utilizando OSL (Jacobs et al 2008). No hay capas estériles entre el Still Bay y el Howiesons Poort pero un paréntesis cronológico se sugeridas por las fechas OSL. La capa RGS tiene una edad de hace 70,5 ± 2,4 ka mientras que la capa PGS se ha datado en hace 64.7 ± 2.3 ka. De acuerdo con Wadley, antes y durante la deposición de la capa PGS la caída de rocas causó perturbaciones estratigráficas afectando también a la capa RGS.
                                                            • Pinnacle Point (Sudáfrica) comprende una serie de cuevas. La localidad PP13B ha sido el centro de las excavaciones dirigidas por Curtis Marean. Datado entre ~174-90 ka (basado principalmente en OSL; Marean et al. 2010). El conjunto de la Cueva 13 de Pinnacle Point está asociado con el primer uso de los mariscos (Marean et al, 2007) y con tecnología Levallois, puntas, hojas y hojitas (<10 mm de ancho; Marean et al. 2007). Estas hojitas son las más antiguas de su tipo en la MSA de África del Sur (Thompson, Williams y Minichillo 2010; pero ver Wilkins y Chazan 2012). Se pueden identificar fasas de ocupación discretas, con conjuntos arqueológicos desconectados. Las ocupaciones con fauna marina asociada se fechan en MIS 6 y MIS 5e-5c. En los depósitos de MIS 5e-5c, se han identificado hogares. En comparación con las ocupaciones durante MIS 6, aparece una mayor densidad de herramientas líticas y restos de fauna y moluscos marinos, indicando una mayor intensidad (Jerardino y Marean 2010; Karkanas y Goldberg 2010; Marean 2010; Thompson et al, 2010). Un modelo GIS de cambios en la línea de costa durante los últimos 400 ka demuestra que PP13B osciló entre un emplazamientro completamente terrestre y completamente costero. La explotación de recursos costeros se realizaba solo cuando la costa estaba a menos de 6 km, de forma similar a lo que sucede con los actuales cazadores recolectores (Bigalke, 1973; Moss, 1993). Las principales características de los conjuntos líticos se conservaron a través de la secuencia de ocupación, sugiriendo un tecnología costera y una adaptación estables (Thompson et al, 2010). En contraste con los yacimientos de la costa oeste, PP13B también conserva evidencia de abundante explotación de grandes mamíferos con despiece on-site (Marean, 2010). Marean (2010) interpreta PP13B como un lugar residencial de grandes grupos, cuando el océano as residential sites of large social groups during times when the ocean estaba a su alcance. De acuerdo con el modelo de Marean (2010, 2011), los cazadores recolectores usaban la costa como área residencial primaria la mayor parte del año para maximizar la explotación de moluscos marinos. Al contrario que en la costa oeste de Sudáfrica, la costa sur ofrece suficientes recursos todo el año. El calendario de explotación de los recursos marinos se regía por los ciclos lunares y las mareas bajas de primavera eran el momento más adecuado para la recolección de moluscos. Estas interpretaciones están soportadas por observaciones etnográficas (Bigalke, 1973; de Boer et al, 2002; Moss, 1993) (Manuel Will, Andrew W. Kandel y Nicholas J. Conard, 2015).
                                                            • Ysterfontein (Sudáfrica) es un refugio de piedra excavado por Graham Avery entre 2002-2008 (Avery et al, 2008; Halkett et al, 2003). Los excavadores propusieron una datación entre 119-46 ka. El conjunto lítico está basado en escamas con escasa preparación del núcleo y pocas plataformas facetadas (Wurz 2012). El rango de materias primas es similar a HDP1. Las herramientas son relativamente raras (Avery et al, 2008; Halkett et al, 2003; Wurz, 2012). Las 13 capas arqueológicas forman parte de un único tecnocomplejo. Entre la fauna, los restos de animales intermareales son los más abundantes, con una composición similar a HDP1 y se considera que su origen es antrópico. No se han publicado valoraciones concretas de las estrategias de habitación y uso del paisaje. La homogeneidad del conjunto lítico y los restos de fauna indican adaptaciones costeras estables en repetidas estancias de pequeños grupos durante un largo periodo de tiempo, pero no con carácter residencial. El bajo número de restos de mamíferos y aves soporta esta interpretación (Manuel Will, Andrew W. Kandel y Nicholas J. Conard, 2015). No están presentes las tecnologías Still Bay (Katja Douze, Sarah Wurz y Christopher Stuart Henshilwood, 2015).
                                                            • Sea Harvest fue evaluado y parcialmente excavado en los 1970 (Grine y Klein, 1993; Volman 1978). Este yacimiento al aire libre proporciona evidencia de la asciación de herramientas de la MSA con moluscos marinos en un emplazamiento costero similar a HDP1. Se constata silcreta no local. Basándose en similitudes geológicas y arqueológicas, se atribuye el sitio a MIS 5e (Will et al, 2013, pero ver Butzer, 2004)

                                                            Otros yacimientos:

                                                            Culturas del África Austral (Sarah Wurz, 2013)

                                                            • Still Bay
                                                              • Hay relativamente pocas fechas relativas al Still Bay, pero las pruebas con luminiscencia estimulada ópticamente (OSL) en Blombos Cave, Sibudu, Apolo 11, y Diepkloof indican una duración de alrededor de 7.700 años, desde 75,5 a 67,8 ka (Henshilwood 2012; Jacobs et al, 2008, 2012), mientras que Högberg y Larsson informan de fechas de 80-72 ka. Fechas por termoluminiscencia sitúan la industria Still Bay de Diepkloof con una edad media de hace 109 ka (Tribolo et al. 2009, 2013). Esto implica que el Still Bay puede tener una duración mucho mayor en Sudáfrica de la que se pensaba (Porraz et al 2013; Tribolo et al 2013). 
                                                                • Para Soriano et al (2015) la aparente falta de continuidad temporal entre el SB de Diepkloof, muy anterior en el tiempo (hace 109 ka) y el SB de Blombos y Sibudu junto con las diferencias tecnológicas en estos dos últimos yacimientos, obstaculizan la agrupación de estos yacimientos en un conjunto homogéneo.
                                                              • El Still Bay se caracteriza por puntas bifacialmente retocadas con secciones lenticulares. Sus formas varían de estrechamente elípticas a lanceoladas, con punta de ángulo ancho o dos ápices puntiagudos (Henshilwood 2012; Minichillo 2005;. Villa et al 2009; Wadley 2007). Se producen en una amplia variedad de tamaños: desde 34 mm a más de 120 mm de longitud (Minichillo 2005).
                                                              • Industria ósea con punzones y puntas de proyectil obtenidas mediante pulido y raspado. Restos de ocre con decoración geométrica.
                                                              • La tecnología de producción de positivos es relativamente desconocida (Porraz et al. 2013).
                                                              • Se utilizan materiales locales o casi locales. 
                                                              • Es probable que los bifaciales sean herramientas multifuncionales (Henshilwood 2012): cuchillos, proyectiles, puntas de lanzas…
                                                              • El inicio de la Still Bay está correlacionado con los cambios climáticos que se produjeron a finales de MIS 5 (Thackeray 2009; Ziegler et al. 2013) que habrían presionado para que las poblaciones adoptasen la reducción bifacial como estrategia para economizar recursos líticos y mantener mejor las herramientas en largos desplazamientos residenciales. Un período de inestabilidad climática grave ocurrió hace ~72 ka. Pero este escenario que cambio puntuado se convierte en poco probable en caso de una duración larga de la Still Bay. 
                                                            • Howiesons Poort (HP)
                                                              • Es la industria más extendida del MSA del Sur de África, descrita a partir de más de 20 sitios al sur del Zambezi (Henshilwood 2012; Lombard 2005, 2009). Según Soriano et al (2015) las similitudes en la tecnología y la morfología de las piezas respaldadas, la uniformidad en la selección de positivos y las proporciones y tipos de cicatrices de impacto, entre yacimientos repartidos en una vasta región (Rose Cottage y Klasies están separados por más de 600 km y hay 1.200 kilometros entre Klipdrift y Sibudu, en línea recta) y utilizando diferentes materias primas (opalina en Rose Cottage, silcreta y cuarcita en Klasies, corneana y dolerita en Sibudu) sugieren fuertemente que el Howiesons Poort constituyó un sistema de tradiciones de comportamientos complejos de larga duración que pueden haber sido transmitidos socialmente mediante la enseñanza y las instrucciones verbales. Los grabados en los recipientes de cáscara de huevo de avestruz documentados en el Howiesons Poort de Diepkloof y Klipdrift indican la existencia de una tradición de comunicación gráfica. Todo ello justifica que el HP sea reconocido como una "industria" o "cultura".
                                                              • Materias primas locales.
                                                              • Sistema de producción no-Levallois prismático unipolar sin aristas de núcleo de hojas y hojitas de cara pasiva y entalladas con martillo blando (Porraz et al, 2013; Soriano, Villa y Wadley 2007; Villa et al 2010). Microlitos estandarizados, algunos parte de útiles compuestos para caza (algunos como puntas u objetos barbados a modo de arpones) o para actividades cotidianas. Hojitas de dorso (de cara pasiva o backed) similares a las usadas a finales del Pleistoceno y principios del Holoceno. Comunes hojas y hojitas con retoque lateral. También raspadores, buriles, raederas.
                                                              • Se incrementa la intensidad de reducción de los núcleos con respecto a las tecnologías precedentes y siguientes (Chris Clarkson, 2013).
                                                              • Se considera relativamente breve y claramente delimitado porque ocho sitios tienen fechas OSL entre ca. 64,8-59,5 ka (Cochrane, Doelman y Wadley 2013; Jacobs et al 2008), pero otras dataciones indican fechas mucho más antiguas. Puede existir continuidad tecnológica con las estrategias del Pleistoceno Medio de Kathu Pan y Klasies River (MSA I). Villa et al (2010) sugieren que la HP es la primera aparición conocida de pequeñas cuchillas producidas por percusión marginal y usadas como positivos para la fabricación de piezas con cara pasiva. El HP no es una entidad estática (por ejemplo, Harper 1994; Mackay 2011; Porraz et al. 2013; Singer y Wymer 1982; Soriano, Villa y Wadley, 2007; Volman 1984; Wadley y Mohapi, 2008). 
                                                              • Los artefactos con cara pasiva estaban insertos en proyectiles compuestos y los mangos y enmangamientos cambiaron a lo largo del tiempo (Lombard 2008; Wadley y Mohapi 2008) utilizando ocre rojo y goma vegetal como adhesivos (Wadley 2013; Wadley, Hodgkiss y Grant 2009). Parece que la tecnología de arco y flecha desapareció a finales de la HP (Wadley y Mohapi 2008).
                                                              • Parece que en MIS 4 existía un mosaico de entornos abiertos y cerrados. La HP se ha interpretado como una adaptación a las fluctuaciones ambientales mediante la tecnología para incrementar la movilidad residencial y reducir riesgos (por ejemplo, Ambrose 2002; McCall 2007). Jamie L. Clark (2013), sugiere la necesidad de una mayor atención a las explicaciones demográficas y sociales: el HP y Still Bay reflejan una respuesta a la expansión y el aislamiento de las poblaciones humanas modernas entre 80-60 ka (Jacobs y Roberts 2009).
                                                              • La abundancia de silcretas está relacionada con la producción de herramientas, en particular con microlitos y artefactos respaldados Will y Mackay, 2016
                                                            • Post-HP
                                                              • Los conjuntos posteriores a ~8 ka se caracterizan por la sustitución gradual de artefactos respaldados por puntas unifaciales y raspadores (Volman, 1980; Mackay, 2011; Porraz et al, 2013Manuel Will, Gregor D. Bader y Nicholas J. Conard, 2014). En Diepkloof, Klasies River y Klein Kliphuis, la reducción del núcleo permanece orientada hacia la producción de hojas a principios del post-Howiesons Poort antes de dar paso a la producción de escamas (Wurz, 2002; Mackay, 2009; Porraz et al, 2013). La ocupación humana continúa en las orillas del río Klasies, Pinnacle Point 5/6, Peers Cave, Diepkloof y Klein Kliphuis, pero cesa en Nelson Bay Cave, Boomplaas y Klipfonteinrand. Después de ~50 ka, la ocupación humana parece cesar, si bien Alex Mackay et al (2014), basándose en los estudios efectuados en las terrazas aluviales del río Doring, en la Winter Rainfall Zone (WRZ) del Sur de África, y en las prospecciones en Putslaagte Site 1 (PL1) consideran que los humanos no abandonaron la zona en MIS 3, y reorganizaron el uso de la tierra.
                                                            La imagen a tamano completo (75 K)
                                                            Principales yacimientos Howiesons Poort. En 2014 se anunció un nuevo sitio en el Complejo Klipdrift.
                                                            La imagen a tamano completo (69 K)
                                                            El MSA en el sur de África. Guillaume Porraz et al (2013).

                                                            La imagen a tamano completo (56 K)
                                                            Yacimientos sudafricanos del MSA donde se hallaron restos de ocre o indicios de su utilización. En 2014 se comunicó el hallazgo de ocre en Klipdrift Shelter, al oeste de Blombos.

                                                            Relación entre la innovación y el cambio climático

                                                            Martin Ziegler et  al (2013) han relacionado las innovaciones tecnológicas durante la MSA con los cambios climáticos. Mientras que el norte experimentaba sequías generalizadas con enfriamiento extremo, las innovaciones de la MSA estuvieron estrechamente vinculadas al cambio climático abrupto en el sur de África hacia condiciones más húmedas y favorables que permitieron la ampliación de la población con utilización de nuevos refugios y extensión de las redes sociales.
                                                            Por el contrario, para Roberts et al (2016) las innovaciones culturales y tecnológicas no estuvieron ligadas a cambios climáticos.

                                                            El cambio climático durante la Edad de Piedra Media en el sudeste de África.
                                                            Cambios climáticos y tecnologías de la MSA.


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                                                            Resumen de especies domesticadas a lo largo del tiempo. Greger Larson y Dorian P. Fuller (2014)

                                                            Greger Larson y Dorian P. Fuller (2014) resumen los caminos evolutivos seguidos en la domesticación de los animales.
                                                            1. Comensalismo (Commensal Pathway) o autodomesticación.
                                                            • No existe una intención humana.
                                                            • Diferentes poblaciones de animales salvajes habrían sido atraídas por elementos humanos, incluidos los residuos de alimentos y / o animales más pequeños atraídos por estos residuos. Estas poblaciones sinántropas estarían formadas por individuos más dóciles y menos agresivos.
                                                              • En el caso del perro, Coppinger y Coppinger plantearon la hipótesis de que la domesticación del perro se produjo durante el Neolítico cuando asentamientos humanos proporcionaron un nuevo nicho debido a la disponibilidad permanente de residuos de alimentos. El experimento de Belyaev con zorros plateados (Vulpes vulpes) mostró cómo la domesticación puede tener lugar rápidamente cuando una fuente de alimento está fácilmente disponible. El establecimiento de asentamientos permanentes en el Neolítico habría creado un ambiente donde la selección de la mansedumbre pudo mantenerse durante muchas generaciones estableciendo así las bases para la domesticación del perro.
                                                            • Para Zeder (2012) el paso de una población sinantrópica a una domesticada sólo podría haber tenido lugar después de que los animales progresasen desde la antropofilia a la habituación, al comensalismo y la asociación, momento en el que el establecimiento de una relación recíproca entre animales y humanos habría sentado las bases para la domesticación, incluyendo el cautiverio  y la reproducción humana controlada. 
                                                            • Desde esta perspectiva, la domesticación de animales es un proceso de coevolución axiomático en el que una población responde a la presión selectiva adaptándose a un nuevo nicho que incluye otras especies con comportamientos cambiantes.
                                                            • Los mecanismos que redujeron el flujo de genes entre las poblaciones salvajes y las emergentes puede que no hayan sido autoevidentes. Fiona Marshall et al (2014) tras revisar las investigaciones recientes sobre la domesticación de burros, camélidos (que incluye los dromedarios, camellos bactrianos, llamas y alpacas) cerdos, vacas, ovejas y cabras sugiere que ni la cría intencional ni el aislamiento genético eran tan significativos como se pensaba tradicionalmente. Por el contrario, los resultados muestran poco control de la reproducción e indican el flujo de genes con animales salvajes.
                                                            • Los perros son el ejemplo típico de este tipo de domesticación. Se trata del único animal domesticado antes del advenimiento de la agricultura.
                                                              • Adam H. Freedman et al (2013) analizaron el genoma de tres lobos grises, dos perros de linajes antiguos y un chacal. Los perros y los lobos divergieron por un proceso dinámico, con cuellos de botella de población en ambos linajes y flujo génico post-divergencia.
                                                              • Los lobos grises se extendían por todo el hemisferio norte y por ello es difícil establecer donde fueron domesticados o incluso si el proceso se desarrolló varias veces en múltiples lugares de forma independiente. Los lobos competían con los humanos por los mismos recursos; teniendo en cuenta que las poblaciones humanas eran cazadoras-recolectoras móviles, no es obvio cómo surgieron los perros y cómo se modificó su naturaleza salvaje. Es posible que los lobos con antropofilia formasen un ecotipo sinántropo diferente al de los demás lobos que conservase su integridad aun en el caso de flujo genético y que hubiese desarrollado adaptaciones específicas al nicho humano. Cuando la diferencia fue apreciable, quizá se produjo la domesticación gracias a una selección humana más intensiva. Actualmente, poblaciones diferenciadas de lobos, zorros y ballenas que comparten territorios pero explotan recursos distintos, muestran diferentes
                                                                adaptaciones fenotípicas y de comportamiento.
                                                            • Otros: gatos, palomas, cerdos de guinea, ratas polinesias, quizá el cerdo en China, gallina,
                                                          4. Domesticación de presas de caza (Prey Pathway)
                                                            • Existe intención humana: aumentar la eficiencia en la gestión de los recursos alimenticios aumentando la disponibilidad de grandes y medianos herbívoros. La domesticación es un resultado añadido.
                                                            • La selección de rasgos como la docilidad permitió un control más completo sobre la dieta y la reproducción de los animales (Zeder, 2012).
                                                            • Está asociada con las comunidades agrícolas.
                                                            • Marom y Bar-Oz (2013) han publicado un estudio de la interacción humana con los bóvidos y los suidos (Bos taurus y Sus scrofa) en el Valle del Jordán. La incorporación de bóvidos y suidos sucedió hace 8 ka. La sobrecaza y disminución de las poblaciones salvajes, precedió a la domesticación. La selección natural actuó sobre estas especies con los siguientes efectos:
                                                              • Disminución de tamaño.
                                                              • Aumento de la tasa de rotación, con una edad más joven para la procreación.
                                                              • Neotenia.
                                                              • Además, la eliminación de los individuos más grandes y agresivos, permitió a los humanos tomar su papel como líderes en la estructura jerárquica.
                                                              • En muchos casos se produjo una diversificación secundaria para desarrollar cualidades diferentes a la obtención de carne, incluyendo fibras textiles, leche y tracción.
                                                              • Zohary et al (1998), consideran que la sobrecaza que la precedió es indicio de falta de intencionalidad de la domesticación.
                                                              • Siguieron este camino la domesticación de cabras, ovejas, vacas, llamas, alpacas, pavos y patos.
                                                              • El reno es otro ejemplo, con la particularidad de que fue domesticado por sociedades de cazadores.
                                                            1. Domesticación intencional (Directed Pathway) o domesticación social.
                                                              • Tras haber conseguido la domesticación de las primeras plantas y animales, los humanos lo intentaron con nuevas especies como caballos, burros, camellos y dromedarios.
                                                              • La domesticación se produce mediante la selección activa de las crías más dóciles y no se logró cuando no fue posible conseguir la docilidad (gacelas o cebras).
                                                              • Otros casos: abejas, gusanos de seda, conejos, pájaros y peces.
                                                              Lugar y tipo de domesticación. Greger Larson y Dorian P. Fuller (2014)

                                                              PERROS

                                                              Pat Shipman (2014) explica desde el punto de vista tafonómico la presencia de yacimientos en Eurasia, datados entre 40-15 ka (tras la aparición del HAM en Eurasia), con una cantidad inusualmente grande de restos de mamut, abundantes artefactos y, a menudo, viviendas construidas con huesos de mamut.
                                                              • El gran número de individuos y la escasez de marcas de dientes de carnívoros sugieren una nueva capacidad de retención de las presas.
                                                              • Los patrones de edad de las presas en algunos yacimientos se asemejan con independencia de las distancias temporales y espaciales de las localizaciones, lo que sugiere una transmisión tecnológica o de comportamiento. 
                                                              • La hipótesis del autor es que estas innovaciones pudieron haber sido facilitadas por un temprano intento de domesticación de los perros.
                                                              En su libro The Invaders (2015) Shipman propone que los perros ayudaron a los HAM a extinguir a los neandertales.

                                                              Evidencias arqueológicas

                                                              El hallazgo con datación más antigua, corresponde a la Cueva Razboinichya en los montes Altai (Siberia) donde se localizó un cráneo, una mandíbula y varios dientes en perfecto estado de conservación, datados en 33 ka.
                                                              En el yacimiento belga de Goyet durante de una excavación en el siglo XIX, aparecieron restos datados en 31,7 ka. Presenta una mayor capacidad craneal y un hocico más corto y ancho, pero sobretodo un mayor tamaño en los dientes. Un estudio de Abby Grace Drake, Michael Coquerelle y Guillaume Colombeau (2015) demostró que corresponden a un lobo.
                                                              En el yacimiento gravetiense de Předmostí, Moravia, República Checa, se encontraron restos de primitivos perros (2011), datados en 26-24 ka. Uno de los cráneos presenta especial interés ya que fue enterrado ritualmente con un hueso de mamut entre los dientes. Los investigadores plantearon en su momento la hipótesis de que fueron empleados como animales de carga debido a su gran tamaño. A partir de los isótopos en los huesos, Bocherens et al (2014) consideran que fueron alimentados con reno y buey almizclero y esta dieta apoyaría la hipótesis del control humano de su dieta y del uso para transporte, ya que la caza estaba basada en el mamut.
                                                              La cueva de Chauvet ha conservado las huellas de un niño acompañado por un perro. Restos de antorcha han permitido datar las pisadas mediante el análisis del C14 en más de 26 ka.
                                                              En Eliseevichi I, en la cuenca del río Dniéper, en las estepas de Ucrania, se encontraron evidencias de perros datadas entre 17-13 ka.
                                                              El perro de Mezhirich (Ucrania) está datado en 15 ka y el de Kesserloch (Suiza) en 14-12 uncal ka.
                                                              Esto quiere decir que la transformación de lobo a perro ocurrió mucho antes y que el lobo fue el primer animal domesticado por el sapiens.
                                                              En Bonn-Oberkassel, con una datación de hace 14223 años, se ha reportado un enterramiento de dos perros junto con dos humanos adultos y ajuares. Uno de los perros era un juvenil tardío cuando fue enterrado. Las lesiones de la cavidad oral indican un perro gravemente enfermo que probablemente sufrió una infección por morbilivirus (moquillo canino). Aparece una línea dental de sugestiva hipoplasia del esmalte en la etapa de desarrollo de 19 semanas. Dos líneas adicionales de hipoplasia del esmalte, solo en el canino, documentan más episodios de enfermedad en las semanas 21 y 23. Los cambios patológicos también incluyen enfermedad periodontal grave que puede haber sido facilitada por la inmunodeficiencia. Debido a que el moquillo canino tiene un curso de enfermedad de tres semanas con una mortalidad muy alta, el perro debe haber estado enfermo perniciosamente durante los tres episodios de enfermedad y entre las edades de 19 y 23 semanas. La supervivencia sin asistencia humana intensiva hubiera sido poco probable. Antes y durante este período, el perro no puede haber tenido ningún uso utilitario para los humanos. Probablemente algunos humanos del Pleistoceno tardío consideraron a los perros no solo materialmente, sino que también pudieron haber desarrollado vínculos emocionales y afectivos con sus perros, tal como lo refleja la supervivencia de este perro, posiblemente a través del cuidado humano (Janssens et al, 2018)

                                                              Evidencias genéticas

                                                              Un estudio del ADN mitocondrial de lobos y perros (C. Vilà, 1997) llegó a la conclusión de que los perros más antiguos podrían haberse originado hace 100 ka.

                                                              Anna S. Druzhkova et al (2013) estudiaron el ADN-mt los restos de un cánido hallados en Altai, encontrando una relación más próxima con los perros domésticos que con los lobos.
                                                              Guo-dong Wang et al (2013) han secuenciado el genoma completo de varios lobos grises, perros chinos indígenas y perros de diversas razas. Según sus conclusiones, la división entre los lobos y los perros indígenas chinos se produjo hace 32 ka y los cuellos de botella posteriores fueron leves.
                                                              Adam H. Freedman et al (2013) analizaron el genoma de tres lobos grises, dos perros de linajes antiguos y un chacal. Los perros y los lobos divergieron por un proceso dinámico, con cuellos de botella de población en ambos linajes y flujo génico post-divergencia.
                                                              • En los perros, el cuello de botella implicó una reducción del tamaño de la población a la 17-49ava parte.
                                                              • En los lobos, el cuello de botella se produjo poco después de la divergencia con los perros.
                                                              • No se han conseguido indicios sobre el origen geográfico de la domesticación, pero en todo caso se pone en duda una procedencia del sudeste de Asia. Esto sugiere que el perro procede de una especie de lobo extinta.
                                                              • La posible fecha de la domesticación inicial del perro, queda en el rango de 16-11 ka, anterior al surgimiento de la agricultura.
                                                              • Los autores analizaron los datos genéticos de otras doce razas de perro y encontraron que el husky siberiano y el dingo, que no están relacionados con sociedades agrícolas, no tienen genes para la amilasa, que produce la digestión del almidón. En cambio estos genes sí están presentes en lobos.
                                                              Erik Axelsson et al (2013) han encontrado diez regiones genómicas en los perros que tienen un papel clave en la digestión del almidón y las grasas (genes AMY2B, MGAM y SGLT1) y que son diferentes a las correspondientes de los lobos. Los perros coevolucionaron con el ser humano, la agricultura y la correspondiente dieta.

                                                              O. Thalmann et al (2013) han estudiado el ADN-mt completo de 18 lobos prehistóricos y cánidos europeos y americanos y 77 perros, 49 lobos y 4 coyotes modernos, incluyendo las razas antiguas, como el Basenji, el Dingo, así como razas chinas. Para la calibración, tuvo en cuenta los fósiles de Goyet y Eliseevichi 1, considerándolos como perros, lo cual es al menos dudoso (Drake, Coquerelle y Colombeau, 2015).
                                                              • En los perros actuales se distinguen cuatro linajes genéticos con origen en Europa. El clado más numeroso se originó hace 18,8 ka. A este clado pertenece un ejemplar de una cueva de Suiza datado en 14,5 ka. Todos los perros actuales descienden de una hembra de hace 32,1 ka, mucho antes de la revolución agrícola. 
                                                                • Según los autores, estos resultados implican que los perros domésticos son la culminación de un proceso que se inició con los cazadores-recolectores europeos y los cánidos con los que interactuaban: Los perros primitivos se habrían aprovechado de los cadáveres que dejaban atrás aquellos cazadores, y pudieron prestar ayuda a los humanos en la captura de presas o en la defensa frente a grandes depredadores.
                                                              • La mayoría de los perros actuales resultaron estar más estrechamente relacionados con los lobos antiguos que con los modernos. La población que dio origen a los perros modernos probablemente ya esté extinta.
                                                              • Es posible la existencia de otros procesos de domesticación que no hallan dejado descendencia.
                                                              Kelsey E. Witt et al (2014) han recopilado los estudios disponibles sobre el ADN-mt de perros nativos americanos y han secuenciado el correspondiente a 42 perros de yacimientos ubicados en Illinois, costa de la Columbia Británica y Colorado. De acuerdo con los resultados:
                                                              • La diversidad genética para algunas poblaciones es baja, consistente con las prácticas de cría deliberadas. La presencia de perros en las Américas puede datar de hace solo ca 10 ka, coincidente con la datación de la más antigua sepultura de perro hallada en América y muy posterior a la entrada del ser humano en el continente.
                                                              • Se han identificado cuatro nuevos haplotipos de ADNmt, así como múltiples haplotipos fundadores posibles. Algunos haplotipos se parecen mucho a los de los lobos, lo que sugiere una mezcla con lobos norteamericanos o tal vez una segunda domesticación de cánidos en las Américas. 
                                                              • Las estimaciones iniciales de tamaño efectivo de la población sugieren al menos 1.000 hembras en vida del primer cánido conocido, y que el tamaño de la población aumentó gradualmente con el tiempo, antes de estabilizarse aproximadamente hace 1,2 ka.
                                                              Fossile de chien Green County
                                                              Perro de Greene County III, Illinois, datado en 8,5 ka. (Del Baston, Center for American Archaeology)
                                                              Pontus Skoglund et al (2015) han secuenciado el genoma de un lobo de la península de Taimyr, en el norte de Siberia, datado en hace 35 ka.
                                                              Este individuo pertenecía a una población que se separó del ancestro común de los lobos actuales y los perros muy poco antes de la aparición del linaje de los perros domésticos (trifurcación). Los autores han utilizado este genoma para recalibrar la tasa de mutación de perros y lobos, sustancialmente más lenta de lo previsto por la mayoría de los estudios anteriores.
                                                              Hay evidencia de introgresión del linaje del lobo de Taimyr en las actuales razas de perros del noreste de Siberia y Groenlandia.


                                                              La población del lobo de Taimyr se separó del ancestro común de los lobos y los perros poco antes del origen del linaje de los perros domésticos. Hay introgresión genética del linaje del lobo de Taimyr en las razas actuales de perros del noreste de Siberia y Groenlandia. Pontus Skoglund et al (2015)
                                                              Guo-Dong Wang et al (2015) han secuenciado el genoma completo de 58 cánidos (12 lobos grises, 27 perros primitivos de Asia y África, y 19 de diferentes razas de todo el mundo).

                                                              De acuerdo con los resultados y tomando una tasa de mutación de 2,2 × 10-9 por sitio por año, la población ancestral de lobos comenzó a disminuir hace 2 Ma alcanzando un mínimo hace 400-300 ka, para aumentar luego alcanzando un máximo hace 200 ka.

                                                              Los perros domésticos se originaron Asia Suroriental hace 33 ka. Los perros de esta región tienen diversidad genética significativamente mayor y son el grupo más basal con relación a los lobos grises. Los perros indígenas chinos representan una forma intermedia entre los lobos y los perros de raza, y no han experimentado una selección artificial intensa. Mientras que la población de perros domésticos disminuyó drásticamente después de la división de la población, la de lobos experimentó un ligero crecimiento, posiblemente como consecuencia de las extinciones de la megafauna y con ello la reducción de competencia de otros depredadores.

                                                              Hace unos 15 ka, un subconjunto de los perros ancestrales comenzó la migración al Levante Mediterráneo, África y Europa. A este último continente llegó hace ca 10 ka. Uno de los linajes de Asia, viajó de vuelta hacia el este, creando en el Norte de China una serie de poblaciones endémicas mezcladas con los linajes asiáticos, antes de migrar al Nuevo Mundo. Una segunda oleada de migración hacia América se muestra en varias razas de perros de Sur y Centro América sin signos de mezcla con el linaje indígena del sur de China. Los perros de Australia y Nueva Guinea muestran fuertes señales de mezcla con lobos grises.

                                                              A. Evidencias arqueológicas de perros.
                                                              B. Hipótesis de un doble origen de los perros

                                                              Laurent A. F. Frantz et al (2016) han secuenciado el genoma de un perro de la Edad del Bronce de Newgrange (Sí an Bhrú, Irlanda, hace ca 4,8 ka), y el ADNmt de 59 perros antiguos (entre hace 14-3 ka) y los han comparado con los de perros actuales de todo el mundo.

                                                              De acuerdo con los resultados, los perros fueron domesticados a partir de dos poblaciones diferentes de lobos, del este y el oeste de Eurasia.
                                                              • La población occidental fue sustituida (al menos parcialmente) por perros del este de Eurasia.
                                                              Figura 5
                                                              Modelo demográfico de lobos y perros antiguos y modernos. Botigué et al (2017).
                                                              CTC: Perro procedente de Kirschbaumhöhle (Cherry Tree Cave), cerca de Forchheim, Alemania, datado en hace 2.900-2.632 ka cal
                                                              HXH: Perro procedente de Herxheim, Alemania, datado en hace 5.223-5.040 ka cal.
                                                              NGD: Perro irlandés estudiado porLaurent A. F. Frantz et al (2016).
                                                              Botigué et al (2017) han obtenido el genoma de un perro Neolítico temprano (HXH) y otro del Neolítico final (CTC), procedentes de Alemania y han incluido en el estudio una muestra asociada con una comunidad agrícola europea temprana. 
                                                              • Ambos perros demuestran continuidad entre sí y comparten predominantemente ascendencia con perros europeos modernos, contradiciendo un reemplazo de la población en el Neolítico tardío.
                                                              • No han hallado ninguna evidencia genética para apoyar la hipótesis que propone un doble origen de la domesticación del perro. 
                                                              • Mediante la calibración de la tasa de mutación, se estrecha el momento de la domesticación del perro a hace 40-20 ka.

                                                              Teorías sobre la domesticación

                                                              Las circunstancias exactas de domesticación han sido objeto de muchas especulaciones. Varias teorías se centran en el uso deliberado de lobos con fines prácticos: la caza, la vigilancia, o incluso como alimento. Sin embargo, es igualmente probable que la domesticación se produjera simplemente por accidente, por captura y cría de pequeños animales salvajes como mascotas.
                                                              Los esqueletos de perros antiguos ponen de relieve el aplanamiento en el perro de las puntas de dorsales de las vértebras, lo que sugiere el transporte de pesadas mochilas a la espalda. Además, suelen faltar los molares cerca de la parte posterior de la mandíbula, lo que puede indicar que los animales llevaban algún tipo de brida para tirar de los carros.

                                                              Kent Flannery ha formulado la Hipótesis de la Revolución de Espectro Amplio (Broad Spectrum Revolution hypothesis, BSR) que afirma que la domesticación de animales y vegetales empezó en un periodo de carestía debida a condiciones climatológicas adversas, cuando los cazadores-recolectores tuvieron que ampliar su gama de fuentes de alimentos, incluyendo también los alimentos menos atractivos.

                                                              Según Bridget M. Waller et al (2013) los perros que exhiben expresiones faciales que mejoran su apariencia neonatal fueron seleccionados preferentemente por los seres humanos. Miho Nagasawa et al (2015) han demostrado experimentalmente una relación entre el humano y el perro (pero no el lobo) mediada por la oxitocina y facilitada y modulada por la mirada, que puedo favorecer la coevolución mediante modos comunes de comunicación y apego social.

                                                              Friederike Range y Zsófia Virányi (2013) han comprobado que la habilidad de aprender no solo de sus congéneres sin también de los humanos está presente en el lobo.

                                                              De acuerdo con la Hipótesis de la reactividad emocional (Hare y Tomasello, 2005) la selección para un temperamento más doméstico y la reducción del miedo y la agresión, explica el mayor éxito de los perros en las interacciones de cooperación y de comunicación con los seres humanos en comparación con los lobos. Según Hare et al (2012), durante la domesticación los perros se volvieron menos agresivo y más tolerantes que los lobos no sólo hacia los seres humanos, sino también hacia sus congéneres (Virányi y Range, 2014).

                                                              Hipótesis de la Cooperación Canina. Range y Virányi, 2015.
                                                              La Hipótesis de la Cooperación Canina (Range y Virányi, 20132014Virányi y Range, 2014Range y Virányi, 2015) sugiere por el contrario que los lobos se caracterizan por su alta atención social y tolerancia y que son muy cooperativos. Estas características de lobos probablemente constituían una buena base para la evolución de la cooperación entre perros y humanos.
                                                              • A diferencia de muchas hipótesis de domesticación, esta hipótesis sugiere que los perros no fueron seleccionados por un aumento general de su atención social y tolerancia. Cuando se les proporciona socialización humana intensiva, los lobos aceptan los seres humanos como interlocutores sociales y pueden utilizar la información de las personas como lo hacen los perros. 
                                                              • La Hipótesis de la Cooperación Canina es compatible con otras teorías evolutivas que enfatizan el papel que jugaron en la evolución de los perros las similitudes entre los lobos y los humanos en la sociabilidad y la cooperatividad (Schaller y Lowther, 1969Clutton-Brock, 1984Schleidt, 1998) y con las hipótesis de domesticación que abordan específicamente la conducta de perros dirigida a humanos. Por ejemplo, se ha sugerido que se seleccionaron perros por el reducido recelo y fácil socialización con los seres humanos (Scott y Fuller, 1965Klinghammer y Goodmann, 1987); esto sin duda les ayudó a ampliar sus habilidades sociales heredadas de los lobos.

                                                              Cladograma de perros y lobos. Anna S. Druzhkova el al (2013).

                                                              BÓVIDOS Y SUIDOS

                                                              Se cree que varias especies de bóvidos fueron domesticadas en diferentes lugares, como Asia suroccidental y el norte de China, hace más de 10 ka (Hucai Zhang et al, 2013).

                                                              Los cerdos fueron domesticados de forma independiente en el Este de Asia (Cucchi et al, 2011) y Anatolia (Ottoni et al, 2013).

                                                              Mapa que indica los centros y las edades propuestas de taurina y ganadera indicine domesticación, con relación a la muestra de chinos investigados en este estudio.  Crédito: Hucai Zhang
                                                              Geografía de la domesticación de los bóvidos. Hucai Zhang.

                                                              Marom y Bar-Oz (2013) han publicado un estudio de la interacción humana con los bóvidos y los suidos (Bos taurus y Sus scrofa) en el Valle del Jordán. Seguramente la domesticación de estos animales se realizó en múltiples ocasiones y lugares. En el norte del Valle del Jordán, la incorporación de bóvidos y suidos sucedió hace 8 ka.
                                                              La sobrecaza y disminución de las poblaciones salvajes, precedió a la domesticación. La selección natural actuó sobre estas especies con los siguientes efectos:
                                                              • Disminución de tamaño.
                                                              • Aumento de la tasa de rotación, con una edad más joven para la procreación.
                                                              • Neotenia.
                                                              Además, la eliminación de los individuos más grandes y agresivos, permitió a los humanos tomar su papel como líderes en la estructura jerárquica.

                                                              Jared E. Decker et al (2013) han estudiado el genoma de 1.543 bóvidos domésticos de 134 razas de todo el mundo. Estas razas surgieron de tres subespecies domesticadas: Bos javanicusBos taurus indicus (valle del Indo) y Bos taurus taurus (Creciente Fértil).
                                                              • Los bóvidos africanos surgen del cruce del uro salvaje africano con el Bos t. taurus domesticado en el Creciente Fértil.
                                                              • Los bóvidos euroasiáticos y americanos proceden del cruce de Bos t. taurus, sin joroba, y de Bos t. indicus, con joroba, para producir híbridos adaptados a los sistemas de producción y al medio ambiente locales (Upadhyay et al, 2017).
                                                                • La historia del ganado de Asia implica la domesticación y la mezcla de varias especies. Además de ganado domesticado de uro (Bos primigenius), también contribuyeron al acervo genético el búfalo de agua domesticado (Bubalus bubalis), yak (Bos grunniens), gaur (Bos gaurus) y banteng (Bos javanicus).
                                                                  • Las razas de Anatolia provienen de una mezcla de ganado europeo, africano y asiático y no representa a las poblaciones originalmente domesticadas en esta región.
                                                                    • La raza Zavot muestra una historia diferente, con una gran parte de ancestros similares a Holstein.
                                                                  • El ganado vacuno del norte y noroeste de Asia desciende principalmente de Bos t. taurus, pero las razas Hanwoo y Mongol también ascienden de Bos t. indicus.
                                                                  • El ganado de Pakistán, India, sur de China e Indonesia asciende predominantemente de Bos t. indicus.
                                                                  • El ganado entre estas dos regiones geográficas es híbrido de Bos t. taurus × Bos t. indicus.
                                                                  • Las razas Pesisir, Aceh, Hainan, Luxi, Brebes y Madura muestran una ascendencia significativa de Bos javanicus.
                                                                • En la formación de las razas europeas, se detecta la influencia pronunciada del ganado Shorthorn y la mezcla con poblaciones silvestres (Upadhyay et al, 2017). El ganado fue penetrado de sureste a noroeste.
                                                                • El ganado ibérico e itálico posee introgresión de Bos t. taurinus africano. 
                                                                  • Tres razas italianas conservan la presencia de Bos t. indicus, lo cual es consistente con dos migraciones separadas, una de Asia Occidental, donde se había producido introgresión de Bos t. indicus y otra de África Occidental, pasando por España, sin esta ingrogresión. Este segundo grupo parece haber irradiado desde España por el Mediterráneo europeo.
                                                                • Los bovinos criollos estadounidenses son de procedencia ibérica y no africana. Tras la llegada a América, se produjo mezcla con ganado importado desde la India.
                                                              Fiona Marshall et al (2014) tras revisar las investigaciones recientes sobre la domesticación de burros, camélidos (que incluye los dromedarios, camellos bactrianos, llamas y alpacas) cerdos, vacas, ovejas y cabras sugiere que ni la cría intencional ni el aislamiento genético eran tan significativos como se pensaba tradicionalmente. Por el contrario, los resultados muestran poco control de la reproducción e indican el flujo genes con animales salvajes.
                                                              Una mutación permitió la asimilación de la lactasa y con ello el desarrollo de una economía basada en los productos lácteos. Andrew Curry, 2013.
                                                              Camino a la domesticación del ganado bovino y porcino en el Norte del Valle del Jordán.

                                                              CABALLOS

                                                              Los caballos fueron domesticados por primera vez en un único lugar de las estepas que actualmente ocupan los países de Ucrania, Rusia y Kazajstán, hace unos 5,5 ka.
                                                              Según Ludovic Orlando et al (2013), las poblaciones de caballos domésticos y el caballo de Przewalski divergieron hace 72-38 ka y han permanecido aisladas.
                                                              Los caballos de Przewalski representan los últimos supervivientes de las poblaciones salvajes. Conservan una alta variación genética.
                                                              A lo largo de la domesticación, fueron seleccionados positivamente genes implicados en diversos aspectos de la locomoción, la fisiología, y la cognición. El costo genético de este proceso está representado por un exceso de mutaciones deletéreas en los caballos modernos (Mikkel Schubert et al, 2014)

                                                              Caballo de Przewalski en Mongolia reintrodujo para conservar última línea salvaje de los caballos
                                                              Caballos Przewalski en Khomyntal, Mongolia occidental, uno de los tres sitios de reintroducción. Los caballos fueron importados en 2004 de Le Villaret, Francia. Imagen de Claudia Feh, Association pour le cheval de Przewalski.

                                                              Mecanismos genéticos de la domesticación

                                                              La domesticación de animales salvajes induce un conjunto de características fenotípicas conocidas
                                                              como síndrome de domesticación. La hipótesis del déficit de células de la cresta neural propone que se genera por un programa de desarrollo ligeramente interrumpido.
                                                              A partir de una investigación sobre el proceso de domesticación de las lubinas, Anastasiadi y Piferrer (2019) han argumentado que las etapas iniciales de la domesticación incluyen alteraciones dinámicas en la metilación del ADN de los genes del desarrollo que afectan la cresta neural (NCC), epimutaciones que podrían fijarse como variantes genéticas.


                                                              Australopithecus anamensis

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                                                              Australopithecus anamensis. Mapa conceptual.


                                                              Australopithecus anamensis M. Leakey et al (1995).

                                                              • Holotipo. KNM-KP 29281. Mandíbula inferior con todos los dientes, en la que falta la rama ascendente. 4 Ma. Descubierta por Peter Nzube (1994). Fragmento de hueso temporal asociado. Perteneció a un individuo femenino de pequeño tamaño. Se asemeja, por su tamaño y su ancho, a la de los monos del Mioceno. Los dientes están más alineados y paralelos que en A. afarensis. En vista lateral el frente de la mandíbula se encuentra marcadamente retraído y en vista oclusal (desde arriba) se observa un torus interno muy desarrollado y elongado posteriormente.
                                                              KNM-KP 29281, mandíbula en vista oclusal (superior izquierda), lateral derecha (superior derecha) y medial (centro a la derecha). En la parte inferior, el temporal en vista inferior (abajo a la izquierda) y lateral (abajo a la derecha). (Leakey, et al. 1995)
                                                              • Yacimientos.
                                                                • Kanapoi, entre los ríos Kalabata y Kakurio, suroeste del Lago Turkana, Koobi Fora, Norte de Kenia.
                                                                • Allia Bay, este del Lago Turkana.
                                                                • Woranso-Mille (WORMIL), Afar. Etiopía. Distintas áreas: Am-Ado (AMA), Aralee Issie (ARI), Mesgid Dora (MSD) y Makah Mera (MKM).
                                                                • Middle Awash, nordeste de Etiopía. 
                                                                • Se ha reportado la presencia en Ngorongoro (Tanzania) de huellas de un ser bípedo, datadas en hace 3,7 Ma.

                                                              4,19-3,72 Ma.
                                                              Anam significa lago en la lengua de Turkana.
                                                              El primer fósil correspondiente a esta especie fue encontrado en 1965 por Bryan Patersson en la localidad de Kanapoi (Kenia).

                                                              Hallazgos

                                                              Kanapoi

                                                              56 fósiles de 47 individuos (4 mandíbulas de adulto, un maxilar de adulto y dientes deciduos y permanentes; fragmento de húmero, capitate, fragmento proximal de falange de la mano y porciones proximal y distal asociadas de una tibia).
                                                              1. KNM-KP 271  Homínido de Kanapoi. Primer resto descubierto de la especie, por Bryan Patterson en 1965. Fragmento distal de húmero izquierdo de 4 Ma. Se asemeja morfológicamente al de Homo por lo que se dudó en su asignación.  
                                                              2. KNM-KP 29281 Holotipo.
                                                              3. KNM-KP 29282 LM1 o M2.
                                                              4. KNM-KP 29283 Maxilar. Las grandes raíces de los caninos condicionan la morfología alrededor de los orificios nasales.
                                                              5. KNM-KP 29284 RC & RP3 germinales 
                                                              6. KNM-KP 29285 Descubierto por Kamoya Kimeu. (1994). Tibia a la que le ha desaparecido su porción media de 4,1 Ma. Claros indicios de bipedación, la más temprana evidencia en los australopitecinos. Los cóndilos proximales de la tibia son cóncavos como en los humanos. La porción distal de la tibia presenta un engrosamiento óseo que actuaría como una estructura que absorbería el impacto de la locomoción bípeda. 
                                                              7. KNM-KP 29286 Fragmentos de mandíbula y dentición asociada (RI1, L & RI2-M3) 
                                                              8. KNM-KP 29287 Mandíbula sin dientes.
                                                              9. KNM-KP 30498 L & R fragmentos maxilares y dentición asociada.
                                                              10. KNM-KP 30500 Fragmentos mandibulares y dentición asociada.
                                                              11. KNM-KP 30502 Fragmentos de dientes asociados a mandíbula.
                                                              12. KNM-KP 30503 Falange proximal de una mano.
                                                              13. KNM-KP 30505 Parcial M germinal.
                                                              14. KNM-KP 30942 5 fragmentos de diente.
                                                              15. KNM-KP 31712 Mandíbula juvenil y fragmentos dentales asociados. 2,8 años en el momento de la muerte (Smith et al, 2015).
                                                              16. KNM-KP 31713 Mandíbula con fragmentos de diente.
                                                              17. KNM-KP 31714 Ldm2.
                                                              18. KNM-KP 31715 LM1 o M2 fragmentario y otros dos fragmentos de diente.
                                                              19. KNM-KP 31716 P3 o P4 fragmento y C/ fragmentos.
                                                              20. KNM-KP 31717 LM3, RM3 & LM2 fragmentos.
                                                              21. KNM-KP 31718 R Mandibular fragmento (M2–3).
                                                              22. KNM-KP 31719 I1.
                                                              23. KNM-KP 31720 Fragmento M maxilar.
                                                              24. KNM-KP 31721 RM2 & M3 coronas parciales.
                                                              25. KNM-KP 31723 RM3.
                                                              26. KNM-KP 31724 L capitate.
                                                              27. KNM-KP 31726 RP4.
                                                              28. KNM-KP 31727 RC.
                                                              29. KNM-KP 31728 LM1.
                                                              30. KNM-KP 31729 Rdm2.
                                                              31. KNM-KP 31730 LM2 & RP3.
                                                              32. KNM-KP 31732 Fragmentos de diente.
                                                              33. KNM-KP 34725 Fragmentos de cráneo y dentición juvenil asociada. 3,63-4,25 años en el momento de la muerte. (Smith et al, 2015).
                                                              34. KNM-KP 35838 LM3.
                                                              35. KNM KP 35839 Asociados LI1, RC & LP3.
                                                              36. KNM-KP 35840 LM3 & maxilar M fragmentos.
                                                              37. KNM-KP 35841 M corona.
                                                              38. KNM-KP 35842 R maxilar M.
                                                              39. KNM-KP 35844 M fragmento.
                                                              40. KNM-KP 35845 M fragmento.
                                                              41. KNM-KP 35847 LM2.
                                                              42. KNM-KP 35850 Maxilar M fragmento.
                                                              43. KNM-KP 35851 LM2 o M3 fragmento.
                                                              44. KNM-KP 35852 LC.
                                                              45. KNM-KP 37522 L mandibular molar.
                                                              46. KNM-KP 37523 M fragmento.
                                                              47. KNM-KP 37524 Fragmentos de diente.
                                                              48. KNM-KP 47951 – inferior; LC1-P3, RP3–4, dos fragmentos de diente.
                                                              49. KNM-KP 47952 – superior; LI1−2, LC1, frgmento de RI1
                                                              50. KNM-KP 47953 – inferior; RC1-M1, RM3, LC1, LM3
                                                              51. KNM-KP 47954 – superior; RP3
                                                              52. KNM-KP 47955 – inferior; LM1
                                                              53. KNM-KP 47956 – Mandíbula parcial izquierda
                                                              54. KNM-KP 47957 – inferior; LM3 germinal
                                                              55. KNM-KP 49388 – superior; LP4
                                                              56. KNM-KP 52120 – superior; LM2

                                                                Allia Bay

                                                                Meave Leakey. 31 fósiles (fragmento mandibular de adulto, dos maxilares fragmentarios de adulto y dientes deciduos y permanentes). Datados en 3,9 Ma.
                                                                1. KNM-ER 7727 LM2 
                                                                2. KNM-ER 20419 L radio 
                                                                3. KNM-ER 20420 LM2 
                                                                4. KNM-ER 20421 RM3 
                                                                5. KNM-ER 20422 LM1 
                                                                6. KNM-ER 20423 LM2 
                                                                7. KNM-ER 20427 LM1
                                                                8. KNM-ER 20428 LM3 
                                                                9. KNM-ER 20432 L mandibular fragmento (P3–4). P3 y caninos inferiores más parecidos a los de afarensis. 
                                                                10. KNM-ER 22683 LP4 
                                                                11. KNM-ER 24148 Ldm2 
                                                                12. KNM-ER 30200 L maxilar fragmento (M1–2, parxial M3) 
                                                                13. KNM-ER 30201 LM1 
                                                                14. KNM-ER 30202 RIl 
                                                                15. KNM-ER 30731 RC 
                                                                16. KNM-ER 30744 RC 
                                                                17. KNM-ER 30745 L maxilar fragmento (parcial C, P3–M1, parcial M2, M3). Ver vídeo.
                                                                18. KNM-ER 30747 LP4 
                                                                19. KNM-ER 30748 L maxilar M fragmento
                                                                20. KNM-ER 30749 19 LM1 
                                                                21. KNM-ER 30750 RC 
                                                                22. KNM-ER 35228 RP4 
                                                                23. KNM-ER 35229 L mandibular M fragmento
                                                                24. KNM-ER 35230 M fragmento
                                                                25. KNM-ER 35231 RM1 o M2 
                                                                26. KNM-ER 35232 LM1 
                                                                27. KNM-ER 35233 LM2 
                                                                28. KNM-ER 25234 LP3 
                                                                29. KNM-ER 35235 LM2 
                                                                30. KNM-ER 35236 LM3 
                                                                31. KNM-ER 35238 RM1 

                                                                Sibilot Hill. 

                                                                A unos 20 km de Allia Bay. Fragmentos de un radio de adulto, atribuidos a la especie en base a su datación.

                                                                Localización de Woranso-Mille

                                                                Woranso-Mille (WORMIL)

                                                                Descubierto en 2004. Estudiado por Haile Selassie. 55 restos, la mayoría dientes aislados. Datado en 3,87-3,7 Ma. La fauna asociada sugiere un ambiente cerrado de bosques de ribera rivera y agua abundante.
                                                                1. MSD-VP-5/16. Mandíbula izquierda bien preservada con M1-2, rota anteriormente al nivel de I2. Fue hallada en 2006. Carece de ramus ascendente. Probablemente perteneció a una hembra de tamaño comparable a A.L. 128-23. M1-2 son grandes en relación al tamaño corporal. Comparte con afarensis una serie de características como un corpus robusto, un hueco en el corpus lateral y una sínfisis más vertical. 
                                                                2. MSD-VP-5/50. Mandíbula izquierda con P3-M3. Preservada parte del ramus ascendente. Hallada en 2009. Menos parecido a afarensis. La altura y robustez del corpus a la altura de M1 están fuera de los rangos tanto de anamensis como de afarensis (algo menos robusta). 
                                                                3. ARI-VP-1/190. Canino inferior deciduo, similar al de afarensis en la morfología de su corona. Raíz más larga y relieve lingual más corto que lo usual en anamensis. 
                                                                4. ARI-VP-2/95. P3 con morfología oclusal similar a afarensis.

                                                                Middle Awash

                                                                Con una datación de hace ca 4,2 Ma, se recuperaron en Assa Issie, 2ª localidad (2000-2002) los restos axiales de Australopithecus más antiguos conocidos (siete vértebras). El atlas, o primera vértebra cervical (C1), es similar en tamaño a la de Homo sapiens, con sinapomorfias en las facetas articulares y procesos transversales. La ausencia de un tubérculo retroglenoide sugiere que, como en Homo, A. anamensis carecía del músculo atlantoclavicularis, lo que resulta en una capacidad reducida para trepar en comparación con los grandes simios. El T1 es derivado en forma y tamaño, como en Homo, con superficies epifisarias de cuerpo vertebral agrandadas para mitigar las cargas compresivas de gran magnitud de la bipedalidad a tiempo completo. La faceta costal completa es diferente al patrón los grandes simios existentes y representa la evidencia más antigua del patrón univertebral derivado en Hominini. Meyer y Williams, 2019.

                                                                Otros

                                                                Una consecuencia de reconocer a anamensis y afarensis como cronoespecies, es que la separación entre ambas es arbitraria. Consiguientemente, la asignación a anamensis de los siguientes restos se debe solo a que su datación es anterior a 3,7 Ma.

                                                                • BEL-VP-1/1. Frontal de Belohdeli (Asfaw 1987).
                                                                • Dientes de Fejej (Fleagle et al 1991; Kappleman et al.1996; Grine et al 2006; Carol V. Ward, 2014). Datados en 4,2-4 Ma.
                                                                • Diente y fragmento de fémur de Galili (Haile-Selassie & Asfaw 2000; Macchiarelli et al 2004; Viola et al 2008).

                                                                Morfología

                                                                Se caracterizan por una presencia simultánea de rasgos primitivos (cráneo) y derivados (poscráneo) que han confirmado que la evolución dentro de los homínidos se produjo durante el Plioceno en forma de mosaico y en todo caso, antes en el aparato locomotor que en el cerebro. La locomoción bípeda se encuentra en un estado incipiente.

                                                                Los restos de las extremidades superiores son similares a los de Au. afarensis (con una morfología similar a la de los primates arbóreos), pero la tibia tiene rasgos asociados con la bipedia.

                                                                La muestra de Allia Bay es más parecida a afarensis en varios detalles morfológicos, destacando ER 20432.
                                                                Los dientes de la muestra de Woranso-Mille muestran un mosaico de caracteres típicos de anamensis junto con otros de afarensis. La dentición es menos primate que la de ramidus. Los P4 mandibulartes son más similares a afaremsis, sin embargo, algunos ejemplares muestran rasgos distintivos en la corona: una esquina distolingual extremadamente abultada, asociada con un talónido relativamente grande y una corona mesiodistalmente alargada. Esta morfología única se acompaña de una forma de la raíz que es diferente de las identificadas previamente (Yohannes Haile-Selassie y Stephanie M. Melillo, 2014).
                                                                Son rasgos avanzados el mayor tamaño de los poscaninos, con premolares oclusalmente más complejos y esmalte dental más grueso. Los caninos son más pequeños que los de Ardipithecus ramidus y su desgaste es menos simiesco que en los antiguos homínidos conocidos.
                                                                En lo demás, los rasgos son bastante primitivos.
                                                                • 60-45 kg. Este rango de variación indica un dimorfismo extremo.
                                                                • No se sabe nada del tamaño de su cerebro. Orificios auditivos pequeños y elípticos como en los grandes simios actuales.
                                                                • Esmaltes gruesos (1,5-2 cm). El desgaste de las coronas presenta fuerte inclinación, mientras que en el resto de los australopitecos es plano. La masticación se produce con movimientos más verticales de la mandíbula. Mandíbula algo menos robusta que en afarensis, con arcada dental estrecha de hileras paralelas. Sínfisis mandibular muy inclinada hacia atrás y dentición en forma de U, como en los chimpancés. Engrosamiento del esmalte, con una dentición anterior reducida. Paladar estrecho y poco profundo. Apertura nasal redondeada y ligeramente unida hacia el maxilar, mientras que en afarensis la apertura está más separada y presenta una prominente cresta lateral.
                                                                  • Incisivos laterales inferiores relativamente más grandes que los de afarensis.
                                                                  • Caninos grandes, asimétricos y plantados en raíces largas y robustas. Raíces de los caninos superiores implantadas verticalmente, lo que sugiere un rostro moderadamente inclinado hacia atrás. Caninos mandibulares estrechos y asimétricos. Raíz de canino más grande del registro homínido.
                                                                  • Complejo canino/premolar: Morfología característica de los homínidos tempranos con corona canina baja, pero con un diente más afilado mesiodistalmente que en A. afarensis y con unas raíces de los caninos más grandes y probablemente dimórficas, lo que sugiere una diferencia en la función adaptativa canina entre A. anamensis y A. afarensis.
                                                                  • Primer premolar inferior P3 con dos raíces bien separadas y una corona muy asimétrica, con una cúspide, como en los simios antropoides.
                                                                  • Esta especie aporta la primera evidencia de incremento en el tamaño de los molares, que se asocia con el consumo de alimentos más duros y su vida en la sabana. Grandes molares. Molares superiores M1 y M2 de tamaño comparable.
                                                                • Tibia robusta con superficies articulares parecidas a las humanas. Marcha con la rodilla en extensión y tibia sometida al peso del cuerpo, con menor desgaste de la suspensión. En Kanapoi se recuperaron los extremos superior e inferior de una tibia derecha, que presentan indicios de bipedia: las epífisis tienen mayor cantidad de tejido esponjoso para absorber el mayor peso que un bípedo transmite por las articulaciones de la extremidad inferior; además, la orientación de la epífisis inferior es más similar a la de los humanos. Algunas plesiomorfias, podrían indicar una bipedación todavía incipiente.
                                                                • La articulación del codo, con una fosa olecraneana poco profunda, recuerda la humana. Los huesos de los brazos y manos sugieren adaptaciones a la vida arbórea. 
                                                                • Dimorfismo sexual marcado, mayor que en afarensis, que supone un problema para la catalogación.
                                                                • Las vértebras recuperadas en Assa Issie indican bipedalidad habitual. En contraste con las líneas de evidencia craneodentales, algunos aspectos de la morfología vertebral en A. anamensis parecen más derivados que los de sus descendientes A. afarensis (Meyer y Williams, 2019).
                                                                A. anamensis comparación
                                                                Algunas diferencias del Australopithecus anamensis con el chimpancé y el ser humano moderno.



                                                                Arriba, vistas oclusales de izquierda a derecha, KNM-KP 29281, KNM-KP 29287 y KNM-KP 31713. En la parte inferior, algunas mandíbulas de afarensis: LH 4, AL 123-23, AL 333w-60, AL 266-1, AL 400-1a, AL 277-1 y AL 198-1. Las flechas señalan la inflexión anterolateral de la línea oclusal. En anamensis los caninos están situados anteriormente con respecto a P3 mientras que en afarensis se sitúan medialmente. La barra indica una escala de 0–4 cm. De C. V. Ward et al (2010).

                                                                Hábitat

                                                                Por la fauna asociada a los hallazgos, sabemos que vivió en un mosaico de hábitats: sabanas arboladas y secas, bosques en galería que bordean los ríos y praderas más abiertas (Ungar et al, 2017). Se trata de un hábitat muy similar al del Australopithecus afarensis.
                                                                • Aralee Issie (ARI) y Mesgid Dora (MSD), en Woranso-Mille, estaban rodeados predominantemente de hábitats abiertos, como matorrales. El análisis de desgaste ha revelado que los ungulados consumían todos los tipos de dieta (hierbas, hojas, frutas) en parecidas proporciones. Los comportamientos locomotores de los bóvidos, deducidos a partir de los astrágalos y falanges recuperados, están asociados con todos los tipos de hábitats. En conjunto, estos resultados sugieren hábitats heterogéneos (mosaicos), con probables áreas de gran densidad de vegetación a lo largo de un paleorío y regiones más abiertas (bosques, pastizales) disponibles lejos del río (Sabrina C. Curran y Yohannes Haile-Selassie, 2016).
                                                                Aunque el grosor del esmalte y el aumento de la superficie de masticación sugiere otra cosa, el 90% de la dieta de Australopithecus anamensis estaba constituido por la dieta ancestral de los homínidos: hojas, semillas, cormos y frutas aunque estas últimas en menor medida que afarensis (Wynn, Cerling, Sponheimer et al (2013), una alimentación propia de sabanas arbustivas similar a la de primates actuales como el babuino y el mono verde. Estebaranz et al (2012) apoyan el aumento de la robustez de la dentición y del aparato masticador como caracteres evolucionados respecto a los de Ardipithecus ramidus.

                                                                Discusión filogenética

                                                                Los Australopithecus se diferencian de los ardipitecinos fundamentalmente en:
                                                                ·         Los dientes poscaninos, de mayor tamaño y con el esmalte más grueso.
                                                                ·         Diferente forma del canino superior.
                                                                ·         Mayor dimorfismo.
                                                                ·         Locomoción, con mejores adaptaciones a la bipedación.

                                                                Desde el descubrimiento se pensó en una posible relación ramidus -> anamensis -> afarensis (White, Suwa y Asfaw, 1995). Australopithecus anamensis parece una forma intermedia entre Ardipithecus ramidus y Australopithecus afarensis, especialmente en el tamaño y forma del canino y en la forma del P3 deciduo. Por ello, la relación entre Ardipithecus ramidus y Australopithecus anamensis puede ser de ancestro-descendiente, pero no está totalmente descartado un origen alopátrido de Australopithecus anamensis con posterior migración a la región de Afar. Ramidus y anamensis ocuparon distintos nichos adaptativos (White, 2009).
                                                                • Leakey et al (1995) aceptan la relación anamensis -> afarensis, mientras que ramidus sería una especie hermana.
                                                                • White (2002) acepta la posibilidad de una relación ramidus -> anamensis, con un cambio anatómico relativamente rápido.
                                                                • anamensis y afarensis son dos cronoespecies (anagénesis)
                                                                  • Ward et al (1999)
                                                                  • Ward, Leakey y Walker (2001)
                                                                  • Kimbel et al (2006) señalan una secuencia temporal anamensis de Kanapoi -> anamensis de Allia Bay -> afarensis de Laetoli -> afarensis de Hadar y consideran que la evolución homínida en este periodo no fue tan ramificada como se pensaba.
                                                                Leakey et al (1998) propusieron que
                                                                • O estos homínidos consituían una especie única que fue evolucionando.
                                                                • O que existieron tres especies (ramidus, anamensis y afarensis) con relaciones filogenéticas imprecisas.
                                                                  • Skelton y McHenry (1992) advirtieron sobre la existencia de posibles homoplasias en la dentición de estos homínidos (rasgos similares en especies independientes desarrollados para hacer frente a presiones adaptativas similares).
                                                                Adam van Arsdale: Australopithecus anamensis



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                                                                Suroeste de Asia

                                                                Emiriense

                                                                50‐40 ka.
                                                                Industria de transición. Elementos del Paleolítico Medio (raederas, levallois) junto a otros del Paleolítico Superior (buriles, reaspadores, talla laminar).
                                                                Característica punta de Emireh: punta levallois con talón adelgazado por retoques bifaciales.
                                                                Documentado paso de Levallois unipolar a producción de hojas.

                                                                Baradostiense o Auriñaciense de los Zagros

                                                                40-32 ka.
                                                                Montes Zagros, Irán.
                                                                Presenta una tecnología lítica y laminar compuesta por raspadores carenados, buriles, puntas de Font-Yves y hojitas Dufour a partir de núcleos carenados y elementos del sustrato musteriense del que procede (raederas, piezas truncadas-facetadas). No se ha encontrado tecnología ósea ni adornos, indicando la posibilidad de que se deba a la escasez de materia prima orgánica y a la mala conservación de los materiales orgánicos, así como lo poco que se ha excavado en la zona (Olszewski y Dibble, 2006).

                                                                Tsenka Tsanova (2013) ha estudiado los yacimientos del abrigo rocoso de Warwasi y de la cueva de Yafteh.
                                                                La comparación de las características técnico-económicas de ambos conjuntos demuestra un vínculo conceptual con los complejos contemporáneos de la costa oeste de Asia y de Europa (ahmariense, protoauriñaciense, etc.).
                                                                El carácter tecno-tipológico del conjunto lítico de Warwasi permite discutir si representa una continuidad de las actividades musterienses o si está relacionado con el tipo de ocupación del sitio. No obstante, la tecnología laminar no puede ser considerada un continuidad del musteriense.
                                                                La coexistencia de técnicas conservadas y novedades tecnológicas confirma un continuo cultural y cognitivo entre el musteriense y el auriñaciense y una evolución in-situ, pero esta propuesta es dudosa debido a los problemas metodológicos de las excavaciones.

                                                                Bazgir et al (2017) han excavado la cueva de Kaldar. Las fechas de radiocarbono sugieren que la industria musteriense (capa 5) dio paso al baradostiense (capa 4) antes de hace 49.200 ± 1.800 años, probablemente durante el MIS3, relativamente cálido. La evidencia de fauna no apoya un cambio climático coincidente. La evidencia de Kaldar demuestra que el humano moderno fue capaz de explotar la fauna paleártica. La antigüedad de la fecha, pone en duda el papel singular atribuido al Levante Mediterráneo en la expansión del humano moderno.

                                                                La imagen a tamano completo (116 K)
                                                                Yacimientos en los Montes Zagros

                                                                Ahmariense

                                                                38‐22 ka.
                                                                Transformación tecno‐tipológica generalizada con desarrollo de talla laminar a partir de variantes levallois. Alto porcentaje laminar, hojas y hojitas con utillaje típico del Paleolítico Superior y ausencia de levallois. Característica punta de El Ouad: a partir de pequeñas hojas y hojitas con extremo distal apuntado por retoque semiabrupto y directo en uno o ambos bordes.
                                                                Esporádicamente azagayas. 
                                                                Siria, Israel y Turquía

                                                                Auriñacense levantino o Anteliense

                                                                32‐22 ka.
                                                                Solamente en costa central de Levante. 
                                                                Formato alóctono de grupos del este europeo. 
                                                                Disminuye producción laminar respecto a Ahmariense.
                                                                Más del 50% de lascas. Lascas y hojas espesas para raspadores carenados, buriles y hojas auriñacenses. También útiles sobre hojita: puntas El Ouad, hojitas dufour y hojitas de dorso curvo. 
                                                                Azagayas en hueso y asta. 
                                                                Escasas representaciones artísticas.

                                                                Atlitiense

                                                                25‐17 ka
                                                                Fase final del Auriñacense levantino. 
                                                                Buriles poliédricos y sobre truncatura cóncava, raspadores carenados y nucleiformes.
                                                                Alto porcentaje de hojitas y puntas de dorso. Algunos microlitos geométricos.

                                                                Mapa con la ubicación de los yacimientos del Paleolítico Superior Inicial en el Altai y el Baikal. Nicolas Zwyns et al, 2014.

                                                                1. Kara-Bom, 
                                                                2. Makarovo-4, 
                                                                3. Khotyk, 
                                                                4. Kamenka AC, 
                                                                5. Podzvonkaya, 
                                                                6. Dórólj-1, 
                                                                7. Tolbor (T4, T15, T16, T21), 
                                                                8. Orkhon (Orkhon-1, Orkhon-7), 
                                                                9. Tsatsyn Ereg-2, 
                                                                10. Tsagaan-Agui, 
                                                                11. Chikhen-2, 
                                                                12. Shuiddongou-1 y -2.

                                                                Asia Central y Siberia

                                                                Kuhn y Zwyns (2014) proponen el siguiente escenario:
                                                                • Dispersión en la primera mitad de MIS 3 de un complejo tecnológicamente intermedio entre conjuntos como Obi-Rakhmat (capas superiores; Uzbekistán; Krivoshapkin et al, 2006), Shi-Bat Dihya 1 (Yemen; Delagnes et al, 2012) y Boker Tachtit 1. Esta tecnología pudo haber desarrollado rápidamente características derivadas mientras se extendía por regiones contiguas. Este tecnocomplejo muestra diferencias apreciables con el Paleolítico Superior Inicial (IUP) de Europa Central.
                                                                • Desde Altai, la tecnología de hoja Levallois y las correspondientes poblaciones se propagaron por el norte y sur de Mongolia y el noroeste de China.

                                                                Kara‐Bom (43 ka; Altai, Rusia), Chikhen Agui/Ear Cave (30,5 ka; Mongolia) y Shuidonggou (40-25 ka; China)

                                                                Producción de hojas con materias primas de buena calidad obtenidas a mucha distancia del yacimiento, donde preparaban los núcleos, similares a levallois. Poca frecuencia de raspadores y buriles, y sí alto porcentaje de útiles del período anterior: raederas, muescas y denticulados. Condiciones muy frías.

                                                                Anui 2

                                                                Altai, Rusia. Similar en Ust‐Karakol.
                                                                33,5‐27 ka
                                                                Primeras industrias auriñacenses de origen alóctono a la región y realizadas por sapiens moderno.
                                                                Tecnología laminar con raspadores, muchos carenados, y buriles, hojas auriñacenses, algunas con muesca, perforadores y hojitas de dorso.
                                                                Azagayas, leznas y retocadores, en asta, hueso y marfil.

                                                                Mal’ta 

                                                                Rusia
                                                                25‐20 ka. 15‐12 ka.
                                                                Estructuras para establecimiento estival (cabañas ligeras semienterradas) e invernal (grandes cabañas en hueso de mamut).
                                                                Industria laminar (raspadores, buriles, perforadores,etc). Enterramientos bajo fosa con ajuar rico.
                                                                Abundante arte mobiliar: grabados, venus, esculturas.

                                                                Cultura de Dyuktai

                                                                Siberia septentrional.
                                                                30‐11 ka.
                                                                Industria laminar con tipos característicos del Paleolítico Superior (buriles, raspadores, hojas retocadas, útiles sobre hojita).
                                                                Característica punta bifacial muy delgada y de gran longitud (13 cm). Ind. ósea con azagayas y agujas. Posible precedente de culturas Clovis de Norteamérica.

                                                                Pakistán

                                                                Cerca de Riwat, en el Site 55,  se descubrió un pie de pared, un pozo forrado de piedra y un nicho circular junto con una industria de escama y numerosas cuchillas. Se dató en 45-42 ka (Rendell y
                                                                Dennell, 1987). Se trata del conjunto más antiguo de este tipo del sur de Asia.

                                                                Industrias Indias

                                                                30‐10 ka. Mishra Sheila et al (2013) han datado la industria microlítica de Mehtakheri, Madhya Pradesh, en 45 ka.
                                                                Varios yacimientos cerca de ríos en zonas áridas.
                                                                Industria sobre hojas y hojitas de núcleos prismáticos con marcada diversidad regional. 
                                                                Raederas (trabajo de bambú); hojas, hojitas sin retocar y de dorso (flechas, flechas de pesca, anzuelos de púas, cuchillos o dagas). 
                                                                Buriles, puntas de aletas y pedúnculo y abundantes choppers. 
                                                                Piedras perforadas para redes de pesca. 
                                                                Baghor: piedra natural de culto a la diosa madre. 
                                                                Arte mueble de avestruz con motivos geométricos.

                                                                Yacimientos microlíticos de la India. Mishra Sheila et al (2013)
                                                                Nombre del sitioLatitud LongitudLab noFecha (BP)Cal pal BP68% Gama de cal BP
                                                                1Mehtakheri22 ° 13 '44 "N 76 ° 01' 36" EAA8463> 42900> 46555> 45028 - 48081
                                                                1Mehtakheri22 ° 13 '44 "N 76 ° 01' 36" EA651830106 1040-92034.380 ± 99133,389-35371
                                                                2Dharampuri22 ° 08 '26 "N 75 ° 19' 13" EBS 28625.160 ± 85029.975 ± 99728,977-30972
                                                                3Nawarkheda22 ° 06 '39 "N 75 ° 14' 03" EBS 224324.110 ± 82028.971 ± 88328.087 hasta 29.854
                                                                4Khapadkheda22 ° 08 '26 "N 74 ° 57' 22" EA944615680 440-41518.860 ± 52018,340-19380
                                                                5Karondia22 ° 04 '09 "N 74 ° 49' 29" EBS 184616.970 ± 17020.207 ± 35620,581-19,840
                                                                6Akbarpur22 ° 08 '95 "N 75 ° 28' 07" EBS 185312.390 ± 14014.610 ± 39514,214-15005
                                                                7Navadatoli33 ° 09 '29 "N 75 ° 34' 51" EP 4764125 ± 674, 669 ± 1134,556-4782
                                                                8Kasrawad22 ° 04 '27 "N 74 ° 56' 15" EBS 22423940 ± 1204390 ± 1804570 - 4160
                                                                8Kasrawad22 ° 04 '27 "N 74 ° 56' 15" EBS 22443890 ± 904307 ± 1234184-4430
                                                                5Karondia22 ° 04 '12 "N 74 ° 49' 29" EBS 18723830 ± 704248 ± 1134.135-4361
                                                                7Navadatoli33 ° 09 '29 "N 75 ° 34' 51" EP 2053294 ± 1253548 ± 1393409-3687
                                                                Yacimientos de tecnología microlítica en la India.

                                                                Asia Oriental

                                                                La secuencia europea en tres etapas (Paleolítico Superior, Medio, Inferior) no es válida para la categorización de los hallazgos en esta región. Podemos hablar, en cambio, de dos etapas: Paleolítico Temprano y Paleolítico Tardío.
                                                                El advenimiento del Paleolítico Tardío en Asia oriental normalmente se asocia con la aparición de tecnología de cuchilla hace ca 40 ka. Sin embargo, revisiones recientes han indicado que la tecnología de cuchillas no reemplazó simplemente a todas las industrias tradicionales de núcleo y de herramientas en escamas en la región, sino que de hecho durante los primeros 10.000 años constituyeron solo un pequeño componente de la tecnología lítica global (K. Bae 2010; Bae y Bae 2012; Lee, Bae y Lee 2017; Seong 2015). Solo después de hace 30 ka, con la aparición de microcuchillas, desaparecen las herramientas del Paleolítico Temprano.
                                                                El Paleolítico Tardío se reconoce asimismo por restos de embarcaciones, piedras para molienda, puntas con vástago y trampas para caza (Bae, 2017).

                                                                Norte de China

                                                                Industrias a partir de lascas pequeñas en sílex, pero también en cuarcita y cuarzo. 
                                                                Hacia 26,5 ka se generaliza la industria microlaminar a partir de núcleos prismáticos y piramidales con buriles, raspadores, hojitas de dorso, perforadores, etc. También cuchillos de dorso y puntas foliáceas bifaciales.
                                                                Condiciones climáticas frías con pequeños bosques y estepa.

                                                                En la terraza 2 del río Shiyu (Zhiyu), Shuozhou, Shanxi, fueron hallados en 1963 un occipital humano, unas 15.000 herramientas líticas, un ornamento, abundantes elementos faunísiticos y piedras y huesos quemados. La industria está compuesta principalmente por exquisitas pequeñas herramientas de piedra y artefactos de hueso. Numerosas marcas de corte en Equus. Datado en 36,7-33 ka (Yuan, 1983).

                                                                Zhaozhuang (Henan) está datado en 35 ka cal PB y preserva evidencia de comportamiento simbólico dentro de un conjunto lítico laminar (Zhang et al, 2011; Zhengzhou et al, 2012).

                                                                En la Cueva Superior de Zhoukoudian apareció un conjunto de piedras perforadas, huesos y conchas, así como una pequeña representación de herramientas de hueso (30-24 ka; Pei, 1939).

                                                                En la Cueva Xiaogushan, Laoning, la capa 3, datada en 30-20 ka, produjo algunos colgantes de dientes en asociación con artefactos de una industria de núcleo y lasca (Liaoning et al, 2009).

                                                                El sitio al aire libre de Xishi, Henan Central (25 ka), ha proporcionado evidencias de evolución gradual de cojuntos de microhoja (Zhang et al, 2011).

                                                                Otros yacimientos: Xiachuan, Xueguan, Hutouliang, Chaisi y Shizitan.

                                                                Yacimientos del Pleistoceno Tardío en el Norte de China. Ya-Mei Hou, 2014.

                                                                Este de China

                                                                Yanjiagang, Heilongjiang, fue excavado por primera vez en 1982. Fueron recuperados un cráneo humano fragmentado, restos faunísticos y muy pocos artefactos de piedra, huesos quemados y carbón. Lo más notable es el hallazgo de dos círculos formados por huesos de varios animales, con fragmentos de carbón en el interior. Podrían ser los restos de un refugio o una fogata temporal.

                                                                En Shuidonggou, Localidad 2 (Región Auntónoma de Ningxia) se descubrió una industria de hoja junto con cuentas de cáscaras de huevos de avestruz y herramientas de huesos (30-24 ka; Gao et al, 2002).

                                                                Sur de China

                                                                40-10 ka.
                                                                No hay industrias microlaminares.
                                                                Lascas por percusión directa sobre las que se fabrican raederas y puntas. También choppers y chopping tools. Esporádicamente punzones de hueso. 
                                                                Se observa disminución del tamaño del utillaje hacia el final del Pleistoceno, junto a un aumento de industria ósea. 
                                                                Cuentas de collar sobre dientes.

                                                                Vestigios arqueológicos que señalan el Palelítico Tardío en el Este de Asia. Bae, 2017.

                                                                Industrias Coreanas

                                                                Desde hace 37 ka
                                                                Composición heterogénea con industria laminar (traída desde Siberia y China) y elementos anteriores. Yacimientos en terrazas fluviales del sur. 
                                                                Frecuentes puntas de muesca, raspadores, buriles y raederas laterales, becs y denticulados. Puntas con vástago, las más antiguas sobre escamas y a partir de hace 30 ka sobre láminas.
                                                                Generalización microlaminar a partir de hace 25 ka, desde núcleos prismáticos y piramidales. Hojas para raspadores y buriles.
                                                                • Yongho-dong. 38,5 ka (Han 2002).
                                                                • Songam-ri. ca 33 ka.
                                                                • Hwadae-ri. ca 31 ka (Seong 2015).

                                                                Yacimientos del Paleolítico superior temprano en Japón. Tsutsumi, 2012.

                                                                Japón

                                                                Homo sapiens llegó al archipiélago hace unos 40 ka, probablemente desde Siberia en varias oleadas, con la posibilidad de una ruta más sureña. Se han hallado hachas con filos pulidos en varios yacimientos, lo que sugiere contactos intergrupales regulares. De acuerdo con los análisis microscópicos de desgaste, las grandes se utilizaron en la tala de árboles y las pequeñas en el procesado de pieles. Otros artefactos característicos son las puntas con vástago, probablemente traídos por grupos desde la península de Corea.
                                                                • Ishinomoto: 38,5-35,8 ka.
                                                                • Fuji-ishi: 36,5.
                                                                • Hinatabayashi B: 35-32 ka.
                                                                • Umenokizawa: 35-31 ka.
                                                                • Mukoda: 34-33,7 ka.
                                                                • Hokaido: 25 ka.
                                                                En la cueva Sakitari-do, Nanjo, Prefectura de Okinawa, se han hallado artefactos de concha utilizados como herramienta, datados en 23-20 ka, asociados a un diente y un hueso del pie humanos.

                                                                La plantilla más antiguo fechado en la mano en el mundo (superior derecha) y, posiblemente, la representación figurativa más antigua de la cueva de arte-un babirusa femenina (un animal hoglike también llamado un cerdo-ciervo)-fueron encontrados en Leang Timpuseng cueva en Sulawesi, una isla al este de Borneo.  ART NGM.  FUENTE:. M. Aubert, ET AL, 2014, LA NATURALEZA.
                                                                Estarcido y babirusa en la cueva Leang Timpuseng, Sulawesi

                                                                Sureste de Asia

                                                                M. Aubert et al (2014) han datado espeleotemas coraloides directamente asociados con doce estarcidos de manos humanas y dos representaciones de animales de siete cuevas de Maros (Sulawesi, Célebes, Indonesia) descubiertas en la década de 1950, mediante series de uranio.
                                                                • La datación más antigua muestra una edad mínima de 39,9 ka, lo que representa el estarcido de mano humana más antiguo conocido. 
                                                                • Una representación de babirusa, de 35,4 ka, es una de las figuraciones más antiguas en todo el mundo. 
                                                                • La datación más reciente es de 17 ka.
                                                                Paul S.C. Taçon et al (2014) han investigado el arte parietal del sureste de Asia. Según los resultados, el arte parietal y la datación de Sulawesi, no son una anomalía, sino que pueden generalizarse a toda la región. El arte más antiguo se compone principalmente de imágenes naturalistas de animales salvajes y, en algunos lugares, de estarcidos, ubicados en relación a las características naturales de la superficie de las rocas. A diferencia de Europa, el arte rupestre más antiguo del sudeste asiático es más frecuente en los abrigos rocosos que en las cuevas profundas.

                                                                Brumm et al (2017)  han hallado pruebas de actividad simbólica en la cueva y abrigo rocoso Leang Bulu Bettue, en la isla Sulawesi, incluyendo ornamentación personal y arte mueble, junto con evidencias de uso de pigmentos, con una datación de hace 30-22 ka.

                                                                Aubert et al (2018) han datado en hace 40 ka una figura animal de la cueva Lubanj Jeriji Saléh (East Kalimantan, Borneo Indonesia),

                                                                La representación de una cacería con figuras humanas y de animales en la cueva Leang Bulu' Sipong (Islas Célebes) ha sido datada en hace al menos 43.900 años, lo que la convierte en la representación figurativa más antigua descubierta hasta la fecha. Los autores (Aubert et al, 2019) atribuyen al autor una intención narrativa compleja. Sugieren que las figuras humanas, con algunas características animales, son teriántropos, y manifiestan un pensamiento religioso que conectaba al humano con la naturaleza.
                                                                Indicios de adornos personales hallados en Sulawesi

                                                                Australia

                                                                La tecnología lítica es simple si se la compara con la de otros lugares de equivalente datación, aunque aquí han aparecido hachas muy antiguas con bordes pulidos. Quizá se deba al aprovechamiento de recursos marinos y de materiales orgánicos como madera, hueso y concha. El pensamiento complejo queda patente en la utilización de ocre (Lake Mungo 3 y Malakunanja II) los collares de conchas (Mandu Mandu) o la pintura rupestre (Laura South). La existencia de instrumentos sobre hueso está documentada en yacimientos como Devil’s Lair, Bay Cave, Nunamira Cave o Bone Cave. Algunas puntas de hueso como las de Warren Cave, Tasmania, podrían haberse usado parra confeccionar prendas de vestir. Las evidencias más antiguas datan de hace 56 ka. Un hueso de canguro hallado en Kimberley (noroeste de Australia) y datado en más de 46 ka puedo servir como adorno personal en un tabique nasal perforado (Michelle C.Langley, Sue O'Connor y Ken Aplin (2016).
                                                                Los petroglifos más antiguos se han hallado en el sur de Australia (45 ka). Las hogeras de Lake Mungo están datadas en 30,7 ka. En la misma zona, se ha hallado un enterramiento deliberado, con utilización de ocre, datado en 30 ka. Los dibujos en carbón de Narwala Gabarnmung, en el Territorio Norte, están datados en 28 ka. La evidencia más antigua de cremación en todo el registro arqueológico es el cuerpo de una mujer de Lake Mungo, que fue preparado con ocre.
                                                                En Arnhem Land apareció un hacha de basalto con los bordes o filos "semi-pulidos" con una antigüedad de 35 ka
                                                                En Windjana Gorge, Kimberley, se ha hallado una herramienta con los bordes afilados pulidos, similar a las típicas del neolítico europeo, con una datación de unos 30 ka.
                                                                En Cuddy Springs antiguo lago cerca de Carinda, se han encontrado las evidencias más antiguas de panificación (30 ka). Hace 18 ka se extienden las semillas, la molienda y el horneado.
                                                                Los aborígenes de Malangangarr en la tierra de Arnhem, Territorio del Norte, utilizaban hace 22 ka hachas acanaladas. En cuevas profundas bajo los Llanos Nullarbor en Koonalda (en el borde occidental de Australia del Sur, a unos 50 kms del mar), la población aborigen dejó hace 22 ka diseños acanalados en las paredes de la cueva.

                                                                Tasmania se convirtió en isla hace 12 ka, debido al deshielo tras el último glacial. Tras el aislamiento, la tecnología degeneró e incluso, a pesar de la riqueza marina, sus habitantes prescindieron de la pesca, antes frecuente. Es posible que para la supevivencia bastasen herramientas simples y la caza terrestre, incluyendo la foca, y la recolección de mariscos y vegetales o que la baja población dificultase el mantenimiento del conocimiento y la reinvención de las innovaciones perdidas.

                                                                Oceanía

                                                                Core‐tool‐and‐scraper Tradition

                                                                30‐6 ka.
                                                                Cantos trabajados, raspadores nucleformes, raederas rectas y convexas, muescas clactoniense retocadas.
                                                                Retoques por percusión directa abrupto y semiabrupto. 
                                                                • Waisted axes: hachas sobre cantos planos de rocas de grano grueso con extracciones unifaciales en zona mesial y distal (morfología entallada); para recolectar vegetales y clarear zonas de arbustos; desde los inicios de la ocupación hasta 15 ka.
                                                                • Edge‐ground hatchets: hachas talladas bifacialmente con el filo pulido sobre areniscas; desde 32 ka (norte) hasta 4,5 ka (sur). 
                                                                • Grindstone: piedra de moler para molienda de vegetales, frutos secos, pigmentos y carne; en contextos holocenos. Indústria ósea a partir de 25 ka, con puntas de lanza y jabalina, espátulas y huesos afilados (punzones o agujas).

                                                                Small‐tool tradition

                                                                Desde 6 ka.
                                                                Abandono de tipos sobre nódulo y grandes lascas. Tecnología laminar sobre núcleos prismáticos y talla por presión con tipos más definidos y reducción del tamaño. Hojitas de dorso, puntas unifaciales y bifaciales de retoque plano (Pirri o Kimberley), microlitos geométricos y artefactos complejos como propulsores y bumeranes. 
                                                                Generalización del sedentarismo desde 3 ka.


                                                                Te puede interesar:

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                                                                Pocas respuestas

                                                                Los hallazgos de Dmanisi (Homo georgicus) marcan el inicio de la ocupación humana de Europa. Las evidencias más antiguas de esta ocupación están representadas por:
                                                                • Kozarnika, Bulgaria (1,6-1,4 Ma. Sirakov et al, 2010). Molar humano, industria de núcleo y lascas no achelense y huesos incisos que pueden ser el resultado de un comportamiento simbólico.
                                                                • Pirro Nord, Italia (1,6-1,3 Ma. Arzarello y Peretto, 2010). Hallazgos líticos.
                                                                • Atapuerca y Orce (España).
                                                                La presencia humana parece limitada al sur de la latitud 45ºN, constituida por grupos con tecnologías Modo 1 (Jöris, 2013).

                                                                Los restos de Atapuerca, datados en 1,3-0,73 Ma demuestran una ocupación temprana de Europa. Quienes eran aquellos Homo y por dónde llegaron, son preguntas difíciles de responder. Quizá estuvieron en Europa algunos contingentes de erectus. Se han comunicado algunos hallazgos, escasos y controvertidos. Si lo hicieron, se extinguieron pronto o constituyeron grupos marginales. Los hombres de la Sima del Elefante se diferencian del erectus, pero guardan algunas similitudes con los ejemplares hallados en China. Es posible que procedieran de la misma migración de África hace 1,9 Ma. Su viaje por Europa debió recorrer el Corredor de Levante, al mismo tiempo que sus organismos se adaptaban a las condiciones ambientales hasta constituir un demo diferenciado que daría lugar al Homo antecessor.
                                                                Yacimientos del Paleolítico Inferior en Eurasia Occidental y Mediterráneo. Los círculos completos indican yacimientos líticos y los semicírculos yacimientos líticos y con restos humanos.

                                                                La especie ñ

                                                                Los primeros fósiles europeos se datan entre 1,4 y 0,9 Ma. No ha sido identificada la especie a la que pertenecen. El equipo de Atapuerca considera que se trata de un nuevo taxón al que denominan provisionalmente "especie ñ", debido a que la mayor parte de los hallazgos corresponden al territorio español.

                                                                HOMO EN EUROPA ENTRE 1,3 Y 0,73 MA
                                                                PERIODO MA
                                                                FÓSILES
                                                                TECNOLOGÍA
                                                                1,4-0,9
                                                                No ha sido identificada la especie, que se denomina, provisionalmente, especie ñ
                                                                Modo 1 muy pobre
                                                                0,9-0,73
                                                                Homo antecessor
                                                                Modo 1 evolucionado
                                                                0,7-0,615
                                                                Homo antecessor en proceso de extinción.
                                                                Oleadas migratorias sin éxito demográfico.
                                                                Modo 1
                                                                Modo 2 pobre
                                                                0,615-0,2
                                                                Grado Heidelbergensis
                                                                Modo 2 pleno
                                                                0,2-0,027
                                                                Homo neanderthalensis
                                                                Modo 2
                                                                Modo 3. Musteriense.

                                                                Estratigrafía de los yacimientos ibéricos anteriores al subcrón Jaramillo. Joan García et al, 2014.

                                                                Hombre de Orce

                                                                Descubierto en 1982 en las excavaciones dirigidas por J. Gibert Clols en la cuenca de Baza (Venta Micena, Orce, Granada). Durante el Pleistoceno Inferior existió allí un gran lago interior que desapareció hace 100 ka. No había cuevas y la vida de los homínidos se desarrollaba al aire libre. Gracias a las aguas termales sublacustres, a unos 36 ºC, el lago mantuvo un nivel freático relativamente permanente, con temperaturas más cálidas durante todo el año. Esto dio como resultado un alto nivel de productividad orgánica, especialmente en el Calabriense, lo que permitió el desarrollo de una comunidad de mamíferos rica y bien diversificada, similar a la de las sabanas africanas modernas. La alta biomasa de ungulados favoreció a los carroñeros, como las hienas y los homínidos, que dispusieron de abundantes canales, lo que explica las altas densidades de restos óseos conservados en los sedimentos distribuidos a lo largo de los alrededores del lago (José Manuel García-Aguilar et al, 2014). El análisis de microvertebrados de las unidades D1 y D2 de Barranco León revela que las temperaturas eran significativamente más altas que 13ºC, con condiciones húmedas prevalentes (Agustí et al, 2015).

                                                                El triángulo comprendido entre Orce y sus dos pedanías, Fuente Nueva y Venta Micena ofrece la mayor densidad de huesos fósiles de mamíferos cuaternarios conocida hasta el momento en Eurasia. La ausencia de suidos en las capas asociadas a restos humanos permiten datarlas entre 1,8-1,2 Ma (Bienvenido Martínez-Navarro et al, 2015).

                                                                En Fuente Nueva 3 y Barranco León 5, aparecieron restos modo 1, datados en 1,4-1,2 Ma. En Fuente Nueva hay evidencias de acción humana sobre herbívoros para consumir carne y tuétano.
                                                                • En Venta Micena:
                                                                  • VM-0, fragmento parietal-occipital, presumiblemente de un niño. Se trata de la parte posterior de un cráneo de un niño de no más de cinco años, datado en 1,3-1,2 Ma. Al ser un resto tan fragmentario y presentar una cresa prominente, ha generado mucha controversia. Para Martínez-Navarro (2002) corresponde a una hembra de bóvido o cérvido. En 2003 se halló en Francolí (Tarragona) el esqueleto de un niño, en una necrópolis del siglo IV, con la misma cresta (Campillo et al, 2006), aunque Martínez-Navarro (2008) afirma que las morfologías de la sutura no se corresponden. Según el análisis inmunológico efectuado por Concepción Borja et al (1997), el fragmento corresponde a un homínido.
                                                                  • VM1960, diáfasis humeral juvenil
                                                                  • VM3961, parte intermedia de un húmero adulto.
                                                                Barranco León. Ubicación, estratigrafía y dataciones. Agustí et al, 2015.
                                                                • En Barranco León D:
                                                                  • BL5-0, parte de un molar, corona y raíz. 
                                                                    • Toro-Moyano et al (2013) sugieren que corresponde a Hippopotamus.
                                                                    • Francesc Ribot et al (2015) han estudiado la posición estratigráfica y espacial de BL5-0 y su morfología, llegando a la conclusión de que perteneció a un humano (parte mesial de un dm2 izquierdo), confirmando la opinión de Arribas y Palmqvist (2002).
                                                                  Venta Micena. VM-0.

                                                                  Hallazgos posteriores en Orce.

                                                                  En Barranco León aparecieron fragmentos molares. Isidro Toro-Moyano et al, 2013, han descrito y datado el diente deciduo dm1 izquierdo de un homínido de unos diez años BL02-J54-100, Once boy, hallado en julio de 2002, asociado a 1.244 piezas líticas modo 1 y rectos óseos con fracturas y marcas de corte. La datación, de 1,4 Ma, convierte a este fósil en el resto homínido más antiguo de Europa Occidental. En las excavaciones de 2014 se descubrió un taller lítico.
                                                                    • Francesc Ribot et al (2015) consideran que BL5-0 y BL02-J54-100 posiblemente podrían ser contiguos, correspondiendo con la desarticulación de un humano fallecido.

                                                                    La muela de leche hallada en el yacimiento de Orce
                                                                    BL02-J54-100. El resto homínido más antiguo de Europa Occidental. Jordi Mestre. IPHES.
                                                                    • María Patrocinio Espigares et al (2013) han investigado los restos de una carcasa de elefante hembra (Mammuthus meridionalis) en Fuente Nueva-3 cuya extracción finalizó en 2003. La carcasa apareció incompleta (le faltan las extremidades y el cráneo), rodeada de 17 lascas de sílex y 34 coprolitos de hiena gigante caricorta (Pachycrocuta brevirostris), lo que sugiere un comportamiento competitivo entre los homínidos y esta especie. Los coprolitos aparecieron en los espacios que hubieran correspondido a las extremidades y los autores interpretan que los homínidos llegaros los primeros al cadáver, cortaron y se llevaron las patas y el cráneo, marchándose lo más rápido que pudieron. Después las hienas acabaron con el resto del cadáver.
                                                                    Yacimientos de Atapuerca

                                                                    Sima del Elefante. Estratigrafía.


                                                                    Sima del Elefante

                                                                    En la cueva de la Sima del Elefante, Sierra de Atapuerca, España, se han hallado los siguientes fósiles humanos:
                                                                    • ATE 9-1, en 2007, un fragmento de mandíbula datado en 1,2-1,1 Ma.
                                                                      • La mandíbula no pudo ser atribuida a ninguna de las especies hasta entonces descritas. Incluye la región de la sínfisis, donde convergen las dos ramas mandibulares, la derecha conservada hasta el alveolo del primer molar y la izquierda hasta los alveolos del primer y segundo molar.
                                                                        • La parte de la mandíbula es primitiva.
                                                                        • La parte trasera es derivada.
                                                                        • El desgaste dental es muy severo. Para compensarlo, los dientes sobre erupcionaron y descalzaron.
                                                                        • Acumulaciones de cemento en las raíces dentales (hipercementosis).
                                                                        • Presencia de infecciones.
                                                                        • Dientes hacia fuera.
                                                                        • Utilización de palillos para higiene dental.
                                                                        • Del estudio del cálculo dental se deduce el consumo de plantas y el procesamiento de materias primas vegetales. Los restos de polen y fragmentos de insecto son consistentes con un entorno boscoso. No hay evidencias de cocinado de alimentos (Hardy et al, 2016).
                                                                        • El microdesgaste dental no oclusal presenta una alta densidad revelando el consumo de alimentos duros con desgaste por hueso triturado y arenilla, con un oportunismo alimenticio de amplio espectro que incluye carne y vegetales. Este patrón está presente también en los ejemplares de Homo antecessor (Pérez-Pérez et al, 2017).
                                                                    • Un premolar inferior de leche.
                                                                    • ATE 9-2,  Una falange proximal del quinto dedo de la mano izquierda de un adulto. Robusta. (Carlos Lorenzo et al, 2014).
                                                                    En 2011-2013 se encontraron restos líticos y fósiles animales con marcas de corte de aproximadamente 1,2 Ma y en 2013 un fragmento de cuchillo de sílex, que constituye la evidencia humana más antiguo en Europa Occidental, datado en 1,3 Ma. En 2014, se recuperó un lasca de sílex neógeno datada en 1,3 Ma. La tecnología corresponde con el Modo 1, muy pobre en cuanto diversidad y energía invertida en la producción de herramientas. Esta tecnología está relacionada con estrategias de subsistencia oportunistas que se centraron en el aprovechamiento de los cadáveres que habían caído en las cavidades (Andréu Ollé et al, 2013). La materia prima es de procedencia alóctona. Los restos de fauna sugieren abundantes zonas de agua, con hipopótamos y águilas pescadoras, prados abiertos con abundantes caballos, bóvidos, cérvidos y rinocerontes y condiciones templadas.


                                                                    ATE 9-1

                                                                    Hallazgo de la Sima del Elefante datado en 1,4 Ma, el resto más antiguo de Europa relacionado con homínidos

                                                                    Otros yacimientos

                                                                    La mayor parte, corresponden a un periodo de mejora climática marcada por el subcrón Jaramillo (1,07-0,99 Ma).
                                                                    • En Lezignan-la-Cébe (Hérault), Francia hallazgos líticos datados en 1,57 Ma. 
                                                                    • En el nivel IV del Alto de las Picarazas (Andilla y Chelva, Valencia, España) con una datación de 1,5 Ma han aparecido herramientas líticas del Modo I en sílex y cuarcita, y además restos de fauna (caballos y bisontes) con marcas de corte. Huesos de conejo muestran, además de las marcas de corte con útiles líticos, marcas de dentición humana. De confirmarse la existencia de huesos quemados, estaríamos ante la evidencia de la producción del fuego más antigua de la Península Ibérica.
                                                                    • Kurgan Cimbal, Bogatiry y Rodniki, en Rusia. 1,2-0,8 Ma. Shchelinsky et al, 2003.
                                                                    • En el Valle Medio del Loira, Francia (Despriée et al, 2010):
                                                                    • En Untermassfeld, Alemania, hallazgos líticos datados en 1,07 Ma (Landeck y García, 2016).
                                                                    • El yacimiento lítico de Soleihac (Haute-Loire, Francia) está datado en 1,07-0,99 Ma.
                                                                    • En Grotte du Vallonnet, (Roquebrune-Cap Martin, Alpes Marítimos, Francia) hallazgos líticos datados en 1,05-1 Ma (de Lumley et al, 1988).
                                                                    • En los niveles TD3-TD4 de La Gran Dolina (Atapuerca) aparecieron algunas herramientas líticas (1 Ma). En 2013, se encontró un "chopper" de calcita tallado en uno de sus lados con el fin de cortar o descarnar animales.
                                                                    • En el yacimiento del Barranco de la Boella (La Canonja, Tarragona), datados en 1 Ma, han aparecido diferentes restos líticos y huesos de animales.Entre los restos líticos aparecen dos hachas trabajadas por las dos caras, lo que significaría que estamos ante el achelense más antiguo de Europa.
                                                                    • En El Pino, Carrascosa del Campo, Cuenca, se ha comunicado el hallazgo de núcleos de cuarcita de cerca de 1 Ma.
                                                                    • Happisburgh, Norfolk, Inglaterra, es el primer asentamiento conocido al norte del paralelo 45. Hallazgos líticos y huellas humanas (Nick Ashton et al, 2014). Datado en 0,99-0,78 Ma, cuando la isla estaba unida al continente. Descubierto por Simon Parfitt et al (2010). Para Chris Stringer, los autores quizá pertenecieran al Homo antecessor.
                                                                    • Dursunlu, Turquía. 0,99-0,78 Ma. Gülec et al, 2009.
                                                                    • Korolevo, Ucrania. 0,99-0,96 ka. Koulakovska et al, 2010.
                                                                    • En Vallparadís (Terrasa, Barcelona) se han encontrado herramientas modo 1 bipolares olduvaienses datadas en 0,9 Ma, con restos de fauna asociados. Algunos restos de herbívoros presentaban marcas de corte y fracturaciones antrópicas, demostrando así un acceso primario de los humanos a las carcasas de los animales en relación al resto de grandes carnívoros.
                                                                    Primeros poblamientos humanos de Iberia. Pueden identificarse dos dispersiones faunísticas diferentes. Gibert et al, 2015.

                                                                    • En Cueva Negra, Caravaca de la Cruz, Murcia, apareció tecnología achelense datada en 0,9 Ma, con restos de fauna quemada y trozo de sílex deformado por el fuego. Son los restos de fuego controlado por humanos más antiguos de Europa.
                                                                    • Cueva Victoria, Cerro de San Ginés de la Jara, a 3 km del Mar Menor y a 13 km al este de Cartagena. Hallazgos datados entre 0,99-0,78 Ma. En el mismo lugar se hallaron restos del primate Theropithecus oswaldi. Esta dispersión africana de fauna, junto con la primera presencia del achelense en Cueva Negra apoyan una vía de entrada en Europa por Gibraltar (Gibert et al, 2015).
                                                                      • CV-0, falange.
                                                                      • CV-1 y CV-2, fragmentos de húmero.
                                                                    • En Ca'Belvedere di Monte Poggiolo (Forli, Emilia Romagna, Italia), hallazgos líticos datados en 0,85 Ma. Arzarello y Peretto, 2010.
                                                                    • Dorn-Dürkheim, Alemania, DD31 más de 0,8 Ma. Hallazgos líticos.
                                                                    • Pakefield, Inglaterra, artefactos de sílex datados en 0,7 Ma.
                                                                    • En Cúllar-Baza 1 (Granada, España), una escasa colección de piezas de sílex, y en menor medida de cuarcita, que se enmarcan dentro de la tecnología Modo I-Olduvayense datada entre 0,78-0,65 Ma.
                                                                    • En Solana del Zamborino, Granada, España, industria lítica en su mayor parte realizada con cuarzo y cuarcita aunque también se encuentran instrumentos de sílex, entre los que destaca un gran bifaz desconocido hasta el momento en Andalucía. En 2009 Gary Scott y Luis Gilbert realizaron un estudio geocronológico en el Berkeley Geochronology Center, publicado en la revista Nature, con el que descubrieron que el yacimiento era más antiguo de lo que se creía, situando su cronología de 0,76 Ma.
                                                                    Sin datación precisa, en la Península Ibérica, disponemos además de los siguientes yacimientos:
                                                                    • El Aculadero (Puerto de Santa María, Cádiz).
                                                                    • El Rompido, Huelva.
                                                                    • Magoito, Mironço, Aldeia Nova y Açafora, en los alrededores de Lisboa.
                                                                    • Peteira (Tuy), Tomiño-Campo de Fútbol (Pontevedra), Chan de Vide – “Minas del Condado 3 y 5” (Pontevedra), Montes de Oleiros (Salvaterra de Miño y de As Neves), en las terrazas del tramo final del río Míño.
                                                                    • Monfarracinos y Toro, en las terrazas del Duero.
                                                                    • Hallazgos aislados en el entorno de Valladolid, en las terrazas del Pisueerga.
                                                                    • Perilla del Castro y Betrocino, en las terrazas del Esla.
                                                                    • Hallazgos en las terrazas del Tormes.
                                                                    • Pueblanueva, en las terrazas del Tajo.
                                                                    • Mas d’en Galí (Medinyà, Girona), Costa Roja (Sant Julià de Ramis, Girona) y el conjunto de Puig d’en Roca (Girona), en el curso medio del Ter.
                                                                    viewer6
                                                                    Especiación de Homo antecessor. José María Bermúdez de Castro, 2013.

                                                                    Homo Antecessor, Bermúdez de Castro et al, 1997

                                                                    Yacimiento de La Gran Dolina

                                                                    A partir de la realización de una cata de 7 m2 en 1976, se recogen de la Gran Dolina de Atapuerca (Burgos) restos que alcanzan más de 0,9 Ma (J.M. Parés et al, 2013). El nivel 6, del que proceden los hallazgos, alcanza los 2,5 metros de espesor y está formado por una colada con escasa matriz arcillosa. TD6-2, el estrato Aurora (nombre de la descubridora  Aurora Martín Nájera), contenía ca 170 fósiles de Homo antecessor correspondientes a 10-15 individuos casi todos menores de quince años; la mayoría menores de dos años con algunos bebés.

                                                                    ATD6-5 y dientes asociados. Carbonell et al, 1995.
                                                                    Dataciones por ESR proporcionaron una edad entre hace 0,77-0,85 Ma para el límite superior de TD6 y de 0.91 ± 0.25 Ma para el límnite inferior de TD4. Análisis de lumniscencia, proporcionaron una edad de TD6  de hace 846 ± 57 ka. La combinación de datos obtenidos por ESR, luminiscencia, bioestratigrafía y resultados paleomagnéticos soportan una edad post-Jaramillo para la capa TD4 de Gran Dolina (Claudia Álvarez-Posada et al, 2018). La datación directa por ESR del diente ATD6-92 ha producido unas fechas entre hace 0,949-0,772 ka (Duval et al, 2018).
                                                                    ATD6-96. Vista oclusal y lateral.

                                                                    Sobresalen:
                                                                    • ATD6-5. Holotipo. Media mandíbula con sus tres muelas de un individuo joven. M3 está saliendo torcida, lo que debió originar dolor de muelas e incapacidad de morder. Sin los rasgos característicos de los preneandertales y pocos rasgos parecidos a los del ergaster.
                                                                    • ATD6-15. Restos parciales de la cara de un niño entre 10 y 11,5 años de edad. (Bermúdez de Castro et al 1997). Conserva el torus derecho y parte de la región de la glabela. Senos frontales muy desarrollados. La capacidad craneal pudo llegar a 1.000 cc.
                                                                    • ATD6-19. Pequeño fragmento cigomaxilar de un adulto, con un tubérculo cigomaxilar de las mismas características que el de ATD6-58, que se proyecta hacia fuera 2 mm (Arsuaga et al, 1999).
                                                                    • ATD6-22. Rótula derecha.
                                                                    • ATD6-38. Muy similar en tamaño y forma a ATD6-69. Su topografía sugiere claramente la presencia de una fosa canina (Arsuaga et al, 1999).
                                                                    • ATD6-43, fragmento de radio casi completo. El índice braquial y las proporciones son más próximos a los del ergaster y a los de los humanos modernos que a los de preneandertales y neandertales.
                                                                    • El ATD6-50 clavícula muy larga y relativamente delgada, con una curvatura del eje pronunciada y epífisis relativamente pequeñas, similar a la de los neandertales (Carretero et al, 1999).
                                                                    • ATD6-56. Rótula izquierda asociada a la rótula derecha ATD6-22. Presenta evidencia de un traumatismo.
                                                                    • ATD6-58. Fragmento cigomaxilar izquierdo de un adulto. Exhibe una notable fosa canina así como un gran tubérculo cigomaxilar situado en posición maxilar que se proyecta hacia fuera 3,3 mm (Arsuaga et al, 1999).
                                                                    • ATD6-69, El Chico de la Gran Dolina (indviduo 3). Gran parte del lado izquierdo de la cara, excepto las apófisis frontales de los huesos cigomáticos y maxilares. Conserva I2 derecho y P3, M1, M2 y M3 izquierdos permanentes. C y P4 derechos estaban finalizando el proceso de erupción. M2 izquierdo, todavía incluido en su cripta mientras que el germen de M3 se mantuvo unido al hueso por debajo de la cripta de M2. La edad dental, de acuerdo con los estándares modernos, se ha estimado en 10-11 años. Morfología totalmente moderna, incluyendo el patrón de desarrollo dental (Bermúdez de Castro et al, 1999), con rasgos más cercanos a los de los cráneos de Zhoukoudián y Dali y a los de Cromañón que a los neandertales (Rodrigo S. Lacruz et al, 2013Sarah E. Freidline et al, 2013).
                                                                    • ATD6-92, fragmento de diente de un varón. Sobre este ejemplar se efectuó la primera datación por ESR de antecessor (Duval et al, 2018) y se obtuvo el proteoma humano más antiguo hasta la fecha (Welker et al, 2020).
                                                                    • ATD6-93, M1 inferior derecho que exhibe el mayor diámetro bucolingual registrado hasta ahora en Homo (José María Bermúdez de Castro et al, 2017).
                                                                    • ATD6-95 y ATD6-70+107 astrágalo izquierdo casi completo y segundo metatarsiano derecho asignados tentativamente al mismo homínido, un macho adulto. El astrágalo es largo y alto, con una tróclea larga y ancha y con un cuello proporcionalmente corto.
                                                                    • ATD6-96. Fragmento izquierdo de la mandíbula de una mujer muy joven. Exhibe un tubérculo pterigoideo hipertrofiado, una característica incluida en la lista de apomorfías neandertales (Carbonell et al, 2005; Rak et al, 1994; Weaber, 2009). 
                                                                    • ATD6-121. Húmero infantil.
                                                                    • ATD6-124. 3/4 partes de un cuarto metatarsiano derecho. Según L. Martín-Francés et al (2013) el hueso estaba roto y se estaba soldando en el momento del fallecimiento del individuo. La presencia de esta fractura sugiere que la correspondiente población recorría grandes distancias o se desplazaba frecuentemente por un terreno desigual.
                                                                    • ATD6-148Rafa. Húmero izquierdo de adulto muy joven vigoroso. Quebrado para obtener la médula. Marcas de descarnado y destrozo de los cóndilos para separar las masas musculares. Al igual que ATD6-121, exhibe una gran fosa del olécranon y unos pilares laterales y mediales muy finos, similares a los de los homínidos del Pleistoceno Medio europeo, los neandertales y Bodo (Carretero et al, 2009; Bermúdez de Castro et al, 2012).
                                                                    • ATD6-100/168. Un gran fragmento de parietal, el mayor recuperado hasta el momento del neurocráneo de antecessor. La morfología de las fracturas es compatible con un trauma peri-mortem. Las zonas parietales superiores son planas. Están presentes un gran foramen parietal y un foramen accesorio pequeño. Los vasos meníngeos medios no están particularmente desarrollados, pero se distribuyen en ambos sectores anterior y posterior, con una vascularización parietal procedente de la rama posterior. Los vasos meníngeos muestran múltiples conexiones de menor importancia con los sistemas pericraneal y diploico. El diploe no está particularmente desarrollado, y no se detectan grandes canales diploicos. El hueso es delgado. Esta descripión sugiere que el hueso perteneció a un juvenil. Bruner et al, 2016.
                                                                    En 2013 se acabó de liberar una escápula infantil hallada en 2005, correspondiente a un infante entre 4-6 años. 

                                                                    También, más de 800 artefactos líticos:
                                                                    • En el nivel TD4, un chopper que fue utilizado para descuartizar huesos de animales, datado en 1 Ma. El techo del nivel TD4 había deparado ya varias herramientas de cuarcita manufacturadas a partir de cantos del río Arlanzón.
                                                                    • En TD5, tres artefactos, entre ellos un núcleo de cuarcita y una lasca de sílex.
                                                                    • En TD6, asociada a los restos humanos, aparece una abundante tecnología lítica (n>300) con núcleos y lascas (industrias arcaicas o Modo I); la materia prima utilizada es el sílex, cuarzo, cuarcita, caliza y arenisca.
                                                                      • Pese a que la tecnología no varió sustancialmente existieron dos fases principales de ocupación humana: En una primera, los Homo utilizaron muy marginalmente la cavidad pero poco a poco su presencia se va haciendo más intensa hasta que en las fases medias y finales se asienta un campamento base, en el que se incrementan notablemente las actividades, incluyendo los eventos de canibalismo (Marina Mosquera et al, 2018).
                                                                    Los cráneos tienen más de 1.000 cc y el torus supraorbital de doble arco es claramente distinguible del erectus. Menor grado de encefalización que en sapiens. Cerebro lateralizado. Los dientes son muy parecidos a los del grado erectus. Está presente la fosa canina, ausente en los erectus de Asia. El M1 inferior es más similar al del HAM que al de la población de la Sima de los Huesos y los neandertales (Martínez de Pinillos et al, 2015). Un estudio de los dientes deciduos ha revelado características en mosaico con algunos rasgos avanzados que anticipan la morfología derivada de los dientes europeos del Pleistoceno (José María Bermúdez de Castro et al, 2017). Los molares permanentes exhiben un esmalte grueso, tanto en la corona como en el lateral. Esta condición se comparte con la mayoría de las muestras de Homo extintos y existentes, a excepción de los neandertales y algunos especímenes aislados. Sin embargo, mientras que el porcentaje de dentina en la corona total se asemeja a los valores modernos bajos, el porcentaje en el lateral tiende a ser mucho más alto, más cercano al patrón neandertal. Los mapas de distribución del esmalte molar revelan un patrón de distribución relativa que es más similar a la condición neandertal (con el esmalte más grueso en la periferia de la cuenca oclusal) en lugar de otros especímenes fósiles y humanos modernos (con esmalte cuspal más grueso) (Martín-Francés et al, 2018). Según García-Campos et al (2018), los dientes exhiben grandes dimensiones de dentina coronal y radicular, así como un patrón esmaltado delgado, que tradicionalmente se ha considerado una autapomorfia neandertal. Para Martinón-Torres et al (2019), la evaluación de la muestra dental respalda la validez taxonómica de antecessor.

                                                                    En cuanto al esqueleto postcraneal, H. antecessor se parece más a los HAM que a los homínidos europeos de mediados y finales del Pleistoceno (Carretero et al, 1999; Lorenzo et al, 1999), aunque algunos rasgos también se comparten con estos últimos (Pablos et al, 2012). Los metatarsianos no difieren significativamente de los correspondientes a los humanos modernos, neandertales y ejemplares de la Sima de los Huesos.

                                                                    En resumen, H. antecessor se caracteriza por una combinación única de características plesiomórficas y derivadas (Bermúdez de Castro et al, 2017).
                                                                    • Plesiomórficas:
                                                                      • La dentición: desarrollo de un cíngulo en premolares y molares, crenulaciones del esmalte profusas, asimetría de la corona del primer premolar inferior, gran tamaño en molares y sistemas radiculares complejos y robustos. Ausencia de espacio retromolar. M3 parcialmente cubierto por la rama mandibular. Fuerte tubérculo molar en el dm1 deciduo. Presencia de cúspides mesial y lingual en el canino superior deciduo. Las caras de los premolares mandibulares muestran crestas y surcos marginales mesiales y distales, que se conectan con el cíngulo. La forma de la corona del P3 mandibular es fuertemente asimétrica, con un notable talónido y un gran polígono oclusal. El P4 mandibular muestra un contorno asimétrico, con un metacónido desplazado mesialmente con talónido abultado y un amplio polígono oclusal. P3 y P4 mandibulares muestran un sistema radicular complejo, con una raíz mesiobucal con dos canales de pulpa y una raíz distolingual con un solo canal. M1<M2 para las series molares superior e inferior. M1 y M2 mandibulares exhiben un patrón Y de los surcos bucales y linguales que separan las cinco cúspides principales. El esmalte de la superficie oclusal de los dientes poscaninos está moderada o notablemente crenulado. Cuello radial largo tanto desde un punto de vista absoluto como relativo.
                                                                      • Los rasgos endocraneales de los parietales.
                                                                      • Frente huidiza y toro supraorbital de doble arco.
                                                                      • El proceso estiloides esta fusionado al basicráneo.
                                                                      • Suelo nasal inclinado.
                                                                      • Ausencia de mentón.
                                                                      • Posición del foramen mental al nivel de P3-P4 mandibular.
                                                                      • Baja posición de la línea milohioidea en relación al margen alveolar en el nivel M3 mandibular. Trayectoria paralela de la línea milohioidea en relación al margen alveolar.
                                                                      • Fosa pterigoidea poco profunda.
                                                                    • Apomorfias compartidas con Hominini posteriores.
                                                                      • Torus supraorbital doblemente arqueado.
                                                                      • Los parietales muestran un aplanamiento parasagital de las superficies superiores.
                                                                      • Posición de la prominencia lateral al nivel del talónido del M2 mandibular. Ausencia de prominencia alveolar. Trigonum postmolare inclinado oblicuamente. Fosa masetérica poco profunda. Fosa subalveolar moderadamente profunda. Perfil regular del gonion. El ratio longitud/anchura de la arcada alveolar mandibular está claramente por debajo de cien.
                                                                      • Incisivos permanentes mandibulares bucolingualmente expandidos con respecto a H. habilis s.s. y otros Hominini africanos y euroasiáticos del Pleistoceno Temprano. P3>P4 para el área coronal de los premolares. Dientes poscaninos más pequeños que los de H. habilis s.s. y en el rango de H. ergaster, H. erectus s.l., y Hominini europeos del Pleistoceno Medio. M3 mandibular notablemente reducido con respecto a M1 y M2. 
                                                                      • Tuberosidades radiales enfrentadas anteromedialmente.
                                                                      • El patrón de remodelación facial en la ontogenia.
                                                                      • La ontogenia dental.
                                                                    • Características derivadas, compartidas con los neandertales y los HAM.
                                                                      • Borde superior convexo de la escama del temporal, y una posición anterior del conducto incisivo, que es casi vertical (Arsuaga et al, 1999).
                                                                      • Planum alveolare ausente o débil.
                                                                      • Capacidad craneal, estimada en más de 1.000 cc.
                                                                    • Características derivadas, compartidas con los HAM.
                                                                      • La cara. Más moderna que la de los homínidos africanos del Pleistoceno Inferior, caracterizados por un prognatismo pronunciado. Es plana, con un nasal saliente, maxilar poco proyectado y mandíbula delgada. Fosa canina, consecuencia de una reorientación hacia delante y abajo de las placas infraorbitarias cuyo borde inferior parte de una posición horizontal y alta.
                                                                      • Posición medial del punto más profundo de la hendidura mandibular.
                                                                      • Rótula relativamente estreha, con indices rotulianos altos.
                                                                    • Características derivadas compartidas con los neandertales y la población de la Sima de los Huesos.
                                                                      • Presencia de un tubérculo pterigoideo medial.
                                                                      • Polígono oclusal reforzado y comprimido y un contorno externo sesgado de la M1 permanente con protuberancia abultada del hipocono.
                                                                      • La región mastoidea es una reminiscencia de la de los neandertales.
                                                                      • Incisivos superiores permanentes muestran forma de pala, especialmente I2.
                                                                      • Presencia de cresta media del trigónido.
                                                                      • Fosa olécranona grande y pilares medianos y laterales muy finos
                                                                      • Clavícula muy larga en términos absolutos, relativamente delgada (bajo índice de robustez), con pronunciada curvatura del eje y epífisis relativamente pequeña.
                                                                      • Tróclea del astrágalo relativamente estrecha.


                                                                    MORFOLOGÍA FACIAL
                                                                    ESCAMA TEMPORAL
                                                                    Homo habilis
                                                                    Homo rudolfensis
                                                                    Cara plana o cóncava.
                                                                    Placas infraorbitales dispuestas coronalmente, verticales u orientadas hacia arriba.
                                                                    La apertura nasal no se sitúa por delante de las placas infraorbitarias.
                                                                    Borde bajo y rectilíneo.
                                                                    Grado erectus
                                                                    Cavidad nasal ligeramente más adelantada respecto a las placas infraorbitarias. Prognato.
                                                                    Huesos nasales dispuestos más horizontalmente.
                                                                    Zona de crecimiento óseo bajo la nariz. Osteoblastos. Topografía subnasal plana.
                                                                    Borde bajo y rectilíneo.
                                                                    Homo antecessor
                                                                    Placas infraorbitales orientadas coronalmente e inclinadas hacia abajo, con fosa canina.
                                                                    Resorción ósea bajo la nariz. Osteoclastos. Topografía subnasal convexa.
                                                                    Tubérculo pterigoideo medial hipertrofiado.
                                                                    Borde elevado y arqueado.
                                                                    Homo neanderthalensis
                                                                    Cara de aspecto apuntado.
                                                                    Cavidad nasal situada más hacia delante que en las demás especies.
                                                                    Huesos nasales dispuestos horizontalmente.
                                                                    A ambos lados de la nariz, las paredes de la cavidad nasal y las placas infraorbitarias forman una única superificie sin fosa canina, orientadas oblicuamente.
                                                                    Tubérculo pterigoideo medial hipertrofiado.
                                                                    Borde elevado y arqueado.
                                                                    Homo sapiens
                                                                    Con fosa canina.
                                                                    Resorción ósea bajo la nariz. Osteoclastos.
                                                                    Borde elevado y arqueado.

                                                                      Homo antecessor. ATD6-69 y ATD6-15.

                                                                      Estatura, proporciones y peso

                                                                      Una gran mayoría de individuos medirían entre 160 y 180 cm, siendo el promedio de los machos algo superior al promedio de las hembras, como sucede en la actualidad en nuestra especie. En función de la tibia, el fósil original que se exhibe en el MEH, mediría unos 175 cm. Proporciones corporales: similares a las de Homo sapiens, pero con el tronco más ancho. Peso corporal: un 30% mayor que sapiens, debido a una mayor masa esquelética y muscular y a una mayor anchura del tronco.
                                                                      Las diferencias de peso y estatura entre machos y hembras serían similares a las del sapiens.

                                                                      Ciclo de vida

                                                                      Parto similar al de Homo sapiens en cuanto a la fisiología, movimientos del niño y modo de presentación, pero con un tránsito más holgado por el canal del parto, debido a las mayores dimensiones de la pelvis. Lactancia: entre tres y cuatro años. Desarrollo probablemente casi tan largo y complejo como en nuestra especie, con infancia, niñez, fase juvenil y adolescencia, incluido un estirón puberal de intensidad similar a la nuestra.
                                                                      Longevidad: menor que la de Homo sapiens. Su estilo de vida no permitiría una vida más allá de los 40 o 45 años. La esperanza de vida al nacimiento sería de entre quince y veinte años.
                                                                      Posibles causas de muerte: parto, infecciones de heridas y de la cavidad bucal, traumatismos producidos por golpes accidentales o por violencia intra-específica, predadores.

                                                                      Modo de vida y dieta

                                                                      Se trata de una asentamiento de larga duración (un campamento base), pero la antropofagia sugiere una cierta sincronicidad en la deposición, de unas decenas o cientos de años. Campaña et al (2016) proponen un origen alóctono: la actividad de los Homo se habría desarrollado fuera de la cueva, pero muy cerca de ella. la excelente conservación tafonómica de los huesos indica un tiempo muy corto a la exposición externa, un transporte rápido y en distancias muy cortas. Una consecuencia de esta hipótesis es que la datación de los correspondientes fósiles podría ser más antigua de la que se supone actualmente.

                                                                      Cazadores y recolectores de pequeños animales, huevos y todo tipo de plantas silvestres comestibles. Estos seres utilizaban distintas estrategias para cazar, se organizaban en clanes de entre 15 y 40 individuos jerarquizados y transportaban las piezas de diferentes formas, seleccionándolas o no según su tamaño, la hora del día, la distancia a la base o la presencia de otros carnívoros en el entorno. De estos hechos podemos inferir una gran complejidad social con reparto de tareas (Palmira Saladié, 2011). Contactos esporádicos con otros grupos para evitar la endogamia. La presencia de costillas (que son consumidas por los grandes depredadores) y de marcas de corte realizadas con cuchillos de piedra permite deducir que mataban ellos mismos a estos animales. Los restos humanos presentan las mismas huellas de tratamiento con herramientas de piedra que los restos de animales de lo que se deduce canibalismo (Palmira Saladié et al, 2015). Según Palmira Saladié et al (2012) los homínidos de TD6 realizaban ataques de bajo riesgo a los miembros de otros grupos para defender el acceso a los recursos dentro de sus propios territorios y tratar de ampliar sus territorios a costa de los grupos vecinos. Según Guillermo Rodríguez-Gómez et al (2013), el entorno era muy rico en recursos, con un nicho vacío para los predadores, y los homínidos podían aprovisionarse de forma continua de abundante carne y grasa por lo que hay que descartar el hambre como causa del canibalismo. Podría tratarse de víctimas de enfrentamientos territoriales de carácter estructural.
                                                                      Rosa Huguet el al (2013) han estudiado los restos de fauna recuperados en La Gran Dolina (niveles 3-4 y 6) y en la Sima del Elefante (niveles 9-14). Abundan los restos de fauna como producto de la práctica cinegética, con abundantes marcas de corte en los restos esqueléticos, que han sido fragmentados sistemáticamente por la acción antrópica. Las estrategias de subsistencia tuvieron un éxito suficiente como para permitir que los grupos de homínidos sobreviviesen y se reprodujesen en número suficiente. Por lo tanto, estos primeros seres humanos tendrían la capacidad de mantener una ocupación continua de Europa.
                                                                      Otras conclusiones:
                                                                      • Se constata un acceso primario de los homínidos (anterior al de los carroñeros) y no se ha constatado acceso secundario (Palmira Saladié et al, 2014)
                                                                      • Se efectuaban todas las tareas de carnicero.
                                                                      • No se seleccionaban los animales.
                                                                      • Los homínidos desarrollaron un comportamiento complejo de estrategias de subsistencia oportunistas y generalistas con un vasto conocimiento y aprovechamiento del territorio.
                                                                      De su higiene sabemos que usaban palillos de dientes para la limpieza de los espacios interdentales. Usaban abrigos de piel para evitar el frío.
                                                                      Campamentos con cabañas de madera y quizás pieles de animales, pero también uso de abrigos y vestíbulos de cuevas.
                                                                      La industria lítica hallada es pre-achelense, Modo 1 o olduvaiense evolucionado, con ausencia de hachas de mano. El conjunto lítico es rico y diversificado.  Los bloques de sílex para núcleos fueron amontonados de forma intencional. Se observa la representación completa de la cadena operativa que exige la fabricación de los instrumentos líticos, es decir, la existencia de núcleos, lascas, útiles, así como de fragmentos producto de la actividad de talla. La actividad productiva de taller en el sitio se ha confirmado mediante diversos remontajes. Predominan las bases positivas, de las que son minoría las retocadas. Se ha comprobado su utilización para cortar carne, preparar huesos para romperlos, descortezar y raer madera y posiblemente se utilizasen también para tratar la piel.  Se han documentado actividades de caza y los primeros rastros de canibalismo en la prehistoria (Andréu Ollé et al, 2013)

                                                                      Del conjunto faunístico asociado se deduce un ambiente de bosque abierto o con pradera en proximidad y un remanso o laguna muy cercano, con un clima cálido, de humedad estacional; unas condiciones climáticas similares a las de los actuales inviernos en la zona. En este tiempo, la cavidad de la Gran Dolina fue un lugar de consumo.
                                                                      Los restos de polen sugieren una recuperación de temperaturas después de una fase fría.



                                                                      La clasificación de los restos de La Gran Dolina.

                                                                      Lo habitual para los restos europeos de transición era clasificarlos como heidelbergensis.
                                                                      Para Carbonell (1995), se trataría de un taxón diferente al erectus (que se extingue) y al ergaster (que daría lugar al sapiens).
                                                                      Howell le asignó el paleodemo Atapuerca-Gran Dolina.
                                                                      El equipo de Atapuerca propuso la nueva especie Homo antecessor (Carbonell et al, 1997), con una topografía mediofacial completamente moderna y otros rasgos que lo apartaban de erectus, ergaster y neanderthalensis.
                                                                      • Está relacionada con los pobladores del Pleistoceno antiguo de China. Ambos demos procederían del grupo que abandonó África hace 1,9 Ma. Para comprobar la relación sería necesario hallar fósiles de este periodo en el este de Europa y oeste de Asia.
                                                                      • En contra de la asignación a una nueva especie, hay que mencionar lo fragmentario de los restos y que corresponden en su mayoría a individuos infantiles (David Rabadà, artículo en Catalunya Vanguardista, 2013).
                                                                      María Martinón-Torres et al (2007) a partir de un estudio fenétido y cladístico de la dentición diferencian entre:
                                                                      • Un bloque africano (A. africanus, A. afarensis, H. habilis, H. ergaster y H. mauritanicus).
                                                                        • En la dentición posterior, aumento significativo de cúspides accesorias y rasgos que complican profusamente la superficie oclusal.
                                                                      • Un bloque euroasiático (H. antecessor, H. erectus s.s., H. heidelbergensis y H. neanderthalensis). 
                                                                        • En la dentición anterior, forma en pala triangular, con una convexidad labial pronunciada y una superficie oclusal en "V" por el desarrollo de un surco estrecho secundario.
                                                                        • En la posterior, rasgos derivados de la reducción dental como la pérdida de cúspides en molares, simplificación de las superficies oclusales y aparición de patrones de surco diferentes del driopitecino. Cresta media del trigónido continua con una fovea anterior corta y profunda. Cresta transversa continua en segundos premolares inferiores.
                                                                      • H. sapiens y H. georgicus muestran una posición intermedia. 
                                                                      Esto sugiere que los senderos evolutivos de los continentes africano y euroasiático fueron independientes a lo largo del Pleistoceno Inferior y Medio. Ello implica un origen euroasiático para H. antecessor, quizá en el Levante Mediterráneo.

                                                                      Para Emiliano Aguirre (2008) no tendría relación filogenética directa ni con erectus ni con heidelbergensis o sapiens. Aguirre (2000) es defensor de la teoría mutirregional de evolución hacia el sapiens y cree que rasgos faciales compartidos por antecessor, erectus y sapiens indican un aportegenético muy variado como origen de los humanos actuales.

                                                                      El rostro de antecessor combina características compartidas con el HAM con otras similares a las de los neandertales y grado heidelbergensis. Sarah E. Freidline et al (2013) han sugerido que algunos de los rasgos faciales que caracterizan a los últimos humanos modernos pueden haberse desarrollado varias veces en la evolución humana.

                                                                      El equipo de Atapuerca considera a Homo atecessor un buen candidato a la ascendencia común de HAM y neandertales. Mendez et al (2016) han estimado que la separación entre neandertales y HAM se produjo hace 806-447 ka para el ADN-Y. Esta fecha cae dentro del rango de antecessor y fuera de heidelbergensis. Gómez-Robles et al (2013) señalan que ninguna especie conocida muestra una morfología dental compatible con la que se podría esperar para un antecesor común de neandertales y HAM.

                                                                      José María Bermúdez de Castro y María Martinón-Torres examinan la hipótesis de la convergencia de Sarah E. Freidline et al (2013) a la luz de los fósiles humanos recuperados en TD6. Destacan que basan su interpretación en la ausencia de una cara totalmente moderna en el Pleistoceno Medio africano, pero debido a la ausencia de fósiles, solo es posible tener en cuenta Kabwe y Bodo. Para este último, algunas características del infraorbitario permitirían alinearlo con H. sapiens. La falta de una muestra representativa, llama a la prudencia.
                                                                      Como una alternativa a las interpretaciones de Sarah E. Freidline et al (2013), los autores proponen una cladogénesis del género Homo durante el Pleistoceno Temprano, que dio lugar a un aumento del tamaño craneal y a una morfología facial moderna. 
                                                                      • KNM-WT 15000 representa la condición primitiva del clado Homo
                                                                      • H. antecessor deriva probablemente de este cladogénesis y representa una rama lateral confinada a Europa Occidental (Bermúdez de Castro et al, 2003; Carbonell et al, 2005; Martinón-Torres et al, 2007; Bermúdez de Castro y otros, 2012). H. antecessor comparte características derivadas con neanderthalensis, la población de la Sima de los Huesos, los Homo del Pleistoceno Medio de China sapiens y estaría muy cerca de su ancestro común más reciente. Precisamente debido a esta posición filogenética, niegan una posible relación ancestro-descendiente con la especie ñ (José María Bermúdez de Castro et al, 2013; José María Bermúdez de Castro et al, 2014; José María Bermúdez de Castro et al, 2015).
                                                                      • El prognatismo mediofacial que puede observarse en los neandertales clásicos (Rak, 1986), y que también está presente en los homínidos del Pleistoceno de Europa Oriental (Arsuaga et al, 1999), representaría otra condición derivada que podría haber surgido a partir de una cara similar a la moderna (Arsuaga et al, 1999). Estos rasgos fueron retenidos por los neandertales (sinapomorfías) (Gómez-Robles et al, 2007; Bermúdez de Castro y Martinón-Torres 2012; Martinón-Torres et al, 2013).
                                                                      • El espécimen de Bodo presenta algunas sinapomorfias con neandertales y HAM en diversos grados y podría formar parte de uno de los linajes de la cladogénesis que en África dio lugar a H. sapiens y en Europa a H. neanderthalensis.
                                                                      Welker et al (2020), tras analizar el proteoma del esmalte dental de Homo antecessor (ADT6-92) y Homo erectus de Dmanisi (D4163), han obtenido evidencia de que antecessor es un linaje hermano que se separó del ancestro común de humanos modernos, neandertales y denisovanos. Esta ubicación implica que la cara moderna de antecessor, similar a la de los humanos modernos, puede tener una ascendencia considerablemente profunda en el género Homo, y que la morfología craneal de los neandertales representa una forma derivada.
                                                                      Estratos y dataciones de La Gran Dolina (J.M. Parés et al, 2013).
                                                                      La cara del Homo antecessor


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                                                                      En España hay yacimientos líticos datados en más de 0,75 Ma en Barranco León, Fuentenueva-3, Monfarracinos, Galisteo, Talavera, El Espinar, Atapuerca y Huéscar.

                                                                      Enlaces:

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                                                                      DNH 134, un fragmento de cráneo,  y KNM-ER 2598, un fragmento occipital, son los únicos ejemplares africano de erectus más antiguos que los fósiles de Homo de Dmanisi y Java. Se han datado en hace 2,04-1,95 Ma y 1,87 Ma respectivamente.
                                                                      Los erectus más antiguos, provienen de Koobi Fora, Kenia, y la especie persiste en África hasta cerca de la frontera Brunhes-Matuyama (0,78 Ma).
                                                                      Los restos son más abundantes en Kenia y Tanzania, aunque también se han hallado ejemplares en Etiopía y en el Sur.

                                                                      Los ejemplares mejor conservados se hallaron en las riberas del lago Turkana. Se complementan con los hallazgos de la garganta de Olduvai.

                                                                      Tobias y von Koegniswald (1964) definieron los grados de hominización:
                                                                      1. Australopitecos.
                                                                      2. Habilis.
                                                                      3. Erectus de Sangiran y ejemplares de Olduvai como OH13.
                                                                        1. OH13 había sido considerado por L. Leakey (1964) como paratipo del habilis. Esto indica bien a las claras las dificultades con que tropezamos a la hora de establecer fronteras precisas en la transición entre habilis y erectus.
                                                                      4. Erectus de Olduvai, Ternifini, Kabuh y Zhoukoudian.
                                                                      KNM-ER 3733. Turkana Basin Institute/Richard Leakey.
                                                                      El fragmento de cráneo DNH 134, datado entre hace 2,04-1,95 Ma, hallado en Drimolen, África del Sur, presenta similitudes con el cráneo de Sangiran (Herries et al, 2020).
                                                                      Un par de cráneos de Turkana presentan rasgos similares al erectus de Pekín, pero con una capacidad craneal inferior.
                                                                      • KNM-ER 3733 (Leakey y Walker, 1985) fue descubierto por Bernard Ngeneo, del equipo de Richard Leakey, en 1975 en Koobi Fora (Kenia). Se trata de un cráneo completo de hembra madura, con capacidad craneal de 850 cc, similar a la del Hombre de Pequín. Se ha datado en ~1.63 Ma (Lepra y Kent, 2015).
                                                                      • KNM-ER 3883 (Leakey y Walker, 1985). Cráneo de 800 cc datado en 1,6 Ma.
                                                                      Del mismo yacimiento es KNM-ER 1808 (esqueleto parcial).

                                                                      El equipo de Domínguez-Rodrigo halló en verano de 2009, en el yacimiento de Olduvai un fémur y un radio de adulto, posiblemente del mismo individuo, datados en 1,3 Ma. La cabeza del radio es un tercio más grande que la del sapiensy la tuberosidad donde se inserta el bíceps duplica a la del hombre actual.

                                                                      Grado erectus finales

                                                                      • El norte del Danakil (Afar, Eritrea) ha proporcionado desde mediados de los noventa evidencia sobre el erectus, con el descubrimiento de más de 200 sitios de finales del Pleistoceno en un afloramiento sedimentario fluviolacustre de 1.000 m de espesor en la cuenca del río Dandiero, al sur de Buia (Abbate et al, 1998). Las excavaciones corren a cargo de la Expedición Danakil Italiana y Eritrea, coordinada por la Universidad La Sapienza de Roma y el Museo Nacional de Eritrea, bajo la dirección de Alfredo Coppa, dentro del Proyecto Internacional Buia.
                                                                        • El yacimiento de Uadi Aalad (UA), consta de depósitos deltaicos y fluviales de 5-6 m de espesor radiométricamente y biocronológicamente fechados en ca 1 Ma (Ghinassi et al, 2009). Destacan los hallazgos en la capa LK3 Homo (Macchiarelli et al 2004; Bondioli et al, 2006).
                                                                          • UA 31. Señora de Buia. Descubierto por el equipo de Lorenzo Rook y Berhane Tesfamariam. Un cráneo de adulto prácticamente completo con la cara preservada, atribuido a hembra, con mezcla de características erectus/ergaster y rasgos derivados, incluyendo caja craneana larga y ovalada, de más de 20 cm de longitud, un alto posicionamiento de los puntos más externos parietales como en rhodesiensis, una angulación débil a lo largo de la línea media y un ligero aplanamiento parasagital y huesos parietales delgados. No se ha determinado si su prominencia parietal es una consecuencia estructural de dolicocefalia, la expresión de la variación individual/regional, o una característica derivada con posible relevancia filogenética. Acusados arcos supraorbitales.
                                                                            • Según Bruner et al (2016), su capacidad craneal es de 995 cc. Las áreas occipitales muestran una pronunciada abultada, el cerebelo se encuentra en una posición posterior, y los vasos meníngeos medios están más desarrollados en las regiones posteriores. Estas características son comunes entre los especímenes atribuidos a erectus, en particular los endomoldes del Pleistoceno Medio de Zhoukoudian. Los lóbulos parietales muestran una curvatura pronunciada, asociada a una base del cráneo estrecha.
                                                                          • UA 222 y UA 369. Dientes incisivos permanentes. Tienen un esmalte relativamente delgado en comparación con la condición humana moderna, como en Homo antecessor, y la morfología recuerda al heidelbergensis norteafricano.
                                                                          • UA 173, UA 405 y UA 466. Fragmentos de pelvis.
                                                                        • En Mulhuli-Amo (MA), a 4,7 km de Uadi Aalad y formando parte posiblemente del mismo horizonte estratigráfico se han hallado nueve fragmentos humanos, pertenecientes posiblemente a tres individuos.
                                                                          • MA 14 fragmento de frontal.
                                                                          • MA 64 y MA 88 a-f, fragmentos parietales y MA 89 fragmento temporal, pertenecientes al mismo individuo adulto.
                                                                            • MA-88, compuesto por los seis fragmentos a-f, constituye un parietal izquierdo casi completo, incluyendo la región del asterión, cuyo espesor y características arquitectónicas y estructurales se ajustan con precisión a UA 31.
                                                                          • MA 93 Corona sin uso de un molar permanente inferior.
                                                                        • La campaña de 2016 ha proporcionado huellas de erectus datadas en hace 800 ka, en los sedimentos fluviales de un paleolago rodeado de pastizales, en el yacimiento de Aalad-Amo.
                                                                        Daka BOU-VP-2/66 Crédito de la imagen: Wikimedia Commons CC-BY-SA.
                                                                        Daka. BOU-VP-2/66
                                                                        • Daka (o Dakanihylo, Formación Bouri, Middle Awash, Etiopía) Asfaw et al, 2002. BOU-VP-2/66. Caja craneana descubierta por Henry Gilbert, del equipo de Berhane Asfaw y Tim White, en 1997, datada en 1 Ma y con una forma similar a la de Buia. Según Keely B. Carlson et al (2013) es similar en morfología lineal a los fósiles de los erectus asiáticos. Para Baab (2016), pudo haber pertenecido a una población "avanzada" de erectus cercana a la raíz del Homo heidelbergensissensu lato, o a una población inicial de H. heidelbergensis sensu lato.
                                                                        • Olorgesailie. KNM-OG 45500. Cráneo parcial datado en 0,9 Ma, descubierto en 2003 por el equipo de Rick Potts. Capacidad craneal de unos 700-800 cc. Se recuperó aproximadamente 1,5 km al este de una gran acumulación de hachas de mano, que provienen de la misma capa.
                                                                        Tighenif 1 y 3
                                                                        Tighenif 1 y 3

                                                                        Otros hallazgos

                                                                        • MK3. En las excavaciones dirigidas por J. Chavaillon en 1976 en Gombore I (Melka Kunture, Etiopía) apareció in situ, en la unidad 2 del nivel 3, datada en >1,39 Ma, una porción distal bien conservada de un húmero izquierdo de hominini conocido como Gombore IB-7594, Melka Kunture 3 o MK3, asociado a un rico conjunto lítico de transición olduvaiense achelense. De acuerdo con el análisis de Fabio Di Vincenzo et al (2015), MK3 añade una gran cantidad de variabilidad al género Homo. El gran tamaño de MK3 sugiere un peso corporal cercano a 90 kg, lejos de la gama del tamaño del cuerpo conocido para los Homo del Pleistoceno temprano.
                                                                          Los autores sugieren que la dimensión y la morfología de MK3 pueden ser considerados como una exaptación que se convirtió en útil cuando los primeros humanos poblaron altas altitudes, como la cuenca superior del Awash, en la meseta etíope, por encima de 2.000 m de altura. El húmero fue estudiado también por Lague (2015).
                                                                        • OH 9, Chellean Man (Heberer, 1963; Rightmire, 1979). Descubierto por Louis Leakey en 1960 en la garganta de Olduvai (Tanzania). Su edad se estima en 1,5 Ma. Consiste en una bóveda craneal de unos 1065 c.c. de capacidad.
                                                                        • OH 12, Pinhead (Rightmire, 1979). Descubierto por Margaret Cropper en 1962 en la garganta de Olduvai (Tanzania) Es parecido, pero menos completo que OH 9, y su capacidad craneana es menor, sólo 750 c.c. Muy similar a KNM-ER 3733, aunque un millón de años más joven. Su edad está comprendida entre 600 y 800 ka.
                                                                        • OH 23, fragmento de mandíbula, datado en 0,6 Ma.
                                                                        • OH 28 (Rightmire, 1990). Coxis.
                                                                        • OH 34 (Rightmire, 1990). Fémur.
                                                                        • OH 82 (Hlusko, Reiner y Njau, 2015). Ulna. Sedimentos datados en hace ca 1 Ma.
                                                                        • KGA 10-1 (Asfaw et al, 1992). Mandíbula parcial.
                                                                        • KNM-ER 730 (Wood, 1991). Occipital, parietal, frontal y mandíbula parciales.
                                                                        • KNM-ER 736 (Rightmire, 1990). Fémur.
                                                                        • KNM-ER 737 (Rightmire, 1990). Fémur.
                                                                        • KNM-ER 820 (Wood, 1991). Mandíbula de subadulto.
                                                                        • KNM-ER 992 (Wood, 1991). Mandíbula. Holotipo de Homo ergaster.
                                                                        • KNM-ER 1472. (Wood y Collard, 1999). Fémur.
                                                                        • KNM-ER 1481. (Wood y Collard, 1999). Fémur.
                                                                        • KNM-ER 1808 (Walker, Zimmereman y Leakey, 1982). Esqueleto y fragmentos craneales.
                                                                        • KNM-ER 3228. Coxal.
                                                                        • KNM-ER 3733 (Leakey y Walker, 1985). Cráneo.
                                                                        • KNM-ER 3883 (Leakey y Walker, 1985). Cráneo.
                                                                        • KNM-ER 42700 (Spoor et al, 2007). Calvaria de adulto joven hallada en Ileret, Kenia, datada en 1,55 Ma. Su atribución taxonómica está sujeta a controversia (Baab, 2016). El tamaño es de los más pequeños conocidos para erectus. Los análisis morfogeométricos dan como resultado una forma intermedia entre erectus y el HAM (Catherine C. Bauer y Katerina Harvati, 2015).
                                                                        • KNM-WT 15000, Turkana Boy Descubierto por Kamoya Kimeu en 1984 en la ribera del río Nariokotome cerca del lago Turkana (Kenia). (Brown et al. 1985; Leakey and Lewin 1992; Walker and Leakey 1993; Walker and Shipman 1996). Se trata de un esqueleto casi completo de un niño entre 7,6-8,8 años, según estimación a partir de los parámetros dentales (Dean y Smith, 2009) al que le faltan las manos y pies. Es el Homo erectus más completo conocido, con una edad de 1,5 Ma. Su capacidad craneal es de 880 cc, y hubiera alcanzado los 910 cc de completar su desarrollo. Su talla era de 1,60 m. Christopher B. Ruff y M. Loring Burgess (2014) han estimado una estatura adulta de 176-180 cm y una masa corporal adulta de 80-83 kg en base a un patrón de crecimiento similar al de los simios africanos. Los músculos debían de estar muy desarrollados. Excepto por el cráneo, el esqueleto es muy similar al de los niños actuales, con pequeñas diferencias. La forma y el tamaño del canal espinal son similares a los de los HAM (Meyer y Haeusler, 2015). Se ha relacionado con diferentes patologías, sin que exista una conclusión definitiva. La maduración dental y esquelética es más parecida a la de un simio que a la de un humano moderno. El aparato locomotor muestra características totalmente modernas, con posibles adaptaciones para la carrera de resistencia (Marchi et al, 2019).
                                                                        • KNM-WT 51260, tercer metacarpiano hallado en Kaito (oeste del Lago Turkana) en 2012, datado en 1,4 Ma. Según el estudio de Carol WARD V. et al (2013) el hueso se asemeja al de un humano moderno en proporciones generales y morfología. Es el tercero más largo de los Hominini conocidos anteriores a los neandertales y humanos modernos tempranos. En particular,  muestra una apófisis estiloides bien desarrollada, una característica distintivas de la mano moderna y neandertal Neandertal, no presente en los primeros Hominini. Esta proyección ayuda a estabilizar la muñeca cuando la mano está agarrando pequeños objetos entre el pulgar y los dedos. La morfolgía y función de la mano modernas estaban presentes dentro del contexto de la tecnología achelense y sugiere que las actuales características carpometacarpianas evolucionaron temprano, seleccionadas para un mejor manejo de las herramientas.
                                                                        • BSN49/P27. Gona (Simpson et al, 2008). Pelvis. Debió pertenecer a una hembra de tamaño pequeño, pero con una cadera amplia para ese tamaño.
                                                                        • SK 15 (Robinson, 1961; Howell, 1978; Grine, 2001). Mandíbula parcial.
                                                                        • SK 45 (Robinson, 1961; Howell, 1978; Grine, 2001). Mandíbula parcial.
                                                                        • SK 847 (Clarke, Howell y Brain, 1970; Tobias, 1991; Walker, 1981; Kimbel, Johanson y Rak, 1997; Grine, 2001). Restos mandibulares, dentales y cráneo parcial, datado en hace 2,3-1,65 Ma. Hay daño provocado por un absceso, y probablemente al menos otros dos, en la cara anterior del maxilar y asociados con los incisivos (Ian Towle y Joel D. Irish, 2019).
                                                                        • SK 1896 (Susman, de Ruiter y Brain, 2001). Fragmento distal de fémur.
                                                                        • SK 2045 (Susman, de Ruiter y Brain, 2001). Fragmento proximal de radio.
                                                                        • SKW(SKX) 34805 (Susman, de Ruiter y Brain, 2001). Fragmento distal grande de húmero.
                                                                        • GAR IVE (Condemi, 2004; Zanolli et al, 2016). Mandíbula parcial inmadura hallada en Garba, Melka Kunture, en 1981. Se trata del representante humano más antiguo en un entorno montañoso, datado en hace ca 1,7 Ma.

                                                                        Atlanthropus mauritanicus

                                                                        En 1954-1955 C. Arambourg y R. Hoffstetter hallaron en Tighenif, a 20 km de Mascara, Argelia varios restos incluyendo las mandíbulas Tighenif 1 y 3.
                                                                        Con los hallazgos, Arambourg creó un nuevo género y especie aunque posteriormente se han clasificado dentro de Homo erectus (e.g., Howell, 1960; Geraads et al., 1986; Rightmire, 1990). También podría tratarse de un heidelbergensis muy temprano.

                                                                        ¿heidelbergensis africano?

                                                                        Los conocimientos actuales sugieren una dicontinuidad filogenética en el momento de la reversión Matuyama / Brunhes hace 780 ka, en posible relación con el fenómeno más general conocido como la Revolución del Pleistoceno Medio (Maslin y Ridgwell, 2005) que, a su vez, corresponde con los drásticos cambios climáticos de MIS 18-16. El periodo entre 900-600 ka es muy pobre en fósiles, pero parece que una especie más encefalizada surge en África y se extiende rápidamente por África y Eurasia. (Homo heidelbergesis según Rightmire, 1998, 2008; Mounier et al, 2009, 2011; Stringer, 2012; pero Arsuaga et al, 2014, 2015; Balter, 2014) donde se encuentra con otros Homo (Profico, 2015).

                                                                        En la capa de achelense de Gombore II, en la zona arqueológica Melka Kunture, el alto valle de Awash, región de Oromia, a unos 50 km al sur de Addis Abeba, a más de 2.000 msnm, aparecieron dos grandes fragmentos craneales, con una datación de ca 850 ka.
                                                                        • En 1973, un parietal izquierdo parcial (Melka Kunture 1, MK1; Oakley et al, 1977), clasificado como Homo cf. erectus (Chavaillon et al 1974; Chavaillon y Coppens, 1975, 1986)
                                                                        • En 1975, una parte derecha del frontal (Melka Kunture 2, MK2).
                                                                        • Probablemente pertenezcan al mismo cráneo.
                                                                        Con una datación de hace 700 ka se descubrieron huellas humanas, de otros mamíferos y aves, junto a un hipopótamo despiezado. Las huellas descubiertas pertenecen tanto a adultos como a niños, algunos de los cuáles podrían tener un año de edad. Nos sugieren una infancia con más responsabilidades y menos supervisión adulta que en la actualidad (Altamura et al, 2018).



                                                                        Recreación de la escena según las huellas, herramientas y fauna -Matthew Bennett-

                                                                        Junto a las huellas de los seres humanos aparecieron los restos de un hipopótamo que había sido despiezado por los miembros del grupo, además de escamas de piedra y herramientas confeccionadas allí mismo para realizar la tarea de la obtención de la carne.




                                                                        Huella del pie izquierdo de un adulto - Matthew Bennet -
                                                                        Dentro del conjunto de herramientas se aprecian todas las secuencias de reducción lítica, lo que sugiere que fueron talladas en el mismo lugar del procesado de la carne del hipopótamo. El material utilizado fue la obsidiana; a nivel tipológico los restos líticos se adscriben al Achelense Medio.

                                                                        El descubrimiento de las huellas de los niños revela que los pequeños acompañaban a los adultos a realizar las tareas más importantes para su vida cotidiana y supervivencia, probablemente con la intención de que aprendieran in situ las tareas de talla de herramientas y despiece de los animales desde edades muy tempranas.

                                                                        Tampoco se descarta que las huellas puedan evidenciar juego y entretenimiento de los pequeños mientras los adultos completaban el trabajo. Lo único seguro que podemos concluir es que los niños acompañarían a los grupos móviles de caza, adentrándose en situaciones peligrosas y en la que los adultos no ejercerían la sobreprotección de los hijos a la que estamos acostumbrados en la actualidad.

                                                                        Atendiendo a la morfología de los seres humanos aparecidos en cronologías similares en Melka Kunture, se supone que las huellas pertenecerían a miembros de la especie Homo Heidelbergensis.
                                                                        MK1. Profico et al, 2015.
                                                                        MK2. Profico et al, 2015
                                                                        Para Profico et al (2015) MK1 y MK2 representan un único cráneo de morfología arcaica en su curvatura sagital y transversal:
                                                                        • Rasgos comunes con otros ejemplares arcaicos: ausencia de foramen parietales, el desarrollo de la rama media de los vasos meníngeos, las líneas temporales que recorren el parietal medialmente a la eminencia pariental, las marcadas líneas temporales sobre el hueso frontal y la presencia de un pesado toro frontal.
                                                                        • Rasgos peculiares: espesor notable y fuerte divergencia de las líneas temporales tras la constricción postorbital.
                                                                        • El cráneo muestra afinidades con los erectus africanos (ergaster) y heidelbergesis. MK1 está más cerca de erectus en la curvatura y forma del perfil sagital medio y más cerca de heidelbergensis en las dimesiones absolutas y la curvatura y la forma generales.
                                                                        • Tras la reconstrucción digital, la capacidad craneal se ha estimado en ca 1.080 cc.
                                                                        • El cráneo perteneció a un individuo de unos 35-40 años en el momento de su muerte. 
                                                                        De acuerdo con el análisis, estos ejemplares llenan un vacío fenético entre grado erectus y heidelbergensis y representan el mejor candidato o el único para el surgimiento de Homo heidelbergensis alrededor de hace ca 800 ka, así como una evidencia de que esta especie probablemente se originó en África antes de su dispersión en Eurasia.
                                                                        Grado erectus africano
                                                                        KNM-WT 15000
                                                                        Por Adam van Arsdale
                                                                         Enlaces:
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                                                                        Te puede interesar:
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